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Tuesday, November 22, 2016

La depreciación del yuan tiene que ver más con la economía que con Trump

Por Lingling Wei

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BEIJING—Donald Trump ha acusado a China de reducir artificialmente el valor del yuan, pero las medidas recientes de Beijing para permitir que su divisa se debilite más rápido de lo esperado parecen tener más que ver con la preocupante burbuja inmobiliaria del país y con la fortaleza del dólar, que con enviarle un mensaje al presidente electo de Estados Unidos.
Detrás de la rápida depreciación del yuan se esconde una mayor preocupación entre los líderes y economistas chinos respecto a la situación económica del país, según funcionarios y analistas. Sin importar quién ocupe la casa Blanca, el gobierno tendría que aceptar un yuan mucho más débil debido a las burbujas de activos, especialmente en el mercado inmobiliario de China, y su continua dependencia de los estímulos para impulsar el crecimiento.


Eso aumenta el riesgo de un círculo vicioso para el yuan en el que las fuerzas externas tendrían menor influencia, dicen las fuentes. Por ejemplo, el reciente aumento acelerado de los precios de las propiedades en muchas ciudades, está enviando a cada vez más chinos a los mercados extranjeros en busca de lugares donde parquear su dinero, exacerbando potencialmente las salidas de capital que presionan al yuan a la baja.
“Por el futuro cercano, las burbujas de activos y la incertidumbre sobre el crecimiento de China probablemente serán el principal factor que influirá en las expectativas de depreciación del renminibi”, dijo un asesor económico de los líderes chinos, usando el otro nombre del yuan.
El miércoles, después que el dólar se fortaleciera de un día para el otro, el banco central de China, el cual controla el corretaje del yuan en el mercado continental, fijó la tasa oficial de la divisa en 6,8592 por dólar, su nivel más débil en más de ocho años. Eso elevó las pérdidas del yuan contra el dólar a casi 1,4% en la semana después que Trump ganara las elecciones.
Por ahora, los inversionistas han tomado la caída del yuan con tranquilidad, ya que se mantiene dentro del mecanismo de tasas de cambio impulsado por el dólar que el banco central implementó a principios de este año. Los inversionistas también son conscientes que Beijing tiene las herramientas para prevenir una caída descontrolada del yuan, pero algunos funcionarios e inversionistas chinos cuestionan si el banco central está preparado para un auge sostenido del dólar durante el gobierno Trump.
Los escépticos comparan el desplome más reciente del yuan a su caída luego de la inesperada votación de los británicos para salir de la Unión Europea hace cinco meses, la cual trastornó los mercados de divisas y disparó al dólar. En ese entonces, el Banco Popular de China (PBOC) dijo rápidamente que había implementado planes de contingencia y que mantendría estable al yuan. Sin embargo, en esta ocasión, el banco central no ha hecho declaraciones públicas.
En los últimos días, el PBOC no ha llevado a cabo una intervención a gran escala para apuntalar el yuan, según los corredores de divisas. Esta estrategia poco intervencionista de China, dicen los expertos, subraya la actitud de “esperar qué sucede” de los funcionarios chinos frente a Trump y qué promesas de campaña cumplirá.
El PBOC se abstuvo de comentar sobre los recientes movimientos del yuan.
Algunos funcionarios cercanos a los líderes económicos del país esperan que Trump sea pragmático en sus relaciones con Beijing, ya que ambos países saldrían perdiendo si hay conflictos comerciales o de divisas. Mientras tanto, ejecutivos de grandes empresas chinas que venden al mercado estadounidense están preparando un plan b en caso que EE.UU. adopte una postura comercial rígida durante el gobierno Trump.
El banco central ha descartado la idea de que está sacrificando la tasa de cambio del yuan para apoyar al mercado inmobiliario. El PBOC dijo en su reporte de política monetaria del tercer trimestre, publicado la semana pasada, que “el precio sería demasiado alto”, lo cual resultaría en “distorsiones estructurales” y “acumulación de deuda”. Dijo también que China mantendrá una posición monetaria “prudente y neutral”.
No obstante, si las autoridades continúan imprimiendo dinero para impulsar el crecimiento, los economistas advierten que eso conducirá a un yuan mucho más débil.
“Si el suministro de dinero no puede ser controlado, entonces el camino de la depreciación será largo”, dijo Li Xunlei, economista jefe de Haitong Securities, una gran firma de corretaje de China.

La depreciación del yuan tiene que ver más con la economía que con Trump

Por Lingling Wei

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BEIJING—Donald Trump ha acusado a China de reducir artificialmente el valor del yuan, pero las medidas recientes de Beijing para permitir que su divisa se debilite más rápido de lo esperado parecen tener más que ver con la preocupante burbuja inmobiliaria del país y con la fortaleza del dólar, que con enviarle un mensaje al presidente electo de Estados Unidos.
Detrás de la rápida depreciación del yuan se esconde una mayor preocupación entre los líderes y economistas chinos respecto a la situación económica del país, según funcionarios y analistas. Sin importar quién ocupe la casa Blanca, el gobierno tendría que aceptar un yuan mucho más débil debido a las burbujas de activos, especialmente en el mercado inmobiliario de China, y su continua dependencia de los estímulos para impulsar el crecimiento.

Wednesday, October 5, 2016

Trump no es la causa de la devaluación

En el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto el peso mexicano se ha devaluado ante el dólar alrededor de 50 por ciento. En menos de cuatro años perdió mucho más valor que en los 12 años de los dos gobiernos panistas (37 por ciento). Pero el problema más grave es que en casi cuatro años el gobierno no aceptó la verdadera causa de la devaluación del peso ni puso en práctica medidas estructurales suficientes para frenarla.

Siempre encuentra un 'chivo expiatorio' externo para culparlo de la devaluación. Al principio señaló la baja del precio del petróleo, que también le sirvió de excusa para elevar impuestos, que se tradujeron en un menor crecimiento y una baja del nivel de vida de la clase media. De 2013 a 2016 el actual gobierno tuvo más ingresos petroleros que Calderón en sus primeros cuatro años.

Han culpado del fortalecimiento del dólar al aumento de tasas en Estados Unidos, al bajo crecimiento en China, a la salida del Reino Unido de la Comunidad Europea y, por último, a la posibilidad de que Donald Trump gane las elecciones para presidente de la Unión Americana. Todos esos factores influyen, pero no son la causa primera y más importante de la devaluación del peso. Podrían no habernos impactado negativamente si las autoridades hacendarias hubieran adoptado una posición responsable en el gasto, el déficit y la deuda en los primeros cuatro años de gobierno. Tuvieron las herramientas para lograrlo pero no lo hicieron.

El debilitamiento del marco macroeconómico al ejercer un gasto desordenado y excesivo, por arriba del aprobado por el Congreso, que incrementó el déficit presupuestal y un endeudamiento que se duplicó en cuatro años, son las verdaderas y más importantes causas de la devaluación.

El triunfo o la derrota de Donald Trump no definirá el futuro del peso ni de la economía mexicana, sino la adopción urgente de un programa gubernamental que reduzca el gasto, el déficit, los impuestos y la deuda a niveles que creen las condiciones para una mayor inversión privada nacional y extranjera y restablezcan la confianza en calificadoras internacionales de que vamos por el camino correcto. Hasta ahora los recortes y ajustes programados no generan las expectativas de lograrlo.

Trump no es la causa de la devaluación

En el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto el peso mexicano se ha devaluado ante el dólar alrededor de 50 por ciento. En menos de cuatro años perdió mucho más valor que en los 12 años de los dos gobiernos panistas (37 por ciento). Pero el problema más grave es que en casi cuatro años el gobierno no aceptó la verdadera causa de la devaluación del peso ni puso en práctica medidas estructurales suficientes para frenarla.

Tuesday, August 16, 2016

Desconociendo la realidad

Gabriela Calderón de Burgos explica que la competitividad no está determinada por el tipo de cambio y que economía como Colombia y Perú no pueden determinar el tipo de cambio de su moneda según su voluntad.

Gabriela Calderón de Burgos es editora de ElCato.org, investigadora del Cato Institute y columnista de El Universo (Ecuador).
Recientemente el presidente dijo: “Colombia nos depreció la moneda. Perú nos depreció la moneda, y nosotros no pudimos responder”. Esto asume algo que simplemente no ocurre en la vida real. Los gobiernos de estos países, al igual que el de Ecuador si tuviese moneda propia, no tienen la capacidad de determinar un tipo de cambio real para su moneda.
Esto es así porque el mundo de hoy está de cierta forma “dolarizado”. Ronald McKinnon explicaba en su libro (2013) que el dólar se encuentra en un 85 a 90% de las transacciones interbancarias de tipo de cambio a nivel mundial, la mayoría de los gobiernos utilizan al dólar como reservas y la mayoría de las materias primas comercializadas a nivel internacional son facturadas en dólares.1



¿De qué nos serviría devaluar frente a la caída del precio del petróleo? El presidente explicó que: “Mucho más sencillo sería tener tipo de cambio, que se deprecie un poco la moneda, se fomenten las exportaciones, se restringen las importaciones y se corrige el desbalance externo”.
Pero esto incurre en la tradicional falacia de Nirvana. Ante algo imperfecto, se presume que existe una alternativa perfecta. Como sabemos, las utopías no son alternativas reales. El economista Larry White explica que las únicas dos alternativas reales a la dolarización son: (1) un tipo de cambio ajustable y (2) un tipo de cambio en libre flotación. No se trata de un “régimen imaginario en el que las depreciaciones precisamente calibradas del tipo de cambio de la moneda local son administradas por expertos justo cuando es necesario ajustar los salarios, una mejora por sobre la dolarización sin incurrir en costos. Darle a un banco central como el de Ecuador la discreción de emitir su propia moneda es deshacerse del ancla en el dólar que actualmente mantiene en su lugar las expectativas de inflación del público y estabiliza el sistema”.
También se ha dicho que la apreciación del dólar nos resta competitividad. Steve Hanke señaló durante su visita a Guayaquil en julio: “Suiza ha tenido la moneda más fuerte del mundo durante los últimos 100 años...se ha apreciado alrededor de 1% al año en relación al dólar americano...pero la economía exportadora de Suiza y la competitividad de la industria suiza es superior a casi cualquier lugar en el mundo...¿qué está pasando?...la moneda fuerte obliga al gobierno a desregular la economía”. Otros ejemplos son los de Alemania y Japón.2
Finalmente, el status de la balanza comercial no es un indicador relevante para determinar el bienestar de los ciudadanos de un país. Algunas autoridades han celebrado esta semana que la balanza comercial a vuelto a estar en “azul” sin percatarse que esto pasa justo cuando el país atraviesa un segundo año decepcionante en cuanto al crecimiento económico y el empleo. No olvidemos tampoco que la última vez que la balanza comercial estuvo así de “bien” fue el “fenomenal” año 2000 y sin que existan salvaguardias. Así que tampoco procede el regodeo del gobierno, dado que la balanza comercial se suele autocorregir con o sin intervenciones suyas que no hacen más que encarecer artificialmente el costo de consumir y producir en el país.

Desconociendo la realidad

Gabriela Calderón de Burgos explica que la competitividad no está determinada por el tipo de cambio y que economía como Colombia y Perú no pueden determinar el tipo de cambio de su moneda según su voluntad.

Gabriela Calderón de Burgos es editora de ElCato.org, investigadora del Cato Institute y columnista de El Universo (Ecuador).
Recientemente el presidente dijo: “Colombia nos depreció la moneda. Perú nos depreció la moneda, y nosotros no pudimos responder”. Esto asume algo que simplemente no ocurre en la vida real. Los gobiernos de estos países, al igual que el de Ecuador si tuviese moneda propia, no tienen la capacidad de determinar un tipo de cambio real para su moneda.
Esto es así porque el mundo de hoy está de cierta forma “dolarizado”. Ronald McKinnon explicaba en su libro (2013) que el dólar se encuentra en un 85 a 90% de las transacciones interbancarias de tipo de cambio a nivel mundial, la mayoría de los gobiernos utilizan al dólar como reservas y la mayoría de las materias primas comercializadas a nivel internacional son facturadas en dólares.1


Thursday, June 23, 2016

¿Qué le pega al peso?

Aunque usted no lo crea, incidió más en la cotización del peso frente al dólar el asesinato de la parlamentaria británica Jo Cox el pasado 16 de junio, que los enfrentamientos en Oaxaca el domingo, que dejaron un saldo de al menos seis personas muertas.

¿Por qué razón fue así?

Por lo que le hemos comentado frecuentemente en este espacio: la cotización del peso frente al dólar en buena medida se decide en las operaciones de los mercados internacionales y usualmente no por factores que tengan que ver con fenómenos internos del país.

Tras el asesinato de Cox, que cimbró a la Gran Bretaña porque aparentemente fue perpetrado por un fanático antiinmigrantes y enemigo de la pertenencia a la Unión Europea (UE), cambió el sentido de las encuestas.

Hasta principios de la semana pasada, la preferencia a favor del Brexit era muy clara. En las encuestas levantadas en los días siguientes ha empezado a predominar ligeramente el 'permanecer' en la UE.

En el tracking de The Economist hay un 44 por ciento a favor de quedarse y 43 por ciento por salir, con 11 por ciento de indecisos.

La sensación de que es más probable que gane el 'permanecer' en el referéndum, motivó ayer un alza de las bolsas que disparó el índice Eurostoxx en 3.3 por ciento.

Además, propició un alza de diversas divisas frente al dólar. Nuestro peso ganó 18 centavos ayer.

Seguramente antes del referéndum del jueves se publicarán nuevos sondeos. De los resultados que ofrezcan va a depender el ánimo de los mercados financieros.

Si las intenciones a favor del Brexit volvieran a crecer, seguramente veríamos un nuevo brote de especulación. Y al contrario, si se ampliara la inclinación a 'permanecer', podríamos ver nuevas ganancias del peso.

Y lo mismo pasará con los resultados del referéndum. Si ganara la permanencia, no se extrañe de ver nuevamente cotizaciones del dólar por debajo de 18 pesos. Por el contrario, la salida le pegaría al peso con un impacto que quizás llevaría el dólar a 20 pesos o poco más.

Saldremos de esta coyuntura con cualquier resultado, y en semanas la atención va a estar puesta en la decisión de la Fed respecto a las tasas de interés y las campañas electorales en Estados Unidos.

Si Donald Trump tomara fuerza en los siguientes meses, otra vez nuestro peso sería víctima del hecho. Si, al contrario, las encuestas mostraran que Hillary Clinton es quien va al frente con amplitud, entonces nuestra moneda tendería a fortalecerse.

Pagamos el costo por el hecho de que el peso se haya convertido en la moneda más cotizada en el mundo entre las de los mercados emergentes. Es por esa razón que pesan más en la paridad los fenómenos de impacto global que los de carácter local.

CAMBIOS
Creo que es claro que los cambios no se agotan con la salida de Manlio Fabio Beltrones del PRI y también que su discurso de ayer es de alguien que se queda en el sistema político con alguna otra asignación.

Me parece que es cuestión de horas o a lo sumo de días, para verlo reaparecer como parte de los movimientos del tablero priista tras el resultado electoral del pasado 5 de junio.

¿Qué le pega al peso?

Aunque usted no lo crea, incidió más en la cotización del peso frente al dólar el asesinato de la parlamentaria británica Jo Cox el pasado 16 de junio, que los enfrentamientos en Oaxaca el domingo, que dejaron un saldo de al menos seis personas muertas.

¿Por qué razón fue así?

Por lo que le hemos comentado frecuentemente en este espacio: la cotización del peso frente al dólar en buena medida se decide en las operaciones de los mercados internacionales y usualmente no por factores que tengan que ver con fenómenos internos del país.

Hay un sinfín de razones para pegarle al peso

El problema es que el peso mexicano es, por mucho, la moneda más líquida de los mercados emergentes, con un volumen de operaciones de aproximadamente 135 mil millones de dólares al día, las 24 horas del día.
Stephen Foley Financial Times
La moneda líquida es un vehículo ideal para cubrir todo tipo de riesgos en el sistema financiero. (El Financiero)
Los corredores de divisas están pegándole al peso mexicano como si fuera una piñata. Si aumentan los riesgos de los mercados emergentes, el peso sufre. Si bajan los precios del petróleo, el peso sufre. Una encuesta muestra que el Reino Unido podría votar a favor de su salida de la Unión Europea: otra vez el peso mexicano sufre.

El resultado de todo esto es que el peso se ha convertido en una de las monedas más permanentemente subvaloradas. Y, este año, ha sido la moneda de peor desempeño a nivel mundial ante el dólar estadounidense.

El problema es que el peso mexicano es, por mucho, la moneda más líquida de los mercados emergentes, con un volumen de operaciones de aproximadamente 135 mil millones de dólares al día, las 24 horas del día. Eso lo convierte en un vehículo ideal para cubrir todo tipo de riesgos en el sistema financiero. Cada vez que hay algo nuevo de qué preocuparse, más corredores utilizan el peso como una posición corta, lo cual significa que nunca se recupera totalmente del susto previo.

Más recientemente, ha comenzado a moverse en consonancia con la libra esterlina conforme los corredores lo utilizan como cobertura del riesgo del “Brexit” — la salida del RU de la UE — aunque sería casi imposible apreciar un impacto económico en México si el Reino Unido decidiera salir del área de libre comercio de la Unión Europea.

Sin embargo, los bajos precios del petróleo han sido terribles para México: han agotado las finanzas de la compañía petrolera estatal Pemex, y como resultado de esto, el gobierno ha tenido que recortar gastos, reduciendo así las expectativas de crecimiento económico.

Así, habiéndose recuperado hasta los 50 dólares por barril, el mayor precio del petróleo debería aliviar parte de esa presión. Sin embargo, en lugar de eso, ahora los bajistas del peso señalan la construcción de un muro por parte del potencial presidente Donald Trump como el siguiente factor de riesgo; aunque no está claro si el Sr. Trump convertirá sus palabras en acciones.

Como ninguna de estas caídas del peso se pueden explicar mediante los fundamentos, el Banco de México ya intervino una vez para ayudarlo a subir: en febrero anunció un aumento de emergencia de las tasas de interés, cuando la moneda llegó a 19 por cada dólar estadounidense. Ahora no está lejos de alcanzar ese nivel mínimo nuevamente, lo cual sin duda estará en la mente de los funcionarios en la reunión del banco central que se celebrará el próximo jueves.

Ya para entonces sabremos si el RU abandona la UE. Si el país vota por permanecer en la Unión Europea, se debería aliviar la presión sobre el peso. Pero no se puede contar con eso. Siempre parece haber alguna otra razón para pegarle al peso mexicano.

Hay un sinfín de razones para pegarle al peso

El problema es que el peso mexicano es, por mucho, la moneda más líquida de los mercados emergentes, con un volumen de operaciones de aproximadamente 135 mil millones de dólares al día, las 24 horas del día.
Stephen Foley Financial Times
La moneda líquida es un vehículo ideal para cubrir todo tipo de riesgos en el sistema financiero. (El Financiero)
Los corredores de divisas están pegándole al peso mexicano como si fuera una piñata. Si aumentan los riesgos de los mercados emergentes, el peso sufre. Si bajan los precios del petróleo, el peso sufre. Una encuesta muestra que el Reino Unido podría votar a favor de su salida de la Unión Europea: otra vez el peso mexicano sufre.

El resultado de todo esto es que el peso se ha convertido en una de las monedas más permanentemente subvaloradas. Y, este año, ha sido la moneda de peor desempeño a nivel mundial ante el dólar estadounidense.

Wednesday, June 22, 2016

El mercado global de oro vs la deuda soberana


El mercado global de oro vs la deuda soberana

El mercado del oro, junto con la renta variable estadounidense y China ha mostrado mucha volatilidad recientemente, causando que muchos comentaristas financieros cuestionen su relevancia para los mercados financieros actuales. Se ha vuelto muy común subestimar la importancia del oro en los sofisticados mercados globales de capitales de hoy en día. Sin embargo, esa percepción puede resultar errónea cuando analizamos los datos disponibles.
El oro es el único activo, además de la deuda soberana, que se mantiene como activo de reserva en los balances de los bancos centrales. La amplitud, la profundidad y la liquidez del mercado del oro son parte de la razón de su uso como activo de reserva. El total de oro físico extraído a finales de 2014 es de 180.000 toneladas , alrededor de 5700 millones de onzas. Al precio actual del oro en dólares (alrededor de $1,100) la cifra alcanza $6.3 billones de dólares.




Si bien esto parece mucho, la realidad es que esta cifra podría ser una subestimación de la oferta real porque la gente ha ido acumulando oro mucho antes de que alguien tratara de dar seguimiento a los datos.


Por supuesto, sólo un porcentaje de ese stock total de oro (180.000 toneladas) se debe considerar el mercado financiero del oro. La joyería todavía representa un porcentaje significativo del stock total del oro (cerca del 50%). Sin embargo, esa cifra puede también ser engañosa considerando que en muchas culturas como la China y la India (los dos mayores consumidores de oro), la joyería de oro a menudo se compra con el doble propósito de servir como adorno y como reserva de riqueza.
Sin embargo, incluso descontando el mercado de la joyería, el mercado financiero para el oro aún sigue siendo gigantesco – alcanzando una capitalización de mercado de 3 trillones de dólares según cálculos conservadores.
La Amplitud de Mercado:
Para poner el tamaño del mercado mundial de oro en perspectiva, considere los siguientes gráficos
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Fuente: World Gold Council
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Fuente: BIS = Banco de Pagos Internacionales
El enorme tamaño del mercado del oro hace que sea uno de los activos financieros más fácilmente disponibles y accesibles en el mundo actualmente. World Economic Council afirma que:
“El tamaño del mercado de oro es mayor que el de cualquier mercado europeo de deuda soberana y sólo está por detrás de los bonos del tesoro estadounidenses y los bonos del gobierno japonés. Por lo tanto, sólo en función del tamaño… el mercado del oro puede proporcionar una significativa profundidad y liquidez para grandes carteras de reserva, ya que sólo es superada en tamaño por dos mercados de deuda soberana (Estados Unidos y Japón).”
Se deduce entonces que el oro es el tercer mayor activo de reserva de los bancos centrales de todo el mundo sólo por detrás de los activos denominados en dólares y euros. El mercado financiero del oro es tan grande que los únicos mercados que vale la pena comparar son los mercados de deuda soberana. Dado que la deuda soberana es el activo que contrabalancea las monedas, en última instancia, esto significa que el oro es el activo de reserva que no es el pasivo de nadie más.
Profundidad de mercado y liquidez:

Además, la profundidad del mercado del oro y su liquidez es casi inigualable. Los volúmenes promedio de negociación de oro se encuentran entre los más grandes de cualquier activo financiero y en la mayoría de los casos son en realidad más grandes que la mayor parte de los principales mercados de deuda soberana exceptuando sólo los bonos del tesoro estadounidenses. Los siguientes gráficos ilustran esta realidad.​
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Fuente: LBMA = London Bullion Market Association
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Fuente: LBMA = London Bullion Market Association
Si bien estas cifras se cree que son una representación precisa, no muestran el cuadro completo ya que representan sólo el movimiento de las operaciones de oro físico. Muchas operaciones entre los diferentes bancos de reservas metálicas y las empresas a menudo se compensan unas con otras, infravalorando el verdadero volumen transado. Para este punto, el WGC informa,
Los intermediarios estiman que el volumen de transacciones diario real se encuentra entre 3 y 10 veces la cantidad de transferencias reportados por la LBMA. Esto llevaría a situar el volumen de transacciones globales OTC entre $67 y $224 billones. Utilizando la estimación más conservadora de $67 billones significa que los volúmenes de negociación diarios promedio en oro son más grandes que el mercado de bonos de Reino Unido y Alemania combinado“.
Además de su excepcional profundidad, el mercado del oro es extraordinariamente líquido, con spreads, entre compra y venta, muy reducidos. El promedio de los spreads en el mercado mundial de oro OTC son entre $0.50 a $ 0.85 por onza (0,04% a 0,07% del precio). Una vez más, sólo el mercado de bonos del Tesoro de Estados Unidos puede presumir spreads tan ajustados como los del oro.
Conclusión: Oro vs. Deuda Soberana
Como se puede ver en los datos de mercado antes mencionados, el mercado del oro es claramente uno de los más grandes e importantes mercados financieros en el mundo actualmente. A pesar de lo que algunos economistas o políticos nos quieren hacer creer, el oro no es ni bárbaro ni una reliquia. Es un mercado muy sofisticado, evolucionado y activo. La amplitud, profundidad y liquidez del mercado mundial del oro dan fe de este hecho.
De hecho, los datos anteriores implican que los únicos mercados comparables al mercado del oro son los mercados de deuda soberana. Esto es significativo porque la deuda soberana esencialmente es un tipo muy diferente de activo en comparación al oro. Es un mercado que está sujeto a rebajas en la calidad, primas de riesgo, y en última instancia default. El otro no, ya que no conlleva riesgo de contraparte en lo absoluto.
El oro sigue siendo uno de los activos financieros más líquidos y sólidos actualmente. Mientras tanto, la deuda soberana, que es tan líquida o aún más, ha demostrado empíricamente que sufre enormes pérdidas catastróficas en capital y liquidez repentinamente que plantean un riesgo sistémico para el sistema actual.

En el panorama financiero actual, la deuda soberana y el riesgo de contraparte que supone para los acreedores se están convirtiendo en un problema cada vez más importante que los inversores deben tener en cuenta. Basta con mirar a Grecia y la zona euro como ejemplo actual de lo que aquí se sostiene.
Originalmente Publicado en la jornada de UFM Market Trends
​Dickson Buchanan Jr., director de desarrollo internacional de SchiffGold, LLC y gerente de las operaciones diarias de SchiffOro.com.

El mercado global de oro vs la deuda soberana


El mercado global de oro vs la deuda soberana

El mercado del oro, junto con la renta variable estadounidense y China ha mostrado mucha volatilidad recientemente, causando que muchos comentaristas financieros cuestionen su relevancia para los mercados financieros actuales. Se ha vuelto muy común subestimar la importancia del oro en los sofisticados mercados globales de capitales de hoy en día. Sin embargo, esa percepción puede resultar errónea cuando analizamos los datos disponibles.
El oro es el único activo, además de la deuda soberana, que se mantiene como activo de reserva en los balances de los bancos centrales. La amplitud, la profundidad y la liquidez del mercado del oro son parte de la razón de su uso como activo de reserva. El total de oro físico extraído a finales de 2014 es de 180.000 toneladas , alrededor de 5700 millones de onzas. Al precio actual del oro en dólares (alrededor de $1,100) la cifra alcanza $6.3 billones de dólares.



Intereses negativos: causas, consecuencias y ramificaciones.

Intereses negativos: causas, consecuencias y ramificaciones.

Dickson Buchanan
Artículo y análisis original de Dickson Buchanan
Los bancos centrales defienden la errónea creencia de que las tasas de interés negativas podrían ser el beso mágico que convertirá el sapo de su economía en un Príncipe Azul. ¿Pero, por qué piensan esto con exactitud? ¿Qué hace que Draghi, Kuroda y otros piensen que al imponer tasas de interés negativas van a estimular el crédito y los préstamos en sus respectivas economías?
Es importante entender la lógica detrás de este momento histórico de la historia monetaria mundial. Las tasas de interés negativas no tienen precedentes y muestran lo lejos que hemos llegado afuera del curso en términos de política relacionada con los mercados monetarios y crediticios. Ya esto está repercutiendo en el mundo con un efecto tremendo en varios países europeos y en Japón, y que pueden estar llegando a los EE.UU. eminentemente. Las tasas negativas también causarán importantes implicaciones para el oro.


¿Por qué tasas de interés negativas?
Las razones son muy simples. Después de haber probado la zanahoria sin mucho éxito, los bancos centrales se están moviendo hacia el uso de palitos para obtener el comportamiento que quieren.
Desde cero a bajas tasas de interés eran la zanahoria. Ofreciendo tarifas muy bajas con el fin de atraer el interés en los préstamos no se ha convertido en el robusto mercado de crédito que estaban esperando. Así que, ahora que están buscando utilizar un palo – la imposición de tasas de interés negativas. Esto efectivamente colocará una sanción, un impuesto, que incluso se aplicará a los bancos si no consiguen prestar el dinero suficiente para zacear el deseo de los bancos centrales.
Al igual que con el ZIRP, los bancos centrales van a descubrir  pro las malas que las tasas de interés negativas no son la pomada mágica que va a resucitar el vegetativo mercado crediticio. La falta de crédito disponible no es el problema. Estamos nadando en un océano abierto a los créditos. Más bien, el problema radica en que se maneje la demanda adecuadamente. Desde la perspectiva de los bancos, simplemente no hay suficientes prestatarios solventes. La solvencia precede a los préstamos. En nuestra economía saturada por la deuda, la solvencia es cada vez más extraña.

¿Qué harán los bancos?
Los bancos sólo podían absorber la pérdida de su capital y optar por no prestar a todos. Esto es lo que la mayoría de los bancos en Europa están haciendo. Muchos bancos optan por tomar simplemente la pérdida y comprar los bonos del Estado, porque no hay suficientes sujetos de crédito en el mercado privado. Con estos márgenes de beneficio más bajos, en contra de los deseos de Draghi, los bancos pueden encontrarse menos dispuestos a prestar.
Los bancos podían pasar las pérdidas a los depositantes. En lugar de recibir un interés minúsculo en tus depósitos, ahora tendrás que pagar para mantener tus fondos en el banco. Esto provocaría retiros masivos de dinero en efectivo que fijaría un piso debajo de la tasa negativa y reduciría drásticamente una gran fuente de financiación de los bancos. Podríamos concluir que estos no son los resultados ideales.
Tal vez la más demandante de todas las consecuencias como resultado de estos tipos de interés negativos son los incentivos perversos que se reproducen entre los bancos. Las tasas negativas impondrán las pérdidas constantes de tu capital durante el tiempo que lo tenga en el banco central. En otras palabras, los bancos están pagando el mantenimiento de las reservas del banco central. Este es un nuevo costo incluido al banco que no tenía antes. Mientras más profundo dentro del en territorio negativo el interés se meta, mayor será el costo. Mientras más tiempo lleve guardado el capital, mayor será el costo.
Por supuesto, la otra alternativa es participar en las operaciones de crédito con las empresas y las familias en la economía. Esto es lo que los bancos centrales están esperando. Sin embargo, si no hay buenas ofertas entonces la sanción impuesta por el Banco Central obliga a los bancos apegarse a préstamos más especulativos y de mayor riesgo. Dado que vale la pena ir a lo seguro con el banco central, muchos bancos optarán a jugar a lo arriesgado.
Sin embargo, las pérdidas potenciales de la arriesgada apuesta que salió mal podrían ser mucho más grandes y cuentan con un mayor daño colateral. Este es un territorio que sopla burbujas. Todo se ve bien hasta que, bueno, hasta que deja de  hacerlo.
¡De hecho, si las tasas caen más a fondo en el territorio negativo, incluso un banco puede verse obligado a tener que elegir entre dos alternativas, para ver con cuál va a perder menos! Si esto no es un claro síntoma de la destrucción del capital en nuestro sistema monetario y crediticio moderno, entonces, ¿Cuál será? Esto está empezando a ser una realidad en Europa. Pero no es así como se construyeron las grandes ciudades y las economías de Europa o del mundo. No es así como se creó la comida moderna y la cadena de suministro industrial. Esto representa el polo opuesto de las relaciones que han hecho que las civilizaciones humanas crezcan y prosperen. Así no es como se han creado ni la riqueza ni la prosperidad, esta es la forma en que se destruyen.
Conclusiones: Bienvenidos a la Matrix
No se equivoque, tasas de interés negativas no son una algo bueno y no son representativos de un libre mercado monetario o crediticio. Son una perversa contradicción a cómo deberían ser las verdaderas relaciones crediticias. El riesgo de dar nuestro capital por cierta duración de tiempo debería ser compensado adecuadamente a través de la tasa de interés. Tener que pagar una contraparte al préstamo a cabo su capital sin compensación alguna es una oferta contraria en la que nadie participaría si no hubiera mejores opciones disponibles. Y ahí está el problema, para los bancos de hoy y para los depositantes también, simplemente no hay muchas buenas opciones disponibles en nuestro sistema de planificación centralizada.
Esto nos lleva al corazón de lo que causó las tasas de interés negativas. Las tasas de interés negativas son el efecto a largo plazo de un Sistema de circuito crediticio cerrado que obliga que el capital fluya más hacia las entidades gubernamentales que, a ser de otra manera, a un sistema libre y abierto. La deuda pública se compra en cantidades cada vez mayores obligando a la producción y al rendimiento ir cada vez más y más abajo. La deuda total aumenta, mientras que las empresas productivas se contraen. No es un buen escenario.
La desaparición del rendimiento disponible en el mercado y la aparición de rendimientos negativos están aquí para quedarse. Lo importante es entender que a diferencia de Neo en la Matrix, no son anomalías sistémicas. Por el contrario, para usar una frase del arquitecto de la misma película son “inherentes a la programación de la matriz.” A pesar de los intentos de Yellen, Draghi y Kuroda, estos problemas persistirán hasta que se escrudiñen los principios de esa matriz.

Intereses negativos: causas, consecuencias y ramificaciones.

Intereses negativos: causas, consecuencias y ramificaciones.

Dickson Buchanan
Artículo y análisis original de Dickson Buchanan
Los bancos centrales defienden la errónea creencia de que las tasas de interés negativas podrían ser el beso mágico que convertirá el sapo de su economía en un Príncipe Azul. ¿Pero, por qué piensan esto con exactitud? ¿Qué hace que Draghi, Kuroda y otros piensen que al imponer tasas de interés negativas van a estimular el crédito y los préstamos en sus respectivas economías?
Es importante entender la lógica detrás de este momento histórico de la historia monetaria mundial. Las tasas de interés negativas no tienen precedentes y muestran lo lejos que hemos llegado afuera del curso en términos de política relacionada con los mercados monetarios y crediticios. Ya esto está repercutiendo en el mundo con un efecto tremendo en varios países europeos y en Japón, y que pueden estar llegando a los EE.UU. eminentemente. Las tasas negativas también causarán importantes implicaciones para el oro.

Como y Por que Usted Debería Parar de Pensar en Dólares y Comenzar a Pensar en Oro

Como y Porque Usted Debería Parar de Pensar en Dólares y Comenzar a Pensar en Oro

Dickson Buchanan
Este artículo fue escrito por Dickson Buchanan, Especialista en Metales Precisos. Todas las opiniones expresadas son personales y no reflejan necesariamente los puntos de vista de Peter Schiff o SchiffOro.
Ya sea intuitiva o analíticamente, todos sabemos que el dólar no es gran cosa como forma de dinero. Sim embargo eso está generando que nos lo tomemos a la ligera. El dólar es una terrible forma de dinero cuando se mira más de cerca. Los que han vivido más tiempo en esta tierra tienden a captar esta realidad con mayor claridad. Como si se tratara de subir una escalera mecánica en movimiento hacia abajo, el impulso de la caída del dólar es siempre en contra de usted. Esto se hace más claro cuando se involucra en la planificación económica. Si se trata de iniciar un negocio, hacer una inversión, el ahorro para la jubilación, reunirse con alguien un día lluvioso, o simplemente cuando el dinero no alcanza al fin del mes o de la semana, todos nosotros tenemos que trabajar contra la caída del dólar (o llenar el espacio en blanco con su moneda fiduciaria de elección).
Si esto es cierto, ¿por qué seguimos usándolo?


Por supuesto, nos vemos obligados a pagar impuestos con dólares, al menos en US… Y sí, técnicamente es ilegal el uso de cualquier otra cosa para la “cancelación de la deuda.” Pero ninguno de esos apoyos artificiales realidad obliga a pensar en términos de dólares. Sin duda tienen un impacto en el condicionamiento que pensemos en dólares, pero hasta el momento, nuestra mente todavía no está totalmente esclavizada por el Estado. Usted es libre de pensar en términos de un mejor precio. Por supuesto, creemos que el oro es el mejor dinero. De hecho, aquí es por qué debería dejar de pensar en dólares y empezar a pensar en términos de oro.
El dinero es comúnmente e inadecuadamente definido como el “medio de intercambio común.” Pero cuando el momento de la verdad esta cerca, esta definición no nos dice nada acerca de si el medio común de intercambio es bueno o malo. Por bueno o malo queremos decir beneficia o perjudica a la prosperidad humana y la civilización. La planificación económica es necesaria para la prosperidad humana y la civilización. La planificación con una buena forma de dinero en comparación con una mala hace una gran diferencia.
Carl Menger, a menudo conocido como el padre de la Escuela Austriaca de Economía, prefiere definir dinero en términos de su “comerciabilidad” o relativa “comerciabilidad” de otros bienes económicos. Comercialidad se refiere a la relativa facilidad que bien particular se podría utilizar en un intercambio de mercado. Siempre hay un costo, para proporcionar e intercambiar productos en el mercado. Por lo tanto, podemos decir que el bien económico más comercial fue el que permitió el intercambio de beneficio mutuo con el menor coste posible.
El bien más comercializable en cualquier economía finalmente se convierte en dinero. Es importante en el paradigma de Menger recordar que precede a la comerciabilidad convertirse en el medio de intercambio común. El “buen dinero” sólo se convierte en el medio más común de intercambio debido a que más y más personas se abren al hecho de que funciona mejor que lo que estaban utilizando antes. Esto hace que sea más fácil de ejecutar la planificación económica más eficaz, más transparente, más precisa y exacta.
Además de sus características o propiedades (durabilidad, divisibilidad, portabilidad, un suministro suficiente, uniformidad, reconocible, historia o depósito de valor, etc.), el dinero tiene las siguientes tres funciones:
  1. Depósito de valor
  2. Unidad de cuenta
  3. Medios de intercambio
Nos gustaría añadir una cuarta función, que es el “extintor perfecto de deudas”. El oro con gracia y facilidad lleva a cabo esta función, pero el dólar, por desgracia, no puede. Pero ese es otro tema para otro momento.
El dólar de los Estados Unidos es sin duda muy comercial en la actualidad. Los dólares estadounidenses se exigen no sólo en toda nuestra economía nacional, sino en todo el mundo. No hay prácticamente ningún escenario en el que alguien podría decir: “¿Gracias señor, pero podría ser que no yo no tenga otro dólar?” Durante cortos períodos de tiempo, el dólar se mantiene muy bien como un medio de intercambio y depósito de valor. Sin embargo, si nos alejamos un poco, veremos que el dólar comienza a romperse como depósito de valor. Para ilustrar este punto, vamos a echar un vistazo a algunos gráficos que muestran el precio del dólar contrastado con el del oro. Sí, eso es correcto, no el precio del oro en dólares, pero el precio del dólar en oro. Es una distinción importante que debemos hacer. Aquí están algunos gráficos que muestran el dólar en miligramos (mg) de oro sobre varios marcos de tiempo gracias a pricedingold.com.
Parar de Pensar en Dólares
Por supuesto, eso es un gráfico de más de 200 años, pero la realidad no puede ser más clara. Ha habido algunos baches en el camino, pero esto es lo más cercano a caer de un precipicio, que por cierto ya que viene. Si usted está planeando almacenar valor a través de generaciones (algo que solía ocurrir en este país con cierta frecuencia), entonces el dólar no va a conseguir que los bienes.
Parar de Pensar en Dólares
¡Valla, valla! Eso es cerca de una disminución del 80% en poco más de trece años. Esto resulta en alrededor de un año 6% la erosión del capital a lo largo del año. Desafortunadamente, esto implica que el dólar no es adecuado incluso para la planificación de diez años futuros.
Por eso, ¿cuándo será económicamente seguro usar el dólar como reserva de valor? No es un anuncio tan claro. Desde finales de 2012, el dólar, con relación al precio en oro, se había levantado. Tener dólares en mano a partir del 2013 ha sido una muy buena jugada, aunque el telón de fondo de la historia pinta un cuadro muy arriesgado. Basta con decir que con los dólares no se obtienen buenos resultados en la relación con el valor a lo largo del tiempo, especialmente durante el estiramiento más largo de plazos.
Hacer la transición de “reserva de valor” a “unidad de cuenta” parecería ser una transición muy natural. Si el dólar no es una buena reserva de valor con el tiempo, ¿por qué utilizarlo como unidad de cuenta? Unidad de cuenta se refiere de nuevo a la palabra francesa numerario. Profundizando, numerario se define como “un estándar básico por el cual se calcula el valor.”
Contabilidad y las unidades de cuenta utilizadas sólo funcionan si se informan con exactitud y precisión al ser reportadas a nosotros instantáneamente para decirnos donde está el valor. El meollo de la cuestión es que el dólar no se mide o no se toma en cuenta con exactitud o precisión su valor. Tal vez lo hace sobre una base a corto plazo. Pero con el tiempo se empieza a descomponerse. Este detalle es importante para cualquier persona que quiera ahorrar más de un par de meses a la vez. Una unidad diferente y mejor para las cuentas es necesario. Uno que refleje con precisión el estado actual de cambio de valor, ya que se produce con el tiempo. Aconsejamos el oro.
¿Cómo se puede empezar a pensar en términos de oro de nuevo? Aquí es una simple y práctica sugerencia: Inicie el cálculo y la medición de su valor neto en oro. En términos trimestrales, el cálculo de su valor neto en dólares y luego dividir ese número por el precio del oro en dólares actuales. Esto le dará, aproximadamente, su valor neto en onzas de oro. Si el número de onzas está aumentando cada trimestre a continuación, puede estar seguro de su valor neto está aumentando en valor.
Sin embargo, se recomienda convertir algunos de esos dólares en onzas físicas reales en algún momento. De lo contrario se corre el riesgo de aumentar su valor neto en dinero malo (dólares) mientras que está disminuyendo en un el buen dinero (onzas de oro). Esto terminaría, por supuesto, como una disminución neta del valor real, que los que aun piensan en dólares estarían completamente ajenos a. Esta es la razón por la que preferimos para medir el dólar (y otras monedas) en oro y no al revés. Nos muestra dónde está la verdadera volatilidad – en las monedas fiduciarias, no en el oro.
¿Alguna vez ha escuchado la frase, la perspectiva es todo? Así mismo es con el dinero, no es diferente. Mirando a través de la lente de niebla de dinero en dólares usted obtendrá una visión distorsionada y poco clara del mundo y sus asuntos. Caminar por la vida con lentes de dólares nublados podría llevar a un viaje muy accidentado. Mirando a través de los lentes de oro, sin embargo, pone todo preciso y claro. Usted será capaz de ver las cosas como son y hacer su camino.

Como y Por que Usted Debería Parar de Pensar en Dólares y Comenzar a Pensar en Oro

Como y Porque Usted Debería Parar de Pensar en Dólares y Comenzar a Pensar en Oro

Dickson Buchanan
Este artículo fue escrito por Dickson Buchanan, Especialista en Metales Precisos. Todas las opiniones expresadas son personales y no reflejan necesariamente los puntos de vista de Peter Schiff o SchiffOro.
Ya sea intuitiva o analíticamente, todos sabemos que el dólar no es gran cosa como forma de dinero. Sim embargo eso está generando que nos lo tomemos a la ligera. El dólar es una terrible forma de dinero cuando se mira más de cerca. Los que han vivido más tiempo en esta tierra tienden a captar esta realidad con mayor claridad. Como si se tratara de subir una escalera mecánica en movimiento hacia abajo, el impulso de la caída del dólar es siempre en contra de usted. Esto se hace más claro cuando se involucra en la planificación económica. Si se trata de iniciar un negocio, hacer una inversión, el ahorro para la jubilación, reunirse con alguien un día lluvioso, o simplemente cuando el dinero no alcanza al fin del mes o de la semana, todos nosotros tenemos que trabajar contra la caída del dólar (o llenar el espacio en blanco con su moneda fiduciaria de elección).
Si esto es cierto, ¿por qué seguimos usándolo?

Thursday, June 16, 2016

Trump cuestiona el mantra del dólar fuerte

Donald Trump ha sido repudiado por economistas debido a sus amenazas de lanzar una guerra comercial con China y renegociar los términos de la deuda soberana de EU.
Sam Fleming/ Shawn Donnan
Los economistas están en desacuerdo ante represalias por los comentarios acerca de la moneda. (El Financiero)
Donald Trump ha sido repudiado por economistas debido a sus amenazas de lanzar una guerra comercial con China y renegociar los términos de la deuda soberana de EU.

Sin embargo, han pasado casi desapercibidas las amenazas del candidato republicano de desmantelar otra de las políticas ortodoxas estadounidenses: la política del “dólar fuerte.

En los últimos meses, el magnate inmobiliario ha advertido que está en contra de mantener un tipo de cambio fuerte, aunque EU ha mantenido — al menos en teoría — la política del “dólar fuerte” desde la década de 1990.

En agosto del año pasado, Trump declaró que el dólar estaba “dañando” a EU y creando “enormes desventajas” con respecto a la competitividad de las compañías. Él mencionó en una entrevista: “Suena bien decir ‘tenemos un dólar fuerte’. Pero ahí se acaba”.

Trump reiteró ese mensaje a principios de este mes diciendo que mientras que apreciaba el concepto de un dólar fuerte, éste corría el riesgo tanto de causar un caos para la economía de EU como complacer a China, a quien él y otros han acusado de manipular durante años su divisa para obtener ventajas competitivas sobre los fabricantes estadounidenses.

Estas ideas son consideradas peligrosas por algunos funcionarios respetados de política económica en Washington.

“Creo que si Donald Trump es elegido presidente, deberíamos esperar que su administración utilice una política de tipo de cambio para tratar de obtener un menor déficit comercial”, dijo Robert Kahn, un asociado principal en el Consejo de Relaciones Exteriores quien sirvió como alto funcionario en el Tesoro de EU bajo el entonces secretario del Tesoro Robert Rubin.

Esa política probablemente provocaría represalias de nuestros socios comerciales, dijo Kahn, lo cual resultaría potencialmente en un menor crecimiento, menor comercio y un dólar más débil. Esto también socavaría el estatus del dólar como una moneda de reserva mundial.

Ted Truman, miembro del Peterson Institute for International Economics y exdirector de la división financiera internacional de la Reserva Federal (Fed), dijo que si estas palabras se vuelven pilares importantes de la campaña de Trump, podrían empezar a impactar a los mercados financieros. “Lo mejor que podemos hacer es no hablar de ello”, dijo.

Los presidentes de EU generalmente evitan comentar sobre el dólar o han expresado variaciones de la frase acuñada por Rubin por primera vez en 1995: “un dólar fuerte beneficia a EU”. La razón principal es el punto de vista de que es contraproducente tratar de ajustar la política monetaria a través de comentarios que intentan apreciar o depreciar el dólar.

Marc Chandler, director en jefe de estrategia cambiaria en Brown Brothers Harriman, dijo que había habido continuidad en las estrategias de divisas a través de las administraciones de los presidentes Clinton, Bush y Obama. “Trump podría cambiar eso”, añadió.

Cuando le preguntaron a Jack Lew este viernes sobre los comentarios del Sr. Trump respecto al dólar, el secretario del Tesoro respondió con su mantra de que un dólar fuerte estadounidense es un reflejo de la fuerza relativa de EU. “Si otros países se acercan a una devaluación competitiva, se iniciará una reacción en cadena”, dijo en un desayuno en Washington. “Pronto estaríamos peleando por una porción de un menguante pastel global”.

Sin embargo en realidad, la retórica de los funcionarios estadounidenses acerca del dólar fuerte ha causado preocupaciones privadas cuando el alza de una moneda está dañando a los exportadores estadounidenses. Ése ciertamente ha sido el caso en años recientes, donde los avances del dólar han jugado un papel importante en inhibir a la Fed de aumentar las tasas más rápidamente.

En marzo de 2015, Janet Yellen, la presidenta de la Fed, dijo que el nivel de la divisa reflejaba en parte la fuerza de la economía de EU, pero añadió que en parte había causado el débil crecimiento de las exportaciones, lo cual podría frenar a la economía.

Algunos economistas son menos críticos de los puntos de vista de Trump sobre el dólar. “El repudio del mantra del dólar fuerte de parte de Trump eleva el realismo económico por encima de la retórica vacía”, dijo Eswar Prasad, economista y autor de “The Dollar Trap”, un libro que describe el ascenso del dólar para convertirse en una moneda de reserva mundial.

Trump cuestiona el mantra del dólar fuerte

Donald Trump ha sido repudiado por economistas debido a sus amenazas de lanzar una guerra comercial con China y renegociar los términos de la deuda soberana de EU.
Sam Fleming/ Shawn Donnan
Los economistas están en desacuerdo ante represalias por los comentarios acerca de la moneda. (El Financiero)
Donald Trump ha sido repudiado por economistas debido a sus amenazas de lanzar una guerra comercial con China y renegociar los términos de la deuda soberana de EU.

Sin embargo, han pasado casi desapercibidas las amenazas del candidato republicano de desmantelar otra de las políticas ortodoxas estadounidenses: la política del “dólar fuerte.

Wednesday, June 15, 2016

Moneda dura, en la teoría y en la práctica

Gerald P. O'Driscoll Jr. relata la historia de cómo el mundo pasó del patrón oro clásico, a un pseudo patrón oro y finalmente a un orden de monedas fiduciarias.

Gerald P. O'Driscoll Jr. es ex-vicepresidente del Banco de la Reserva Federal en Dallas y académico asociado del Cato Institute.
En este comentario, analizaré el concepto de una moneda fuerte y su relevancia actual. El concepto evolucionó durante el siglo diecinueve conforme muchos países adoptaron el patrón oro. Llegó a estar asociado con el dinero respaldado en algún commodity o “moneda dura”. Por ejemplo, Ludwig von Mises (1966: 782) dijo:
“El principio de dureza implicaba que el estándar de las monedas —esto es, aquellas a las cuales se les asignaba un curso legal ilimitado mediante la legislación— deberían ser barras de oro adecuadamente valoradas y estampadas, acuñadas de tal forma que la detección de cortes, abrasiones y falsificaciones sea fácil. A la estampa del Estado ninguna función le fue atribuida más allá de certificar el peso y pureza del metal contenido en la moneda".


No había requisito de que las “monedas estándar” sean el medio de pago exclusivo o incluso aquel que predomine en las transacciones diarias. Siempre y cuando los bancos emisores (privados o bancos centrales) mantengan la convertibilidad libre, entonces el sistema monetario tenía las características de una moneda fuerte. Como Mises sugirió, el papel del Estado era mínimo.
Históricamente, la moneda dura está asociada con el dinero respaldado en un commodity. La descripción de Mises asume que se trata de dinero respaldado en un commodity. ¿Puede haber una moneda fiduciaria que sea dura?
La mayoría de los escritores del siglo diecinueve presumían un sistema de dinero respaldado en commodities, con el permiso de suspender temporalmente la convertibilidad en tiempos de guerra y un retorno al estándar en tiempos de paz. La suspensión de pagos en especie por parte del Banco de Inglaterra durante las Guerras Napoleónicas provocó que el banquero Henry Thornton escriba un tratado en 1802 acerca de cómo administrar una moneda de papel: An Enquiry Into the Nature and Effects of the Paper Credit to Great Britain. Thornton fue un banquero exitoso con la comprensión de un economista acerca de la banca, las finanzas y la economía real. Fue pionero en realizar las distinciones analíticas que no serían re-descubiertas hasta casi un siglo después: la distinción entre las tasas de interés reales y nominales, y el concepto de una tasa de interés natural o de equilibrio.
Este volumen debería haberse convertido en una referencia ampliamente difundida. Pero llegó a ser olvidado porque el Banco de Inglaterra re-estableció la convertibilidad, y otros países gradualmente adoptaron el patrón oro a lo largo del siglo diecinueve. Cómo administrar el dinero fiduciario (crédito de papel) dejó de ser un asunto práctico.
Cuando el sistema de la Reserva Federal fue creado a fines de 1913, EE.UU. estaba en el patrón oro al igual que gran parte del mundo. La Reserva Federal no fue creada para administrar el dinero en el sentido moderno, sino para proveer una moneda nacional que fuera parte del patrón oro. Nadie estaba pensando en administrar una moneda fiduciaria en la víspera de la Primera Guerra Mundial. Eso cambiaría pronto debido a los requisitos de las finanzas en tiempos de guerra.
Después de la Primera Guerra Mundial, el mundo volvió a un pseudo patrón oro que registró crónicamente una escasez de reservas de oro. Las monedas de muchos países estaban sobrevaluadas en relación al oro. Cuando el sistema colapsó en la década de 1930, los países se volcaron a un mundo de monedas fiduciarias sin tener una guía de como este funcionaría. Durante un tiempo, hubo esfuerzos para restaurar el patrón oro global pero estos no rindieron fruto. La Segunda Guerra Mundial interrumpió cualquier esfuerzo para diseñar un nuevo sistema monetario internacional.
El sistema Bretton Woods, posterior a la guerra, constituía el nuevo orden monetario global. Se han escrito volúmenes enteros acerca de este. No comparto la nostalgia de algunos por este orden. Incluso fue mucho menos un patrón oro que aquel que existió en los años entre las dos guerras mundiales. La verdad es que era un patrón dólar. El dólar fue anclado al oro y otras monedas fueron ancladas al dólar. Hubo numerosos ajustes de tipos de cambio. El sistema contenía contradicciones inherentes. Inevitablemente, el productor de la moneda dominante estaba destinado a abusar de su “privilegio exorbitante” y EE.UU. así lo hizo. El sistema colapsó y el mundo pasó a estar en un patrón fiduciario.
No hubo una teoría aceptada acerca de cómo manejar el dinero en un mundo de dinero fiduciario. Este no era el mundo de Henry Thornton en el cual el dinero fiduciario era un recurso temporal con la expectativa de volver a la conversión en especie. Era el mundo de la clásica teoría cuantitativa, que fue construida en un mundo que estaba en un patrón respaldado por un commodity. La teoría cuantitativa demostraba los límites de la expansión monetaria (o cambios en la demanda de dinero) antes de que los precios empezaran a subir lo suficiente como para amenazar la convertibilidad. En un patrón oro clásico, la oferta de dinero es endógena y el nivel de precio se fija a largo plazo.
Milton Friedman y los monetaristas ofrecieron una reafirmación de la teoría cuantitativa y un modelo de control monetario para la moneda fiduciaria. Friedman, sus estudiantes y colegas creían que habían descubierto las relaciones empíricas entre la base monetaria, medidas más amplias de dinero (especialmente M2), y la demanda de dinero (Friedman 1956 y Friedman y Schwartz 1956). Cuando el enfoque monetario finalmente fue implementado por la Reserva Federal de Volcker en la década de 1980, las supuestas relaciones empíricas se rompieron. La Fed abandonó el enfoque monetario.
Lo que vino después fue un periodo que John Taylor denominó la Gran Moderación, en el cual la Fed y otros bancos centrales parecían hacer las cosas bien. Hubo una mayor estabilidad macroeconómica (midiendo esta con una menor variación en los precios y la producción). Taylor consideró que la Fed estaba siguiendo una norma implícita, que otros llamaron la Norma de Taylor. Pero la Fed y luego otros bancos centrales empezaron a desviarse de esa norma reduciendo las tasas de interés en respuesta a las quiebras ‘dotcom’. Taylor (2009) argumentó que la crisis de bienes raíces fue la consecuencia de una bonanza creada mediante la política de tasas de interés bajas. “Sin bonanza, no hay caída”. Los bancos centrales no han vuelto a una norma monetaria. En cambio, se han involucrado en la improvisación monetaria.
El dinero en el siglo XXI está demostrando ser inmune al control por parte de los banqueros centrales. La relación entre las reservas monetarias y varios agregados monetarios (el multiplicador de la moneda) ha colapsado. Dicho de manera más precisa, los bancos centrales parecen haber perdido la habilidad de controlar la inflación. En EE.UU., Europa y Japón, las tasas de inflación han permanecido crónicamente por debajo de los objetivos de los bancos centrales a lo largo de la última recuperación económica que se dio luego de la Gran Recesión (el crecimiento del PIB real también ha estado por debajo de las expectativas). Economistas tan diversos como Jerry Jordan (2016) y James Bullard (2016) han cuestionado si nuestros modelos de libros de texto acerca de la creación del dinero y del control de la inflación siguen siendo válidos. Esto no es para sugerir que las tasas de inflación futuras no subirán a 2 por ciento o más allá de eso. Si lo hacen, sin embargo, probablemente no será por consecuencia de las acciones de cualquier banco central (Jordan 2016).
Para reiterar, cuestiono si alguna vez tuvimos una teoría práctica sobre cómo administrar el dinero en un mundo de dinero fiduciario. Los partidarios de las normas monetarias creen que tienen dicha teoría. Algunas de estas reglas consisten en tener un PIB Nominal como objetivo. La pregunta específica que yo hago a los partidarios del enfoque en el PIB Nominal es: ¿cómo es que hoy cualquier cosa que la Fed hace para equilibrar su hoja de balance alterará la tasa de crecimiento del PIB Nominal de forma predecible? La respuesta a dicha pregunta podría ser que el banco central debería hacer más. ¿Qué tanto más? Y, ¿cuál, entonces, sería la norma? Suena como una receta para otorgar discreción. De cualquier manera, los bancos centrales han sido incapaces de lograr que cualquier componente del PIB Nominal crezca de forma normal o predecible.
Las instituciones y políticas monetarias varían entre los principales bancos centrales. Por ejemplo, tanto el Banco Central Europeo como el Banco de Japón han establecido tasas de interés negativas sobre los depósitos que los bancos comerciales mantienen en el banco central. Mientras tanto, la Fed ha estado pagando intereses por las reservas bancarias desde hace algún tiempo. Las instituciones y las políticas difieren, incluso se oponen entre sí, pero los fracasos de política pública son comunes (Las políticas han fracasado en sus propios términos, sin importar que uno esté de acuerdo o no con estos).
Ahora permítame volver a la idea clásica de la moneda dura. La moneda dura es una norma, pero una norma diferente a las modernas normas monetarias tales como la Norma de Taylor o el enfoque en el PIB Nominal. La moneda dura no era una norma basada en relaciones empíricas entre variables económicas. No fue inventada, sino descubierta. Es más parecida al Estado de Derecho. Mises (1971: 414) expresó este argumento claramente. “Ideológicamente esta [moneda dura] pertenece a la misma clase de constituciones políticas y declaraciones de derechos. La demanda de garantías constitucionales y de declaraciones de derechos fue una reacción en contra del gobierno arbitrario y del irrespeto a las costumbres viejas por parte de los reyes”.
El argumento a favor de la moneda dura no es simplemente un argumento económico-técnico, sino un argumento de política económica e incluso constitucional. Cuando los economistas clásicos sostenían que los estándares basados en commodities eran una defensa en contra de la inflación, no sugerían que no habría variación de la inflación en un patrón oro. Su propia experiencia les indicaba lo contrario. En cambio, ellos reconocían que un patrón oro era una protección en contra de acciones arbitrarias para depreciar la moneda por parte de soberanos . La protección en contra de acciones arbitrarias y caprichosas por parte del Estado es lo que las constituciones se supone que deberían proveer.
¿Hay formas de evitar la arbitrariedad en cuestiones monetarias en un sistema de dinero fiduciario? ¿Puede una norma monetaria de algún tipo proveer hoy las protecciones que existían en virtud del patrón oro clásico que existió antes de la Primera Guerra Mundial? Estas preguntas son centrales para el debate acerca de las normas monetarias. Estas son cuestiones aparte de las preguntas técnicas que he planteado. Ambos tipos de preguntas deben ser abordadas en los debates acerca de la política monetaria.

Moneda dura, en la teoría y en la práctica

Gerald P. O'Driscoll Jr. relata la historia de cómo el mundo pasó del patrón oro clásico, a un pseudo patrón oro y finalmente a un orden de monedas fiduciarias.

Gerald P. O'Driscoll Jr. es ex-vicepresidente del Banco de la Reserva Federal en Dallas y académico asociado del Cato Institute.
En este comentario, analizaré el concepto de una moneda fuerte y su relevancia actual. El concepto evolucionó durante el siglo diecinueve conforme muchos países adoptaron el patrón oro. Llegó a estar asociado con el dinero respaldado en algún commodity o “moneda dura”. Por ejemplo, Ludwig von Mises (1966: 782) dijo:
“El principio de dureza implicaba que el estándar de las monedas —esto es, aquellas a las cuales se les asignaba un curso legal ilimitado mediante la legislación— deberían ser barras de oro adecuadamente valoradas y estampadas, acuñadas de tal forma que la detección de cortes, abrasiones y falsificaciones sea fácil. A la estampa del Estado ninguna función le fue atribuida más allá de certificar el peso y pureza del metal contenido en la moneda".