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Thursday, December 22, 2016

CONVERSACIONES CON EL TIO GILBERTO IV

REFLEXIONES LIBERTARIAS
Ricardo Valenzuela
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Hacía solo unos meses había iniciado esta aventura y la historia de mi país, como yo la conocía, se retorcía en una variedad de contorciones que me causaban una multitud de emociones irreconocibles. Mi formación se había dado alrededor de un colegio católico, cantidades de curas, una prensa amordazada, una Universidad elite como se consideraba el Tecnológico de Monterrey, pero totalmente marchando al ritmo del establecimiento, empresarios pegados a la ubre del gobierno mercantilista y ello, me formaba un paradigma que ahora en unas cuantas reuniones con mi tío se derrumbaba con estruendo. La historia la deberían de escribir los filósofos, escucharía muchos años después, y mi tío sin duda era un gran filósofo.

Thursday, December 15, 2016

El optimismo paga III


“En esta era de tribulaciones, violencia y confusiones que cada día cincelan una sociedad dominada por las dudas y los temores, el mensaje de Bartley pareciera un refugio en medio de la tempestad que amenaza al buque global.”

RICARDO VALENZUELA
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La semana pasada, en mi ciudad natal de Hermosillo asistía al evento patrocinado por The Economist conocido como BusinessForum. A medida que el programa se desarrollaba, con gran intensidad llegaba a mi mente el recuerdo de aquel admirable hombre, Bob Bartley, editor del Wall Strett Journal, quien falleciera hace un par de años.

Como ya lo he narrado, un mes antes de su muerte, a manera de despedida publicó un escrito titulado, El Optimismo Paga. En esta era de tribulaciones, violencia y confusiones que cada día cincelan una sociedad dominada por las dudas y los temores, el mensaje de Bartley pareciera un refugio en medio de la tempestad que amenaza al buque global.

 
Narraba los años de su transitar el cual, iniciara en una de las épocas más tristes de los EU sellada por el asesinato de John Kennedy. Continuaba con la guerra de Viet Nam, el socialismo de The Great Society, la emergencia de la Stagflacion, la destrucción de los acuerdos de Bretton Woodsseguido por el control de precios y salarios, el vergonzoso capítulo que desembocara en la dimisión de Nixon, Water Gate.

Pasaba a otro vergonzoso capítulo, el de la presidencia de Carter, el arrecio de la guerra fría, el embargo petrolero, la solicitud del presidente al pueblo de EU para aceptar la derrota mediante su tétrico mensaje conocido como TheMalasie, anunciando el fin de la grandeza de su país. Bob señalaba a ese punto, cómo la economía de los EU durante esas dos deprimentes décadas, permaneciera en recesión durante el 65% del tiempo, pero él permanecía optimista.

Procedía al arribo del RonaldReagan para sacudir la conciencia de los EU y, como Jesucristo, expulsar a los Revisionistas del templo. La derrota de la Stagflacion, el regreso de la esperanza al pueblo, los ocho años de vacas gordas, el derrumbe de la Unión Soviética. La fugaz presidencia de BushI para perderla ante Clinton quien, convirtiéndose en discípulo de Reagan, continuaba el boom económico. Si la muerte hubiera concedido a Bob unos años mas, podría haber atestiguado cómo la economía de los EU, durante los últimos 25 años, ha conocido la recesión sólo el 6% de su transitar.

Por todo ello, cuando la tinta de su pluma se agotaba, Bob Bartleygritaba el mundo; “El Optimismo Paga.”

Arribaba a un gran recinto cuando Roberto Salinas León, abría el evento para ceder la palabra a Everardo Elizondo, Subgobernador del Banco de México. Al escuchar el sorprendente y motivador mensaje de Everardo, siguiendo la ruta de Bartley, mis pensamientos me llevaban a transitar los últimos 30 años que de forma dramática han esculpido un México diferente.

Iniciaba la caravana de mis recuerdos cuando, recién graduado del TEC de Monterrey, con la ilusión de convertirme en banquero arribaba al DF frente al debut de la década de los 70s. Con la década debutaba también el nuevo presidente de México, LuisEcheverría, quien recibía el país portador de una macroeconomía envidiable, sin deuda, sin inflación, un peso cotizado en 12.50 por dólar, la economía creciendo al 7%.

Fui así testigo del cocinado para la destrucción del país. En 1974 un suceso sacudiría mi interior de forma inusual, el asesinato de don Eugenio Garza Sada. Un mes después de mi nombramiento como Director General de Banco Ganadero y Agrícola, cargando sólo 30 años de edad, enfrenté la crisis de la devaluación del peso y sus graves consecuencias. LEA procede luego a la expropiación del orgullo de Sonora, el Valle del Yaqui, ejemplo mundial de la agricultura para así despojar a los sonorenses de patrimonios formados por generaciones.

Atestiguaba después la frivolidad de López Portillo acelerando esa ruta apuntando el país hacia el precipicio. El derrumbe de su apuesta al petróleo provocando el siguiente salto del peso de 25 a 75 por dólar, el despegue de la hiperinflación, la fuga de capitales en busca de nidos seguros, control de cambios. Y a manera de despedida la forma en que, cobardemente culpando a la banca de la debacle, procedía a su ilegal expropiación ante los aplausos del congreso, y la declaración de quiebra del país.

La administración de Miguel de la Madrid sellada con devaluaciones diarias alcanzando paridad de casi 4,000 por dólar, inflaciones de un 200%, déficit del presupuesto de 30%, la deuda a más del 100% del PIB, de nuevo la declaración de bancarrota para acudir a Washington mendigando. El arribo de Salinas y la emergencia del “milagro mexicano” que, consecuencia del saboteo de los desplazados del poder, culminara en los eventos del doloroso 1995 con los que se hipotecara el futuro.

Fui espectador de la gestión de uno de los mejores y más incomprendidos presidentes del país, Ernesto Zedilloquien, exhibiendo una fortaleza poco vista, jamás sucumbiera ante las presiones revolucionarias para regresar las manecillas del reloj al pasado; Aquel pasado que casi destruyera al país y, sobre todo, valientemente evitara otro fraude electoral en el 2000, abriendo la puerta a la verdadera democracia.

Cuando mi mente navegaba entre ese doloroso pasado y el “aquí y ahora” de la conferencia en que participaba, una voz interior me dice: Lo que en estos momentos atestiguas, tal vez sea un sueño. Un evento de importancia mundial desarrollado en aquel pueblo que abandonabas para ir en busca de tu destino. Un evento producto del esfuerzo de tu admirado amigo, Roberto Salinas León, dándole el mágico toque del liberalismo.

Me parecía increíble el mensaje de Everardo Elizondo cuajado de términos como estabilidad, competitividad, integración a la economía mundial. El de Salvador Malo, del Instituto Mexicano para la Productividad; liberación de la economía para competir y fomentar la productividad. Mensaje rimando de bella forma con las ideas de ese gran economista, Paul Romery su Nueva Teoría del Crecimiento que pronostica, en los siguientes 20 años, catapultar el ingreso per capita de los EU a más de $200,000.

No escuché lloriqueos, solicitud de subsidios, garantías estatales, control de precios y salarios, añoranzas de proteccionismo… Ni que te mantenga el gobierno.

Aun más impresionante fue el mensaje del gobernador Bours cuando, una vez mas, se declaraba liberal definiendo la responsabilidad de su gobierno de “crear las condiciones” para que los actores económicos se dediquen a crear riqueza—diferente a ganar dinero. Pensaba en el dicho favorito de mi abuelo: “El optimista piensa vive en los mejores tiempos, y al pesimista le da pavor sea verdad.”

Al abandonar el recinto, tomo del brazo a mi gran amigo Roberto Salinas León para afirmarle: “En Sonora, el optimismo paga,” cuando me responde, y mas pagará pues como dice el gobernador; “lo mejor está por llegar, y no sólo para Sonora, para todo México.”

Ver…

El optimismo paga III


“En esta era de tribulaciones, violencia y confusiones que cada día cincelan una sociedad dominada por las dudas y los temores, el mensaje de Bartley pareciera un refugio en medio de la tempestad que amenaza al buque global.”

RICARDO VALENZUELA
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La semana pasada, en mi ciudad natal de Hermosillo asistía al evento patrocinado por The Economist conocido como Business Forum. A medida que el programa se desarrollaba, con gran intensidad llegaba a mi mente el recuerdo de aquel admirable hombre, Bob Bartley, editor del Wall Strett Journal, quien falleciera hace un par de años.

Como ya lo he narrado, un mes antes de su muerte, a manera de despedida publicó un escrito titulado, El Optimismo Paga. En esta era de tribulaciones, violencia y confusiones que cada día cincelan una sociedad dominada por las dudas y los temores, el mensaje de Bartley pareciera un refugio en medio de la tempestad que amenaza al buque global.

Monday, November 28, 2016

¿Trump tico?

Juan Carlos Hidalgo comenta la postura del candidato a la presidencia de Costa Rica, Otto Guevara, en relación a la inmigración.


Juan Carlos Hidalgo
 
es Analista de Políticas Públicas para América Latina del Cato Institute.
¿Merecía Otto Guevara todo un editorial de La Nación castigándolo por ventilar sus renovados bríos electorales tras la victoria de Donald Trump? Sin lugar a dudas. No se trata de criticar a un político por querer aspirar –por quinta vez– a la presidencia. Ni tan siquiera por querer mutar –por quinta vez– sus principios. El problema yace en el mensaje que Guevara querría explotar en campaña: el muy peligroso y siempre presente odio que muchos ticos tienen hacia los inmigrantes, particularmente nicaragüenses. Costa Rica ostenta dos condiciones que constituyen un potente caldo de cultivo para un mensaje populista-xenófobo: una alta y persistente tasa de desempleo y un generoso –e igualmente oneroso– Estado de bienestarque otorga beneficios básicos a inmigrantes indocumentados. A esto súmesele la desconfianza casi universal que generan los extranjeros que llegan a buscar vida a un país, especialmente si son mano de obra poco calificada.



Lamentablemente –y es una realidad que no podemos ocultar– un segmento nada despreciable de la opinión pública costarricense alberga la percepción de que los inmigrantes vienen a robar puestos de trabajo, cometer crímenes y abusar de la beneficencia estatal. La campaña de Trump, quien trató a los inmigrantes mexicanos de violadores y narcotraficantes, solo podría servir de inspiración para un populista demagogo que quiera explotar estos sentimientos. Guevara ya levantó la mano.
La realidad es de hecho muy distinta. Según investigaciones de Juan Diego Trejos, de la Universidad de Costa Rica, los inmigrantes tienen un efecto fiscal positivo, es decir, contribuyen más en impuestos de lo que reciben en servicios. Además, la inmigración nicaragüense no impacta negativamente el índice de pobreza ni la criminalidad. Más bien, al permitir una mayor especialización de la mano de obra y al dinamizar el crecimiento de la población, contribuye significativamente a la economía nacional.
Guevara debería manejar bien esta evidencia, puesto que los liberales históricamente hemos promulgado los beneficios de la inmigración, así como defendemos el libre movimiento de bienes, servicios y capital. Pero más que eso, él debería reconocer el enorme peligro que conlleva atizar los fantasmas del nacionalismo y la xenofobia en una elección.
No es para menos, entonces, que Otto Guevara merezca todo este escarnio por su irresponsable aspiración a reciclarse como el Trump tico en las próximas elecciones.

¿Trump tico?

Juan Carlos Hidalgo comenta la postura del candidato a la presidencia de Costa Rica, Otto Guevara, en relación a la inmigración.


Juan Carlos Hidalgo
 
es Analista de Políticas Públicas para América Latina del Cato Institute.
¿Merecía Otto Guevara todo un editorial de La Nación castigándolo por ventilar sus renovados bríos electorales tras la victoria de Donald Trump? Sin lugar a dudas. No se trata de criticar a un político por querer aspirar –por quinta vez– a la presidencia. Ni tan siquiera por querer mutar –por quinta vez– sus principios. El problema yace en el mensaje que Guevara querría explotar en campaña: el muy peligroso y siempre presente odio que muchos ticos tienen hacia los inmigrantes, particularmente nicaragüenses. Costa Rica ostenta dos condiciones que constituyen un potente caldo de cultivo para un mensaje populista-xenófobo: una alta y persistente tasa de desempleo y un generoso –e igualmente oneroso– Estado de bienestarque otorga beneficios básicos a inmigrantes indocumentados. A esto súmesele la desconfianza casi universal que generan los extranjeros que llegan a buscar vida a un país, especialmente si son mano de obra poco calificada.


Sunday, November 27, 2016

La ruina económica que deja Fidel Castro

El dictador amasó un gran patrimonio, pero hasta su propio hermano Raúl reconoce que el legado castrista es desastroso.

Fidel Castro deja a Cuba sumida en la miseria | Efe
Los actuales salarios no satisfacen las necesidades del trabajador cubano y de su familia
El modelo actual influye negativamente en la disciplina e incentiva el éxodo de personal cualificado que opta por salir de Cuba
El sistema desestima la promoción de los más capaces, ya que se traduce, generalmente, en que a mayor responsabilidad, menores ingresos personales
La anterior valoración sobre la ruina socioeconómica de Cuba no la firma ningún furibundo activista anticomunista. En realidad, son declaraciones de Raúl Castro en 2014. El hermano de Fidel reconocía así la necesidad de abandonar progresivamente el comunismo y adoptar un modelo económico más abierto.



Desde entonces, la dictadura ha impulsado tímidas medidas aperturistas, a menudo cosméticas, y también ha aprobado diversas leyes de inversión extranjera que buscan facilitar la entrada de capital en la isla. La viceministra de Comercio Exterior, Ileana Núñez, visitaba Madrid hace dos años y se reunía con el diario El País para reconocer que Cuba necesita "captar recursos financieros y lograr inversiones en sectores estratégicos". La cabecera de referencia de la izquierda escribía entonces que el objetivo de Fidel y Raúl Castro era "sacar al país del estancamiento económico y el subdesarrollo".
La realidad es cruda. Tras medio siglo de dictadura, el sueldo medio de los cubanos no llega a los 600 pesos, lo que se traduce en menos de 20 euros mensuales. ¿Y qué pueden adquirir los cubanos con esos 600 pesos? Un litro de yogur cuesta 30 pesos, un paquete de detergente o un kilo de pollo salen a 120 pesos… Y si ya resulta difícil comprar alimentos, acceder a cualquier comodidad se convierte en una misión imposible. Por ejemplo, una televisión cuesta 16 meses de sueldo íntegro mientras que una hora de internet supone 40 pesos.

La fortuna de Fidel

El impactante documental Cuba y los elefantes pone de manifiesto la miseria que sufren a diario los cubanos:
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Pero recién fallecido Fidel Castro no sufría las penurias que sí atraviesa el cubano medio. Según revela su ex guardaespaldas, Juan Reinaldo Sánchez, el dictador nunca se privó de las comodidades y el lujo. "Al contrario de lo que pregonaba, Fidel nunca renunció a los lujos del capitalismo, una cosa era su discurso sobre la "vida austera" que debían vivir los revolucionarios, otra cosa era su modo de vida, que era el de todo un capitalista", escribe.
Ya en su día, Fidel Castro fue incluido en la lista de políticos millonarios que elaboró la revista Forbes. Por aquel entonces, se estimaba que el dictador amasaba un patrimonio cercano a los 800 millones de dólares.

"No es el bloqueo, estúpido"

A menudo se culpa al bloqueo de EEUU del empobrecimiento cubano. En realidad, el progresivo desplome del castrismo se explica por el declive de la Unión Soviética, que cada año inyectaba fondos equivalentes al 30% del PIB isleño. Hoy, Cuba es libre de comerciar con cientos de países y, de hecho, el comercio supone el 40% de su PIB. Sin embargo, la producción de la isla es tan primaria que Cuba es un actor marginal en la globalización.
La clave no está, por tanto, en el bloqueo de EEUU, sino en el atraso económico que ha generado el socialismo. Lo vemos, por ejemplo, con el azúcar y los cigarros. Aunque en 1958 había una producción de azúcar equivalente a 859 toneladas por cada 1.000 personas, hoy esta cifra es de apenas 106, ¡ocho veces menos! Algo parecido ha ocurrido con los cigarros: desde 1958 hasta hoy, su producción cayó de 92.000 a 26.000 por cada 1.000 personas, ¡3,5 veces menos!

La ruina económica que deja Fidel Castro

El dictador amasó un gran patrimonio, pero hasta su propio hermano Raúl reconoce que el legado castrista es desastroso.

Fidel Castro deja a Cuba sumida en la miseria | Efe
Los actuales salarios no satisfacen las necesidades del trabajador cubano y de su familia
El modelo actual influye negativamente en la disciplina e incentiva el éxodo de personal cualificado que opta por salir de Cuba
El sistema desestima la promoción de los más capaces, ya que se traduce, generalmente, en que a mayor responsabilidad, menores ingresos personales
La anterior valoración sobre la ruina socioeconómica de Cuba no la firma ningún furibundo activista anticomunista. En realidad, son declaraciones de Raúl Castro en 2014. El hermano de Fidel reconocía así la necesidad de abandonar progresivamente el comunismo y adoptar un modelo económico más abierto.


Fillon, ¿por fin un liberal en Francia?: propone menos gasto, menos impuestos y más mercado

Anuncia que bajará impuestos por 50.000 millones, despedirá a 500.000 empleados públicos y reducirá el gasto del 57% al 49% del PIB.

François Fillon propone medidas de liberalización económica
Cuando a Nicolas Sarkozy le preguntaron por la posibilidad de que François Fillon se presentase a las primarias de la derecha francesa, el ex presidente se tomó a broma su candidatura y presentó al ex primer ministro como un político poco relevante. El paso del tiempo fue debilitando la candidatura de Sarkozy y apuntalando la de Fillon, que fue ganando adeptos conforme avanzó el proceso de Los Republicanos, la nueva marca electoral de la vieja UMP.



En una sociedad tan inmovilista como la francesa, la posible elección popular de Fillon como aspirante al Elíseo se antoja, cuando menos sorprende. Podría decirse que Fillon es todo lo liberal que puede ser un candidato a la presidencia francesa. No hablamos, claro está, de la reencarnación de Margaret Thatcher, como afirman sus críticos, pero tampoco de un dirigente galo cualquiera. "Me quieren etiquetar como defensor de la economía liberal, yo sencillamente diría que soy un hombre pragmático", ha declarado.
Fillon fue la voz más reformista de la Era Sarkozy y llegó a declarar abiertamente que la República francesa está "quebrada". ¿Por qué no logró aplicar reformas de calado cuando estuvo al mando del gobierno? Sus defensores culpan al estallido de la Gran Recesión, al arrollador liderazgo de Sarkozy o a la presión de los sindicatos. Ahora, Fillon dice haber aprendido la lección y presenta un programa que podría resultar moderado en otros países pero que se antoja radical para los estándares franceses.

Y es que el favorito a la nominación presidencial de Los Republicanos quiere "relanzar la economía" con reformas de calado que se alejan del tono moderado y ambiguo de muchas de las propuestas de sus rivales en las primarias. Entre ellas, destaca su anuncio de bajar en 100.000 millones el gasto público o su plan para bajar en 50.000 millones los impuestos.

Las promesas de Fillon

En el plano fiscal, François Fillon reconoce que aumentará en 12.000 millones el gasto en seguridad, defensa y justicia. Sin embargo, su plan anuncia que el gasto anual se habrá reducido en 100.000 millones cuando su Presidencia haya concluido. Fillon ya empezó a revisar el gasto público en 2007, cuando lanzó una auditoría del sector público que fue interrumpida por la presión de los sectores más moderados de su partido. Ahora, el ex primer ministro promete retomar aquella iniciativa y anuncia medidas drásticas como la reducción de la plantilla de empleados públicos en 500.000 efectivos.
En lo tocante a los impuestos, Fillon quiere bajar en 40.000 millones los impuestos que soportan las empresas y también anuncia 10.000 millones de alivio fiscal para las familias. Su programa denuncia que "la Administración Hollande ha subido significativamente los impuestos de las clases medias" y subraya que "solamente rebajando la presión fiscal lograremos que las empresas sean más competitivas y las familias tengan más poder adquisitivo".
Fillon ha anunciado que, si llega a la Presidencia, impulsará una primera rebaja de impuestos a finales de 2017, con la entrada en vigor de medidas que ahorrarían 25.000 millones en las cotizaciones sociales que pagan las empresas. A esto se sumaría un posterior recorte del tipo general del Impuesto de Sociedades, que quiere llevar hasta el 25%.
El dirigente republicano también anuncia recortes de la fiscalidad que soportan los hogares que incluirían 3.800 millones menos por la vía de deducciones en el Impuesto sobre la Renta y 5.000 millones menos en el tramo de las cotizaciones sociales. Pero el paquete de reformas tributarias también incluiría la eliminación del Impuesto de Patrimonio (5.500 millones de euros) y la reducción de otros tributos como el Impuesto de Sucesiones o la Tasa de Transacciones Inmobiliarias.
El programa de Fillon también incluye una reforma del IVA, que subiría su tramo general en dos puntos aunque vería también reducidos algunos de sus tramos menores. El mandatario ha señalado que le preocupa la estabilidad fiscal y que, de no adoptar estas medidas recaudatorias, sus propuestas no lograrían llevar a Francia hacia el superávit presupuestario.
En cualquier caso, el grueso del ajuste anunciado recaería sobre el sector público, de manera que Fillon promete que el peso del gasto estatal sobre el PIB habrá bajado del 57% al 49% entre los años 2017 y 2022. Además, el aspirante a la nominación republicana también anticipa que la aplicación de su programa llevará el déficit del 4,7% del PIB planteado para 2017 a un escenario de equilibrio presupuestario en 2022. Sus medidas también frenarían la escalada de la deuda pública, que caería del 100% al 95% del PIB durante su mandato.

Fin a las 35 horas semanales

Fillon quiere favorecer el crecimiento empresarial cambiando la catalogación de las empresas. Hoy, una empresa mediana es aquella que tiene más de 10 trabajadores y una sociedad grande es la que emplea a más de 50. El republicano quiere que los nuevos umbrales sean, respectivamente, de 50 y 100 empleados. Esto supondría un notable ahorro en costes regulatorios, operativos, fiscales…
Su programa incluye el aumento de la jornada laboral a 39 horas, cambiando las leyes laborales del sector privado y elevando de manera automática las condiciones de trabajo de los empleados públicos. Además, Fillon habla abiertamente de "promover un cambio cultural que favorezca el emprendimiento, la adaptabilidad, la innovación y la asunción de riesgos", un discurso muy distinto a lo que escuchamos a menudo en los debates políticos de nuestro país vecino.

Fillon, ¿por fin un liberal en Francia?: propone menos gasto, menos impuestos y más mercado

Anuncia que bajará impuestos por 50.000 millones, despedirá a 500.000 empleados públicos y reducirá el gasto del 57% al 49% del PIB.

François Fillon propone medidas de liberalización económica
Cuando a Nicolas Sarkozy le preguntaron por la posibilidad de que François Fillon se presentase a las primarias de la derecha francesa, el ex presidente se tomó a broma su candidatura y presentó al ex primer ministro como un político poco relevante. El paso del tiempo fue debilitando la candidatura de Sarkozy y apuntalando la de Fillon, que fue ganando adeptos conforme avanzó el proceso de Los Republicanos, la nueva marca electoral de la vieja UMP.


Thursday, October 13, 2016

¿Qué llevó a Ecuador a la crisis?

Francisco Briones considera que la recesión de la economía ecuatoriana tiene su origen en el manejo fiscal.

Francisco Briones es analista de Inteligencia Estratégica (Ecuador).
El 2016 ha sido un año muy duro para Ecuador. La administración fiscal de los últimos años condujo la economía por el camino fácil y peligroso. Las consecuencias fueron advertidas desde hace mucho: petro-dependencia, insostenibilidad fiscal y de la deuda pública, falta de ahorros, aumento del costo de vida, poca entrada de divisas, etc. Una desmedida gestión de los recursos públicos agravada por factores externos como la caída del precio del petróleo, el pago de una millonaria multa y el terremoto es la razón de la crisis que atraviesa el país. La economía va mal porque los recursos, que nunca serán ilimitados, han sido y siguen siendo administrados en el sector público como si lo fuesen. Culpar de la crisis al bajo precio del petróleo y demás factores externos equivale a culpar a la calle mojada cuando te chocas manejando ebrio y con llantas lisas.



Ya solo queda un trimestre para que termine el año fiscal, y será el más difícil. Cómo termine la economía este año dependerá de cuánto más logre gastar (o devengar) el gobierno cuyo déficit fiscal va en aumento. Por lo que esto necesariamente implica cuánto deuda más pueda conseguir. La economía ecuatoriana se adaptó al elevado gasto público y por eso sufre. El país está en un círculo vicioso.
Veamos las cifras fiscales en lo que va del año. Al mes de septiembre el Presupuesto codificado ya alcanzó el incremento máximo del 15% que permite la ley respecto a lo aprobado inicialmente por la Asamblea Nacional. El Presupuesto General del Estado (PGE) pasó de $29.835 millones a $34.267 millones desde noviembre del 2015. Es claro que el gobierno busca paliar la crisis inyectando dinero en la economía, lo que profundiza la dependencia de la economía sobre el gasto público. Sin embargo, en crisis lo adecuado es contraer el gasto público para dejar más recursos en los bolsillos de las familias y acelerar la reactivación económica. En ese sentido, una medida correcta hubiese sido procurar que el gasto público sea lo menor posible (reducir impuestos, eliminar tramites, etc.) e incentivar el consumo privado para reactivar la producción.

Fuente: Ministerio de Finanzas.
Como el Presupuesto aumentó, también se incrementó el déficit y por ende la necesidad de financiamiento (para cubrir déficit y pagar deudas). En el caso del déficit fiscal se duplicó al pasar de $2.463 millones a $5.328 millones. Por consiguiente el financiamiento requerido también aumentó de $4.134 millones a $10.749 millones. Estas cifras son cercanas a las que advertí en noviembre del 2015 cuando se presentó la Proforma Presupuestaria con ciertos “ajustes”. Además el presidente ya reconoció que es una cifra “muy grande”.
¿Pero de dónde espera obtener el dinero el gobierno este año? Solo el 70% corresponde a los Recursos fiscales provenientes de la recaudación tributaria, tasas y contribuciones, petróleo y otros. El otro 30% es básicamente deuda interna, externa y las facturas pendientes. Estas cifras son consistentes con lo dicho recientemente por el presidente Correa y el ministro Herrera que aseguraron que ya se han recibido alrededor de $8.000 millones y que faltarían otros $2.000 millones más por obtener. Es decir que solo en este año el gobierno adquiría una deuda de más de $10.000 millones equivalentes a cerca del 30% del PGE y el 10% del Producto Interno Bruto (PIB).
  Presupuesto codificado (millones USD)
Composición
001 – Recursos fiscales $18.651
Recursos del Estado
70%

002 – Recursos fiscales generados por las Instituciones $3.329
003 – Recursos provenientes de preasignaciones
$1.284
006 – Compensación por leyes y decretos $751
201 – Colocaciones externas* $1.000
Deuda externa, interna, flotante y otros
30%

202 – Préstamos externos $4.197
301 – Colocaciones internas $3.090
302 – Préstamos internos $4
701 – Asistencia técnica y donaciones $48
996 – Otros recursos $0
998 – Anticipos de ejercicios anteriores $1.913
Total $34.267
 
Fuente: Ministerio de Finanzas
*Al 30 de septiembre no constaba la nueva colocación de $1.000 millones en bonos de deuda.
A pesar de todo el Presidente alega que se ha realizado un ajuste fiscal de $6.000 millones, el más grande de toda América Latina, según él. Entonces, si se ajustó el gasto: ¿por qué el PGE no disminuye y a dónde se va la plata? Al pago de deudas y al exterior. Porque actualmente se destinan aproximadamente $7.000 millones (más o menos 20% del PGE y 10% PIB) anuales al pago de las diferentes obligaciones que tiene el gobierno, sobre todo en el exterior.
  Codificado
(millones USD)

Devengado
(millones USD)

560000 –  Gastos financieros
$1.599
$1.365
960000 –  Amortización de la deuda pública
$3.102
$3.061
980000 –  Obligaciones por ventas anticipadas de petróleo
$1.218
$1.218
990000 –  Otros pasivos
$1.101
$1.075
Total
$7.020 $6.719
Fuente: Ministerio de Finanzas
Es decir que el tamaño del ajuste equivale prácticamente a las obligaciones que tiene el país como consecuencia del endeudamiento agresivo de los últimos años. Esta cifra resume años de gasto desmedido, sin previsión e incorrecta administración de los recursos. Y esto sin considerar las obligaciones de los próximos años. De acuerdo a información provista por el Ministerio de Finanzas en la Oferta Circular de los bonos 2022, para cumplir con el servicio de deuda externa se requerirán $15.217 millones entre 2017 y 2021, y $8.350 millones entre 2022 y 2026 (No incluyen los $1.000 millones adicionales colocados por la reapertura de los Bonos 2022).
Como se puede ver, la crisis tiene su origen en el manejo fiscal. El gobierno necesita la mayor cantidad de dólares no solo para gastar sino para pagar sus obligaciones en el exterior. Esta es además la verdadera razón de las salvaguardias y restricciones a las importaciones. Pues el gobierno se ha reservado la potestad de ser quien puede sacar los dólares del país a costa del bienestar de los ciudadanos. El manejo fiscal no puede seguir siendo el mismo. El manejo fiscal necesita un cambio rotundo.

¿Qué llevó a Ecuador a la crisis?

Francisco Briones considera que la recesión de la economía ecuatoriana tiene su origen en el manejo fiscal.

Francisco Briones es analista de Inteligencia Estratégica (Ecuador).
El 2016 ha sido un año muy duro para Ecuador. La administración fiscal de los últimos años condujo la economía por el camino fácil y peligroso. Las consecuencias fueron advertidas desde hace mucho: petro-dependencia, insostenibilidad fiscal y de la deuda pública, falta de ahorros, aumento del costo de vida, poca entrada de divisas, etc. Una desmedida gestión de los recursos públicos agravada por factores externos como la caída del precio del petróleo, el pago de una millonaria multa y el terremoto es la razón de la crisis que atraviesa el país. La economía va mal porque los recursos, que nunca serán ilimitados, han sido y siguen siendo administrados en el sector público como si lo fuesen. Culpar de la crisis al bajo precio del petróleo y demás factores externos equivale a culpar a la calle mojada cuando te chocas manejando ebrio y con llantas lisas.


Wednesday, October 5, 2016

Trump no es la causa de la devaluación

En el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto el peso mexicano se ha devaluado ante el dólar alrededor de 50 por ciento. En menos de cuatro años perdió mucho más valor que en los 12 años de los dos gobiernos panistas (37 por ciento). Pero el problema más grave es que en casi cuatro años el gobierno no aceptó la verdadera causa de la devaluación del peso ni puso en práctica medidas estructurales suficientes para frenarla.

Siempre encuentra un 'chivo expiatorio' externo para culparlo de la devaluación. Al principio señaló la baja del precio del petróleo, que también le sirvió de excusa para elevar impuestos, que se tradujeron en un menor crecimiento y una baja del nivel de vida de la clase media. De 2013 a 2016 el actual gobierno tuvo más ingresos petroleros que Calderón en sus primeros cuatro años.

Han culpado del fortalecimiento del dólar al aumento de tasas en Estados Unidos, al bajo crecimiento en China, a la salida del Reino Unido de la Comunidad Europea y, por último, a la posibilidad de que Donald Trump gane las elecciones para presidente de la Unión Americana. Todos esos factores influyen, pero no son la causa primera y más importante de la devaluación del peso. Podrían no habernos impactado negativamente si las autoridades hacendarias hubieran adoptado una posición responsable en el gasto, el déficit y la deuda en los primeros cuatro años de gobierno. Tuvieron las herramientas para lograrlo pero no lo hicieron.

El debilitamiento del marco macroeconómico al ejercer un gasto desordenado y excesivo, por arriba del aprobado por el Congreso, que incrementó el déficit presupuestal y un endeudamiento que se duplicó en cuatro años, son las verdaderas y más importantes causas de la devaluación.

El triunfo o la derrota de Donald Trump no definirá el futuro del peso ni de la economía mexicana, sino la adopción urgente de un programa gubernamental que reduzca el gasto, el déficit, los impuestos y la deuda a niveles que creen las condiciones para una mayor inversión privada nacional y extranjera y restablezcan la confianza en calificadoras internacionales de que vamos por el camino correcto. Hasta ahora los recortes y ajustes programados no generan las expectativas de lograrlo.