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Friday, June 24, 2016

El peso se hundió frente al dólar en los mercados internacionales


El peso se hundió frente al dólar en los mercados internacionales depreciándose 7.21%


depreciación del peso
El Secretario de Hacienda dijo esta mañana que la relación comercial con Gran Bretaña representa menos del 1% para México y que la depreciación del peso será temporal y no tendría mayor impacto en la economía mexicana. (Vox Populi)
El peso mexicano se depreció el viernes a un nuevo mínimo histórico luego de que el Reino Unido votó por abandonar la Unión Europea.
La moneda mexicana se hundió a 19.5225 por dólar en operaciones poco después de la medianoche hora local, una caída de 7.15 por ciento frente a los 18.22 pesos del precio referencial del jueves.
Posteriormente, el peso -que ha caído más de un 10 por ciento en lo que va del año- recortó parte de sus pérdidas y cotizaba en 19.09 unidades por divisa estadounidense, una baja de 4.77 por ciento.
Después de conocer el resultado del referéndum en Reino Unido, el tipo de cambio saltó a un nuevo máximo de 19.55 pesos por dólar. Dicho movimiento implica una depreciación de 7.25 por ciento, la más grande desde la quiebra del banco estadounidense Lehman Brothers, en octubre de 2008.



Esta caída de la moneda mexicana se acerca a las mayores devaluaciones ocurridas en la historia reciente, entre estas la ocurrida en 1994 tras el denominado “error de diciembre” cuando se dio una de las peores salidas de capitales de los últimos años y el peso se derrumbó 17% en solo dos días en los primeros días de la administración de Ernesto Zedillo.
Probablemente la devaluación más recordada es la que ocurrió en el sexenio de José López Portillo, cuando una caída en los precios del petróleo en 1981 agravó la salud de las finanzas públicas y pese a acuñar la frase de “defenderé el peso como un perro”, ante la salida de capitales, el gobierno se vio obligado a declararse en moratoria de pagos y devaluó la moneda de 27 a 38 pesos por dólar.

En ese momento, intentando controlar la situación, el gobierno decidió disminuir el gasto público, imponer controles a las importaciones, elevar las tasas de interés y decretar un aumento de los salarios. En su último informe de gobierno, acusó a los banqueros de gestar la crisis. Días después se presentaría una nueva devaluación para llegar a alrededor de 70 pesos por dolar.
Después de la salida de López Portillo, en el sexenio de Miguel de la Madrid, problemas de inflación y medidas para disminuir la deuda nacional llevaron al tipo de cambio a alcanzar la desorbitante cifra de 2,300 pesos por dólar.
Fuente: El Universal

El peso se hundió frente al dólar en los mercados internacionales


El peso se hundió frente al dólar en los mercados internacionales depreciándose 7.21%


depreciación del peso
El Secretario de Hacienda dijo esta mañana que la relación comercial con Gran Bretaña representa menos del 1% para México y que la depreciación del peso será temporal y no tendría mayor impacto en la economía mexicana. (Vox Populi)
El peso mexicano se depreció el viernes a un nuevo mínimo histórico luego de que el Reino Unido votó por abandonar la Unión Europea.
La moneda mexicana se hundió a 19.5225 por dólar en operaciones poco después de la medianoche hora local, una caída de 7.15 por ciento frente a los 18.22 pesos del precio referencial del jueves.
Posteriormente, el peso -que ha caído más de un 10 por ciento en lo que va del año- recortó parte de sus pérdidas y cotizaba en 19.09 unidades por divisa estadounidense, una baja de 4.77 por ciento.
Después de conocer el resultado del referéndum en Reino Unido, el tipo de cambio saltó a un nuevo máximo de 19.55 pesos por dólar. Dicho movimiento implica una depreciación de 7.25 por ciento, la más grande desde la quiebra del banco estadounidense Lehman Brothers, en octubre de 2008.


Wednesday, June 22, 2016

El mercado global de oro vs la deuda soberana


El mercado global de oro vs la deuda soberana

El mercado del oro, junto con la renta variable estadounidense y China ha mostrado mucha volatilidad recientemente, causando que muchos comentaristas financieros cuestionen su relevancia para los mercados financieros actuales. Se ha vuelto muy común subestimar la importancia del oro en los sofisticados mercados globales de capitales de hoy en día. Sin embargo, esa percepción puede resultar errónea cuando analizamos los datos disponibles.
El oro es el único activo, además de la deuda soberana, que se mantiene como activo de reserva en los balances de los bancos centrales. La amplitud, la profundidad y la liquidez del mercado del oro son parte de la razón de su uso como activo de reserva. El total de oro físico extraído a finales de 2014 es de 180.000 toneladas , alrededor de 5700 millones de onzas. Al precio actual del oro en dólares (alrededor de $1,100) la cifra alcanza $6.3 billones de dólares.




Si bien esto parece mucho, la realidad es que esta cifra podría ser una subestimación de la oferta real porque la gente ha ido acumulando oro mucho antes de que alguien tratara de dar seguimiento a los datos.


Por supuesto, sólo un porcentaje de ese stock total de oro (180.000 toneladas) se debe considerar el mercado financiero del oro. La joyería todavía representa un porcentaje significativo del stock total del oro (cerca del 50%). Sin embargo, esa cifra puede también ser engañosa considerando que en muchas culturas como la China y la India (los dos mayores consumidores de oro), la joyería de oro a menudo se compra con el doble propósito de servir como adorno y como reserva de riqueza.
Sin embargo, incluso descontando el mercado de la joyería, el mercado financiero para el oro aún sigue siendo gigantesco – alcanzando una capitalización de mercado de 3 trillones de dólares según cálculos conservadores.
La Amplitud de Mercado:
Para poner el tamaño del mercado mundial de oro en perspectiva, considere los siguientes gráficos
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Fuente: World Gold Council
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Fuente: BIS = Banco de Pagos Internacionales
El enorme tamaño del mercado del oro hace que sea uno de los activos financieros más fácilmente disponibles y accesibles en el mundo actualmente. World Economic Council afirma que:
“El tamaño del mercado de oro es mayor que el de cualquier mercado europeo de deuda soberana y sólo está por detrás de los bonos del tesoro estadounidenses y los bonos del gobierno japonés. Por lo tanto, sólo en función del tamaño… el mercado del oro puede proporcionar una significativa profundidad y liquidez para grandes carteras de reserva, ya que sólo es superada en tamaño por dos mercados de deuda soberana (Estados Unidos y Japón).”
Se deduce entonces que el oro es el tercer mayor activo de reserva de los bancos centrales de todo el mundo sólo por detrás de los activos denominados en dólares y euros. El mercado financiero del oro es tan grande que los únicos mercados que vale la pena comparar son los mercados de deuda soberana. Dado que la deuda soberana es el activo que contrabalancea las monedas, en última instancia, esto significa que el oro es el activo de reserva que no es el pasivo de nadie más.
Profundidad de mercado y liquidez:

Además, la profundidad del mercado del oro y su liquidez es casi inigualable. Los volúmenes promedio de negociación de oro se encuentran entre los más grandes de cualquier activo financiero y en la mayoría de los casos son en realidad más grandes que la mayor parte de los principales mercados de deuda soberana exceptuando sólo los bonos del tesoro estadounidenses. Los siguientes gráficos ilustran esta realidad.​
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Fuente: LBMA = London Bullion Market Association
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Fuente: LBMA = London Bullion Market Association
Si bien estas cifras se cree que son una representación precisa, no muestran el cuadro completo ya que representan sólo el movimiento de las operaciones de oro físico. Muchas operaciones entre los diferentes bancos de reservas metálicas y las empresas a menudo se compensan unas con otras, infravalorando el verdadero volumen transado. Para este punto, el WGC informa,
Los intermediarios estiman que el volumen de transacciones diario real se encuentra entre 3 y 10 veces la cantidad de transferencias reportados por la LBMA. Esto llevaría a situar el volumen de transacciones globales OTC entre $67 y $224 billones. Utilizando la estimación más conservadora de $67 billones significa que los volúmenes de negociación diarios promedio en oro son más grandes que el mercado de bonos de Reino Unido y Alemania combinado“.
Además de su excepcional profundidad, el mercado del oro es extraordinariamente líquido, con spreads, entre compra y venta, muy reducidos. El promedio de los spreads en el mercado mundial de oro OTC son entre $0.50 a $ 0.85 por onza (0,04% a 0,07% del precio). Una vez más, sólo el mercado de bonos del Tesoro de Estados Unidos puede presumir spreads tan ajustados como los del oro.
Conclusión: Oro vs. Deuda Soberana
Como se puede ver en los datos de mercado antes mencionados, el mercado del oro es claramente uno de los más grandes e importantes mercados financieros en el mundo actualmente. A pesar de lo que algunos economistas o políticos nos quieren hacer creer, el oro no es ni bárbaro ni una reliquia. Es un mercado muy sofisticado, evolucionado y activo. La amplitud, profundidad y liquidez del mercado mundial del oro dan fe de este hecho.
De hecho, los datos anteriores implican que los únicos mercados comparables al mercado del oro son los mercados de deuda soberana. Esto es significativo porque la deuda soberana esencialmente es un tipo muy diferente de activo en comparación al oro. Es un mercado que está sujeto a rebajas en la calidad, primas de riesgo, y en última instancia default. El otro no, ya que no conlleva riesgo de contraparte en lo absoluto.
El oro sigue siendo uno de los activos financieros más líquidos y sólidos actualmente. Mientras tanto, la deuda soberana, que es tan líquida o aún más, ha demostrado empíricamente que sufre enormes pérdidas catastróficas en capital y liquidez repentinamente que plantean un riesgo sistémico para el sistema actual.

En el panorama financiero actual, la deuda soberana y el riesgo de contraparte que supone para los acreedores se están convirtiendo en un problema cada vez más importante que los inversores deben tener en cuenta. Basta con mirar a Grecia y la zona euro como ejemplo actual de lo que aquí se sostiene.
Originalmente Publicado en la jornada de UFM Market Trends
​Dickson Buchanan Jr., director de desarrollo internacional de SchiffGold, LLC y gerente de las operaciones diarias de SchiffOro.com.

El mercado global de oro vs la deuda soberana


El mercado global de oro vs la deuda soberana

El mercado del oro, junto con la renta variable estadounidense y China ha mostrado mucha volatilidad recientemente, causando que muchos comentaristas financieros cuestionen su relevancia para los mercados financieros actuales. Se ha vuelto muy común subestimar la importancia del oro en los sofisticados mercados globales de capitales de hoy en día. Sin embargo, esa percepción puede resultar errónea cuando analizamos los datos disponibles.
El oro es el único activo, además de la deuda soberana, que se mantiene como activo de reserva en los balances de los bancos centrales. La amplitud, la profundidad y la liquidez del mercado del oro son parte de la razón de su uso como activo de reserva. El total de oro físico extraído a finales de 2014 es de 180.000 toneladas , alrededor de 5700 millones de onzas. Al precio actual del oro en dólares (alrededor de $1,100) la cifra alcanza $6.3 billones de dólares.



Intereses negativos: causas, consecuencias y ramificaciones.

Intereses negativos: causas, consecuencias y ramificaciones.

Dickson Buchanan
Artículo y análisis original de Dickson Buchanan
Los bancos centrales defienden la errónea creencia de que las tasas de interés negativas podrían ser el beso mágico que convertirá el sapo de su economía en un Príncipe Azul. ¿Pero, por qué piensan esto con exactitud? ¿Qué hace que Draghi, Kuroda y otros piensen que al imponer tasas de interés negativas van a estimular el crédito y los préstamos en sus respectivas economías?
Es importante entender la lógica detrás de este momento histórico de la historia monetaria mundial. Las tasas de interés negativas no tienen precedentes y muestran lo lejos que hemos llegado afuera del curso en términos de política relacionada con los mercados monetarios y crediticios. Ya esto está repercutiendo en el mundo con un efecto tremendo en varios países europeos y en Japón, y que pueden estar llegando a los EE.UU. eminentemente. Las tasas negativas también causarán importantes implicaciones para el oro.


¿Por qué tasas de interés negativas?
Las razones son muy simples. Después de haber probado la zanahoria sin mucho éxito, los bancos centrales se están moviendo hacia el uso de palitos para obtener el comportamiento que quieren.
Desde cero a bajas tasas de interés eran la zanahoria. Ofreciendo tarifas muy bajas con el fin de atraer el interés en los préstamos no se ha convertido en el robusto mercado de crédito que estaban esperando. Así que, ahora que están buscando utilizar un palo – la imposición de tasas de interés negativas. Esto efectivamente colocará una sanción, un impuesto, que incluso se aplicará a los bancos si no consiguen prestar el dinero suficiente para zacear el deseo de los bancos centrales.
Al igual que con el ZIRP, los bancos centrales van a descubrir  pro las malas que las tasas de interés negativas no son la pomada mágica que va a resucitar el vegetativo mercado crediticio. La falta de crédito disponible no es el problema. Estamos nadando en un océano abierto a los créditos. Más bien, el problema radica en que se maneje la demanda adecuadamente. Desde la perspectiva de los bancos, simplemente no hay suficientes prestatarios solventes. La solvencia precede a los préstamos. En nuestra economía saturada por la deuda, la solvencia es cada vez más extraña.

¿Qué harán los bancos?
Los bancos sólo podían absorber la pérdida de su capital y optar por no prestar a todos. Esto es lo que la mayoría de los bancos en Europa están haciendo. Muchos bancos optan por tomar simplemente la pérdida y comprar los bonos del Estado, porque no hay suficientes sujetos de crédito en el mercado privado. Con estos márgenes de beneficio más bajos, en contra de los deseos de Draghi, los bancos pueden encontrarse menos dispuestos a prestar.
Los bancos podían pasar las pérdidas a los depositantes. En lugar de recibir un interés minúsculo en tus depósitos, ahora tendrás que pagar para mantener tus fondos en el banco. Esto provocaría retiros masivos de dinero en efectivo que fijaría un piso debajo de la tasa negativa y reduciría drásticamente una gran fuente de financiación de los bancos. Podríamos concluir que estos no son los resultados ideales.
Tal vez la más demandante de todas las consecuencias como resultado de estos tipos de interés negativos son los incentivos perversos que se reproducen entre los bancos. Las tasas negativas impondrán las pérdidas constantes de tu capital durante el tiempo que lo tenga en el banco central. En otras palabras, los bancos están pagando el mantenimiento de las reservas del banco central. Este es un nuevo costo incluido al banco que no tenía antes. Mientras más profundo dentro del en territorio negativo el interés se meta, mayor será el costo. Mientras más tiempo lleve guardado el capital, mayor será el costo.
Por supuesto, la otra alternativa es participar en las operaciones de crédito con las empresas y las familias en la economía. Esto es lo que los bancos centrales están esperando. Sin embargo, si no hay buenas ofertas entonces la sanción impuesta por el Banco Central obliga a los bancos apegarse a préstamos más especulativos y de mayor riesgo. Dado que vale la pena ir a lo seguro con el banco central, muchos bancos optarán a jugar a lo arriesgado.
Sin embargo, las pérdidas potenciales de la arriesgada apuesta que salió mal podrían ser mucho más grandes y cuentan con un mayor daño colateral. Este es un territorio que sopla burbujas. Todo se ve bien hasta que, bueno, hasta que deja de  hacerlo.
¡De hecho, si las tasas caen más a fondo en el territorio negativo, incluso un banco puede verse obligado a tener que elegir entre dos alternativas, para ver con cuál va a perder menos! Si esto no es un claro síntoma de la destrucción del capital en nuestro sistema monetario y crediticio moderno, entonces, ¿Cuál será? Esto está empezando a ser una realidad en Europa. Pero no es así como se construyeron las grandes ciudades y las economías de Europa o del mundo. No es así como se creó la comida moderna y la cadena de suministro industrial. Esto representa el polo opuesto de las relaciones que han hecho que las civilizaciones humanas crezcan y prosperen. Así no es como se han creado ni la riqueza ni la prosperidad, esta es la forma en que se destruyen.
Conclusiones: Bienvenidos a la Matrix
No se equivoque, tasas de interés negativas no son una algo bueno y no son representativos de un libre mercado monetario o crediticio. Son una perversa contradicción a cómo deberían ser las verdaderas relaciones crediticias. El riesgo de dar nuestro capital por cierta duración de tiempo debería ser compensado adecuadamente a través de la tasa de interés. Tener que pagar una contraparte al préstamo a cabo su capital sin compensación alguna es una oferta contraria en la que nadie participaría si no hubiera mejores opciones disponibles. Y ahí está el problema, para los bancos de hoy y para los depositantes también, simplemente no hay muchas buenas opciones disponibles en nuestro sistema de planificación centralizada.
Esto nos lleva al corazón de lo que causó las tasas de interés negativas. Las tasas de interés negativas son el efecto a largo plazo de un Sistema de circuito crediticio cerrado que obliga que el capital fluya más hacia las entidades gubernamentales que, a ser de otra manera, a un sistema libre y abierto. La deuda pública se compra en cantidades cada vez mayores obligando a la producción y al rendimiento ir cada vez más y más abajo. La deuda total aumenta, mientras que las empresas productivas se contraen. No es un buen escenario.
La desaparición del rendimiento disponible en el mercado y la aparición de rendimientos negativos están aquí para quedarse. Lo importante es entender que a diferencia de Neo en la Matrix, no son anomalías sistémicas. Por el contrario, para usar una frase del arquitecto de la misma película son “inherentes a la programación de la matriz.” A pesar de los intentos de Yellen, Draghi y Kuroda, estos problemas persistirán hasta que se escrudiñen los principios de esa matriz.

Intereses negativos: causas, consecuencias y ramificaciones.

Intereses negativos: causas, consecuencias y ramificaciones.

Dickson Buchanan
Artículo y análisis original de Dickson Buchanan
Los bancos centrales defienden la errónea creencia de que las tasas de interés negativas podrían ser el beso mágico que convertirá el sapo de su economía en un Príncipe Azul. ¿Pero, por qué piensan esto con exactitud? ¿Qué hace que Draghi, Kuroda y otros piensen que al imponer tasas de interés negativas van a estimular el crédito y los préstamos en sus respectivas economías?
Es importante entender la lógica detrás de este momento histórico de la historia monetaria mundial. Las tasas de interés negativas no tienen precedentes y muestran lo lejos que hemos llegado afuera del curso en términos de política relacionada con los mercados monetarios y crediticios. Ya esto está repercutiendo en el mundo con un efecto tremendo en varios países europeos y en Japón, y que pueden estar llegando a los EE.UU. eminentemente. Las tasas negativas también causarán importantes implicaciones para el oro.

Thursday, June 16, 2016

La desregulación y la revolución del mercado global

por Frederick W. Smith

Frederick W. Smith es presidente ejecutivo de la FedEx Corporation y es miembro de la junta directiva del Cato Institute.
Frederick W. Smith es presidente ejecutivo de la FedEx Corporation y es miembro de la junta directiva del Cato Institute.
Este es el discurso que dio en la reunión de benefactores del Instituto en el 2005 y fue originalmente publicado como la Cato's Letter de otoño de 2006 (Vol. 4, No. 4). También puede leer este documento en formato PDF aquí.
FedEx se ha convertido en una empresa muy grande. Hoy en día sus ganancias son de casi $30.000 millones y emplea a un cuarto de millón de personas. Cuando me preguntan cómo creo que FedEx se ha convertido en una empresa tan grande, me gustaría poder decir que fue gracias a una administración visionaria y con una dirección clara, pero la verdad es que esta se ha beneficiado de varios patrones macroeconómicos fuertes. Se puede decir que nosotros alzamos nuestras aspas y nos dejamos llevar por vientos fuertes, los cuales nos han llevado a tener el tamaño y envergadura que tenemos hoy.
En las últimas décadas hemos visto un crecimiento dramático en los productos de alta tecnología y de alto valor agregado como porcentaje de la totalidad de la actividad económica. Hoy, la alta tecnología en EE.UU. representa alrededor de un 15 por ciento del PIB. En 1970 constituía cerca de un 1%. Esto tiene grandes implicaciones cuando se consideran los efectos por sobre las actividades económicas relacionadas.



El crecimiento del comercio de los productos de alta tecnología y de alto valor agregado es, sin duda, la historia de la globalización. Si bien es cierto que hay muchos productos siendo comercializados hoy, muchos de estos también eran comercializados en 1890. El verdadero secreto de la expansión en el comercio mundial han sido los productos de alto valor agregado. Ya sea el vino chileno, las carteras Louis Vuitton, los kits para cirugías de Alemania, los aviones de Brasil, los semiconductores y partes de autos, las partes de aviones o cualquier otra cosa, el mercado global de productos de alto valor agregado ha creado el estándar de vida en el mundo industrializado a lo largo de los últimos 40 o 50 años.
A diferencia de los productos agrícolas y productos petroleros, los productos de alto valor agregado no pesan mucho. Como dice Alan Greenspan, la producción agregada de EE.UU. hoy en día es cinco veces mayor en términos reales de lo que fue en 1950. Pero esa producción pesa lo mismo. No ha aumentado ni una sola libra en los últimos 50 años. Como consecuencia, los productos de alto valor agregado son transportados fácilmente. Son fácilmente desplazados a través de las fronteras y también comercializados. De manera que mientras el comercio de productos de alto valor agregado ha crecido, la integración del mundo a una sola economía global—con algunas notables y trágicas excepciones—se ha vuelto casi inexorable.

El dispositivo del Internet

En 1994 sucedió algo que aceleró el comercio internacional—el desarrollo de la World Wide Web (www). Por primera vez en la historia humana se dispuso de un protocolo de bajo costo, estandardizado, y con un medio visual en el que las personas podían vender sus bienes sin importar la hora y el lugar. Por primera vez este protocolo permitía que casi cualquier persona tuviese acceso al mercado global. No requería de infraestructura, ni era necesario lidiar con los burócratas. No se necesitaba “tener un hombre en la Habana”, por ejemplo.
Hoy, este sistema está produciendo alrededor de siete millones de páginas de nuevos productos en la Web cada día. La cantidad de personas que están en línea y que son capaces de comprar un producto están aumentando exponencialmente cada par de años. Se pueden ver los resultados al visitar la Red Intercontinental de FedEx—el sistema de transportación de mayor envergadura construido en la historia. Es interesante observar patrones comerciales completamente eclécticos; cosas viniendo de Argentina yendo a Budapest, cosas de Kiev yendo a algún lugar remoto en China y las cosas del Aeropuerto Chubu en Japón yendo a Brasil. El comercio internacional está siendo propulsado por la exhibición en Internet, cada vez más numerosa, de bienes de alta tecnología y de alto valor agregado. Estos bienes ahora están disponibles para la gente sin mucha molestia.
El Internet nos permite intermediar y simplificar los requisitos de varios países en cuanto a trámites de aduana y otros. Hoy, cerca del 25 por ciento del PIB estadounidense está relacionado con el comercio internacional—aproximadamente el 13 por ciento en importaciones y el 12 por ciento en exportaciones. Y continúa creciendo a una tasa de entre dos y tres veces más rápido que el PIB.
Nunca olvidaré un libro que leí hace algunos años de Walton Wriston titulado The End of Sovereignty (El fin de la soberanía). Wriston hablaba del hecho que, en su mayoría, los gobiernos actuales están bajo la disciplina del mercado. Los comerciantes de moneda en los terminales alrededor del mundo están llevando a cabo un referéndum diario sobre la viabilidad de las políticas fiscales de cualquier país. Bueno, ahora está ocurriendo en el sector que produce los bienes dentro de la sociedad. Esto es muy importante y poco comprendido.
Cuando se lee un comentario acerca del comercio internacional en CNN, invariablemente enseñarán un barco de carga. Veremos grandes contenedores siendo cargados hacia y desde los barcos. Malcolm Malean, un camionero de Carolina del Norte, pensó que si constantemente se mueve una gran cantidad de mercadería de un contenedor a otro, sería mucho más sencillo transportar la mercadería siempre dentro del mismo contenedor. Aquello revolucionó el comercio. Hasta la fecha, el movimiento de bienes por mar constituye el 98 por ciento de todas las toneladas que se mueven en el comercio internacional.

El poder de los bienes de alto valor agregado

El sector en el que nos encontramos en FedEx, que es el transportador de bienes por aire más importante, es una cosita pequeña. Solo constituye entre el 1,5 y 2 por ciento de las toneladas que se mueven en el comercio internacional. Pero, ¿adivinen que? Ese 1,5 a 2 por ciento del tonelaje comprende cerca del 40 por ciento del valor total de todo el comercio internacional. Y si se remueve el petróleo y los productos agrícolas, es probablemente por encima del 50 por ciento.
Por lo tanto, los aviones de FedEx son los barcos de carga de la era de la información. Y a medida que el Internet se vaya convirtiendo en una aplicación más familiar para los negocios en todas partes y que la habilidad de mover cosas de puerta a puerta en un lapso de 24 a 36 horas se vuelva más aceptado, se verá una integración continua del sistema comercial mundial.
Otro patrón macroeconómico importante es muchas veces malinterpretado por los políticos y funcionarios. Si se recuerda del periodo a fines de la Segunda Guerra Mundial, muchas de las correcciones económicas en el mundo industrializado fueron de inventario. Dadas las largas líneas de oferta, era difícil determinar la actividad económica necesaria en cualquier etapa del ciclo de producción y ajustar la oferta de acuerdo a esta.
Gracias a la revolución informática, el crecimiento en el comercio de productos de alta tecnología y de alto valor agregado al igual que el desarrollo del Internet, las etapas intermedias de producción se han vuelto altamente visibles para las compañías. Wal-Mart y Dell son ejemplos fantásticos de negocios construidos en base a su logística y a sus cadenas de oferta. Utilizaron esta visibilidad, la capacidad de la transportación, y la logística disponible en las últimas dos décadas para revolucionar completamente estos sectores.
Las economías del mundo, con la excepción de grandes correcciones políticas, cuestiones monetarias, y problemas con la oferta de energía, son altamente flexibles. Siempre y cuando se les permita a las personas ser emprendedoras y se les permita lidiar con los mercados en un marco comercial, una economía es sumamente flexible y capaz de corregirse a sí misma.

Por qué yo auspicio al Cato Institute

Nosotros en FedEx tenemos que jugar el juego de Washington, Londres, y Tokio, al igual que cualquier otra empresa comercial importante. Tenemos nuestros representantes allí—aunque espero que sean, pocos en número y altamente efectivos— y tendemos a permitir que nuestros argumentos digan mucho más por nosotros que nuestra participación política. Pero yo quiero hablarles de tres cosas que me llevaron a auspiciar el Cato Institute.
Yo pasé casi cinco años en la marina estadounidense. Tuve el gran privilegio y honor de ser líder de una tropa y comandante de un batallón, y luego de ser un controlador aéreo. Estuve casi dos años en Vietnam. Por lo tanto yo fui uno de esos tipos en Vietnam que son como los tipos que George Bush ha enviado a Irak hoy. Teníamos una mezcla muy diferente de personas. No teníamos una fuerza armada completamente constituida por voluntarios sino una basada en la conscripción. Uno estaba allá o porque lo estaban buscando o porque muy pronto lo estarían haciendo.
Unas de mis experiencias más impactantes fue cuando tuve que enjuiciar a un hombre en la corte militar. Luego de darle un discurso que yo consideraba equivalente a algo que Dwight Eisenhower había dicho, finalmente le pregunté lo que debería haber indagado al principio: “¿Por qué se metió a la marina para comenzar?” Él contestó, “Bueno, el juez me dijo que eran cinco años de cárcel o meterme a la marina”. Presencié de cerca y en carne propia, para utilizar una frase que solíamos usar en Vietnam, las consecuencias de una política exterior no muy bien concebida y la miseria de las clases políticas, que poco sabían de lo que sucede en el campo cuando se tiene a hombres jóvenes involucrados en un combate mortal y me volví extremadamente escéptico de ese proceso.

La desregulación funciona

La segunda razón por la cual me convertí en auspiciante de Cato es porque todo lo que hacíamos en FedEx era posible solo porque nosotros sistemáticamente desmantelamos las regulaciones gubernamentales. Cuando comenzamos el negocio a principios de los años setenta, este fue posible solo gracias a un vacío en la ley de aviación, la cual nunca se imaginó algo como FedEx. Antes de ese entonces, la aviación había sido un club de caballeros altamente regulado. Pero ellos cambiaron la ley para permitir que pequeños aviones volaran entre ciudades más pequeñas. Luego liberalizaron por completo la transportación aérea en 1977 y 1978. Después vino la desregulación del transporte por encima de la superficie en 1980. Y finalmente, en 1993, el Congreso reconoció que ya no había transporte interno de cada estado. Solamente había transporte interestatal e internacional y que la regulación a nivel estatal violaba la Cláusula de Comercio y por consequencia fue eliminada.
Una de las partes más importantes de mi trabajo es desmantelar todos los esquemas proteccionistas diseñados para proteger a las aerolíneas nacionales que evitan que nosotros transportemos productos de alta tecnología y de alto valor agregado alrededor del mundo.
Nuevamente vi de cerca y en carne propia el efecto destructivo de las regulaciones bien-intencionadas pero totalmente primitivas. El gran costo es que uno nunca puede determinar lo que hubiera sido. Y si alguna vez hubo algún ejemplo de los dramáticos efectos de la desregulación, yo creo que este es el de FedEx y la gente que siguió sus pasos. Wal-Mart y Dell no hubieran sido posibles sin esas revoluciones en cuanto a regulación.

La planificación central no funciona

Mi experiencia como administrador y como participante al nivel de la junta directiva en un sinnúmero de empresas grandes me ha enseñado mucho acerca de la falla en el punto de vista que sostiene que un sistema burocrático grande como el del gobierno federal estadounidense puede administrar virtualmente cualquier cosa que desee. Es imposible administrar los requisitos de atención médica de millones de ciudadanos estadounidenses a nivel federal. Es imposible administrar todas las permutaciones de las aspiraciones económicas de las personas y de sus vidas mediante un complejo sistema tributario. Es imposible tratar de adivinar el comportamiento del mercado. Tambien es imposible, desde un punto de vista de administración, que el gobierno federal haga las cosas que está tratando de hacer hoy.
En el siglo 20, nosotros presenciamos uno de los ejemplos más dramáticos en la historia de la humanidad sobre los horrores de la planificación central. ¿Cuánta experiencia más con la falacia de la planificación central necesitamos más allá de las tragedias de inexplicable magnitud que afligieron a la Unión Soviética, China, Camboya, y otros países?
Por lo tanto, esas tres cosas se juntaron para que me convierta en un liberal. Llegué a creer que la única solución a muchos de los problemas con los cuales los seres humanos tienen que lidiar es regresar a los principios fundamentales, los cuales fueron desarrollados por un grupo muy inteligente de individuos en los siglos 17 y 18. En la Declaración de Derechos, la Declaración de la Independencia y la Constitución de EE.UU. está la sabiduría necesaria de la época, la cual hoy en día es repetidamente olvidada por las clases políticas.
No hay institución que, con cada una de sus personas, cada uno de sus dólares, y con cada una de sus ideas se le haya siquiera acercado al Cato Institute en promover aquellos principios fundamentales. Hay unas cuantas personas que realmente han marcado una diferencia: Friedrich Hayek, Milton Friedman, y Ronald Reagan—y yo siempre incluyo a Ed Crane y a José Piñera en esta lista. Dentro de doscientos años, esas serán las personas de las cuales estaremos hablando, si esta cuestión resulta bien, como cuando hablamos de Madison y de Jefferson hoy.
El Cato Institute es un esfuerzo importante y es un esfuerzo admirable en términos de lo que ha logrado hasta hoy. Pienso que si se le hubiese dicho a la gente de mi edad hace 20 años que iba a darse un serio debate nacional acerca de la privatización del seguro social, ellos hubiesen contestado que eso era imposible. Si se hubiese dicho que iba a darse un debate serio acerca de apoderar a los individuos para comprar su propia atención médica y para que se les de incentivos para ahorrar para su propia jubilación y demás, ellos hubiesen dicho que también era imposible.
Aún así, si se busca en el New England Journal of Medicine el nombre “Bill Frist,” se verá que el líder de la mayoría del Senado estadounidense está básicamente expresando cosas que el Cato Institute ha estado diciendo desde que publicó Patient Power en 1992, un libro que introdujo la idea de las cuentas de ahorro de atención médica.
Por eso es que yo he estado involucrado con el Cato Institute. Se que muchas veces cuando hablo con otras hombres de negocios, Cato no es parte del pensamiento popular de una clase de negocios que están involucrados en el combate político diario. Pero afortunadamente existe Cato, porque sí que ha marcado una diferencia. Y yo estoy muy orgulloso de haber jugado un papel pequeño en tratar de mantener estas lecciones importantes en la mente pública.
Muchas veces me acuerdo del comentario famoso de Edmund Burke de que lo único necesario para que prevalezca el mal es que los hombres buenos despejen el camino y no hagan nada. Y les puedo prometer que el Cato Institute no ha despejado el camino y está haciendo algo.

La desregulación y la revolución del mercado global

por Frederick W. Smith

Frederick W. Smith es presidente ejecutivo de la FedEx Corporation y es miembro de la junta directiva del Cato Institute.
Frederick W. Smith es presidente ejecutivo de la FedEx Corporation y es miembro de la junta directiva del Cato Institute.
Este es el discurso que dio en la reunión de benefactores del Instituto en el 2005 y fue originalmente publicado como la Cato's Letter de otoño de 2006 (Vol. 4, No. 4). También puede leer este documento en formato PDF aquí.
FedEx se ha convertido en una empresa muy grande. Hoy en día sus ganancias son de casi $30.000 millones y emplea a un cuarto de millón de personas. Cuando me preguntan cómo creo que FedEx se ha convertido en una empresa tan grande, me gustaría poder decir que fue gracias a una administración visionaria y con una dirección clara, pero la verdad es que esta se ha beneficiado de varios patrones macroeconómicos fuertes. Se puede decir que nosotros alzamos nuestras aspas y nos dejamos llevar por vientos fuertes, los cuales nos han llevado a tener el tamaño y envergadura que tenemos hoy.
En las últimas décadas hemos visto un crecimiento dramático en los productos de alta tecnología y de alto valor agregado como porcentaje de la totalidad de la actividad económica. Hoy, la alta tecnología en EE.UU. representa alrededor de un 15 por ciento del PIB. En 1970 constituía cerca de un 1%. Esto tiene grandes implicaciones cuando se consideran los efectos por sobre las actividades económicas relacionadas.


Tuesday, June 14, 2016

El precedente del dólar de Ron Paul



El 14 de noviembre de 2007, agentes federales entraron en las oficinas centrales de una compañía llamada NORFED, National Organization for the Repeal of the Federal Reserve Act and Internal Revenue Code, y se incautaron de sus existencias de oro, plata y cobre, buena parte en forma de monedas mostrando la imagen del congresista de EEUU Ron Paul, de Texas, candidato a la nominación a Presidente de Estados Unidos.
La orden de registro para esta acción alega fraude y lavado de dinero y una declaración de apoyo se refería a las provisiones del Código de EEUU que prohíben la emisión de cualquier moneda destinada a circular como dinero y de cualquier cosa que tenga el aspecto de la moneda de Estados Unidos.
Los detalles del caso son complicados, pero hay dos asuntos de los que puedo ocuparme sin referirme a las acusaciones y contraacusaciones. ¿Cómo es que el gobierno de EEUU tiene el poder de prohibir a la gente usar formas alternativas de dinero (es decir, la primera provisión) y cómo se puede decir que las monedas de la NORFED tienen el aspecto de las de Estados Unidos (la segunda)?



Desde 1934 hasta 1975, estaba prohibido a cualquier estadounidense poseer oro en bruto. Antes de 1934, se pensaba que el Congreso de EEUU no tenía poder para hacer algo ilegal. Por tanto, los prohibicionistas necesitaron en su momento una enmienda constitucional que eliminar nuestro alcohol. Pero, en 1934, el Tribunal Supremo de EEUU decidió, por 5 votos a 4, que el Congreso sí podía hacer ilegal el oro.
Es más, en esta sentencia y otras posteriores, el Supremo decidió que el Congreso podía prohibirnos usar monedas de oro o plata, como las que podrían emitir gobiernos extranjeros o cecas privadas, o billetes emitidos por bancos privados o incluso firmar contratos financieros denominados en oro o en cualquier divisa extranjera o en cualquier forma de indexación. No sólo el gobierno federal podría decidir cuál es la “moneda de curso legal” sino también cuál es la única “unidad de cuenta” y “medio de intercambio” legal. Estos poderes no se encuentran en la Constitución, pero son parte de lo que el Juez Presidente John Marshall, hablando en nombre del Supremo, decía que era el “poder propio” del gobierno.
El que la emisión de cualquier dinero deba ser prerrogativa única del gobierno es algo que ha sido controvertido durante mucho tiempo. Los defensores de un gobierno limitado siempre han argumentado que el dinero debería ser algo de valor, como un material independiente de su uso monetario, aunque muchos han admitido un papel del gobierno en atestiguar el peso y calidad de las monedas y la solidez de los bancos. Los defensores del gran gobierno, por el contrario, siempre han defendido el dinero fiduciario.
En la Grecia antigua, podemos encontrar estas posiciones en los escritos de Platón y Aristóteles. Platón, que defendía la dictadura del “rey filósofo”, decía, en Las leyes, que el dinero de un estado debería consistir en cosas “sin valor para el resto de la humanidad”. En otras palabras, el estado debía crear dinero fiduciario. Además, para obligar a la gente a utilizar sólo su dinero fiduciario, “a ninguna persona privada [se le debería] permitir poseer oro o plata”.
En ese momento, las monedas emitidas por los tiranos de Grecia normalmente consistían en finas tiras de cobre o monedas de metales preciosos. En el caso de la colonia griega de Siracusa, durante el gobierno del tirano Dionisio, que pudo haber sido asesorado por Platón, el dinero consistía en monedas de hojalata. No aceptar esas monedas por su valor facial se castigaba con la muerte. A pesar de esta amenaza terrorista, los estados que imponían sus monedas envilecidas al pueblo sufrían la inflación y sus males asociados. Así, el comediógrafo griego Aristófanes, en Las ranas, decía que “En nuestra República, se prefiere a los malos ciudadanos a los buenos, igual que circula la mala moneda y desaparece la buena”.
Por el contrario, Aristóteles en su Política decía que el dinero debía ser “algo intrínsecamente útil y fácilmente aplicable a los propósitos de la vida, por ejemplo, hierro, plata o similares”. Aristóteles fue asombrosamente visionario acerca del dinero. Defendía el dinero en especie a pesar de reconocer que estaba sujeto a fluctuaciones en valor respecto de otros bienes. En su Ética escribía “por supuesto, también [el dinero en especie] es susceptible de depreciación, pues su poder adquisitivo no es siempre el mismo (…)” (Yo debería apuntar que las fluctuación del dinero en especie son modestas en comparación con las fluctuaciones habituales, siempre a la baja, del dinero fiduciario). Tan dedicada estaba la ciudad-estado de Atenas al dinero en especie que parece que incluso las falsificaciones de sus monedas tenían que ser aceptadas siempre que contuvieran la plata requerida.
En el momento de la fundación de Estados Unidos, la disputa sobre la moneda era, para muchos, un asunto muy importante. Varias de las colonias se habían quejado bajo el poder del rey acerca de la emisión de papel moneda. A causa de la Ley de Moneda de 1764 y otras, a las colonias se les restringía la cantidad a emitir. Así que, al declarar su independencia, estas colonias (ahora estados) y el Congreso Continental procedieron rápidamente a emitir papel moneda y, por supuesto, engendraron una hiperinflación. Incluso después del repudio de este papel moneda y el aseguramiento de la paz, una serie de estados volvieron a sus métodos inflacionistas. Aunque no es muy conocido, fue esta segunda ola de inflación, y no la inflación de la Guerra de Independencia, la que estuvo entre las principales motivaciones para diseñar “una unión más perfecta”.
Bajo la consiguiente Constitución de EEUU, a los estados se les prohibió hacer moneda de curso legal a algo distinto del oro o la plata y además se les prohibió emitir billetes (es decir, papel moneda) e interferir en los contratos. Se dio al gobierno federal el poder de acuñar moneda y regular así el valor. También se le dio el poder de pedir dinero prestado.
En ese momento, nadie pensaba que el poder de acuñar moneda fuera un poder otorgado en exclusiva. De hecho, había tres bancos privados (los bancos de Norteamérica, Nueva York y Massachussets) que estaban emitiendo papel moneda (muchos otros lo harían también más tarde) y una amplia variedad de comerciantes privados emitía moneda fraccionaria en forma de monedas de cobre y billetes de baja denominación (shinplasters). Ninguna de estas monedas emitidas privadamente era de curso legal y todas circulaban voluntariamente. Además, casi todas las monedas de oro y plata que circulaban en el país eran españolas y de otros países. Lo que se discutía, en el momento de la fundación, era si el gobierno federal podía privilegiar a un banco.
Es conocido que Alexander Hamilton decía “sí”, pues sería “necesario y adecuado” gestionar la enorme deuda de la Guerra de Independencia de Estados Unidos; Thomas Jefferson decía “no”, pues el dinero podía pedirse prestado directamente a prestamistas o mediante bancos contratados por el estado. George Washington, siguiendo el consejo de James Madison, se alineó con Hamilton. Más tarde, cuando se liquidó la deuda de la Guerra de Independencia y el Congreso quiso aumentar el privilegio del banco privilegiado federalmente, Madison dijo, como Presidente, que como el gobierno federal ya no estaba en deuda, no era “necesario y adecuado” un banco privilegiado federalmente. Estas circunstancias hacían inconstitucional la ley que extendía el privilegio de este banco, por lo que vetó la propuesta.
En contra del pensamiento de Madison, el Tribunal Supremo, en una serie de decisiones, expuso que los poderes monetarios del gobierno federal estaban incluidos en el “poder inherente” del gobierno y en poderes ejercidos por todos los “gobiernos civilizados” no negados al gobierno federal. La idea de que el gobierno tiene “poder inherente”, por supuesto, es un anatema para los libertarios, como lo es la doctrina de que los funcionarios tienen “poderes implícitos”. Cualquier poder que tenga el gobierno, más allá del que el pueblo ha consentido, no es inherente ni implícito, sino que se ha tomado por la fuerza.
No es necesario (no digamos descorazonador) recordar la historia monetaria del país. No hace falta decir que durante el curso de esta historia, el gobierno federal tomó cada vez más poderes monetarios de forma que, hoy, nuestras disposiciones monetarias serían irreconocibles para cualquiera de los fundadores. En particular, nuestras monedas son feas piezas de nada y un constante recuerdo de nuestra degradación. Por citar al profeta Isaías: “han convertido vuestra plata en metal sin valor”.
De 1789 a 1934, una onza de oro equivalía a 20 dólares de EEUU. Luego, con el fin de “reflacionar” el nivel de precios, Franklin Delano Roosevelt pidió al Congreso devaluar el dólar para que una onza equivaliera a 35$, a lo que accedió el Congreso. Y desde 1934, hemos sufrido una inflación continua, a veces a un ritmo rápido y a veces lento, a veces oculto por controles de precios y salarios y el precio de una onza de oro está ahora en torno a 800$ (actualmente en 2011 está a 1745 $).
Avanzando rápidamente varias décadas desde 1934, durante la década de 1970, gracias en buena parte a Jesse Helms, que era en ese momento Senador por Carolina del Norte y el entonces bastante joven congresista de Texas Ron Paul, se derogó la ley que prohibía la posesión de oro por los estadounidenses. Poco después de que nos permitieran poseer oro (gracias, maestro), el Congreso nos permitió asimismo indexar nuestros contratos financieros (gracias otra vez, maestro). Así que Sunshine Mining emitió bonos indexados a la plata y otros prestamistas privados le siguieron con bonos ligados a otros materiales y al Índice de Precios del Consumo. Sin albergo, había una serie de insistentes preguntas acerca de la legalidad de estos bonos ligados a los precios. Durante la década de 1990, el propio Tesoro de EEUU emitió bonos indexados al IPC y la legalidad de los bonos indexados dejó de ponerse en duda.
Poco después de levantarse las limitaciones sobre el oro y la indexación, se permitió a los bancos ofrecer a los clientes cuentas denominadas en oro, cosa que hizo el Republic Bank of New York. Y, durante la década de 1990, además se autorizó a los bancos a ofrecer cuentas en divisas extranjeras y hoy lo hacen un número creciente de éstos (pero esto es a causa de la globalización, no por preocupaciones acerca de la inflación).
Así que debería estar claro que es legal que individuos, bancos y otros posean monedas de Ron Paul para intercambiarlas con otros como quieran y por cualquier razón que acuerden, hacerlo transfiriendo físicamente la posesión o por papel o transferencia electrónica de monedas en cuentas de depósitos y realizar depósitos de monedas en cuentas. Lo que es ilegal, por razón de la Sección 486 del Capítulo 25 de la Parte I del Título 18 del Código de EEUU, es fabricar, entregar o dar cualquier moneda de metal, incluso de diseño original, pretendiendo que circule como moneda actual. Además de la acción de los federales contra el acuñador privado de monedas de Ron Paul, está el asunto de emitir monedas que se parezcan a las emitidas por el Tesoro de EEUU y puede haber asimismo asuntos de fraude como sucede en las estafas.
Respecto del asunto de si las monedas emitidas por NORFED se parecen a las emitidas por el Tesoro, en la declaración que apoyaba la orden de registro por la que el FBI entró en las oficinas de NORFED, se dice que las monedas imitan a las de Estados Unidos. Por ejemplo, se muestra una moneda de diez centavos con la imagen de Franklin Delano Roosevelt en una cara y tres fasces en la otra. Respecto de los símbolos, las monedas de NORFED anteriores a la de Ron Paul mostraban imágenes de Columbia, la diosa de la Libertad, y por tanto se parece a las acuñaciones históricas de Estados Unidos y las monedas de oro conmemorativas emitidas por el Tesoro de EEUU bajo una ley escrita por el congresista Ron Paul. Estas monedas de oro conmemorativas tienen el estatus de moneda de curso legal por parte del Congreso de EEUU, que hacen antieconómico su uso como dinero (por ejemplo, la moneda de una onza tiene un valor legal de 20$), son vendidas por el Tesoro a precios mucho mayores y por tanto no son realmente parte de las acuñaciones actuales de los Estados Unidos.
En términos de palabras, la acuñación de Estados Unidos muestra las palabras “Liberty”, “United States of America”, “In God we trust” y “E pluribus unum”. Las monedas anteriores a Ron Paul de NORFED muestran las palabras “Liberty”, “USA” y and “Trust in God”.
Aunque no se explica en la declaración, sabemos que la acuñación de Estados Unidos consiste en muchas piezas de basura, realizadas con cinc o plomo o cualquier metal base que el gobierno encuentre por ahí en el centro de reciclaje y pulido para que parezca plata. La moneda de NORFED se parece a una moneda estadounidense en parte porque la moneda de NORFED está hecha de plata y la estadounidense está pulida para que parezca de plata.
Respecto de cómo se parecen la totalidad de las imágenes, palabras, tamaño, peso y tacto de las monedas de NORFED a las de Estados Unidos, el asunto (me parece) podría haberse resuelto sin irrumpir en los negocios de la empresa. Cuando el Tesoro de EEUU enviara un aviso a la compañía para que renunciara, está presentaría un recurso en los tribunales buscando un requerimiento judicial permanente. Pero en lugar de seguir este camino, los federales simplemente aparecieron y cerraron la empresa.
Hay quien ha dicho que alguna gente que compró la moneda de plata de Ron Paul se vio defraudada porque compraron algo que valía 10$ en plata al precio de 20$. Mientras que hay maneras de comprar monedas de oro y plata con sobrecostes muy pequeños (podrían llamarse “monedas lingote”), se sabe que la gente compra monedas conmemorativas con sobreprecios importantes sobre el valor de fundición. Los compradores de monedas conmemorativas, como las que muestran a la Torres Gemelas y a la Princesa Diana, ven en las monedas algo de valor emocional y están dispuestos a pagar una prima.
Este caso no trata realmente de la empresa o los detalles de sus prácticas concretas de negocio o de si podría haber engañado a sus clientes respecto de lo que compraban o hasta qué punto. Supongo que alguna gente piensa que es un tonto quien esté dispuesto a pagar un sobreprecio por una moneda de plata de Ron Paul, pensando que representa algo importante que una vez defendía este país. La historia está repleta de otra clase de tontos: los que creen que el papel moneda puede crear riqueza y que la moneda fuerte nos lleva al atraso. Debería decir que escribí el prólogo a un libro editado por el jefe de NORFED hace cuatro años, por el que recibí un certificado por una onza de oro con un valor marcado de 500$. En ese momento, el oro se vendía aproximadamente a 320$ la onza. Y En ese momento pensé que recibir el certificado era divertido. Ahora me pregunto qué están haciendo los federales con mi oro.

El precedente del dólar de Ron Paul



El 14 de noviembre de 2007, agentes federales entraron en las oficinas centrales de una compañía llamada NORFED, National Organization for the Repeal of the Federal Reserve Act and Internal Revenue Code, y se incautaron de sus existencias de oro, plata y cobre, buena parte en forma de monedas mostrando la imagen del congresista de EEUU Ron Paul, de Texas, candidato a la nominación a Presidente de Estados Unidos.
La orden de registro para esta acción alega fraude y lavado de dinero y una declaración de apoyo se refería a las provisiones del Código de EEUU que prohíben la emisión de cualquier moneda destinada a circular como dinero y de cualquier cosa que tenga el aspecto de la moneda de Estados Unidos.
Los detalles del caso son complicados, pero hay dos asuntos de los que puedo ocuparme sin referirme a las acusaciones y contraacusaciones. ¿Cómo es que el gobierno de EEUU tiene el poder de prohibir a la gente usar formas alternativas de dinero (es decir, la primera provisión) y cómo se puede decir que las monedas de la NORFED tienen el aspecto de las de Estados Unidos (la segunda)?