“La pregunta no debe ser cuál es la intención del gobierno al prohibir las drogas, sino cuáles pueden ser las consecuencias de esa prohibición.”
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Wednesday, January 4, 2017
Gobierno y narcotráfico (IV)
“La pregunta no debe ser cuál es la intención del gobierno al prohibir las drogas, sino cuáles pueden ser las consecuencias de esa prohibición.”
Gobierno y narcotráfico (III)
“El combate gubernamental a las drogas (como cualquier otra política pública) debe calificarse desde la perspectiva de la justicia y de la eficacia.”
Gobierno y narcotráfico (II)
“La producción, distribución, oferta y venta de drogas son actividades éticamente cuestionables, pero no delictivas por su propia naturaleza.”
Gobierno y narcotráfico (I)
“Allí donde el consumidor esté dispuesto a pagar el precio al cual el oferente esté dispuesto a proveerlo habrá oferta, ¡de lo que sea!”
¿Qué tan conscientes somos de que una buen parte
de los principales problemas que enfrentamos como sociedad son
provocados por el gobierno? Buen ejemplo es el narcotráfico, en lo que
esa actividad tiene, no de comercial, sino de delictiva: asesinatos,
secuestros, extorsiones, etc., dimensión delictiva del narcotráfico que
es consecuencia de la prohibición impuesta por el gobierno, con las
mejores intenciones, pero con resultados contraproducentes: intentando
resolver un problema (la drogadicción, que es un vicio, pero no un
delito), crean uno más grave (el narcotráfico, no en su faceta
comercial, sino en su dimensión delictiva), con un agravante: la
prohibición genera los incentivos para que, desde la oferta, se
incentive la demanda, partiendo de lo que llamo la primera ley del
mercado: allí donde el consumidor esté dispuesto a pagar el precio al
cual el oferente esté dispuesto a proveerlo habrá oferta, ¡de lo que
sea!, drogas incluidas.
Tuesday, November 22, 2016
Empleos, deportados, muertes: las verdaderas cifras del gobierno de Barack Obama
Por Gerardo Lissardy
Al visitar la Acrópolis de Atenas esta semana, Barack Obama convergió en un ícono de la antigüedad, quizá un lugar ideal para plantearse la pregunta de todo presidente que acaba su mandato: ¿cómo pasará él mismo a la historia?
Obama tiene varios motivos para interrogarse sobre el modo en que su gobierno será recordado, más allá del hecho de ser el primer presidente negro de Estados Unidos.
El triunfo de Donald Trump en las elecciones de este mes coloca Obama en la incómoda perspectiva de pasarle el mando en enero a un sucesor que amenaza varios aspectos de su legado, en política doméstica y exterior.
Pero el propio balance de los casi ocho años de gobierno de Obama ofrece claroscuros en temas de economía, derechos humanos, inmigración o salud, incluso contrastando con sus promesas antes de asumir en enero de 2009.
A continuación, algunas cifras que pueden ofrecer pistas sobre la huella que dejará en su país y en el mundo Obama:
4,9%
Es la tasa de desempleo en EE.UU. a octubre, de acuerdo al Buró de Estadísticas Laborales, perteneciente al gobierno.
Es menos que el promedio mensual de 5,5% de desempleo que hay desde 1948 en el país.
También son 2,9 puntos porcentuales por debajo del nivel que había cuando Obama asumió en enero de 2009 y 5,1 puntos menos que el máximo desempleo registrado en su gobierno, hace siete años.
Esto ocurre tras 73 meses de crecimiento continuo del mercado laboral y luego de la feroz recesión que Obama heredó del gobierno de George W. Bush.
"Estamos saliendo de un pozo muy profundo y viendo los números en sí mismos, se agregaron trabajos", dice Sam Bullard, economista principal de Wells Fargo Securities en Charlotte.
"Dicho eso, el calibre de trabajos agregados no tiene el impacto de períodos expansivos previos, ya que muchos trabajos creados son más en servicios y de tiempo parcial", señala Bullard a BBC Mundo.
10,9 millones
Son los puestos de empleo creados en EE.UU. desde que Obama asumió, según el Buró de Estadísticas Laborales.
Antes de las elecciones, Obama presentó esto como un logro de su gestión.
Pero amplió la cifra, al decir que se crearon 15 millones de trabajos: lo hizo comparando con el punto más bajo de empleos de su gestión, en febrero de 2010, en vez de contrastar con enero de 2009, cuando EE.UU. tenía 134.053 millones de empleos.
En octubre la cantidad creció a 144.952 millones según las cifras oficiales parciales.
43,1 millones
Es el número de personas pobres que había en EE.UU. hasta el año pasado, de los cuales cerca de 14 millones eran menores de edad, según informó la oficina del Censo en septiembre.
La cifra total significó una mejora respecto a 2014, cuando había 3,5 millones más de pobres en el país, pero también fue 3,3 millones superior a la de 2008.
En aquel año previo al inicio del gobierno de Obama, 13,2% de la población estadounidense vivía por debajo de la línea de pobreza. En 2015 esa tasa fue levemente superior: 13,5%.
16,5 millones
Es lo que se redujo la cantidad de personas sin seguro de salud en EE.UU. entre 2008 y el primer trimestre de este año, según encuestas del Centro Nacional para Estadísticas de Salud.
Ese cambio es atribuido en gran medida al programa de salud popularmente denominado "Obamacare", que impulsó el presidente y entró en vigor en 2013 en medio de críticas conservadoras.
Pese al aumento de la cobertura, se estima que 27,3 millones de personas en EE.UU. aún carecían de seguro sanitario a comienzos de este año, lo que supone 8,6% de la población.
2,5 millones
Es la cantidad de inmigrantes deportados por el gobierno de Obama entre 2009 y 2015 con base en órdenes de remoción, según datos del Departamento de Seguridad Nacional.
Las mismas cifras oficiales muestran que ningún otro presidente en la historia de EE.UU. expulsó tantas personas como Obama, que fue llamado "Deportador en Jefe" por líderes de la comunidad latina.
La estrategia al comienzo de su gobierno fue concentrarse en inmigrantes con antecedentes penales, explica Randy Capps, experto del Migration Policy Institute, un centro de análisis independiente en Washington.
"Pero a mediados de su administración, comenzó a estrechar esas prioridades", dice Capps a BBC Mundo. "Y luego de 2012 esos números comienzan a caer de nuevo".
Se estima que en EE.UU. viven cerca de 11 millones de inmigrantes indocumentados, una cantidad se ha reducido entre 5% y 10% durante el gobierno de Obama.
Entre 64 y 116
Es el número de civiles que murieron por ataques aéreos autorizados por el gobierno de Obama fuera de zonas de guerra entre 2009 y 2015, según datos oficiales divulgados en julio.
Sin embargo, analistas y grupos independientes calculan que ese número de víctimas mortales -buena parte de ellos atacados con aviones no tripulados, o drones- es bastante mayor, aproximándose al medio millar.
Las cifras oficiales indican además que entre 2.372 y 2.581 "combatientes" murieron por los 473 ataques conducidos por la CIA y militares en países donde EE.UU. no está en guerra, como Pakistán o Somalia.
Obama aumentó considerablemente el uso secreto de drones respecto al gobierno de Bush, inquietando a organizaciones defensoras de derechos humanos.
"Estamos preocupados no solo por los drones (que) no son ilegales per se: la cuestión es cuáles son las reglas para su uso", dice Hina Shamsi, directora del Programa de seguridad nacional para la American Civil Liberties Union (ACLU).
En diálogo con BBC Mundo, Shamsi sostiene que "es difícil darle crédito" a las cifras de muertes manejadas por el gobierno de Obama, debido a la falta de detalles con que fueron divulgadas.
60
Es la cantidad de detenidos que continúan en la prisión militar estadounidense de Guantánamo, en Cuba.
Eso ocurre pese a que Obama anunció que en el primer año de su gobierno cerraría esa polémica cárcel -que llegó a tener casi 780 reclusos en el gobierno de Bush, por sospechas de extremismo islámico- y a que diferentes agencias han recomendado el traslado de 20 de los restantes si se cumplen condiciones de seguridad.
El presidente ha logrado reducir en tres cuartos la cantidad de presos de Guantánamo, pero encontró obstáculos dentro de EE.UU. para lograr el cierre de la prisión y opciones muy limitadas de países dispuestos a recibir los presos.
Hina Shamsi, de ACLU, cree que Obama "todavía tiene tiempo" para cambiar la situación, pero que es inquietante que aún haya presos en situación cuestionable.
"Preocupa que la administración de Obama continúe declarando su autoridad para detener gente indefinidamente, en situaciones que no creemos que sean consistentes con el derecho doméstico e internacional", advierte.
28%
Es lo que aumentaron las exportaciones de bienes y servicios de EE.UU. desde que Obama asumió la presidencia hasta el segundo trimestre de este año, según el Buró de Análisis Económico.
Se trata de una recuperación importante, que ha permitido reducir el déficit comercial del país prácticamente en los mismos niveles.
Pero lo logrado está lejos de la promesa de Obama de duplicar las exportaciones durante su gobierno.
19,9 billones
Es el monto actual en dólares de la deuda pública de EE.UU., que aumentó 87% bajo el gobierno de Obama, según cifras oficiales.
Eso significa que la deuda pública estadounidense supera el 100% del PIB del país, con el público e instituciones domésticas como principales acreedores y China como mayor tenedor extranjero.
A su vez, el déficit presupuestario de EE.UU. llegó a 587.400 millones o 3,2% del PIB en el año fiscal 2016 cerrado a fin de septiembre.
Esto acabó con la tendencia a la baja del déficit registrada durante el gobierno de Obama, que llegó a reducir en tres cuartos el nivel de rojo heredado del gobierno de Bush.
"La deuda y el déficit han sido un tema por un tiempo, no sólo durante el gobierno de Obama", señala dice Sam Bullard, de Wells Fargo Securities.
"Y va a seguir siendo un tema prioritario", sostiene, "dado que no estamos creciendo de forma tan fuerte como lo hacíamos en el pasado".
Empleos, deportados, muertes: las verdaderas cifras del gobierno de Barack Obama
Por Gerardo Lissardy
Al visitar la Acrópolis de Atenas esta semana, Barack Obama convergió en un ícono de la antigüedad, quizá un lugar ideal para plantearse la pregunta de todo presidente que acaba su mandato: ¿cómo pasará él mismo a la historia?
Obama tiene varios motivos para interrogarse sobre el modo en que su gobierno será recordado, más allá del hecho de ser el primer presidente negro de Estados Unidos.
El triunfo de Donald Trump en las elecciones de este mes coloca Obama en la incómoda perspectiva de pasarle el mando en enero a un sucesor que amenaza varios aspectos de su legado, en política doméstica y exterior.
Monday, October 17, 2016
Cómo el gobierno de EE.UU. creó la crisis financiera
Por John B. Taylor
Muchos están pidiendo una comisión como la del 11 de septiembre de 2001 para investigar la crisis financiera. Cualquier investigación como esta no debería descartar al mismo gobierno como un gran culpable. Mi investigación muestra que las acciones e intervenciones del gobierno —no una falla inherente o la inestabilidad de la economía privada— causaron, prolongaron y drásticamente empeoraron la crisis.
La clásica explicación de las crisis financieras es que son causadas por excesos —con frecuencia excesos monetarios— que llevan a un auge y un inevitable colapso. Esta crisis no fue diferente: un boom de la vivienda seguido por un desplome provocó cesaciones de pagos, la implosión de hipotecas y valores relacionados a hipotecas de instituciones financieras, y la resultante agitación financiera.
Los excesos monetarios fueron la principal causa del auge. La Reserva Federal de Estados Unidos mantuvo su meta para la tasa de interés, especialmente en 2003-2005, muy por debajo de las conocidas normas monetarias que señalan que una buena política debería estar basada en experiencia histórica. Mantener las tasas de interés en el camino en el que funcionaron bien en las últimas dos décadas, en lugar de mantenerlas tan bajas, habría prevenido el auge y el colapso. Investigadores de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico han presentado evidencia corroborativa de otros países: mientras más alto el grado de exceso monetario en un país, mayor fue el boom de la vivienda.
Los efectos del auge y el colapso fueron amplificados por varios factores, incluyendo el uso de hipotecas subprime (o de alto riesgo) y de tasas variables, que provocaron la toma excesiva de riesgos. También hay evidencia de que la excesiva toma de riesgos fue estimulada por tasas de interés excesivamente bajas. Las tasas de impagos y ejecuciones hipotecarias están inversamente relacionadas a la inflación del precio de las viviendas. Estas tasas cayeron rápido durante los años en los que los precios de las viviendas subieron rápido, probablemente descarrilando muchos programas de suscripción de hipotecas y engañaron a mucha gente.
Las hipotecas subprime, de tasas variables y de otras clases fueron atados en muy complejos valores respaldados por hipotecas. Las agencias calificadoras subestimaron el riesgo de estos valores, ya sea por falta de competencia, irresponsabilidad o más probablemente la inherente dificultad de evaluar el riesgo debido a la complejidad.
Otras acciones del gobierno también estuvieron en juego: las empresas patrocinadas por el gobierno Fannie Mae y Freddie Mac fueron alentadas a expandirse y comprar valores respaldados por hipotecas, incluyendo aquellas armadas con riesgosas hipotecas subprime.
La acción del gobierno también contribuyó a prolongar la crisis. Considere que la crisis financiera se agudizó el 9 y 10 de agosto de 2007, cuando las tasas de interés del mercado de dinero subieron pronunciadamente. Los spreads de tasas de interés, como la diferencia entre préstamos interbancarios a tres meses y a un día, se dispararon a niveles sin precedentes.
Diagnosticar la razón de este repentino aumento era esencial para determinar qué tipo de respuesta política era necesaria. Si la liquidez era el problema, entonces proveer más liquidez facilitando préstamos en la ventanilla de descuento de la Reserva Federal (Fed), o abriendo nuevas ventanillas o líneas de crédito, sería lo apropiado. Pero si el riesgo de contraparte estaba detrás del repentino aumento en las tasas de interés del mercado de dinero, entonces sería apropiado un enfoque directo en la calidad y la transparencia del balance del banco.
Al principio, las autoridades diagnosticaron mal la crisis como una de liquidez y recetaron el tratamiento equivocado.
Para proveer más liquidez, la Fed creó la Línea de Crédito de Subastas a Plazo (TAF por sus siglas en inglés) en diciembre de 2007. Su principal objetivo era reducir los spreads de tasas de interés en los mercados de dinero y aumentar el flujo de crédito. El TAF, no obstante, no pareció hacer mucha diferencia. Si la razón del spread era el riesgo de contraparte, a diferencia de la liquidez, esto no es una sorpresa.
Otra pronta respuesta política fue el Acta de Estímulo Económico de 2008, aprobado en febrero. El principal objetivo de este paquete era enviar US$100.000 millones en efectivo a individuos y familias para que tuvieran más para gastar, y de esta manera impulsar el consumo y la economía. Sin embargo, la gente gastó poco o nada del descuento temporal (como predijo la teoría de ingresos permanentes de Milton Friedman, la cual sostiene que los aumentos temporales en los ingresos, a diferencia de los permanentes, no provocan incrementos significativos en el consumo). El consumo no fue impulsado.
La tercera respuesta política fue la gran reducción en la meta para la tasa de interés de fondos federales a 2% en abril de 2008, de 5,25% en agosto de 2007. Esta fue más drástica de lo que prescribirían normas monetarias como mi propia Regla Taylor. El efecto más evidente de este recorte de tasa fue una pronunciada depreciación del dólar y un gran aumento del precio del petróleo. Después del comienzo de la crisis, el precio del crudo se duplicó a más de US$140 en julio de 2008, antes de desplomarse a medida que disminuían las expectativas de crecimiento económico mundial. Para entonces, sin embargo, el daño del alto precio del petróleo ya estaba hecho.
Después de un año de tales erróneas prescripciones, la crisis empeoró repentinamente en septiembre y octubre de 2008. Presenciamos una seria restricción del crédito, que seriamente debilitó una economía que ya estaba sufriendo por el persistente impacto del aumento del precio del petróleo y la crisis inmobiliaria.
Muchos han argumentado que la razón de este mal paso fue la decisión del gobierno de no prevenir la bancarrota de Lehman Brothers durante el fin de semana del 13 y 14 de septiembre. Un estudio de este evento sugiere que la respuesta es más complicada y estaba en otra parte.
Aunque los spreads de tasas de interés aumentaron ligeramente el lunes 15 de septiembre, se mantuvieron en el rango observado durante el año previo y permanecieron allí el resto de la semana. El viernes 19 de septiembre, el Departamento del Tesoro anunció un paquete de rescate, aunque no reveló su tamaño o los detalles. Durante el fin de semana se armó el paquete, y el martes 23 de septiembre, el presidente de la Fed, Ben Bernanke, y el secretario del Tesoro, Henry Paulson, testificaron ante el Comité de Banca del Senado. Los funcionarios presentaron el Programa de Alivio de Activos en Problemas (TARP por sus siglas en inglés), indicando que sería de US$700.000 millones. Proporcionaron un corto borrador de legislación, sin ninguna mención de la supervisión y con pocas restricciones sobre el uso de los fondos.
Los dos hombres fueron indagados intensamente y la reacción fue bastante negativa, juzgando por el gran volumen de correo negativo que recibieron muchos miembros
Cómo el gobierno de EE.UU. creó la crisis financiera
Por John B. Taylor
Muchos están pidiendo una comisión como
la del 11 de septiembre de 2001 para investigar la crisis financiera.
Cualquier investigación como esta no debería descartar al mismo gobierno
como un gran culpable. Mi investigación muestra que las acciones e
intervenciones del gobierno —no una falla inherente o la inestabilidad
de la economía privada— causaron, prolongaron y drásticamente empeoraron
la crisis.
La clásica explicación de las crisis
financieras es que son causadas por excesos —con frecuencia excesos
monetarios— que llevan a un auge y un inevitable colapso. Esta crisis no
fue diferente: un boom de la vivienda seguido por un desplome provocó
cesaciones de pagos, la implosión de hipotecas y valores relacionados a
hipotecas de instituciones financieras, y la resultante agitación
financiera.
Sunday, September 11, 2016
“En Venezuela tanto Gobierno como oposición son de izquierda”: analista político
"Yo me pregunto: ¿la oposición, a qué se opone? ¿Al modelo? ¿O solo a los personajes?", dice el profesor de la UCV Pedro Pedrosa
“La discusión de hoy no es: si se es de derecha o de izquierda. Todo el espectro político venezolano es de izquierda. No hay una contrapropuesta. Entonces, yo me pregunto: ¿la oposición, a qué se opone?”, dijo el analista político.
“¿Se opone a los personajes? ¿Se opone al modelo? Porque en el mejor de los casos lo que propone la oposición es el socialismo vegetariano. El modelo es el socialismo carnívoro y el Gobierno es el socialismo vegetariano”, apuntó Pedro Pedrosa.
Asimismo, el analista político señaló que “lo que tiene que hacer (la oposición) es darle una verdadera oferta al país. No existe oposición que diga que hay especulación porque no hay mercado y que los ciudadanos tienen derecho a una propiedad para enriquecerse”.
Para Pedrosa, quien ha sido muy criticado, existen tres obstáculos en el país que no permiten la salida del Gobierno de Nicolás Maduro: “El Gobierno comunista, la oposición y quienes no aceptan la naturaleza del régimen”.
Por otra parte, el analista sugirió que en Venezuela la oposición mantiene una posición “cómoda” para Maduro, porque capta algo de la renta petrolera: “Todos los actores están atados unos con otros y el juego político no se destranca”.
“Los partidos viven y están en un proceso simbiótico con el Estado”, apunta el analista parafraseando una entrevista del Dr. Uslar Pietri.
Por último, Pedro Pedrosa considera que la oposición debe cambiar la retórica para lograr avances políticos reales y debe comenzar a “dar verdaderos argumentos de por qué el sistema no funciona. ¿Por qué no hay comida? No es por el precio del pollo, es porque hay controles de precio”.
“En Venezuela tanto Gobierno como oposición son de izquierda”: analista político
"Yo me pregunto: ¿la oposición, a qué se opone? ¿Al modelo? ¿O solo a los personajes?", dice el profesor de la UCV Pedro Pedrosa
“La discusión de hoy no es: si se es de derecha o de izquierda. Todo el espectro político venezolano es de izquierda. No hay una contrapropuesta. Entonces, yo me pregunto: ¿la oposición, a qué se opone?”, dijo el analista político.
Tuesday, September 6, 2016
Última opción
Macario Schettino considera que el único riesgo considerable que enfrenta la economía mexicana es la deuda pública, que aunque no es demasiado elevada, ha estado creciendo últimamente.
Ahora que las tasas de interés a nivel internacional son muy bajas, una deuda mayor no parece un problema serio, porque lo que hay que pagar cada mes, o cada año, resulta pequeño. Pero si las tasas suben, ese costo periódico también lo hará, y no conviene ponerse en riesgo. ¿Cuál es el tamaño óptimo de la deuda? No hay respuesta a esta pregunta, depende de cada caso. O más claro, depende de lo que los mercados decidan. Si el mercado tiene confianza en que el país tiene un futuro claro, la deuda puede ser mucho más grande, comparado con si ese mismo mercado cree que el futuro es ominoso. Más claro: la deuda de los países industrializados es hoy muy superior al 100% del PIB, y no pasa nada. Hace unos años, en el libro This Time is Different, Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff estimaban el punto de inflexión, es decir, el punto a partir del cual cae la confianza de los mercados, en 90% (deuda / PIB) para los países desarrollados, y en 60% para los emergentes. Hubo una gran discusión al respecto porque todos tuvieron que rebasar ese nivel con la Gran Recesión de 2009, e incluso se hizo famoso el que los autores habían cometido un error y por eso habían llegado al 90% mencionado. Al final, no les hicieron caso, las deudas crecieron y, como le digo, no pasó nada.
Ahora mismo, la deuda de Brasil supera claramente el 60% del PIB, y eso no desanima a los inversionistas que están llevando dinero hacia allá. Y eso, aunque su economía cumplirá el segundo año de contracción (5% de caída en cada año), su tasa de inflación se acerque a 10%, y estén en un drama político. A pesar de todo eso, los flujos siguen, y eso le ha permitido al real recuperarse, de 4 por dólar a fines del año pasado e inicios de éste, a 3,25 ahora. En México, la deuda está diez puntos debajo del nivel de 60%, la inflación apenas está en 3%, y no podemos salir de la banda de 18 a 19 pesos por dólar.
Es peor cuando consideramos que Brasil no tiene una economía que pueda repuntar, a menos que China vuelva a crecer y a comprarles, lo que es muy poco probable. Nosotros seguimos vendiendo manufacturas a EE.UU., cosa que el país sudamericano no puede hacer. Las finanzas públicas en Brasil están en serias dificultades, entre otras razones porque el costo de pensiones ronda el 10% del PIB, más de tres veces más que en México. Con base en todo esto, no parece existir lógica en la decisión de las calificadoras de actuar más duramente contra México que contra Brasil (o para el caso, India, Turquía, China, o incluso Canadá, Australia, Noruega, Suecia u Hong Kong, todos países muy emproblemados con sus deudas). Tal vez se trate de Pemex, que como sabe usted es un hoyo negro, ahí sí peor que Petrobras.
La otra explicación, ya también comentada acá, es el riesgo por el potencial triunfo de Donald Trump. O más claramente, porque la campaña presidencial en EE.UU. ha tomado como chivo expiatorio a México. Puesto que ya eso lo complicamos más, sólo nos queda actuar de forma espectacular con Pemex. Veremos
Última opción
Macario Schettino considera que el único
riesgo considerable que enfrenta la economía mexicana es la deuda
pública, que aunque no es demasiado elevada, ha estado creciendo
últimamente.
Monday, August 22, 2016
El Partido de la Libertad Individual
El Partido de la Libertad Individual
Existe en el mundo latino un partido político (P-Lib) basado en la Razón, el Individualismo y el Capitalismo; está en España, y uno de sus pilares es la filosofía de Ayn Rand. Objetivismo.org entrevista a su presidente, Juan Pina (entrevista realizada en septiembre del 2010).
# # #¿Cómo y cuándo surgió el Partido de la Libertad Individual? Y, no menos importante, ¿por qué?
El P-Lib surgió en el verano de 2009 tras un proceso de maduración de unos meses. La reflexión de los fundadores se basó en un hecho que consideramos evidente e irreversible: el agotamiento del modelo de acción política liberal en el seno de los partidos centristas, por un lado, y de los conservadores, por otro. Desde la Transición, las diferentes agrupaciones de liberales han caído una y otra vez en el mismo error. Al considerarse incapaces de articular un partido liberal a largo plazo, han intentado actuar (a veces hasta creando corrientes) en el seno de la UCD, del CDS, del PRD, de Convergencia y otros partidos nacionalistas moderados, de UpyD, de Ciudadanos y del PP. En todos esos casos, los resultados han sido bastante magros. Al fundar el P-Lib dimos el paso (creemos que por vez primera en España) de constituir contra viento y marea, y desde cero, una formación política profundamente liberal. Tan liberal como para preocuparnos también por la actualización del liberalismo con los mejores aportes radicales y libertarios. Es un partido planteado a largo y muy largo plazo, sin prisas electoralistas y con vocación de actuar principalmente en solitario, como punto de encuentro de quienes realmente desean mucho menos Estado, tanto en lo económico como en las cuestiones morales y de derechos y libertades. Nuestra voluntad era representar en España la corriente de pensamiento que en casi toda Europa y otras regiones del mundo constituye un tercer polo con identidad propia y definida, ni asimilable a la socialdemocracia ni al conservadurismo.
Es cierto que Ayn Rand mantenía que para tener éxito en política, antes es necesario cambiar la cultura, sobre todo en las universidades. ¿Qué papel representan las ideas de Objetivismo en este nuevo partido?
Es habitual que los partidos políticos, al definir su misma esencia, mencionen escuelas filosóficas y corrientes de pensamiento. Así, los partidos conservadores suelen referirse al humanismo, y los de izquierda al pensamiento marxista, etcétera. Entre los diversos ingredientes que inspiran nuestro proyecto político, el artículo primero de los vigentes estatutos menciona el Objetivismo. Otros elementos mencionados son la Escuela Austríaca de economía o el racionalismo. Probablemente seamos el primer partido político del mundo que menciona expresamente los aportes de la filosofía Objetivista como uno de los elementos que forman en parte sus cimientos ideológicos. Esto, naturalmente, no quiere decir que todos los afiliados conozcan o sigan las ideas Objetivistas, ni que el partido como tal se guíe cotidianamente, en su toma de decisiones y posiciones, por esta escuela filosófica. Lo que quiere decir es que el P-Lib valora y aprecia la aportación de Objetivismo al mundo de las ideas.
¿Hasta qué punto influencia Objetivismo las ideas del Partido? ¿Hay muchos Objetivistas (o por lo menos conocedores de la filosofía, simpatizantes) en el P-Lib?
El P-Lib es un partido liberal preocupado por la actualización del liberalismo, y para esa actualización estima convenientes muchos aportes del libertarismo norteamericano, que se inspiró en gran medida en muchas de las ideas de Rand aunque ella misma no estuvo de acuerdo con ese nuevo movimiento político. Pero también bebemos de otras fuentes, por ejemplo del radicalismo italiano y, desde luego, de la tradición del liberalismo clásico. Entre los afiliados y entre los máximos dirigentes del P-Lib hay personas creyentes y no creyentes, y entre los primeros los hay de diversas confesiones religiosas. Entre los no creyentes, como es mi caso personal, algunos nos hemos acercado con interés al Objetivismo tras haber tenido el privilegio de leer las obras de Ayn Rand. Pero es interesante saber que también entre personas creyentes hay muchos seguidores de una buena parte del pensamiento de Rand, aunque discrepen, lógicamente, en lo relativo al misticismo. Hay que tener en cuenta que somos un partido político, no un instituto de pensamiento filosófico. Por lo tanto, la pluralidad de cosmovisiones filosóficas es grande y lo que nos une son nuestros planteamientos políticos. Y estos planteamientos políticos sí coinciden en muy gran medida (en mayor medida que en ningún otro partido español, sin duda) con la visión política de Ayn Rand: minimización del Estado y de su coste fiscal para el ciudadano, liberación de todo el potencial de la libertad económica y de las fuerzas del mercado, individualización de la toma de decisiones morales y económicas, etcétera. Objetivistas o no, hay bastantes personas en el P-Lib que aprecian especialmente la obra de Rand.
¿Hay alguien más que represente ese liberalismo en España en este momento?
Creemos fallidas y desechables las corrientes que han asimilado el liberalismo a sus adversarios: el social-liberalismo representado en España por el CDS en los ochenta y por sus derivados posteriores, y el liberalismo conservador de políticos como Esperanza Aguirre. En cambio nos interesan muchos de los aportes más frescos del mundo de las ideas, producidos en las últimas décadas y sobre todo en Norteamérica. Mientras en Europa se instalaba el mito de un Estado bonachón y omnipresente, mito que no sólo alcanzó a los partidos colectivistas de izquierdas sino en gran medida a los democristianos, conservadores y por desgracia a algunos liberales, en Norteamérica hubo en la segunda mitad del siglo XX toda una renovación de las escuelas de pensamiento basadas en la libertad individual. Muchos de esos aportes son esenciales hoy para plantearse un liberalismo renovado y acorde con nuestra época. Y en las cuestiones de derechos y libertades, el radicalismo italiano también ha incorporado posiciones novedosas frente al encorsetado establishment de los partidos colectivistas de izquierdas y de derechas. Por lo tanto, aspiramos a ofrecer a la sociedad un liberalismo que profundice en sus principios básicos y defienda al individuo frente al Estado y frente a las imposiciones grupales de todo tipo, tanto en las cuestiones económicas como en las morales.
¿Cuáles son las ideas fundamentales que mueven la acción política del nuevo partido?
Deseamos ante todo trasladar a los ciudadanos la idea de que el exceso de Estado es muy pernicioso para todos. Creemos que muchas de las ideas básicas del liberalismo, contra lo que a simple vista pueda parecer, son fáciles de entender por parte de un segmento concreto de la población. En toda Europa ese segmento está representado con un cinco o diez por ciento de los votos y con una presencia parlamentaria que muchas veces es determinante. Como aquí se ha hecho “entrismo” y quintacolumnismo en vez de presentarse clara y limpiamente ante la sociedad con esas ideas, es en realidad una incógnita cuál puede ser el porcentaje de votos a un partido así, pero seguramente el porcentaje sea similar. Por mencionar las principales ideas-fuerza que ofrecemos a la sociedad, son las siguientes:
· La sustitución del llamado “Estado de bienestar” (convertido hoy en el “bienestar del Estado” y de quienes lo administran) por servicios privados, garantizando su universalidad mediante sistemas de capitalización personalizada y de cheque escolar, sanitario, etc.
· La sustitución del sistema de pensiones “de reparto” por uno de capitalización individualizada, en línea con lo anterior.
· La reforma económica y financiera profunda, procurando además la instauración internacional del oro u otro patrón objetivo para el valor del dinero. En particular, la reducción drástica de los impuestos y del coste del Estado, y el establecimiento de topes constitucionales a la carga tributaria y al endeudamiento del Estado en nuestro nombre.
· La plena libertad individual en todas las cuestiones de tipo moral, bioético y de derechos y libertades personales, incluyendo políticas como la legalización de las drogas (inicialmente siguiendo el modelo holandés), la despenalización de la eutanasia bajo plenas garantías jurídicas, el mantenimiento del derecho de gays y lesbianas al matrimonio, la regulación de la prostitución como una profesión más, etc. Nos sorprende que algunos políticos y comunicadores que se denominan liberales promuevan el liberalismo nada más en lo económico y abracen el conservadurismo en estas otras cuestiones.
· La reforma del sistema electoral para acabar con su enorme distorsión actual, y la reforma de la Justicia para dotar de auténtica independencia al sistema; así como la implantación de un sistema federal con plena corresponsabilidad fiscal.
· La sustitución del sistema de pensiones “de reparto” por uno de capitalización individualizada, en línea con lo anterior.
· La reforma económica y financiera profunda, procurando además la instauración internacional del oro u otro patrón objetivo para el valor del dinero. En particular, la reducción drástica de los impuestos y del coste del Estado, y el establecimiento de topes constitucionales a la carga tributaria y al endeudamiento del Estado en nuestro nombre.
· La plena libertad individual en todas las cuestiones de tipo moral, bioético y de derechos y libertades personales, incluyendo políticas como la legalización de las drogas (inicialmente siguiendo el modelo holandés), la despenalización de la eutanasia bajo plenas garantías jurídicas, el mantenimiento del derecho de gays y lesbianas al matrimonio, la regulación de la prostitución como una profesión más, etc. Nos sorprende que algunos políticos y comunicadores que se denominan liberales promuevan el liberalismo nada más en lo económico y abracen el conservadurismo en estas otras cuestiones.
· La reforma del sistema electoral para acabar con su enorme distorsión actual, y la reforma de la Justicia para dotar de auténtica independencia al sistema; así como la implantación de un sistema federal con plena corresponsabilidad fiscal.
¿Considera necesario el P-Lib que se garantice la total independencia del Poder Judicial?
Por supuesto,es uno de los puntos centrales de nuestra reforma del Estado, junto a la privatización de los servicios públicos (garantizando la universalidad del acceso a los privados), la reducción de las administraciones públicas y su coste, y la plena descentralización administrativa en clave federal. Para garantizar la independencia del Poder Judicial nos parece esencial acabar con el nombramiento de las cúpulas judiciales y del ministerio fiscal por estamentos políticos.
¿Cree el P-Lib que es necesario suprimir las subvenciones a sindicatos y partidos?
Sí, rotundamente. Creemos que el contribuyente no tiene por qué pagar a partidos y sindicatos en los que no milita, a asociaciones de las que no es socio, a religiones en las que no cree, a ONGs cuyas causas tal vez no comparta, a obras culturales de las que quizá no desee ser mecenas, y un larguísimo etcétera. Las subvenciones estatales, como los impuestos, no son sólo perjudiciales por su efecto económico directo, sino sobre todo porque son las herramientas de ingeniería social con las que el Estado y sus administradores moldean a su capricho la realidad ciudadana. Estamos radicalmente en contra de esas subvenciones. Es cierto que los partidos, sindicatos, asociaciones y ONGs diversas necesitan financiación, como también la cultura y la solidaridad. Pero la solución no es colectivizar esa financiación y dejar en manos de funcionarios y políticos la decisión sobre las entidades a apoyar y el monto del apoyo que recibirán. Los ciudadanos están perfectamente capacitados para realizar de forma directa las aportaciones que deseen, ya sea mediante cuotas y donaciones o mediante cuentas virtuales. Nos llevaríamos más de una sorpresa si el Estado no pudiera intervenir y en cambio lo hiciera directamente la gente. En el caso de los partidos políticos, es realmente escandalosa la situación actual, en la que el Estado y sus bancos ilegítimos (las cajas de ahorros) mantienen el monopolio a dos del PP-PSOE. Y respecto a los sindicatos, exactamente lo mismo pero con un desangre económico aún mayor para el contribuyente. Por supuesto, creemos que los liberados sindicales deben desaparecer.
¿Qué sistema electoral propondría el P-Lib para regenerar la democracia?
En los sistemas electorales, como en otros ámbitos (el Derecho, los impuestos), la proporcionalidad es siempre una virtud. Nuestro sistema electoral adolece de una profunda distorsión que permite mayorías absolutas con apenas un 40 % de los votos, que deja sin representación a quienes en una circunscripción con pocos elegibles superan porcentajes de incluso un 15 ó 20 %, etc. Es necesario eliminar los umbrales, ampliar el Congreso hasta el tope constitucional de cuatrocientos escaños con una lista general complementaria de los escaños elegidos en circunscripciones concretas, reagrupar éstas por comunidades autónomas para garantizar la representación de todas las formaciones relevantes, y sería muy deseable implementar un sistema de voto por prioridades (como en Australia o Irlanda) que asegure la no polarización y minimice la pérdida de votos. No estamos a favor de sistemas que otorguen el cien por ciento de la representación a una sola persona, ni con una vuelta ni con dos, ya que estos sistemas eliminan la pluralidad trasladando a las cámaras un bipartidismo forzado que no se corresponde con la realidad electoral. Preferimos que las listas no estén cerradas ni bloqueadas, aunque ello complique en cierta medida el proceso. También es de justicia representar con escaños no asignados la opción legítima del voto en blanco, cuya actual representación está injustamente repartida entre las candidaturas que obtienen representación. Y proponemos que todos los residentes legales en España tengan derechos plenos de sufragio activo y pasivo a los pocos años de estar entre nosotros, con independencia de que se dé o no reciprocidad, puesto que pagan impuestos como cualquiera.
¿Qué aporta Ayn Rand al P-Lib?
Respondo ahora a título estrictamente personal y mis palabras no comprometen ni al P-Lib ni a sus otros miembros. Para mí, Ayn Rand no es sólo una gran narradora, sino una figura clave del mundo de las ideas porque desmantela razonadamente el concepto (tan asentado durante milenios, ya desde los albores de las primeras civilizaciones) de que el ser humano es inferior a otros, ya sea inferior a las masas o inferior a las deidades creadas por cada cultura. Esa reivindicación de la persona, ese despertar del individuo humano como un ser autoposeído y moralmente autosuficiente, que debe seguir los más altos dictados de su propia razón, me parece singular y trascendental. Otra idea fundamental en el pensamiento de Rand es la consideración de los derechos humanos como un absoluto no sometido a la tiranía colectivista: “la función política de los derechos es defender a la minoría frente a la mayoría, y la menor minoría es el individuo”. Rand afirma también que “la razón es la herramienta básica del hombre para sobrevivir”, y personalmente me duele ver con cuánta frecuencia las personas son incapaces de valorar suficientemente la razón y prefieren sustituírla por todo tipo de atajos intelectuales. Creo que la consecuencia social de la supremacía de la razón frente a cualquier otro sistema de asunción de verdades es, necesariamente, la implantación natural de un orden económico y político basado en la acción humana espontánea y en la no coerción, es decir, en la libertad. Y creo que en ese marco las relaciones de todo tipo entre personas se dan de una manera mucho más fructífera y provechosa que en los marcos paternalistas y dirigistas del pasado. Debo insistir en que se trata simplemente de mi visión personal.
El Partido de la Libertad Individual
El Partido de la Libertad Individual
Existe
en el mundo latino un partido político (P-Lib) basado en la Razón, el
Individualismo y el Capitalismo; está en España, y uno de sus pilares es
la filosofía de Ayn Rand. Objetivismo.org entrevista a su presidente,
Juan Pina (entrevista realizada en septiembre del 2010).
# # #
¿Cómo y cuándo surgió el Partido de la Libertad Individual? Y, no menos importante, ¿por qué?
El P-Lib
surgió en el verano de 2009 tras un proceso de maduración de unos
meses. La reflexión de los fundadores se basó en un hecho que
consideramos evidente e irreversible: el agotamiento del modelo de
acción política liberal en el seno de los partidos centristas, por un
lado, y de los conservadores, por otro. Desde la Transición, las
diferentes agrupaciones de liberales han caído una y otra vez en el
mismo error. Al considerarse incapaces de articular un partido liberal a
largo plazo, han intentado actuar (a veces hasta creando corrientes) en
el seno de la UCD, del CDS, del PRD, de Convergencia y otros partidos
nacionalistas moderados, de UpyD, de Ciudadanos y del PP. En todos esos
casos, los resultados han sido bastante magros. Al fundar el P-Lib dimos
el paso (creemos que por vez primera en España) de constituir contra
viento y marea, y desde cero, una formación política profundamente
liberal. Tan liberal como para preocuparnos también por la actualización
del liberalismo con los mejores aportes radicales y libertarios. Es un
partido planteado a largo y muy largo plazo, sin prisas electoralistas y
con vocación de actuar principalmente en solitario, como punto de
encuentro de quienes realmente desean mucho menos Estado, tanto en lo
económico como en las cuestiones morales y de derechos y libertades.
Nuestra voluntad era representar en España la corriente de pensamiento
que en casi toda Europa y otras regiones del mundo constituye un tercer
polo con identidad propia y definida, ni asimilable a la
socialdemocracia ni al conservadurismo.
Cielo, Infierno y Socialismo
La bancarrota ideológica del socialismo se ha puesto de manifiesto con la insolvencia de los gobiernos.
El socialismo puede significar cosas diferentes para personas diferentes, pero independientemente de cómo se defina, está siendo sometido a una prueba rigurosa. La prueba será visible para todos, mientras países de todo el mundo se quedan sin dinero y enfrentan deudas abrumadoras imposibles de pagar así como otras promesas financieras variadas que no podrán honrar. En resumen, la bancarrota ideológica del socialismo se pondrá al descubierto por la insolvencia de los gobiernos.
Tenía que suceder tarde o temprano. Las razones no son difíciles de entender.
La bancarrota ideológica está brillantemente resumida por el autor británico y defensor de los derechos individuales, Cecil Palmer: “El socialismo es viable sólo en el cielo donde no lo necesitan, y en el infierno donde ya lo tienen”. Y la insolvencia del gobierno la explica el famoso economista Frederic Bastiat, que hace casi 150 años hizo esta juiciosa observación sobre el embrionario socialismo moderno que estaba emergiendo en esa época: “El Estado es la gran ficción por la que todos tratan de vivir a costa de los demás”. Más recientemente, Margaret Thatcher, como político sensato que era, lo expresó de manera pragmática: “El problema con el socialismo es que tarde o temprano se te acaba el dinero de los otros”.
Mirad a Grecia, por ejemplo. Grecia no dispone de los recursos financieros necesarios para pagar sus deudas, las cuales están a niveles de basura [junk]. No muy distantes están Letonia, España, Irlanda, el Reino Unido y casi todos los demás países de Europa, aunque aún exhiban títulos valorados como de “nivel de inversión”. La realidad es que las agencias de calificación aún no han aceptado la extensión y profundidad de la insolvencia generalizada de los gobiernos, o voluntariamente han evadido el hecho mirando para otro lado. Y no olvidemos Islandia, que por supuesto ya se ha desplomado.
¿Cómo pudimos hundirnos hasta llegar a esta situación? El Premio Nobel Friedrich von Hayek nos da la respuesta en su brillante libro, profundo y profético, El Camino de la Servidumbre, escrito durante los últimos años de la Segunda Guerra Mundial.
El tema central de Hayek es que las guerras aumentan el poder del Estado moderno porque la planificación nacional para luchar en la guerra continúa incluso en tiempos de paz. Entonces esta planificación perenne del gobierno expande el estado del subsidio a lo largo del tiempo, con resultados perjudiciales. Más importante aún, la actividad económica se ve dificultada por el creciente gobierno, haciendo que personas y recursos se vuelvan menos productivos. En otras palabras, como el gobierno no crea bienes y servicios de consumo, se convierte en una carga económica para el sector productivo de la economía.
Luego, a medida que el gobierno crece, los grupos de presión se vuelven cada vez más numerosos y poderosos, llevando a la corrupción política. Más guerras, o incluso las tensiones de política exterior y las crisis económicas, pueden impulsar a demagogos y a líderes dictatoriales a ampliar aún más los poderes del Estado en detrimento de todos y cada uno de nosotros. En palabras de Hayek: “Las emergencias han sido siempre el pretexto bajo el cual las garantías de la libertad individual se han erosionado”.
Hayek señaló que los daños sutiles infligidos sobre la economía productiva y el crecimiento visible del Estado derivados del socialismo se hacen evidentes sólo a lo largo del tiempo. Hemos llegado a ese punto.
Más personas dependen del Estado que las que proporcionan el dinero que el Estado necesita para cumplir sus promesas. La mayor parte de Europa hace mucho tiempo pasó el umbral del 50%, con más gente dependiendo del gobierno que en el sector privado, pero incluso en los Estados Unidos – que durante mucho tiempo reinó como bastión de capitalismo, mercados libres y gobierno limitado – el 58% de la población obtiene sus ingresos del gobierno en algún nivel.
En consecuencia, nos estamos acercando a una encrucijada. Un camino conduce a más socialismo, más demagogos y, finalmente, a un dictador prometiendo que hará “funcionar” el socialismo. El otro conduce a la sociedad capitalista que los Estados Unidos llegó a ser un tiempo atrás, con mercados libres, gobierno limitado y un incondicional estado de derecho.
Esperemos elegir correctamente. Si no lo hacemos, sabemos por Winston Churchill lo que nos espera: “El vicio inherente al capitalismo es la distribución desigual de las bendiciones; la virtud inherente del socialismo es el reparto equitativo de las miserias”.
Cielo, Infierno y Socialismo
La bancarrota ideológica del socialismo se ha puesto de manifiesto con la insolvencia de los gobiernos.
El socialismo puede significar cosas
diferentes para personas diferentes, pero independientemente de cómo se
defina, está siendo sometido a una prueba rigurosa. La prueba será
visible para todos, mientras países de todo el mundo se quedan sin
dinero y enfrentan deudas abrumadoras imposibles de pagar así como otras
promesas financieras variadas que no podrán honrar. En resumen, la
bancarrota ideológica del socialismo se pondrá al descubierto por la
insolvencia de los gobiernos.
Tenía que suceder tarde o temprano. Las razones no son difíciles de entender.
Sunday, August 21, 2016
Cómo el gobierno de EE.UU. creó la crisis financiera
Por John B. Taylor
Muchos están pidiendo una comisión como la del 11 de septiembre de 2001 para investigar la crisis financiera. Cualquier investigación como esta no debería descartar al mismo gobierno como un gran culpable. Mi investigación muestra que las acciones e intervenciones del gobierno —no una falla inherente o la inestabilidad de la economía privada— causaron, prolongaron y drásticamente empeoraron la crisis.
La clásica explicación de las crisis financieras es que son causadas por excesos —con frecuencia excesos monetarios— que llevan a un auge y un inevitable colapso. Esta crisis no fue diferente: un boom de la vivienda seguido por un desplome provocó cesaciones de pagos, la implosión de hipotecas y valores relacionados a hipotecas de instituciones financieras, y la resultante agitación financiera.
Los excesos monetarios fueron la principal causa del auge. La Reserva Federal de Estados Unidos mantuvo su meta para la tasa de interés, especialmente en 2003-2005, muy por debajo de las conocidas normas monetarias que señalan que una buena política debería estar basada en experiencia histórica. Mantener las tasas de interés en el camino en el que funcionaron bien en las últimas dos décadas, en lugar de mantenerlas tan bajas, habría prevenido el auge y el colapso. Investigadores de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico han presentado evidencia corroborativa de otros países: mientras más alto el grado de exceso monetario en un país, mayor fue el boom de la vivienda.
Los efectos del auge y el colapso fueron amplificados por varios factores, incluyendo el uso de hipotecas subprime (o de alto riesgo) y de tasas variables, que provocaron la toma excesiva de riesgos. También hay evidencia de que la excesiva toma de riesgos fue estimulada por tasas de interés excesivamente bajas. Las tasas de impagos y ejecuciones hipotecarias están inversamente relacionadas a la inflación del precio de las viviendas. Estas tasas cayeron rápido durante los años en los que los precios de las viviendas subieron rápido, probablemente descarrilando muchos programas de suscripción de hipotecas y engañaron a mucha gente.
Las hipotecas subprime, de tasas variables y de otras clases fueron atados en muy complejos valores respaldados por hipotecas. Las agencias calificadoras subestimaron el riesgo de estos valores, ya sea por falta de competencia, irresponsabilidad o más probablemente la inherente dificultad de evaluar el riesgo debido a la complejidad.
Otras acciones del gobierno también estuvieron en juego: las empresas patrocinadas por el gobierno Fannie Mae y Freddie Mac fueron alentadas a expandirse y comprar valores respaldados por hipotecas, incluyendo aquellas armadas con riesgosas hipotecas subprime.
La acción del gobierno también contribuyó a prolongar la crisis. Considere que la crisis financiera se agudizó el 9 y 10 de agosto de 2007, cuando las tasas de interés del mercado de dinero subieron pronunciadamente. Los spreads de tasas de interés, como la diferencia entre préstamos interbancarios a tres meses y a un día, se dispararon a niveles sin precedentes.
Diagnosticar la razón de este repentino aumento era esencial para determinar qué tipo de respuesta política era necesaria. Si la liquidez era el problema, entonces proveer más liquidez facilitando préstamos en la ventanilla de descuento de la Reserva Federal (Fed), o abriendo nuevas ventanillas o líneas de crédito, sería lo apropiado. Pero si el riesgo de contraparte estaba detrás del repentino aumento en las tasas de interés del mercado de dinero, entonces sería apropiado un enfoque directo en la calidad y la transparencia del balance del banco.
Al principio, las autoridades diagnosticaron mal la crisis como una de liquidez y recetaron el tratamiento equivocado.
Para proveer más liquidez, la Fed creó la Línea de Crédito de Subastas a Plazo (TAF por sus siglas en inglés) en diciembre de 2007. Su principal objetivo era reducir los spreads de tasas de interés en los mercados de dinero y aumentar el flujo de crédito. El TAF, no obstante, no pareció hacer mucha diferencia. Si la razón del spread era el riesgo de contraparte, a diferencia de la liquidez, esto no es una sorpresa.
Otra pronta respuesta política fue el Acta de Estímulo Económico de 2008, aprobado en febrero. El principal objetivo de este paquete era enviar US$100.000 millones en efectivo a individuos y familias para que tuvieran más para gastar, y de esta manera impulsar el consumo y la economía. Sin embargo, la gente gastó poco o nada del descuento temporal (como predijo la teoría de ingresos permanentes de Milton Friedman, la cual sostiene que los aumentos temporales en los ingresos, a diferencia de los permanentes, no provocan incrementos significativos en el consumo). El consumo no fue impulsado.
La tercera respuesta política fue la gran reducción en la meta para la tasa de interés de fondos federales a 2% en abril de 2008, de 5,25% en agosto de 2007. Esta fue más drástica de lo que prescribirían normas monetarias como mi propia Regla Taylor. El efecto más evidente de este recorte de tasa fue una pronunciada depreciación del dólar y un gran aumento del precio del petróleo. Después del comienzo de la crisis, el precio del crudo se duplicó a más de US$140 en julio de 2008, antes de desplomarse a medida que disminuían las expectativas de crecimiento económico mundial. Para entonces, sin embargo, el daño del alto precio del petróleo ya estaba hecho.
Después de un año de tales erróneas prescripciones, la crisis empeoró repentinamente en septiembre y octubre de 2008. Presenciamos una seria restricción del crédito, que seriamente debilitó una economía que ya estaba sufriendo por el persistente impacto del aumento del precio del petróleo y la crisis inmobiliaria.
Muchos han argumentado que la razón de este mal paso fue la decisión del gobierno de no prevenir la bancarrota de Lehman Brothers durante el fin de semana del 13 y 14 de septiembre. Un estudio de este evento sugiere que la respuesta es más complicada y estaba en otra parte.
Aunque los spreads de tasas de interés aumentaron ligeramente el lunes 15 de septiembre, se mantuvieron en el rango observado durante el año previo y permanecieron allí el resto de la semana. El viernes 19 de septiembre, el Departamento del Tesoro anunció un paquete de rescate, aunque no reveló su tamaño o los detalles. Durante el fin de semana se armó el paquete, y el martes 23 de septiembre, el presidente de la Fed, Ben Bernanke, y el secretario del Tesoro, Henry Paulson, testificaron ante el Comité de Banca del Senado. Los funcionarios presentaron el Programa de Alivio de Activos en Problemas (TARP por sus siglas en inglés), indicando que sería de US$700.000 millones. Proporcionaron un corto borrador de legislación, sin ninguna mención de la supervisión y con pocas restricciones sobre el uso de los fondos.
Los dos hombres fueron indagados intensamente y la reacción fue bastante negativa, juzgando por el gran volumen de correo negativo que recibieron muchos miembros
Cómo el gobierno de EE.UU. creó la crisis financiera
Por John B. Taylor
Muchos están pidiendo una comisión como
la del 11 de septiembre de 2001 para investigar la crisis financiera.
Cualquier investigación como esta no debería descartar al mismo gobierno
como un gran culpable. Mi investigación muestra que las acciones e
intervenciones del gobierno —no una falla inherente o la inestabilidad
de la economía privada— causaron, prolongaron y drásticamente empeoraron
la crisis.
La clásica explicación de las crisis
financieras es que son causadas por excesos —con frecuencia excesos
monetarios— que llevan a un auge y un inevitable colapso. Esta crisis no
fue diferente: un boom de la vivienda seguido por un desplome provocó
cesaciones de pagos, la implosión de hipotecas y valores relacionados a
hipotecas de instituciones financieras, y la resultante agitación
financiera.
Wednesday, August 3, 2016
Separación de Estado y Economia
La justificación definitiva para separar iglesia y estado es la necesidad que todos tenemos de llegar a nuestras propias conclusiones de forma individual, y actuar en consecuencia, independientemente de lo que diga cualquier religión. Esta necesidad de libertad intelectual se aplica de manera más amplia a todo pensamiento y acción, incluyendo nuestras vidas económicas: la producción, el comercio, y el consumo de la riqueza.
Como Ayn Rand identificó, la mente racional liberada es nuestro instrumento fundamental para la creación de los productos y servicios de la vida requiere. Los hombres han conseguido trasplantes de corazón, microprocesadores y rascacielos sólo en la medida en que sus mentes fueron dejadas libres de coacción por parte de los criminales y del gobierno.
Una sociedad adecuada respeta la separación total del Estado y la Economía. Los individuos pueden realizar cualquier acuerdo económico voluntario que quieran, independientemente de lo cuestionable que sea.
Por ejemplo, las personas pueden fundar una red de empresas de asistencia médica que sean completamente libres y con ánimo de lucro, o pueden fundar una red socializada con un único asegurador. Pero la participación debe ser voluntaria; ellos no tienen derecho a imponer sus ideas sobre médicos y pacientes. En la medida en que la toma de decisiones económicas se libera de esta forma – sea en el área de la salud, las finanzas, o la informática – el resultado es el descubrimiento y la difusión de las mejores ideas, y un nivel de vida cada vez mejor.
Preguntas y Respuestas con Ayn Rand
¿Qué es el capitalismo?
Cuando digo “capitalismo”, estoy hablando de un capitalismo total, puro, no controlado, no regulado, un capitalismo laissez-faire – con total separación de Estado y Economía, de la misma manera y por las mismas razones que existe la separación de Estado e Iglesia.
¿Qué es una economía mixta?
Una economía mixta es una mezcla de libertad y controles, sin principios, ni reglas, ni teorías que definan la una o los otros. Dado que la implementación de controles exige y conduce a controles adicionales, es una mezcla inestable y explosiva que, en última instancia, tiene que acabar o derogando los controles o en el colapso de una dictadura. Una economía mixta no tiene principios que definan sus políticas, sus objetivos, sus leyes, ni principios que limiten el poder de su gobierno. El único principio de una economía mixta – que, forzosamente, ha de permanecer sin nombrar y sin reconocer – es que ningún interés de nadie está seguro, que los intereses de cada individuo están expuestos en subasta pública, y todo vale para cualquiera que pueda salirse con la suya. Tal sistema – o, más exactamente, anti-sistema – divide a un país en un número cada vez mayor de grupo enemigos, grupos económicos luchando entre sí por su auto-preservación, en una mezcla indeterminada de defensa y ataque, como la naturaleza de esa ley de la selva exige. Mientras que, políticamente, una economía mixta mantiene la fachada de una sociedad organizada con una apariencia de ley y orden, económicamente es el equivalente al caos que rigió a China durante siglos: un caos de pandillas de ladrones saqueando – y drenando – los elementos productivos del país.
Una economía mixta consiste en el gobierno de los grupos de presión. Es una guerra civil amoral e institucionalizada de grupos de intereses especiales y de influenciadores, todos luchando por agarrar un control momentáneo de la maquinaria legislativa para extorsionar algún privilegio especial a expensas uno del otro, a través de un acto de gobierno – o sea, por la fuerza. Cuando faltan los derechos individuales, cuando faltan todos los principios morales o jurídicos, la única esperanza que tiene una economía mixta de preservar su precaria apariencia de orden, de contener a los grupos salvajes de rapiña desesperada que ella ha creado, y de evitar que el saqueo legalizado se convierta en un saqueo ilegal, cotidiano, de todos contra todos – es hacer concesiones, concesiones de todo tipo y en todos los ámbitos – material, espiritual, intelectual – para que ningún grupo se salte la línea de exigir demasiadas cosas y derrube toda esa podrida estructura. Para que el juego pueda continuar, no se puede permitir que nada se mantenga firme, sólido, absoluto, intocable; todo (y todo el mundo) tiene que ser fluido, flexible, indeterminado, aproximado. ¿Cuál es el criterio que ha de guiar las acciones de cada uno? La conveniencia de cada momento inmediato.
El único peligro para una economía mixta es cualquier valor, virtud o idea que no admita concesiones. La única amenaza es cualquier persona, grupo o pensamiento intransigente. El único enemigo es la integridad.
¿Existe un argumento válido para una intervención limitada del gobierno?
No puede haber concesiones entre libertad y controles gubernamentales; el aceptar “sólo unos cuantos controles” es renunciar al principio de los derechos inalienables del individuo y sustituirlo por el principio del poder ilimitado y arbitrario del gobierno, de esa forma poniéndose uno mismo en una situación de esclavitud progresiva. Como ejemplo de este proceso, obsérvese la política nacional actual de los Estados Unidos .
Si se hiciera un detallado estudio de los hechos de todos los casos en la historia de la industria americana que han sido utilizados por los estatistas para acusar a la libre empresa y como un argumento en favor de una economía controlada por el gobierno, descubriríamos que las acciones por las que se culpa a los hombres de negocios fueron causadas, impuestas y hechas posibles sólo por la intervención del gobierno en los negocios. Los males que normalmente se les atribuye a los grandes industriales, no fueron el resultado de una industria no regulada, sino del poder del gobierno sobre la industria. El malo de la historia no fue el hombre de negocios, sino el legislador; no fue la libre empresa, sino los controles del gobierno.
En vista de lo que escuchan de los expertos, la gente no puede ser culpada por su ignorancia y su confusión indefensa. Si una ama de casa normal, lidiando con su presupuesto que es incomprensiblemente cada vez menor, ve a un magnate en un limousine resplandeciente, ella bien podría pensar que uno solo de sus gemelos de diamantes resolvería todos sus problemas. Ella no tiene manera de saber que aunque se expropiaran todos los lujos personales de todos los magnates, eso no alimentaría a su familia – ni a millones de otras familias parecidas – durante una semana; y que todo el país se moriría de hambre en la primera mañana de la semana siguiente. . . . ¿Cómo podría ella saberlo, si todas las voces que escucha le están diciendo que tenemos que quitarles el dinero a los ricos?
Nadie le dice que el aumento de la carga fiscal que se les impone a los ricos (y la sea los medio ricos) no va a salir de sus gastos de consumo, sino de su capital de inversión (es decir, de sus ahorros); que tales impuestos significarán menos inversión, es decir, menos producción, menos puestos de trabajo, precios más altos para mercancías cada vez más escasas; y que para cuando los ricos tengan que reducir su nivel de vida, el nivel de vida de ella habrá desaparecido, junto con sus ahorros y el trabajo de su marido – y que no hay ningún poder en el mundo (ningún poder económico) capaz de revitalizar a las industrias muertas (ya no existirá más tal poder).
¿Es posible tener una economía mixta sin corrupción?
Si el parasitismo, el favoritismo, la corrupción y la avaricia por lo inmerecido no existiesen, una economía mixta crearía su existencia.
Dado que no hay justificación racional para el sacrificio de unos hombres a otros, no hay ningún criterio objetivo por el que tal sacrificio pueda ser guiado en la práctica. Toda la legislación de “interés público” (y cualquier distribución de dinero arrancado por la fuerza a algunos hombres para el beneficio inmerecido de otros) se reduce en última instancia, a concederles un poder indefinido, indefinible, no objetivo y arbitrario a algunos funcionarios del gobierno.
El peor aspecto de esto no es que ese poder pueda ser usado deshonestamente, sino que no puede ser usado honestamente.
En una economía controlada (o mixta), el trabajo de un legislador consiste en sacrificar a unos hombres a otros. No importa qué decisión tome, ninguna decisión de este tipo puede ser justificada moralmente (y nunca lo ha sido). Partiendo de una base de inmoral, ninguna decisión suya puede ser honesta o deshonesta, justa o injusta – esos conceptos no son aplicables. Él se convierte, por lo tanto, en un blanco fácil para los apremios de cualquier grupo de presión, cualquier lobista, cualquier buscador de influencias, cualquier manipulador – él no tiene criterios con los que juzgarlos o resistirse a ellos. Tú no sabes qué poderes ocultos lo manejan o lo que él está haciendo. Y él tampoco.
Cada interferencia del gobierno en la economía consiste en darle un beneficio inmerecido, arrancado por la fuerza, a algunos hombres a expensas de otros. ¿Por qué norma de justicia ha de guiarse un gobierno consensual? Por el tamaño de la pandilla de la víctima.
¿Qué principios rigen la interacción humana en el libre mercado?
En una economía libre, donde ningún hombre o grupo de hombres puede usar la coerción física contra otra persona, el poder económico sólo puede lograrse a través de actos voluntarios: la elección voluntaria y el acuerdo de todos los que participan en el proceso de producción y comercio. En un mercado libre, todos los precios, salarios y beneficios están determinados – no por el capricho arbitrario de los ricos o de los pobres, ni por la “codicia” de nadie ni por la necesidad de nadie – sino por la ley de la oferta y la demanda. El mecanismo de un mercado libre refleja y resume todas las elecciones económicas y las decisiones adoptadas por todos los participantes. Los hombres intercambian sus productos o servicios por consentimiento mutuo en beneficio mutuo, de acuerdo con su propio juicio independiente y sin coacción. Un hombre puede hacerse rico solamente si es capaz de ofrecer mejores valores – mejores productos o servicios a un precio menor – que otros son capaces de ofrecer.
La riqueza, en un mercado libre, se consigue por voto libre, general y “democrático” – por las ventas y las compras de cada individuo que participa en la vida económica del país. Cada vez que compras un producto en vez de otro, estás votando por el éxito de algún fabricante. Y en este tipo de votación, cada hombre vota solamente en aquellas cuestiones en las que él está cualificado para juzgar: en sus propias preferencias, intereses y necesidades. Nadie tiene el poder de decidir por los otros, o de sustituir su juicio por el juicio de los otros; nadie tiene el poder de designarse a sí mismo como “la voz del público” y dejar al público sin voz y sin derechos.
Ahora observad que un mercado libre no rebaja a los hombres al nivel mínimo de algún común denominador – que los criterios intelectuales de la mayoría no rigen un mercado libre o una sociedad libre – y que los hombres excepcionales, los innovadores, los gigantes intelectuales, no están amarrados y anclados por la mayoría. De hecho, son los miembros de esta excepcional minoría los que elevan el conjunto de una sociedad libre al nivel de sus propios logros, mientras ellos continúan subiendo cada vez más.
Un mercado libre es un proceso continuo que no puede ser detenido, un proceso ascendente que exige lo mejor (lo más racional) de cada individuo y le recompensa de acuerdo con ello. Mientras que la mayoría apenas acaba de asimilar el valor del automóvil, la minoría creativa ya ha introducido el avión. La mayoría aprende por demostración, la minoría es libre de demostrar. El valor “filosóficamente objetivo” de un nuevo producto sirve como maestro para los que quieren ejercer su facultad racional, cada uno en la medida de su capacidad. Los que no quieren se quedan sin recompensa, así como aquellos que aspiran a más de lo que su capacidad puede producir. Los estancados, los irracionales y los subjetivistas no tienen el poder para detener a los que son mejores que ellos. . . .
Los parásitos mentales – los imitadores que intentan adaptarse a lo que ellos creen que es el gusto conocido del público – son constantemente atropellados por los innovadores, cuyos productos elevan el conocimiento y el gusto del público y el gusto a niveles cada vez mayores. Es en este sentido que el mercado libre está regido, no por los consumidores, sino por los productores. Los más exitosos son aquellos que descubren nuevos campos de producción, campos cuya existencia no se conocía antes.
Un producto determinado puede no ser apreciado inmediatamente, sobre todo si se trata de una innovación demasiado radical; pero, si descontamos detalles sin importancia, es el que gana a largo plazo. Es en este sentido que el libre mercado no está regido por los criterios intelectuales de la mayoría, que prevalecen sólo en y para un momento dado; el mercado libre está regido por aquellos que son capaces de ver y un planificar a largo plazo – y cuanto mejor la mente, más largo el plazo.
Todos los males, abusos e iniquidades popularmente atribuidos a los empresarios y al capitalismo, no fueron causados por una economía no regulada o por un mercado libre, sino por la intervención del gobierno en la economía.
El valor económico del trabajo de un hombre está determinado, en un mercado libre, por un único principio: por el consentimiento voluntario de aquellos que están dispuestos a intercambiar con él sus productos o sus trabajos. Este es el significado moral de la ley de la oferta y la demanda.
¿Cómo se financiaría el gobierno en una sociedad libre?
En una sociedad totalmente libre, los impuestos – o, para ser exactos, el pago de los servicios gubernamentales – serían voluntarios. Como puede demostrarse objetivamente que los servicios propios de un gobierno – la policía, las fuerzas armadas y los tribunales de justicia – son necesarios para los ciudadanos individuales y afectan directamente sus intereses, los ciudadanos pagarían (y deberían pagar) por tales servicios, de la misma forma que pagan por un seguro.
La cuestión de cómo implementar el principio de la financiación voluntaria del gobierno – de cómo determinar la mejor manera de aplicarlo en la práctica – es algo muy complejo y pertenece al campo de la filosofía de la ley. La tarea de la filosofía política es sólo establecer la naturaleza del principio y demostrar que es practicable. El escoger un método específico de aplicación es más que prematuro hoy en día – puesto que el principio será practicable sólo en una sociedad totalmente libre, una sociedad cuyo gobierno haya sido reducido constitucionalmente a sus apropiadas funciones básicas.
¿Es posible que una economía mixta pueda implementar de forma inmediata un programa de financiación voluntaria del gobierno?
Así como el aumento de controles, impuestos y “obligaciones del gobierno” en este país no se llevó a cabo de un día para otro – así también el proceso de liberación no puede llevarse a cabo de un día para otro. Un proceso de liberación sería mucho más rápido de lo que fue el proceso de la esclavitud, puesto que los hechos de la realidad serían su aliado. Pero aún así, se requiere un proceso gradual – y cualquier programa de financiación voluntaria del gobierno debe ser considerado como un objetivo para el futuro lejano.
Lo que los defensores de una sociedad plenamente libre tienen que saber, en este momento, es sólo el principio por el cual ese objetivo se puede lograr.
El principio de la financiación voluntaria del gobierno descansa en las siguientes premisas: que el gobierno no es el dueño de los ingresos de los ciudadanos y, por tanto, no puede tener un cheque en blanco en esos ingresos – que la naturaleza de los servicios propios de un gobierno deben ser constitucionalmente definidos y delimitados, no dejándole al gobierno ningún poder para ampliar el alcance de sus servicios a su arbitraria discreción. Consecuentemente, el principio de la financiación voluntaria del gobierno considera al gobierno como el sirviente, no el jefe, de los ciudadanos – como un agente a quien hay que pagarle por sus servicios, no como un benefactor cuyos servicios son gratuitos, alguien que proporciona algo a cambio de nada.
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