El Partido de la Libertad Individual
Existe
en el mundo latino un partido político (P-Lib) basado en la Razón, el
Individualismo y el Capitalismo; está en España, y uno de sus pilares es
la filosofía de Ayn Rand. Objetivismo.org entrevista a su presidente,
Juan Pina (entrevista realizada en septiembre del 2010).
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¿Cómo y cuándo surgió el Partido de la Libertad Individual? Y, no menos importante, ¿por qué?
El P-Lib
surgió en el verano de 2009 tras un proceso de maduración de unos
meses. La reflexión de los fundadores se basó en un hecho que
consideramos evidente e irreversible: el agotamiento del modelo de
acción política liberal en el seno de los partidos centristas, por un
lado, y de los conservadores, por otro. Desde la Transición, las
diferentes agrupaciones de liberales han caído una y otra vez en el
mismo error. Al considerarse incapaces de articular un partido liberal a
largo plazo, han intentado actuar (a veces hasta creando corrientes) en
el seno de la UCD, del CDS, del PRD, de Convergencia y otros partidos
nacionalistas moderados, de UpyD, de Ciudadanos y del PP. En todos esos
casos, los resultados han sido bastante magros. Al fundar el P-Lib dimos
el paso (creemos que por vez primera en España) de constituir contra
viento y marea, y desde cero, una formación política profundamente
liberal. Tan liberal como para preocuparnos también por la actualización
del liberalismo con los mejores aportes radicales y libertarios. Es un
partido planteado a largo y muy largo plazo, sin prisas electoralistas y
con vocación de actuar principalmente en solitario, como punto de
encuentro de quienes realmente desean mucho menos Estado, tanto en lo
económico como en las cuestiones morales y de derechos y libertades.
Nuestra voluntad era representar en España la corriente de pensamiento
que en casi toda Europa y otras regiones del mundo constituye un tercer
polo con identidad propia y definida, ni asimilable a la
socialdemocracia ni al conservadurismo.
Es cierto
que Ayn Rand mantenía que para tener éxito en política, antes es
necesario cambiar la cultura, sobre todo en las universidades. ¿Qué
papel representan las ideas de Objetivismo en este nuevo partido?
Es habitual que los partidos políticos,
al definir su misma esencia, mencionen escuelas filosóficas y corrientes
de pensamiento. Así, los partidos conservadores suelen referirse al
humanismo, y los de izquierda al pensamiento marxista, etcétera. Entre
los diversos ingredientes que inspiran nuestro proyecto político, el
artículo primero de los vigentes estatutos menciona el Objetivismo.
Otros elementos mencionados son la Escuela Austríaca de economía o el
racionalismo. Probablemente seamos el primer partido político del mundo
que menciona expresamente los aportes de la filosofía Objetivista como
uno de los elementos que forman en parte sus cimientos ideológicos.
Esto, naturalmente, no quiere decir que todos los afiliados conozcan o
sigan las ideas Objetivistas, ni que el partido como tal se guíe
cotidianamente, en su toma de decisiones y posiciones, por esta escuela
filosófica. Lo que quiere decir es que el P-Lib valora y aprecia la
aportación de Objetivismo al mundo de las ideas.
¿Hasta qué
punto influencia Objetivismo las ideas del Partido? ¿Hay muchos
Objetivistas (o por lo menos conocedores de la filosofía, simpatizantes)
en el P-Lib?
El P-Lib es un partido liberal
preocupado por la actualización del liberalismo, y para esa
actualización estima convenientes muchos aportes del libertarismo
norteamericano, que se inspiró en gran medida en muchas de las ideas de
Rand aunque ella misma no estuvo de acuerdo con ese nuevo movimiento
político. Pero también bebemos de otras fuentes, por ejemplo del
radicalismo italiano y, desde luego, de la tradición del liberalismo
clásico. Entre los afiliados y entre los máximos dirigentes del P-Lib
hay personas creyentes y no creyentes, y entre los primeros los hay de
diversas confesiones religiosas. Entre los no creyentes, como es mi caso
personal, algunos nos hemos acercado con interés al Objetivismo tras
haber tenido el privilegio de leer las obras de Ayn Rand. Pero es
interesante saber que también entre personas creyentes hay muchos
seguidores de una buena parte del pensamiento de Rand, aunque discrepen,
lógicamente, en lo relativo al misticismo. Hay que tener en cuenta que
somos un partido político, no un instituto de pensamiento filosófico.
Por lo tanto, la pluralidad de cosmovisiones filosóficas es grande y lo
que nos une son nuestros planteamientos políticos. Y estos
planteamientos políticos sí coinciden en muy gran medida (en mayor
medida que en ningún otro partido español, sin duda) con la visión
política de Ayn Rand: minimización del Estado y de su coste fiscal para
el ciudadano, liberación de todo el potencial de la libertad económica y
de las fuerzas del mercado, individualización de la toma de decisiones
morales y económicas, etcétera. Objetivistas o no, hay bastantes
personas en el P-Lib que aprecian especialmente la obra de Rand.
¿Hay alguien más que represente ese liberalismo en España en este momento?
Creemos fallidas y desechables las
corrientes que han asimilado el liberalismo a sus adversarios: el
social-liberalismo representado en España por el CDS en los ochenta y
por sus derivados posteriores, y el liberalismo conservador de políticos
como Esperanza Aguirre. En cambio nos interesan muchos de los aportes
más frescos del mundo de las ideas, producidos en las últimas décadas y
sobre todo en Norteamérica. Mientras en Europa se instalaba el mito de
un Estado bonachón y omnipresente, mito que no sólo alcanzó a los
partidos colectivistas de izquierdas sino en gran medida a los
democristianos, conservadores y por desgracia a algunos liberales, en
Norteamérica hubo en la segunda mitad del siglo XX toda una renovación
de las escuelas de pensamiento basadas en la libertad individual. Muchos
de esos aportes son esenciales hoy para plantearse un liberalismo
renovado y acorde con nuestra época. Y en las cuestiones de derechos y
libertades, el radicalismo italiano también ha incorporado posiciones
novedosas frente al encorsetado establishment de los partidos
colectivistas de izquierdas y de derechas. Por lo tanto, aspiramos a
ofrecer a la sociedad un liberalismo que profundice en sus principios
básicos y defienda al individuo frente al Estado y frente a las
imposiciones grupales de todo tipo, tanto en las cuestiones económicas
como en las morales.
¿Cuáles son las ideas fundamentales que mueven la acción política del nuevo partido?
Deseamos ante todo trasladar a los
ciudadanos la idea de que el exceso de Estado es muy pernicioso para
todos. Creemos que muchas de las ideas básicas del liberalismo, contra
lo que a simple vista pueda parecer, son fáciles de entender por parte
de un segmento concreto de la población. En toda Europa ese segmento
está representado con un cinco o diez por ciento de los votos y con una
presencia parlamentaria que muchas veces es determinante. Como aquí se
ha hecho “entrismo” y quintacolumnismo en vez de presentarse clara y
limpiamente ante la sociedad con esas ideas, es en realidad una
incógnita cuál puede ser el porcentaje de votos a un partido así, pero
seguramente el porcentaje sea similar. Por mencionar las principales
ideas-fuerza que ofrecemos a la sociedad, son las siguientes:
· La sustitución del
llamado “Estado de bienestar” (convertido hoy en el “bienestar del
Estado” y de quienes lo administran) por servicios privados,
garantizando su universalidad mediante sistemas de capitalización
personalizada y de cheque escolar, sanitario, etc.
· La sustitución del sistema de pensiones “de reparto” por uno de capitalización individualizada, en línea con lo anterior.
· La reforma económica y financiera profunda, procurando además la instauración internacional del oro u otro patrón objetivo para el valor del dinero. En particular, la reducción drástica de los impuestos y del coste del Estado, y el establecimiento de topes constitucionales a la carga tributaria y al endeudamiento del Estado en nuestro nombre.
· La plena libertad individual en todas las cuestiones de tipo moral, bioético y de derechos y libertades personales, incluyendo políticas como la legalización de las drogas (inicialmente siguiendo el modelo holandés), la despenalización de la eutanasia bajo plenas garantías jurídicas, el mantenimiento del derecho de gays y lesbianas al matrimonio, la regulación de la prostitución como una profesión más, etc. Nos sorprende que algunos políticos y comunicadores que se denominan liberales promuevan el liberalismo nada más en lo económico y abracen el conservadurismo en estas otras cuestiones.
· La reforma del sistema electoral para acabar con su enorme distorsión actual, y la reforma de la Justicia para dotar de auténtica independencia al sistema; así como la implantación de un sistema federal con plena corresponsabilidad fiscal.
· La sustitución del sistema de pensiones “de reparto” por uno de capitalización individualizada, en línea con lo anterior.
· La reforma económica y financiera profunda, procurando además la instauración internacional del oro u otro patrón objetivo para el valor del dinero. En particular, la reducción drástica de los impuestos y del coste del Estado, y el establecimiento de topes constitucionales a la carga tributaria y al endeudamiento del Estado en nuestro nombre.
· La plena libertad individual en todas las cuestiones de tipo moral, bioético y de derechos y libertades personales, incluyendo políticas como la legalización de las drogas (inicialmente siguiendo el modelo holandés), la despenalización de la eutanasia bajo plenas garantías jurídicas, el mantenimiento del derecho de gays y lesbianas al matrimonio, la regulación de la prostitución como una profesión más, etc. Nos sorprende que algunos políticos y comunicadores que se denominan liberales promuevan el liberalismo nada más en lo económico y abracen el conservadurismo en estas otras cuestiones.
· La reforma del sistema electoral para acabar con su enorme distorsión actual, y la reforma de la Justicia para dotar de auténtica independencia al sistema; así como la implantación de un sistema federal con plena corresponsabilidad fiscal.
¿Considera necesario el P-Lib que se garantice la total independencia del Poder Judicial?
Por supuesto,es uno de los puntos
centrales de nuestra reforma del Estado, junto a la privatización de los
servicios públicos (garantizando la universalidad del acceso a los
privados), la reducción de las administraciones públicas y su coste, y
la plena descentralización administrativa en clave federal. Para
garantizar la independencia del Poder Judicial nos parece esencial
acabar con el nombramiento de las cúpulas judiciales y del ministerio
fiscal por estamentos políticos.
¿Cree el P-Lib que es necesario suprimir las subvenciones a sindicatos y partidos?
Sí, rotundamente. Creemos que el
contribuyente no tiene por qué pagar a partidos y sindicatos en los que
no milita, a asociaciones de las que no es socio, a religiones en las
que no cree, a ONGs cuyas causas tal vez no comparta, a obras culturales
de las que quizá no desee ser mecenas, y un larguísimo etcétera. Las
subvenciones estatales, como los impuestos, no son sólo perjudiciales
por su efecto económico directo, sino sobre todo porque son las
herramientas de ingeniería social con las que el Estado y sus
administradores moldean a su capricho la realidad ciudadana. Estamos
radicalmente en contra de esas subvenciones. Es cierto que los partidos,
sindicatos, asociaciones y ONGs diversas necesitan financiación, como
también la cultura y la solidaridad. Pero la solución no es colectivizar
esa financiación y dejar en manos de funcionarios y políticos la
decisión sobre las entidades a apoyar y el monto del apoyo que
recibirán. Los ciudadanos están perfectamente capacitados para realizar
de forma directa las aportaciones que deseen, ya sea mediante cuotas y
donaciones o mediante cuentas virtuales. Nos llevaríamos más de una
sorpresa si el Estado no pudiera intervenir y en cambio lo hiciera
directamente la gente. En el caso de los partidos políticos, es
realmente escandalosa la situación actual, en la que el Estado y sus
bancos ilegítimos (las cajas de ahorros) mantienen el monopolio a dos
del PP-PSOE. Y respecto a los sindicatos, exactamente lo mismo pero con
un desangre económico aún mayor para el contribuyente. Por supuesto,
creemos que los liberados sindicales deben desaparecer.
¿Qué sistema electoral propondría el P-Lib para regenerar la democracia?
En los sistemas electorales, como en
otros ámbitos (el Derecho, los impuestos), la proporcionalidad es
siempre una virtud. Nuestro sistema electoral adolece de una profunda
distorsión que permite mayorías absolutas con apenas un 40 % de los
votos, que deja sin representación a quienes en una circunscripción con
pocos elegibles superan porcentajes de incluso un 15 ó 20 %, etc. Es
necesario eliminar los umbrales, ampliar el Congreso hasta el tope
constitucional de cuatrocientos escaños con una lista general
complementaria de los escaños elegidos en circunscripciones concretas,
reagrupar éstas por comunidades autónomas para garantizar la
representación de todas las formaciones relevantes, y sería muy deseable
implementar un sistema de voto por prioridades (como en Australia o
Irlanda) que asegure la no polarización y minimice la pérdida de votos.
No estamos a favor de sistemas que otorguen el cien por ciento de la
representación a una sola persona, ni con una vuelta ni con dos, ya que
estos sistemas eliminan la pluralidad trasladando a las cámaras un
bipartidismo forzado que no se corresponde con la realidad electoral.
Preferimos que las listas no estén cerradas ni bloqueadas, aunque ello
complique en cierta medida el proceso. También es de justicia
representar con escaños no asignados la opción legítima del voto en
blanco, cuya actual representación está injustamente repartida entre las
candidaturas que obtienen representación. Y proponemos que todos los
residentes legales en España tengan derechos plenos de sufragio activo y
pasivo a los pocos años de estar entre nosotros, con independencia de
que se dé o no reciprocidad, puesto que pagan impuestos como cualquiera.
¿Qué aporta Ayn Rand al P-Lib?
Respondo ahora a título estrictamente
personal y mis palabras no comprometen ni al P-Lib ni a sus otros
miembros. Para mí, Ayn Rand no es sólo una gran narradora, sino una
figura clave del mundo de las ideas porque desmantela razonadamente el
concepto (tan asentado durante milenios, ya desde los albores de las
primeras civilizaciones) de que el ser humano es inferior a otros, ya
sea inferior a las masas o inferior a las deidades creadas por cada
cultura. Esa reivindicación de la persona, ese despertar del individuo
humano como un ser autoposeído y moralmente autosuficiente, que debe
seguir los más altos dictados de su propia razón, me parece singular y
trascendental. Otra idea fundamental en el pensamiento de Rand es la
consideración de los derechos humanos como un absoluto no sometido a la
tiranía colectivista: “la función política de los derechos es defender a
la minoría frente a la mayoría, y la menor minoría es el individuo”.
Rand afirma también que “la razón es la herramienta básica del hombre
para sobrevivir”, y personalmente me duele ver con cuánta frecuencia las
personas son incapaces de valorar suficientemente la razón y prefieren
sustituírla por todo tipo de atajos intelectuales. Creo que la
consecuencia social de la supremacía de la razón frente a cualquier otro
sistema de asunción de verdades es, necesariamente, la implantación
natural de un orden económico y político basado en la acción humana
espontánea y en la no coerción, es decir, en la libertad. Y creo que en
ese marco las relaciones de todo tipo entre personas se dan de una
manera mucho más fructífera y provechosa que en los marcos paternalistas
y dirigistas del pasado. Debo insistir en que se trata simplemente de
mi visión personal.
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