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Tuesday, August 16, 2016

Debilidad estructural

Isaac Katz considera que la debilidad estructural en la economía mexicana es la ausencia de un Estado de Derecho sólido.

Isaac Katz es investigador y catedrático del Instituto Autónomo de México.
El INEGI dio a conocer dos indicadores que apuntan hacia un estancamiento de la economía. Primero, una estimación oportuna del PIB en el segundo trimestre y segundo, los indicadores cíclicos para el mes de mayo.
Respecto de la estimación oportuna del PIB, la actividad económica durante el segundo trimestre decreció 0,3% respecto del primer trimestre y un crecimiento con relación al segundo trimestre del año pasado de únicamente 1,4%. Por sectores de actividad respecto del trimestre previo, el primario decreció 0,1%, el secundario cayó 1,7% y el terciario no cambió. Respecto del segundo trimestre del 2015, el primario creció 4,3%, el secundario disminuyó en 0,5%, mientras que el terciario creció en 2,4%.



Por lo que toca a los indicadores cíclicos, el coincidente a mayo se ubicó en 99,9 puntos (con una disminución respecto a abril de 0,02 puntos), mientras que el índice adelantado a junio se ubicó en 99,4 puntos (una caída de 0,03 puntos en relación a mayo).
Es claro que la economía no va bien y las expectativas de crecimiento para éste y el próximo año se han revisado a la baja. Se pueden adelantar explicaciones puntuales sobre el mediocre crecimiento que ha tenido recientemente la actividad económica, como es el bajo crecimiento de la economía estadounidense y su efecto sobre las exportaciones manufactureras, la disminución en el valor de la producción petrolera, así como el dispendio e ineficacia del gasto público. El problema, a mi parecer, es uno más profundo, uno que es realmente estructural y que se centra en la debilidad del estado de derecho prevaleciente en México. Un indicador de ello es que México, a pesar de tener una posición geográfica envidiable, con un tratado de libre comercio con la economía más grande del mundo, reciba flujos de inversión extranjera directa que apenas llegan a representar el 2% del PIB.
México es un país de leyes solo porque son muchas, no porque sean eficientes y menos aún porque se cumplan. Un íntegro estado de derecho tiene cuatro elementos centrales. Primero, en el marco legal tienen que estar eficientemente definidos los derechos de propiedad. Segundo, los agentes económicos privados deben tener la libertad de utilizar sus recursos mientras en el ejercicio de esa libertad no atenten en contra de los derechos de terceros. Tercero, todo intercambio tiene que ser libre y voluntario, lo cual requiere que todos los mercados operen en competencia. Cuarto, que el poder judicial sea independiente, imparcial, eficiente y expedito y que garantice el cumplimiento de los contratos y proteja los derechos privados de propiedad en contra de actos de terceros, incluidos los actos de gobierno que los vulneren.
Es claro que estamos muy lejos de ser un país en el que predomine el estado de derecho: las leyes, empezando por la constitución, no son eficientes; existe una continua violación de los derechos privados de propiedad; no todas las transacciones son enteramente voluntarias dada la existencia de prácticas monopólicas privadas y gubernamentales; y, finalmente, el poder judicial no está garantizando la inviolabilidad de la propiedad privada ni el cumplimiento de los contratos.
Elementos coyunturales podrán explicar puntualmente el desempeño de tal o cual sector de actividad en un periodo dado, pero no pueden explicar el que la economía mexicana lleve más de tres décadas creciendo a tasas más que mediocres, un crecimiento promedio anual de solo 2%. Debilidad del estado de derecho, corrupción e impunidad son los elementos que lo explican y mientras esto no cambie, difícilmente experimentaremos un mejor desempeño.

Debilidad estructural

Isaac Katz considera que la debilidad estructural en la economía mexicana es la ausencia de un Estado de Derecho sólido.

Isaac Katz es investigador y catedrático del Instituto Autónomo de México.
El INEGI dio a conocer dos indicadores que apuntan hacia un estancamiento de la economía. Primero, una estimación oportuna del PIB en el segundo trimestre y segundo, los indicadores cíclicos para el mes de mayo.
Respecto de la estimación oportuna del PIB, la actividad económica durante el segundo trimestre decreció 0,3% respecto del primer trimestre y un crecimiento con relación al segundo trimestre del año pasado de únicamente 1,4%. Por sectores de actividad respecto del trimestre previo, el primario decreció 0,1%, el secundario cayó 1,7% y el terciario no cambió. Respecto del segundo trimestre del 2015, el primario creció 4,3%, el secundario disminuyó en 0,5%, mientras que el terciario creció en 2,4%.


Tuesday, August 2, 2016

La Escuela Austríaca en la ciencia económica

Karelys Abarca
Karelys Abarca es Economista, egresada de la Universidad Central de Venezuela, y Profesora-Investigadora en la Facultad de Economía de esta casa de estudios. Ha sido dos veces Premio Nacional Alberto Adriani, galardón otorgado por el Banco Central de Venezuela y la Fundación Alberto Adriani. Twitter: @karelitabarca
Carl Menger fue el fundador de la Escuela Austríaca de economía, una de las menos divulgadas entre las que provocaron la revolución marginalista a finales del siglo XIX. Su primer libro, Gründsätze der Volkswirtschaftslehre (Principios de Enseñanza de Economía Política) hace importantes críticas a la economía clásica, pues presenta una teoría del valor antagónica a la corriente de pensamiento predominante. De acuerdo a esta visión son los precios de los bienes los que determinan los costos de producción y no al contrario. Carl Menger realizó también una profunda investigación sobre la moneda, donde explora la evolución histórica del dinero, así como una teoría del valor monetario que sirvió de partida a otros pensadores de esta escuela, como Wieser y Von Mises.



Uno de los exponentes de la Escuela Austríaca, Ludwig von Mises comenzó a dictar clases en la Universidad de Nueva York en 1948, después que la persecución nazi obligase a abandonar Viena a la mayor parte de los investigadores de esta corriente, apagándose la escuela en Austria y renaciendo en Estados Unidos. Entre los aportes más importantes de von Mises a la ciencia económica se encuentra una teoría del ciclo económico basada en causas monetarias y estructurales; además de la demostración científica de la imposibilidad de cuantificar la eficiencia económica en el modelo socialista. Esta imposibilidad deviene del contraste con el concepto austriaco de eficiencia dinámica, impulsada por la innovación, el emprendimiento y la competencia en el sistema, mientras que en socialismo los controles y la planificación centralizada hacen inviable la adecuada asignación de recursos. En el caso específico de Venezuela podemos verificar la tesis de Ludwig von Mises, pues eficiencia y modelo económico socialista aparecen como términos disociados.
Para la Escuela Austriaca la utilidad marginal, específicamente la ley de utilidad marginal decreciente, explica por qué el consumidor obtiene una satisfacción subjetiva menor cada vez que consume unidades adicionales de un bien, y puede explicar por sí misma la formación de precios sin incluir los costos de producción. Es decir, que a partir del principio de la utilidad marginal, la Escuela Austriaca llegó a la conclusión de que no son los costos los que determinan los precios, sino al contrario, son los precios de los bienes y servicios finales los que determinan los costos de producción.
Friedrich von Hayek, por su parte, fue uno de los discípulos más reconocidos de von Mises. Hayek afirma que la información en la economía de mercado es imperfecta, incorporando la incertidumbre en el análisis económico de manera coherente y pionera, incluso antes que otras escuelas de pensamiento. Un importante aporte de Hayek es su teoría monetaria y la relación con los ciclos económicos. Respecto a la expansión de la oferta monetaria, Hayek demuestra que ésta no genera un efecto de crecimiento en la economía real, sino distorsiones en los precios, lo que conlleva a una asignación ineficiente de los recursos. Esto significa que la inflación generada por una pésima política monetaria del gobierno, empobrece a la gente y destruye la eficiencia del sistema económico. Hayek también contribuye en la profundización de la tesis de imposibilidad de cuantificación de la eficiencia económica en el modelo socialista.
Igual que Menger y von Mises, Hayek estaba convencido que son las ideas y no la fuerza, las que deben prevalecer para establecer una sociedad libre, siendo el ámbito más propicio de las ideas, la Academia y no la Política. En este sentido, todos los pensadores de la Escuela Austriaca hicieron valiosos aportes al nuevo pensamiento liberal.
Pero la diferencia primordial que distancia a la Escuela Austriaca de otras escuelas del pensamiento económico es la teoría del valor. Las escuelas clásica y neoclásica afirman que los precios están determinados por los costos de producción y las leyes de comportamiento del consumidor sólo complementan esta formación de precios, no obstante las conclusiones de los austriacos fueron completamente diferentes.
Para la Escuela Austriaca la utilidad marginal, específicamente la ley de utilidad marginal decreciente, explica por qué el consumidor obtiene una satisfacción subjetiva menor cada vez que consume unidades adicionales de un bien, y puede explicar por sí misma la formación de precios sin incluir los costos de producción. Es decir, que a partir del principio de la utilidad marginal, la Escuela Austriaca llegó a la conclusión de que no son los costos los que determinan los precios, sino al contrario, son los precios de los bienes y servicios finales los que determinan los costos de producción.
De acuerdo a la teoría de valor de la Escuela Austriaca, ninguna empresa estará dispuesta a pagar por los factores de producción un precio superior al que los consumidores pagarían por el bien final. Las empresas están dispuestas a pagar los precios de los factores productivos, porque los consumidores están dispuestos a pagar los precios finales, de donde se concluye que los costos son el resultado de la existencia de precios esperados de bienes y servicios y no al revés. Si alguien duda de la importancia de esta premisa, que observe con detalle el caso venezolano.
En Venezuela se vive una constante situación de escasez por efecto de los controles de precios, que hacen que las señales de mercado entre consumidores y productores se borren, por lo que las personas dan mayor valor subjetivo a todo porque nada se consigue, y están dispuestas a pagar un precio más alto por las cosas, favoreciendo a la alta inflación, con lo que se incrementan a la par los costos de producción. A pesar de los controles y regulaciones del gobierno sobre el proceso productivo de las empresas, no se puede evitar ni detener el incremento de los costos de producción, porque no se puede detener el incremento de los precios de los bienes y servicios finales en los mercados no regulados o negros que se forman de manera paralela a los controles de precios. La economía venezolana demuestra de manera contundente que es la utilidad marginal del consumo la que determina los precios de los bienes y servicios finales y no los costos de producción de las empresas.
Considerando las ideas de la Escuela Austriaca, la solución inflacionaria en Venezuela exige eliminar los controles de precios para estabilizarlos y bajar la presión que ejerce la escasez sobre la psique de los consumidores, en vez de sofocar a las empresas a través del control de costos de producción, además se debe aplicar una política monetaria coherente y disciplinada. Para resolver la economía de Venezuela se requiere libertad de acción por parte de consumidores y productores, y una moneda estable, porque tal como afirma esta escuela la eficiencia es dinámica, y no hay eficiencia donde predomina el control.

La Escuela Austríaca en la ciencia económica

Karelys Abarca
Karelys Abarca es Economista, egresada de la Universidad Central de Venezuela, y Profesora-Investigadora en la Facultad de Economía de esta casa de estudios. Ha sido dos veces Premio Nacional Alberto Adriani, galardón otorgado por el Banco Central de Venezuela y la Fundación Alberto Adriani. Twitter: @karelitabarca
Carl Menger fue el fundador de la Escuela Austríaca de economía, una de las menos divulgadas entre las que provocaron la revolución marginalista a finales del siglo XIX. Su primer libro, Gründsätze der Volkswirtschaftslehre (Principios de Enseñanza de Economía Política) hace importantes críticas a la economía clásica, pues presenta una teoría del valor antagónica a la corriente de pensamiento predominante. De acuerdo a esta visión son los precios de los bienes los que determinan los costos de producción y no al contrario. Carl Menger realizó también una profunda investigación sobre la moneda, donde explora la evolución histórica del dinero, así como una teoría del valor monetario que sirvió de partida a otros pensadores de esta escuela, como Wieser y Von Mises.


Monday, July 18, 2016

El candidato libertario

Ian Vásquez comenta el inusitado surgimiento en las encuestas del candidato libertario Gary Johnson, un candidato que reúne propuestas significativamente distintas a aquellas de los candidatos del Partido Demócrata y del Partido Republicano.
Ian Vásquez es Director del Centro para la Libertad y la Prosperidad Global del Cato Institute.
En la polarizante campaña presidencial de EE.UU. ocurre un fenómeno que parece ir a contracorriente de las tendencias. Es el incipiente surgimiento del candidato de un tercer partido: Gary Johnson del Partido Libertario. Sus ideas distan mucho de las de los otros dos candidatos, y si pudiera influir en el debate nacional, o si llegara a ser elegido —cosa improbable— favorecería a América Latina, pues sus propuestas políticas son mucho más amigables hacia la región. De todas maneras, Johnson refleja un sentimiento importante en el público estadounidense.



Un hecho impresionante acerca de los dos candidatos principales —Hillary Clinton del Partido Demócrata y el republicano Donald Trump— es su nivel de rechazo. Ambos están empatados en los sondeos, recibiendo alrededor de 40% de apoyo popular cada uno. Pero Clinton y Trump son los dos candidatos con las imágenes más fuertemente negativas en las últimas diez elecciones presidenciales de ese país, según una reconocida autoridad que analiza encuestas (fivethirtyeight.com). Un 37% de las personas tiene una imagen altamente desfavorable de Clinton, mientras que un 53% rechaza de igual forma a Trump.
Es más, según el New York Times, buena parte de la gente que se identifica con un partido político está desilusionada con sus candidatos. Más de un tercio de los republicanos, por ejemplo, se siente así y piensa que Trump no representa sus valores. La mayoría de los votantes estadounidenses piensa que ninguno de los dos candidatos es honesto o un individuo en quien se puede confiar.
Es en ese contexto en el que Johnson empieza a recibir un creciente apoyo inusitado para un país en que los candidatos de terceros partidos casi nunca logran más que unos pocos puntos porcentuales en las encuestas, y donde mucho menos han ganado una elección presidencial. Johnson ahora goza de entre 10% y 12% en las encuestas. Es todavía bastante desconocido. Hasta dónde puede llegar depende de qué tan representativas sean sus ideas y de lo mal que lo pueda tratar el ‘establishment’ político.
Según un sondeo de este año de Gallup, el 27% de estadounidenses se puede considerar libertario. Sus puntos de vista son consistentes con los de Johnson y su Partido Libertario que favorecen el conservadurismo fiscal y el liberalismo social. De modo que Johnson representa una alternativa a las propuestas de los otros dos candidatos. Está a favor de limitar el gasto y los impuestos, restringir el intervencionismo militar y exterior, reformar la política antinarcótica, liberalizar más el comercio, poner fin al excesivo poder del Ejecutivo y a los abusos que conlleva, reformar el sistema de justicia criminal que especialmente perjudica ahora a las minorías, etc.
Para que sea más conocido, Johnson tendrá que participar en los debates presidenciales, pero los dos partidos tradicionales harán lo posible para que eso no ocurra. Desde fines de los ochenta, han controlado a quienes incluyen en tales debates, típicamente excluyendo a un tercer candidato. La única excepción fue la del multimillonario Ross Perot en 1992, quien fue incluido porque George Bush padre insistió en ello pensando que le restaría votos a Bill Clinton. Bush se equivocó. Para antes del debate Perot tenía 7% de apoyo en las encuestas. Se llevó el 19% del voto en las elecciones presidenciales y le restó apoyo a Bush.
La lección era clara: participar del debate puede aumentar notablemente el apoyo de un tercer candidato. Desde entonces, no se le ha permitido a uno debatir. La nueva regla es que tiene que tener 15% de apoyo en los sondeos para calificar.
No es imposible que Johnson lo logre. En ese caso, los latinoamericanos también verían propuestas claramente diferentes a las que ofrecen los republicanos y demócratas. Respecto a la guerra contra las drogas, Johnson favorece legalizar la marihuana y reformar la política actual. Aboga además por una política migratoria más liberal y abierta en la que sea fácil para los inmigrantes ir a trabajar a EE.UU. y también, a diferencia de Trump y Clinton, apoya el libre comercio con convicción.
La campaña presidencial estadounidense ha sido decepcionante. Pero además de las fallas en su sistema democrático, está reflejando un poco de esperanza, o por lo menos que el pueblo estadounidense es mucho más diverso políticamente de lo que a primera vista parece

El candidato libertario

Ian Vásquez comenta el inusitado surgimiento en las encuestas del candidato libertario Gary Johnson, un candidato que reúne propuestas significativamente distintas a aquellas de los candidatos del Partido Demócrata y del Partido Republicano.
Ian Vásquez es Director del Centro para la Libertad y la Prosperidad Global del Cato Institute.
En la polarizante campaña presidencial de EE.UU. ocurre un fenómeno que parece ir a contracorriente de las tendencias. Es el incipiente surgimiento del candidato de un tercer partido: Gary Johnson del Partido Libertario. Sus ideas distan mucho de las de los otros dos candidatos, y si pudiera influir en el debate nacional, o si llegara a ser elegido —cosa improbable— favorecería a América Latina, pues sus propuestas políticas son mucho más amigables hacia la región. De todas maneras, Johnson refleja un sentimiento importante en el público estadounidense.


Atraer inversión extranjera (I): apertura de las economías


En un primer artículo, comentamos que la diferencia entre los países ricos y pobres es que estos últimos no acumulan capital y, por lo tanto, son mucho menos productivos. La principal razón que diferencia a países pobres y ricos es el ahorro. En un segundo artículo explicamos cómo la captación de inversión extranjera solucionaba este problema de acumulación de capital mediante la “importación” de ahorro extranjero.
En este artículo expondremos cómo la atracción de inversión extranjera, y por tanto, del crecimiento y bienestar de un país, depende del grado de apertura de su economía.
Una variable que nos indica cuán abierta es una economía son los aranceles (tariffs). Los aranceles son impuestos a las importaciones. De aplicarse, éstas se encarecen y dejan de ser competitivas en el mercado destino. Esto es lógico: si deseamos exportar un producto a otro país, ya de por sí tendremos más costes por el transporte y la gestión del envío. Si además se nos encarece el producto un 20 ó 30% debido a un arancel, podemos estar seguros que no podremos competir con las empresas locales.
Los aranceles son, claro está, una restricción al comercio internacional. ¿Cuál es el motivo de que los países tomen estas acciones? Oficialmente los argumentos suelen ser los siguientes:



  • Recaudación de impuestos. Los aranceles no dejan de ser un impuesto que el Estado recauda. En los países no desarrollados en los que el registro de la actividad económica es muy difícil, los ingresos del Estado por aranceles suelen ser significativos. Son muy fáciles de recolectar porque las mercancías pasan por las fronteras. De media en África los aranceles pueden representar más del 25% de los ingresos de Estado según datos del Banco Mundial. En Europa son alrededor de un 2-3%.
  • Argumento laboral. Hay que proteger al país de las importaciones que provienen de países con salarios menores porque empujarán los salarios del país a la baja.
  • Industria “infante”. Hay que proteger a las empresas que están “naciendo” de empresas extranjeras más grandes y más establecidas porque de lo contrario las empresas infantes no conseguirán desarrollarse.
  • Seguridad Nacional. Hay industrias que deben protegerse por seguridad nacional.
  • Protección cultural. Si no se restringen las importaciones, las culturas más masivas e influyentes acabarán imponiéndose a las locales.
  • Venganza arancelaria. Hay que imponer aranceles y barreras porque otros países lo hacen.
Todos estos argumentos son rebatibles punto por punto, pero aquí nos centraremos en la verdadera causa principal de las restricciones a las importaciones: protección de las empresas locales.
Abrir fronteras al comercio significa básicamente aumentar el número y nivel de los competidores. Las empresas locales pasan de competir con pocas empresas (muchas de ellas ineficientes) a competir con muchas más empresas globales (muchas de ellas muy eficientes).
Esto conlleva un lógico periodo de reestructuración económica debido al aumento de competición y dinamismo del mercado. Así, las empresas ineficientes y obsoletas quebrarán al no satisfacer en igual medida al consumidor. Las empresas que aporten más valor y beneficios a los consumidores serán elegidas y mantenidas por éstos.
El resultado es el conflicto social propiciado por las empresas locales ineficientes incapaces de servir al consumidor como el resto de empresas competidoras. Buscan lograr a través del Estado lo que no logran en un mercado competitivo libre. Concretamente buscan prohibir que haya competidores mediante restricciones al comercio. Si el Estado cae en el error de prohibir las importaciones, los consumidores y la sociedad en su conjunto sufrirán las consecuencias.
Y es que cuando se prohíben las importaciones se prohíbe la entrada de nuevos productos, tecnologías y conocimiento. No hay ningún país que pueda desarrollar todos los productos y servicios que necesita. Y aunque así fuera, no hay ningún país que pueda ser líder en el desarrollo de conocimiento en absolutamente todos los campos.
Lo cual significa que, si no permitimos la entrada de nuevo conocimiento, las empresas locales quedarán obsoletas irremediablemente. Habrá quién argumente que eso no importa demasiado siempre que se siga exportando.
Pero lo cierto es que importaciones y exportaciones van “de la mano”. Si un país impide las importaciones sus empresas quedarán obsoletas. Por lo tanto, acabará por no poder exportar, ya que producirán productos y servicios que nadie desea comprar ya que han dejado de satisfacer necesidades. Y esto, claro está, es el final económico de un país y de su bienestar.
A continuación, presento unos gráficos elaborados a partir de datos de UN para ver la relación que hay entre un aumento de comercio internacional de un país (suma de importaciones y exportaciones) y la atracción de inversión extranjera. En un pasado artículo ya vimos la correlación que había entre inversión extranjera y crecimiento económico.




Por último, mostrar un gráfico que recoge la conclusión expuesta anteriormente: una reducción de aranceles hace aumentar las importaciones y exportaciones, lo cual hace aumentar la inversión extranjera que, a su vez, promueve el crecimiento económico y el bienestar.

Atraer inversión extranjera (I): apertura de las economías


En un primer artículo, comentamos que la diferencia entre los países ricos y pobres es que estos últimos no acumulan capital y, por lo tanto, son mucho menos productivos. La principal razón que diferencia a países pobres y ricos es el ahorro. En un segundo artículo explicamos cómo la captación de inversión extranjera solucionaba este problema de acumulación de capital mediante la “importación” de ahorro extranjero.
En este artículo expondremos cómo la atracción de inversión extranjera, y por tanto, del crecimiento y bienestar de un país, depende del grado de apertura de su economía.
Una variable que nos indica cuán abierta es una economía son los aranceles (tariffs). Los aranceles son impuestos a las importaciones. De aplicarse, éstas se encarecen y dejan de ser competitivas en el mercado destino. Esto es lógico: si deseamos exportar un producto a otro país, ya de por sí tendremos más costes por el transporte y la gestión del envío. Si además se nos encarece el producto un 20 ó 30% debido a un arancel, podemos estar seguros que no podremos competir con las empresas locales.
Los aranceles son, claro está, una restricción al comercio internacional. ¿Cuál es el motivo de que los países tomen estas acciones? Oficialmente los argumentos suelen ser los siguientes:


Friday, June 24, 2016

Siete argumentos morales para el libre comercio

por Daniel T. Griswold

Daniel T. Griswold fue Director del Centro de Estudios de Política Comercial del Cato Institute.


La política comercial estadounidense casi siempre es debatida en términos de la utilidad económica: ¿El libre comercio aumenta o disminuye los ingresos? ¿Ayuda o daña a la industria estadounidense? ¿Crea o destruye empleo? Pero detrás de las estadísticas y anécdotas yacen supuestos morales acerca de la naturaleza humana, la soberanía del individuo y el papel del gobierno en una sociedad libre. Puede ser que el libre comercio estimule la eficiencia y logre resultados, pero ¿es moralmente superior al proteccionismo?
En el mes de abril de 2001, durante la Cumbre de las Américas en Québec, los manifestantes anticapitalistas respondieron con un rotundo no, condenando al libre comercio como una herramienta de los ricos que explota a los pobres y socava la democracia.



Algunos conservadores religiosos presentan al libre comercio como una herramienta del diablo. El candidato del Partido Reformista de los Estados Unidos, Pat Buchanan, en su libro de 1998 La Gran Traición llamó a la doctrina del libre comercio "una fe secular... nacida de la rebelión contra la iglesia y la corona". Gary Bauer, ex dirigente del Consejo de Investigación Familiar y aspirante fallido a la Casa Blanca, compara al comercio estadounidense con China con la política de apaciguamiento utilizada con la Unión Soviética.
En mayo, en un discurso frente al Consejo de las Américas, el presidente Bush se incorporó al debate moral, diciendo a su audiencia: "La apertura del comercio no es simplemente una oportunidad económica, es un imperativo moral. El comercio crea empleo para los desocupados. Cuando negociamos por la apertura de mercados, estamos proveyendo nuevas esperanzas a los pobres del mundo. Cuando promovemos la apertura comercial, estamos promoviendo la libertad política. Las sociedades que se abren al comercio a través de sus fronteras se abrirán a la democracia dentro de ellas, no siempre inmediatamente y no siempre prolijamente, pero a su debido tiempo".
Los simpatizantes del libre comercio no deben sustraerse de elaborar argumentos morales en apoyo a su causa; esos alegatos tienen raíces profundas en nuestra cultura. El poeta griego Homero, en su Odisea, alabó con poesías la influencia del comercio:
Ya que los Cíclopes no tienen naves con
proas púrpura,
ni artesanos que les construyan
buenos y ataviados navíos
que puedan llevarlos a puertos de visita extranjeros
como la mayoría de los hombres que se arriesga en los mares
para comerciar con otros
tales artesanos hubieran hecho de esta isla
también un lugar decente en el cual vivir...
La Biblia Judeocristiana advierte sobre el orgullo que puede acarrear las riquezas, pero no condena el comercio internacional de por sí. En Primeros Reyes, informa como un hecho que el comercio era  parte del esplendor del Rey Salomón: "El rey tenia una flota de navíos comerciales junto con los buques de Hirma. Retornaban cada tres años, transportando oro,  plata y marfil y monos y babuinos." En el Nuevo Testamento, en el segundo capítulo de Mateo, leemos acerca de los famosos reyes magos del Este, quienes viajaron desde Arabia o quizás desde tierras tan distantes como Persia para traer oro, incienso y mirra al niño Jesús (Por suerte no tuvieron que lidiar con las aduanas o el boicot árabe a Israel).
El profeta del antiguo testamento Ezequiel previene a los ciudadanos de Tiro, la bulliciosa ciudad portuaria mediterránea, "Por su gran habilidad en el comercio han incrementado sus riquezas, y debido a sus riquezas sus corazones se han vuelto orgullosos." Pero aun cuando la Biblia se refiere con  severidad a "los mercaderes de la tierra" no es el comercio internacional en sí el que es condenado sino la ambición y carácter de los comerciantes. El pecado no es comerciar, sino las balanzas deshonestas, la codicia, el abandonarse a los lujos y la tentación al orgullo que puede venir de la riqueza. En este respecto, el comercio no es más pecaminoso que los descubrimientos tecnológicos o el trabajo duro.
Una cantidad de teólogos y filósofos en los primeros siglos después de Cristo, consideraban al comercio entre naciones un regalo de Dios. En su libro publicado en 1996, Contra la Corriente: Una Historia Intelectual del Libre Comercio, el profesor Douglas Irwin del Dartmouth College describe esta visión del comercio que ha sido llamada la Doctrina de la Economía Universal. щsta, sostenía que Dios había distribuido los bienes y recursos disparejamente a lo largo del mundo para fomentar el comercio entre distintas naciones y regiones.
En el siglo IV después de Cristo, el escritor pagano Libanius expandió la doctrina declarando:
"Dios no otorgó todos los productos a todas las partes de la tierra, sino que distribuyó sus regalos en diferentes regiones, con el fin de que los hombres cultiven una relación social, porque uno tendría la necesidad de la ayuda del otro. Y así, invocó la existencia del comercio; que todos los hombres tuvieran la posibilidad del disfrute en común de los frutos de la tierra, sin importar donde producidos."
El pensamiento moral occidental ofrece cimientos sólidos para la búsqueda de la apertura económica. Nutriéndose en esa tradición, aquí hay siete argumentos morales para abogar por el libre comercio entre las naciones.
 
Uno: El Libre Comercio Respeta la Dignidad y Soberanía del Individuo.
Un hombre que lleva a cabo un trabajo honesto tiene un derecho básico a disfrutar de los frutos de su labor. Es una violación de mi derecho a la propiedad que el gobierno me prohíba intercambiar lo que produzco por algo producido por otro ser humano, ya sea que la persona con la cual comercio esté en el pueblo vecino o en otro continente.
El proteccionismo es una forma de robo, una violación del Octavo Mandamiento y otras prohibiciones contra el robo. Le quita a un grupo de personas, usualmente un amplio numero de consumidores, y le da el botín a un pequeño grupo de productores que aducen que estarían peor bajo un régimen de competencia.
El libre comercio cumple con el test más elemental de justicia, darle a una persona control soberano sobre aquello que es suyo. En su ensayo de 1849, "Proteccionismo y Comunismo", Frederic Bastiat escribió:
Todo ciudadano que haya producido o adquirido un producto debe tener la opción de aplicarlo a su uso personal o transferirlo a quienquiera sobre la faz de la tierra que acuerde darle a cambio el objeto de sus deseos. Privarlo de esta opción cuando no ha cometido acto alguno contrario al orden publico o la moral, y tan solo para satisfacer la conveniencia de otro ciudadano, es legitimar un acto de saqueo y violar la ley de la justicia
Dos: El Libre Comercio Limita el Poder del Estado
El libre comercio es moralmente superior al proteccionismo porque deposita su confianza en lo que Adam Smith llamó "el sistema natural de la libertad", en lugar de un sistema centralizado de política industrial. Al hacer esto le permite a los ciudadanos satisfacer su potencial creativo y productivo.
No hay una razón moral convincente por la cual un pequeño grupo de políticos debería decidir, sobre la mera base de donde son producidas las cosas, qué bienes y servicios un individuo puede comprar con sus ingresos. Al diseminar la toma de decisiones económicas tanto como sea posible, el libre comercio reduce el poder de las personas (siempre falibles y sujetas a la tentación y abuso del poder) en las altas esferas para inflingirle daño a la sociedad.
Tal como los economistas han venido señalando desde hace dos siglos, las ganancias que el proteccionismo dispensa a un selecto grupo de productores y a las arcas del gobierno, en prácticamente todos los casos, son superadas por las perdidas impuestas a la masa de  los consumidores. Esta perdida debilita la capacidad productiva del país como un todo comparado con lo que sería si sus ciudadanos tuvieran permitido comerciar libremente.
Los productores que buscan protección no solo le están robando a sus conciudadanos ingresos y libertad de elección; están debilitando la fortaleza económica de su propia sociedad. Los proteccionistas tienden a disfrazar sus intenciones con palabras de patriotismo y compasión pero sus metas son egocéntricas y mezquinas.
 
Tres: El Libre Comercio Alienta a los Individuos a Cultivar Virtudes Morales
Para ser exitoso en un mercado libre y abierto, los productores debe servir a sus prójimos mediante la provisión de los bienes y servicios que quieren y necesitan. Aquellos que provean no a unos pocos elegidos, sino al segmento amplio de los consumidores serán los más exitosos económicamente.
En 1991, en la encíclica Centesimus Annus, el Papa Juan Pablo II observó que un sistema de mercado alienta las importantes virtudes de "la diligencia, laboriosidad, prudencia en la toma de riesgos razonables, responsabilidad y lealtad en las relaciones interpersonales, como así también el coraje en la ejecución de decisiones que son difíciles pero necesarias". Además de tales virtudes de carácter, el comercio estimula el buen trato hacia los otros.
En el largo plazo, el comercio recompensa a aquellos participantes que actúan de una manera digna de confianza. Un proveedor que no cumple con las fechas de entrega o un comprador cuyo crédito no es bueno enseguida perderá negocios a manos de competidores con mejor reputación. Dicho de otro modo, no hay un conflicto inherente entre los buenos negocios y la virtud moral, y en un mercado libre y abierto, bajo el imperio de la ley, ambos se complementan.
 
Cuatro: El Libre Comercio Acerca a la Gente
El comercio abre puertas para relaciones que trascienden el intercambio económico. Cuando las naciones comercian, no solo los bienes materiales cruzan las fronteras, la gente y las ideas inevitablemente cruzan por las mismas puertas. Los teléfonos celulares, las maquinas de fax y la Internet se están difundiendo rápidamente como herramientas de los negocios internacionales, pero son también herramientas de amistad y evangelización.
En un Foro de Política del Cato Institute en 1999, Ned Graham, hijo de Billy Graham y presidente de East Gates International, habló acerca del impacto de la expansión del  comercio en el trabajo de  su organización misionera en China:
"Hace diez años, prácticamente no había tecnología de intercambio de información disponible para el ciudadano chino promedio. Si queríamos contactar un amigo en China normalmente teníamos que recurrir al correo a menos que tuviese un teléfono privado, lo cual era extremadamente raro en las provincias del interior.... Hoy, a pesar de las dificultades, mucho de esto ha cambiado. Nos comunicamos de manera rutinaria con miles de amigos en toda China vía fax, email o teléfono celular. La proliferación de tecnología de la información nos permitió ser mucho más efectivos en la organización y desarrollo de nuestro trabajo en la Republica Popular China".
Hoy en día más de 100 grupos misioneros occidentales están trabajando o tratando de trabajar abiertamente en China para difundir la fe. Desde 1992 la organización de Ned Graham en China, distribuyó legalmente 2,5 millones de Biblias a creyentes no registrados.
Este ministerio hubiera sido imposible sin la apertura económica que China comenzó hace 20 años y la política estadounidense, aun vigente, de involucrarse en esa apertura. Hoy en día mas de 20 millones de chinos están conectados a la Internet, y ese numero ha estado creciendo de forma exponencial. El número de líneas telefónicas y teléfonos celulares se ha más que duplicado en la ultima década. Las obras de Friedrich Hayek, probablemente el defensor más influyente de la sociedad libre en el siglo pasado, están siendo distribuidas legalmente en la China continental. El libre comercio trajo nuevas ideas y vínculos a China y otras economías que previamente estaban cerradas.
 
Cinco: El Libre Comercio Promueve Otros Derechos Humanos
Este es probablemente el más debatible de los siete argumentos, y va directo al núcleo del debate corriente acerca del comercio con China y el uso de sanciones en el nombre de los derechos humanos y la democracia. Al aumentar el nivel general de vida, el libre comercio ayuda a la gente a alcanzar niveles superiores de educación y a lograr acceso a fuentes alternativas de información. Ayuda a crear una clase media con mayor independencia de criterio que puede formar la columna vertebral de formas de gobierno más representativas. La riqueza creada como resultado de un mayor grado de comercio puede ayudar a nutrir y dar sustento a instituciones civiles que pueden ofrecer ideas e influencia fuera del gobierno. El afloramiento de las libertades civiles y un gobierno más representativo en países como Taiwán, Corea del Sur y México se puede atribuir en buena parte al desarrollo económico incentivado por el libre comercio y las reformas de mercado.
Como regla general, las naciones más abiertas económicamente tienden a gozar de otras libertades también. En los últimos 25 años, a medida que el mundo se alejaba de los controles centralizados de la economía hacia un mercado global más abierto, las libertades políticas y civiles también se extendieron. En 1975 la organización sin fines de lucro Freedom House clasificó a tan solo 42 países como políticamente libres, entendiendo por tales a aquellos donde los ciudadanos disfrutan libertades civiles y políticas plenas. Hoy en día el numero ha crecido a 85. El porcentaje de gente en el mundo que disfruta de libertades civiles y políticas plenas también se ha más que duplicado durante este lapso, del 18 al 40 por ciento.
En su libro "Los Negocios Como un Llamamiento", Michael Novak explica la interrelación con lo que llama "la teoría de la cuña":
"Las prácticas capitalistas traen consigo contacto con las ideas  y costumbres de las sociedades libres, generan el crecimiento económico que da la confianza política a una creciente clase media, y pone a la vista a los lideres de negocios que representan una alternativa política a los dirigentes militares o del partido. En resumen, las firmas capitalistas son una cuña en la roca del régimen autoritario".
Los conservadores religiosos que quieren terminar con las relaciones comerciales normales con China socavarían el progreso logrado en los derechos humanos al eliminar una de las influencias mas positivas en la sociedad china. Está claro que el gobierno chino hoy en día sigue siendo una dictadura opresora, un régimen que envía a la cárcel a sus oponentes políticos e interfiere en las vidas privadas de sus ciudadanos. Pero a pesar de todos sus defectos imperdonables, el gobierno chino de hoy no es ni por asomo tan malo como el existente bajo el dominio totalitario de Mao Tse-tung, cuando millones fueron asesinados y el orden social en su totalidad fue convulsionado por el Gran Salto Adelante y la Revolución Cultural. El pueblo de China no goza del espectro de libertades políticas y civiles que tenemos en Occidente, pero son más libres y están materialmente mejor que hace tres décadas. Esto es gracias a la liberalización económica y comercial.
 
Seis: El Libre Comercio Fomenta la Paz
En un discurso de 1845 en la Cámara de los Comunes británica, Richard Cobden llamó al libre comercio "ese adelanto que es premeditado a fin de entretejer más ajustadamente a las naciones en los lazos de la paz mediante el intercambio comercial". El libre comercio no garantiza la paz, pero la fortalece al incrementar el costo de la guerra para los gobiernos y ciudadanos. A medida que las naciones se tornan mas integradas  mediante la expansión de mercados, tienen más que perder si el comercio fuese desestabilizado.
En años recientes, las tendencias hermanas de la globalización y la democratización han producido su propio "dividendo de paz"; desde 1987 el gasto real en armamentos en todo el mundo ha caído en mas de un 30 por ciento. Desde el fin de la guerra fría, la amenaza de guerras internacionales de gran escala ha retrocedido. De hecho, en la actualidad, prácticamente todos los conflictos armados del mundo no son entre naciones sino en ellas.
Durante los años 30 las naciones industrializadas emprendieron guerras comerciales entre ellas. Aumentaron los aranceles de importación e impusieron cupos  a fin de proteger la industria local. Sin embargo, el resultado fue que las otras naciones aumentaron sus barreras aun más, asfixiando el comercio global y profundizando y prolongando la depresión económica global. Aquellos aciagos momentos económicos contribuyeron al conflicto que devino en la Segunda Guerra Mundial. La política de posguerra estadounidense, de aliento al libre comercio mediante acuerdos multilaterales, buscaba promover tanto la paz como la prosperidad.
 
Siete: El Libre Comercio Alimenta y Viste a los Pobres
El libre comercio y el mercado libre le dan a la gente pobre mayores oportunidades de crear riqueza y mantener a sus familias. Al dispersar el poder económico en un rango más amplio, el libre comercio y el mercado libre menoscaban la capacidad de las elites en los países subdesarrollados de depredar los recursos del  país a expensas de sus pobres. Evidencia al respecto se puede encontrar en los patrones de inmigración de los pobres a lo largo del mundo. Millones de pobres buscan dejar economías cerradas y controladas centralmente y van a aquellas que son más abiertas y menos controladas. Los pobres mismos entienden que una economía libre sirve mejor a sus intereses, aun cuando muchos de sus auto nombrados defensores intelectuales en Occidente no.
Las naciones abiertas al comercio tienden a ser más prosperas, así como las ciudades a lo largo de los litorales tienden a ser más ricas que aquellas localizadas en sitios más remotos y tierra adentro. El más reciente estudio de Libertad Económica del Mundo, de James Gwartney y Robert Lawson, encontró que las naciones que eran más abiertas económicamente desde 1980 hasta 1998 crecieron casi cinco veces más rápido que aquellas que eran más cerradas. También concluyeron que el crecimiento económico relacionado al comercio eleva el nivel de vida del conjunto de los pobres. Para citar el ejemplo más impresionante de esto, el Banco Mundial estima que el número de ciudadanos chinos que viven en la pobreza absoluta (es decir, menos de US$1 por día) ha caído desde 1978 en 200 millones. La abolición del status de comercio normal, entre todas sus otras consecuencias negativas, detendría uno de los programas de reducción de la pobreza más exitosos en la historia del mundo. En contraposición, el África Subsahariana y el sur de Asia, las regiones del mundo donde la pobreza ha sido más resistente, fueron las menos abiertas al comercio y la inversión extranjera.
Por todas estas razones, las sanciones comerciales caen con mayor fuerza sobre los pobres de las naciones que son objeto de las mismas. Los gobernantes de estos países tienen el poder de proteger sus cómodos estilos de vida, mientras que los pobres deben sufrir las consecuencias de las políticas estadounidenses que fueron puestas en vigencia con  el fin de ayudar a las personas que termina dañando. Pueden tener la certeza que los lideres comunistas de Cuba y la junta gobernante de Birmania continuarán disfrutando sus sabrosas cenas y autos con chofer mientras que los millones de  pobres que oprimen viven vidas aun más miserables debido a las sanciones comerciales estadounidenses.
Cuando todos los argumentos son puestos en la balanza, debería resultar claro que una política de libre comercio es  moral y también eficiente. El libre comercio limita el poder del estado e incrementa la libertad, autonomía y responsabilidad individual de la persona. Promueve comportamientos personales virtuosos y responsables. Acerca a la gente en "comunidades de trabajo" que cruzan fronteras y culturas. Abre las puertas a las ideas y al evangelismo. Socava la autoridad de los dictadores al expandir la libertad, oportunidad e independencia de la gente que tratan de controlar. Promueve la paz entre las naciones, ayuda a los pobres a vestirse y cuidarse a sí mismos y crea un mejor futuro para sus hijos. ¿Por cual de estas virtudes deberíamos rechazarlo?

Siete argumentos morales para el libre comercio

por Daniel T. Griswold

Daniel T. Griswold fue Director del Centro de Estudios de Política Comercial del Cato Institute.


La política comercial estadounidense casi siempre es debatida en términos de la utilidad económica: ¿El libre comercio aumenta o disminuye los ingresos? ¿Ayuda o daña a la industria estadounidense? ¿Crea o destruye empleo? Pero detrás de las estadísticas y anécdotas yacen supuestos morales acerca de la naturaleza humana, la soberanía del individuo y el papel del gobierno en una sociedad libre. Puede ser que el libre comercio estimule la eficiencia y logre resultados, pero ¿es moralmente superior al proteccionismo?
En el mes de abril de 2001, durante la Cumbre de las Américas en Québec, los manifestantes anticapitalistas respondieron con un rotundo no, condenando al libre comercio como una herramienta de los ricos que explota a los pobres y socava la democracia.


Thursday, June 23, 2016

Dinero estatal y dinero bancario


Steve Hanke
Steve H. Hanke es profesor de economía aplicada en la Johns Hopkins University en Baltimore. Hanke se desempeña como presidente del Toronto Trust Argentina en Buenos Aires, el fondo mutual con el mejor desempeño en el mundo en 1995. Ha sido asesor de varios gobiernos en un diverso conjunto de temas políticos. Actualmente es consejero estatal y asesor del presidente de Montenegro y asesor del ministro de economía y finanzas de Ecuador. En 1998. Hanke fue nombrado una de las 25 personas más influyentes en el mundo por la revista World Trade, y un Asociado Distinguido de la International Atlantic Economic Society.
Desde que la Reserva Federal empezó a considerar elevar la tasa de los fondos federales, lo cual eventualmente hizo en diciembre de 2015, mucho se ha dicho acerca de la reducción de compras de bonos por parte de la Fed. ¿Elevará o no las tasas la Fed? Cada vez que se forma un consenso alrededor de la respuesta a esa pregunta, todos los mercados del mundo suben o se hunden.
Esta obsesión con los comentarios acerca de la reducción de compras de bonos por parte de la Fed -el relato acerca de la tasa de interés- es sencilla, pero extraña. De hecho, está mal concebida -equivocada. Entonces, ¿por qué la obsesión? Esto es, en parte, el resultado de una resaca Keynesiana. Los Keynesianos se enfocan en las tasas de interés. El modelo macro de la corriente dominante, que es ampliamente utilizado hoy, es denominado como “el nuevo modelo Keynesiano”.



La esencia de la política monetaria en este modelo está enteramente capturada por los cambios en las tasas de interés actuales y esperadas. Sin embargo, el dinero no se encuentra en lugar alguno. Y no es solamente el nuevo modelo Keynesiano el que es defectuoso. El dinero y el crédito no encajan en el modelo de equilibrio general, el cual requiere una economía exclusivamente de trueque.
Cuando observamos el dinero bancario, la situación en EE.UU., Japón, y el Reino Unido ha sido sorprendente. Para estos países, la cantidad de dinero bancario en la economía era menor en enero de 2016 que en septiembre de 2008, poniendo en evidencia la existencia de políticas de dinero bancario restringido. No debería sorprender que EE.UU., Japón y el Reino Unido adoptaron desde un principio de este periodo el QE. Si no lo hubieran hecho, el crecimiento en la oferta monetaria en su sentido amplio hubiese sido mucho más anémica de lo que fue, resultando en profundas recesiones.
Esta obsesión con la tasa de interés es impresionante, particularmente considerando que Keynes le dedica relativamente pocas páginas en su Breve tratado sobre la reforma monetaria (1923) al dinero y el papel que este juega en la determinación del ingreso nacional. De manera que, en su obra de dos volúmenes de 1930, Un tratado sobre el dinero, Keynes dedica un espacio considerable a los bancos y su papel en la creación de dinero. En particular, Keynes divide al dinero en dos clases: dinero estatal y dinero bancario. El dinero estatal es de alta potencia y es producido por los bancos centrales. El dinero bancario es producido por los bancos comerciales a través de la creación de depósitos.
Keynes dedica muchas páginas en Un tratado sobre el dinero abordando el dinero bancario. Esto no es sorpresa porque, como Keynes aclara, el dinero bancario se impuso al dinero estatal en 1930. Las cosas no han cambiado mucho desde ese entonces. Hoy, el dinero bancario constituye casi 82% de la oferta monetaria ampliamente definida (M4) en el Reino Unido.
Deberíamos analizar detenidamente la oferta monetaria ampliamente definida (dinero estatal más dinero bancario) y el dinero medido de manera adecuada (cuando está disponible, con el indicador Divisia, no medidas sencillas a partir de sumas). Un enfoque monetario de la determinación del ingreso nacional es lo que importa en el mediano plazo. La conexión entre el crecimiento en la oferta monetaria y el PIB nominal es clara y abrumadora.
Desde el colapso de Lehman Brothers en 2008, ha habido un cambio dramático en las políticas monetarias alrededor del mundo. Las regulaciones bancarias se han vuelto más estrictas y la supervisión se ha vuelto mucho más severa. Las recapitalizaciones a gran escala de los bancos y la reducción del apalancamiento se han vuelto algo común. Estas políticas, que afectan la producción de dinero bancario, han sido sumamente ligeras y pro-cíclicas.
En un intento de expandir la oferta total del dinero en su sentido amplio, muchos bancos centrales han tenido que practicar el alivio cuantitativo o QE, por sus siglas en inglés. Esta política de dinero estatal es extremadamente ligera y contra-cíclica. Sin embargo, la oferta monetaria en su sentido amplio ha estado creciendo lentamente en muchos países, conforme el dinero estatal constituye una porción relativamente pequeña de esta. Como consecuencia de esto, el crecimiento del PIB nominal ha caído por debajo de su tendencia.
El cuadro adjunto muestra los cambios en el dinero estatal, dinero bancario, y la oferta monetaria en su sentido amplio en las 10 regiones económicas más grandes en el mundo. EE.UU., Japón, la Eurozona, el Reino Unido y Corea del Sur lideran el ranking en términos de QE. Todos han aumentado su producción de dinero estatal. Esto puede observarse al notar que la proporción de dinero estatal en relación a la oferta monetaria en sentido amplio se dispara en estos países desde septiembre 2008 hasta enero de 2016. Para China, Canadá, Brasil, India, y Rusia, la imagen es diferente. La proporción de dinero estatal en relación a la oferta monetaria en sentido amplio cayó, indicando que ellos no practicaron QE.
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Cuando observamos el dinero bancario, la situación en EE.UU., Japón, y el Reino Unido ha sido sorprendente. Para estos países, la cantidad de dinero bancario en la economía era menor en enero de 2016 que en septiembre de 2008, poniendo en evidencia la existencia de políticas de dinero bancario restringido. No debería sorprender que EE.UU., Japón y el Reino Unido adoptaron desde un principio de este periodo el QE. Si no lo hubieran hecho, el crecimiento en la oferta monetaria en su sentido amplio hubiese sido mucho más anémica de lo que fue, resultando en profundas recesiones.
La Eurozona llegó a la fiesta del QE un poco tarde, pero, no obstante, llegó. Ahora, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, y el QE se enfrentan a una nueva ola de críticas. Muchos en Alemania, por ejemplo, se oponen al QE. Muchos incluso argumentan que el BCE se ha quedado sin amuniciones. Esto no tiene sentido. Siempre y cuando el banco central compre activos del público no bancario, la oferta monetaria en su sentido amplio y el PIB nominal crecerán.
Decir que el dinero y las políticas monetarias no son comprendidas es una sutileza. La retórica populista de políticos que atacan a los bancos y las regulaciones financieras están obstaculizando el crecimiento del dinero bancario y de la actividad económica.

Dinero estatal y dinero bancario


Steve Hanke
Steve H. Hanke es profesor de economía aplicada en la Johns Hopkins University en Baltimore. Hanke se desempeña como presidente del Toronto Trust Argentina en Buenos Aires, el fondo mutual con el mejor desempeño en el mundo en 1995. Ha sido asesor de varios gobiernos en un diverso conjunto de temas políticos. Actualmente es consejero estatal y asesor del presidente de Montenegro y asesor del ministro de economía y finanzas de Ecuador. En 1998. Hanke fue nombrado una de las 25 personas más influyentes en el mundo por la revista World Trade, y un Asociado Distinguido de la International Atlantic Economic Society.
Desde que la Reserva Federal empezó a considerar elevar la tasa de los fondos federales, lo cual eventualmente hizo en diciembre de 2015, mucho se ha dicho acerca de la reducción de compras de bonos por parte de la Fed. ¿Elevará o no las tasas la Fed? Cada vez que se forma un consenso alrededor de la respuesta a esa pregunta, todos los mercados del mundo suben o se hunden.
Esta obsesión con los comentarios acerca de la reducción de compras de bonos por parte de la Fed -el relato acerca de la tasa de interés- es sencilla, pero extraña. De hecho, está mal concebida -equivocada. Entonces, ¿por qué la obsesión? Esto es, en parte, el resultado de una resaca Keynesiana. Los Keynesianos se enfocan en las tasas de interés. El modelo macro de la corriente dominante, que es ampliamente utilizado hoy, es denominado como “el nuevo modelo Keynesiano”.


Tuesday, June 21, 2016

A Favor de la Libertad Económica

Por Jorge A Soler Sánz


Tomado del Austroliberal
Normalmente, la gente piensa en el capitalismo como si se tratara de un juego de suma cero, donde unos ganan y otros pierden. Sin embargo, aunque a algunos les pueda parecer así, la verdad es muy distinta. Si bien la explotación y acaparamiento de la riqueza, tan denunciados por la izquierda, han constituido la nota común en la vida del hombre durante milenios, lo cierto es que éstas nunca lograron generar los niveles de riqueza que vemos hoy día en sociedad. El propio Marx reconoció en una ocasión que el capitalismo había producido más riqueza en sus pocos años de existencia que en toda la historia del hombre que le precedía. Y ello, a pesar de que, en retrospectiva (no creo que Marx fuera capaz de presagiarlo), el salario de un trabajador por aquel entonces apenas rondaba el poder adquisitivo de $3 en la actualidad. Lo cierto es que desde el año 1800 aproximadamente hasta la actualidad, el crecimiento económico del individuo occidental ha crecido de forma exponencial. Si tenemos en cuenta que la condición natural de existencia del hombre ha venido definida por la pobreza, veremos también que el capitalismo es en verdad el instrumento para superarla.



Lo que hacía que antes de 1800 sólo unos pocos tuvieran el poder adquisitivo para conseguir o lograrse el sustento de la vida no tenía nada que ver con la acaparamiento del capital, la propiedad privada de los medios de producción, la creación del dinero, o cualquiera de las dinámicas que hoy día la izquierda atribuye al capitalismo, sino a un sólo factor, es decir, la falta de libertad económica. El capitalismo en verdad es un juego de suma creciente donde yo no puedo ganar si el resto no gana.
Tiene que verse claro aquí que cualquier trabajador medio de hoy día dispone para sí de lujos y comodidades que muchos reyezuelos de la antigüedad (y no tan reyezuelos) jamás tuvieron para si mismos. Hay dos formas de explotación de la vulnerabilidad de ese que no tiene medios. Una es la explotación de mercado. La segunda es la explotación política. Este segundo tipo de explotación crea la condiciones en las que pueden proliferar la cartelización de la banca, los subsidios a la agricultura, el rescate de empresas, etc. Es decir, que es precisamente por causa de la explotación de la vulnerabilidad del ciudadano que los políticos logran este tipo de efectos en sociedad, pues a ellos les resulta rentable. El primer tipo de explotación, sin embargo, en la medida en que ésta se realice en un entorno de libre acuerdo, crea precisamente las condiciones en función de las cuales cada vez se hace más difícil para el empresario explotar estas vulnerabilidades, pues ello crea riqueza. Mientras que los medios políticos exponen cada vez más esta vulnerabilidad en el ciudadano, el capitalismo la reduce haciendo que cada vez sea más difícil explotar al individuo.
No cabe duda de que tanto el empresario como el político han de querer explotar la vulnerabilidad del trabajador o ciudadano. Sin embargo, como no hay sólo un empresario que desee esto, sino muchos, la puja por la mano de obra hace de ello una labor prácticamente imposible. Si como empresario yo pujara 60 céntimos de dólar por un dólar, lo lógico es pensar que otros traten de quitarme de en medio pujando 0.61, 0.62, 0.63, etc., y ello porque sale rentable. Al pagar, por ejemplo, 0.86 céntimos por un dólar, todavía me quedan 0.14 céntimos que podré meter en mi bolsillo como ganancia. Es precisamente esta dinámica de mercado la que obliga al empresario, aunque este no quiera, o tenga un objetivo declarado por lo contrario, a pagar al trabajador por su trabajo un precio aproximado al valor marginal que éste produzca. Si contraponemos esta dinámica a la de la política enseguida veremos que ésta no se rige por los mismos mecanismos. La relación entre el político y el ciudadano no es una que venga definida por el intercambio voluntario mutuamente beneficioso para las partes que en él participan. Y que los acuerdos entre la sociedad civil y la clase política dirigente no vengan definidos por esta dinámica implica, entre otras cosas, que una de las partes que intervienen en este tipo de acuerdos no voluntarios gane más que la otra tras el acuerdo. Es obvio que no hace falta imponer un acuerdo que sea mutuamente beneficioso para la partes que en él intervengan.
Téngase en cuenta, por ejemplo, lo difícil que resulta hoy día encontrar trabajo en el marco institucional actual. Fundamentalmente, esta dificultad depende de 3 factores interrelacionados. 1. La falta de experiencia profesional, 2. la regulación estatal y 3. la incertidumbre. La falta de experiencia o habilidad para el trabajo tiene sus raíces en la forma en que la educación ha venido implementándose en los 2 últimos siglos. Hoy día, la idea detrás de los planes de estudio no es la de crear un individuo competente que produzca valor en el mercado y sepa explotar las oportunidades que se le presentan, sino la de formar sujetos que sepan recibir órdenes, sean capaces de llevarse bien entre sí y tengan conocimientos básicos de gramática y matemáticas. Es decir, que al individuo se lo modela no en base a las necesidades siempre cambiantes del mercado, sino en torno a las inamovibles del Estado. En cuanto a la regulación estatal, tiene que verse claro que, pese a los motivos declarados, ésta suele ir más bien en contra del trabajador y el empresario que en muchas ocasiones no pueden pactar libremente entre sí partiendo de la legislación vigente. Este ha sido precisamente uno de los factores que más ha contribuido a crear un ejército de reserva laboral tan amplio como el actual. El tercer factor, no sólo tiene que ver con el tipo de incertidumbre que se crea en el mercado tras una crisis y el futuro incierto, sino que está relacionada con las otras dos. Se trata de no saber aquí lo que uno contrata y cómo deshacerse de ello en caso de que el acuerdo entre las partes no funcione. En pocas palabras, que se pide al empresario que contrate a ciegas al trabajador sin saber de antemano si este producirá lo suficiente, o si eso que aquél puede aportar en el entorno de la empresa se ajusta o no a sus necesidades. Lo que hace la conjunción del factor 1. y 2. es invitar al empresario a que realice una cita a ciegas con el trabajador, y lo normal en el ser humano es la aversión al riesgo.
En la otra cara de la moneda se encuentran los factores que impiden el crecimiento económico y la prosperidad, y estos, también son políticos y no económicos. Y el problema aquí, no es que el trabajador no disponga de medio de producción alguno, o que sea especialmente vulnerable frente al empresario que de este modo le explota, sino la falta de libertad económica para decidir pactar libremente las condiciones de su trabajo con el aquél. Recordémoslo una vez más. Cuanto más rica sea una sociedad, y más empresarios haya pujando por la mano de obra, menos vulnerabilidades habrá que se puedan explotar. En un momento de crisis, cuando todo el mundo está haciendo lo posible por ajustarse el cinturón y adaptarse a las nuevas circunstancias, lo que necesita el mercado, no es más regulación sino menos. Y sin embargo son pocos los alicientes que pueda tener un político aquí para dar un paso atrás y renunciar a explotar las vulnerabilidades del ciudadano en este medio. Visto el panorama, lo único que han conseguido las políticas de gobierno en este entorno se ha traducido en la creación de ese gran ejército laboral de reserva capaz de exponer este tipo de vulnerabilidades a flor de piel.
No ha sido gracias a la redistribución de riqueza, los impuestos o el socialismo en su conjunto que se ha acabado en una situación donde el hombre vive mejor año tras año, sino a una dinámica de libre mercado. Lo que nos va a sacar del agujero en el que estamos metidos no es una mayor regulación laboral y de mercado, sino la ausencia de la misma. Esto ha de obligar al político a dar un paso atrás otorgando una mayor libertad al ciudadano. Cuanto más planea el Estado nuestras vidas, menos espacio éste nos da para organizarnos nosotros.

A Favor de la Libertad Económica

Por Jorge A Soler Sánz


Tomado del Austroliberal
Normalmente, la gente piensa en el capitalismo como si se tratara de un juego de suma cero, donde unos ganan y otros pierden. Sin embargo, aunque a algunos les pueda parecer así, la verdad es muy distinta. Si bien la explotación y acaparamiento de la riqueza, tan denunciados por la izquierda, han constituido la nota común en la vida del hombre durante milenios, lo cierto es que éstas nunca lograron generar los niveles de riqueza que vemos hoy día en sociedad. El propio Marx reconoció en una ocasión que el capitalismo había producido más riqueza en sus pocos años de existencia que en toda la historia del hombre que le precedía. Y ello, a pesar de que, en retrospectiva (no creo que Marx fuera capaz de presagiarlo), el salario de un trabajador por aquel entonces apenas rondaba el poder adquisitivo de $3 en la actualidad. Lo cierto es que desde el año 1800 aproximadamente hasta la actualidad, el crecimiento económico del individuo occidental ha crecido de forma exponencial. Si tenemos en cuenta que la condición natural de existencia del hombre ha venido definida por la pobreza, veremos también que el capitalismo es en verdad el instrumento para superarla.


New Hampshire, paraíso libertario





El día 3 de Febrero de 2016 los líderes del Free State Project declararon su primera gran victoria dando el pistoletazo de salida a la mayor migración libertaria de la Historia. Tras muchos años de esfuerzo, la sencilla idea expresada por Jason Sorens en 2001 está cerca de convertirse en realidad al haber alcanzado el objetivo de 20.000 miembros.
La idea era sencilla: si los liberales, libertarios, anarquistas, ancaps y todos los interesados en vivir en una sociedad más libre somos una diminuta minoría con casi nula influencia en el proceso electoral…, aprovechemos que aún hay libertad de movimiento y concentremos los esfuerzos. Un pequeño grupo de activistas motivados puede tener una gran influencia si enfoca sus esfuerzos hacia objetivos realizables.



Para evitar la dilución de los esfuerzos, tanto en el tiempo como en el espacio, los miembros del proyecto se comprometían a trasladarse a New Hampshire, el Estado escogido como destino de la migración, sólo cuando se alcanzase la masa crítica necesaria para ser realmente efectivos…, calculada en 20.000 personas. El poder de esas 20.0000 personas diluido entre 350 millones de estadounidenses es nulo, pero 20.000 activistas en el pequeño Estado de New Hampshire con una población de menos de millón y medio de personas será considerable.
New Hampshire fue escogido no sólo por su pequeña población, sino especialmente por ser un Estado en el que las ideas de la libertad ya tienen mucha fuerza. Las palabras “Live Free or Die” adornan su escudo y las matrículas de todos sus vehículos. La carga fiscal es baja: no existe el impuesto sobre la renta a nivel estatal, tampoco existe el IVA. Las libertades individuales y la responsabilidad personal son parte de la cultura. Sirva como ejemplo la inexistencia de una ley que obligue a llevar casco a los motoristas o cinturón a los conductores. Las cargas regulatorias a la actividad empresarial también son bajas y como consecuencia el paro es inferior al 5%. La sacrosanta segunda enmienda, que garantiza el derecho a la autodefensa y a portar armas, no sólo es fuerte en New Hampshire, donde está permitida la modalidad “open carry” sin licencia, sino que convive con uno de los niveles de criminalidad y violencia más bajos del mundo.
Los integrantes del FSP junto a simpatizantes locales ya trabajan desde hace años en aumentar la libertad en estos y más ámbitos. Su compromiso es prácticamente un lema minarquista, sin cerrar la puerta a interpretaciones aún más ambiciosas:
Declaro mi intención solemne de trasladarme al Estado de new Hampshire en 5 años desde que se alcancen los 20.000 participantes. Una vez allí ejerceré mi mayor esfuerzo práctico hacia la creación de una sociedad en la que la máxima función del gobierno sea la protección de la vida, libertad y propiedad de los individuos.
Resulta difícil encontrar una declaración más clara y concisa de Estado Limitado.
Pero ¿tendrán éxito estos esfuerzos? Si atendemos a los ejemplos dados en la rueda de prensa celebrada para declarar el inicio de la migración del trabajo y activismo que ya están realizando los casi 2.000 integrantes del proyecto que se han trasladado a New Hampshire y los casi 3.000 residentes locales que colaboran con el proyecto, ya están teniendo un éxito significativo. Sus esfuerzos han logrado desde frenar la implantación de un DNI en New Hampshire (no porque en España estemos acostumbrados deja de ser una idea fascista), garantizar el derecho a filmar a la policía, permitir a los padres escoger la escuela de sus hijos, prohibir los radares de matrículas automáticos o reducir los impuestos y el gasto público en estos últimos años. 18 de los 400 miembros del parlamento estatal son participantes del Free State Project y casi 90 (tanto Republicanos como Demócratas) votan con regularidad a favor de propuestas liberales.
Es ilusionante imaginar lo que conseguirán cuando sean 20.000 residentes dedicando sus esfuerzos a hacer de New Hampshire el Estado más libre del mundo.
Pero ¿no es esta estrategia sino la creación de un gueto libertario? ¿No es una huida ante las hordas estatistas? ¿No es una rendición en la batalla de las ideas?
Siempre he pensado que para ganar la batalla de las ideas no basta con argumentos, también hacen falta ejemplos. Hay que mostrar y demostrar. El éxito y la prosperidad de Hong Kong cambiaron China. El ejemplo de la libertad de la que por mucho tiempo hizo bandera América cambió incontables países. Por muy poderosas que sean las ideas, los seres humanos necesitamos ver y tocar para de verdad creernos algo. La falta de imaginación de aquellos que sólo creen que las cosas pueden ser como son aquí y ahora (en contra de las lecciones de la historia) sólo se vence mostrando que en otro lugar son distintas ¡y mejores!
El objetivo del Free State Project comienza por cambiar New Hampshire para alcanzar mayor libertad para sus miembros, pero no acaba ahí. Pretende ser un ejemplo a emular para el resto de los Estados de EEUU… y para el mundo entero.
Ha habido infinidad de ideas e iniciativas similares en el mundo liberal. Desde el Seasteading, que pretende colonizar el mar, pasando por Liberland y multitud de proyectos similares. En mi humilde opinión el Free State Project es la iniciativa más realista y con más probabilidades de éxito que se ha intentado hasta la fecha. Es un movimiento voluntario, pacífico y descentralizado de gente idealista pero dispuesta a hacer sus ideas realidad y a actuar. Cualquier persona con inquietudes liberales debería seguirlo con mucho interés.