Donald Trump no ha sido buen empresario, pues redujo el capital que heredó; sin embargo, ha resultado uno de los mejores difusores de su imagen en la campaña para presidente. Trump era conocido sólo como un rico más en la ciudad de Nueva York y por algunos programas de televisión. Su principal objetivo, como lo sabe cualquiera que aspira a un puesto público de elección popular, es darse a conocer. Usted puede ser honesto, preparado y saber qué hacer para sacar a un país de la miseria y corrupción, pero si no es conocido, difícilmente ganará una elección. Por ello, algunos candidatos dicen: “que hablen de mí, aunque sea mal, lo importante es que la gente me conozca”.
El primer paso para seleccionar a un candidato en un partido es el porcentaje de electores que lo conocen, después ven sus cualidades, personalidad y otras atribuciones que les exige cada grupo político.
Trump adoptó la estrategia de expresar afirmaciones que causan controversia para darse a conocer: “Voy a construir un muro entre México y Estados Unidos y que los mexicanos lo paguen”, es una estupidez, y lo sabe Trump, pero le ha dado muchos votos, y no de los que quieren se construya el muro, sino de quienes lo criticaron, se manifestaron en su contra y le dieron mucha exposición en los medios masivos de comunicación.
Cuando Donald Trump dijo que va a terminar con el Tratado de Libre Comercio, es para engañar a obreros y sindicatos del partido demócrata, que consideran que el Tratado de Libre Comercio les quitó empleos. Trump olvida que el TLCAN le dio poder adquisitivo a los mexicanos, que es el país del mundo que gasta el mayor porcentaje de los dólares que recibe por las exportaciones a Estados Unidos en importaciones de Estados Unidos. Pero a Trump no le importa decir mentiras, sólo darse a conocer, que hablen de él y ganar las elecciones, eso es el populismo electoral.
Si no queremos ayudar a los populistas electorales, que los hay en casi todos los partidos y paises, no los critiquemos a ellos sino a las políticas que proponen, pues aunque no lo busquemos, cada vez que los insultamos o nos manifestamos contra ellos aumenta su popularidad y muy probablemente sus votos, y los acercamos al triunfo electoral.
Donald Trump no ha sido buen empresario, pues redujo
el capital que heredó; sin embargo, ha resultado uno de los mejores
difusores de su imagen en la campaña para presidente. Trump era conocido
sólo como un rico más en la ciudad de Nueva York y por algunos
programas de televisión. Su principal objetivo, como lo sabe cualquiera
que aspira a un puesto público de elección popular, es darse a conocer.
#Argentina Importando ideología y muerte a América – por María Celsa Rodríguez
El gobierno de Mauricio Macri está cometiendo un grave error al querer traer 3.000 refugiados sirios a la Argentina. Ya los medios de inteligencia tanto de la Unión Europea como de los Estados Unidos han dado la voz de alerta que están ingresando yihadistas entre los refugiados. Es más, ya lo ha advertido el Estado Islámico que va a introducir comandos en Occidente. Además sabemos de las falencias que tienen nuestros sistemas de controles – basta mirar nuestras fronteras- y si el primer mundo con todos sus filtros no ha podido detener a los terroristas, ¿podremos hacerlo nosotros? Ya tanto Al Qaeda como ISIS a través de sus redes en internet convoca a sus seguidores y a quienes quieran combatir, a sumarse a la acción sin esperar, sin necesitar ninguna orden superior. Desde de su propia productora Al Furqan, llaman a atacar Occidente, por todos los medios, diciendo: “Levántense, monoteístas, y defiendan su Estado desde su lugar de residencia, sea dónde sea (…) Si no pueden hacer explotar una bomba o disparar, arréglenselas para encontrarse solo con un infiel francés o estadounidense y rómpanle el cráneo con una piedra, mátenlo a cuchilladas, arróllenlo con su vehículo…”. Esto último es lo que ha pasado en Niza.
A través de vídeos cuidadosamente editados, ISIS esparce peligrosamente su “adoctrinamiento” a aquellos que quieran seguirlos. Sus dos puentes de comunicación en la red lo producen: ‘Al Hayat Media Center’ y la productora ‘Al Furqan’. Los terroristas que se infiltran entre los refugiados son de tres tipos: 1) Los combatientes: que ya combatieron en enfrentamientos armados y vienen con el propósito de alejarse de los centros calientes para preparar grupos de futuros combatientes; 2) Los islamistas atraídos por sus ideas que son cooptados desde las redes y pueden actuar como “lobos solitarios”; 3) Los comandos listos para actuar, que ingresan con objetivos precisos. De acuerdo a una encuesta que se realizó en el 2014 por el Arab Center for Research and Policy Studies y analizado por el periodista Manuel Llamas de “Libertad Digital” y miembro del Instituto Juan de Mariana[1] : “los refugiados sirios, cuya entrada en Europa es objeto de polémica desde hace meses: el 13% se declaró favorable al ISIS, y otro 10% lo percibía como algo “negativo” pero sólo “hasta cierto punto”. […] el hecho de que el 23% de los refugiados sirios no condenase abiertamente el terror islamista es un dato, como mínimo, relevante acerca de la complejidad de este particular fenómeno. Preguntados sobre las razones de su respaldo al ISIS, un 13% de los encuestados citó expresamente su adhesión a los principios islámicos que defienden los yihadistas. La mayoría de sus simpatizantes (55%) expresó otros motivos, como, por ejemplo, sus éxitos militares, su objetivo de reinstaurar el Califato, su desafío a Occidente, su oposición a Irán y a los regímenes de Siria e Irak o el supuesto respaldo que, en general, ofrece esta organización terrorista a la comunidad sunita en Oriente Medio”. Desde una mirada objetiva, los sirios que está recibiendo la Argentina, ¿no pueden ser una puerta para ingresar a ISIS al país? Nuestra vulnerabilidad en materia de seguridad, con dos ataques terroristas en nuestro haber, nos coloca en un blanco fácil para cualquier evento.
Ya el Foro de Sao Paulo nos indica que el Populismo del Siglo XXI tenía como aliado el Hezbollah e ISIS. Alejandro Peña Esclusa, en su libro [2] explica que la “ONG venezolana Fuerza Solidaria, en una carta abierta a los Senadores y Diputados del Congreso de Brasil, fechada el 13 de junio del 2007: [que] Chávez abrirá las puertas del Mercosur a gobiernos forajidos y al fundamentalismo islámico, como lo ha hecho ya en Nicaragua, Bolivia y Ecuador, donde ha promovido acuerdos económicos con los régimen de Cuba e Irán. Por su afinidad ideológica con el chavismo, las FARC y el Hezbollah actúan impunemente en nuestro territorio; su actuación se expandirá por los países del Mercosur, si se permite la entrada a Venezuela”.
Pueden ver que esto ya se advertía en el año 2007, y ahora se quiere entregar la presidencia pro tempore del Mercosur nada más ni nada menos que a un violador de derechos fundamentales y libertades como Nicolás Maduro. Recordemos aquel caso donde se encontró a radicales islámicos portando pasaportes venezolanos. En el libro “Bumerán Chávez. Los fraudes que llevaron al colapso de Venezuela” – de Emili J Blasco – se asegura que el Presidente Nicolás Maduro hizo acuerdos con el jefe de Hezbollah, Hassan Nasrallah, para el ingreso de células chiíta en Venezuela y de allí, su expansión a Latinoamérica. En Damasco en el 2007, en una reunión con el líder del grupo terrorista libanés, que fue acordada por Hugo Chávez, y el ministro de Relaciones Exteriores, se dispuso un pacto donde se habló de actividades que comprendían el narcotráfico, armas, blanqueo de capitales y la entrega de pasaportes venezolanos. Como bien lo explica Peña Esclusa: “El Foro de Sao Paulo se propone [o se propuso] controlar los organismos multilaterales, a fin de reproducir en escala regional el mismo mecanismo que tantos dividendos le ha dado en escala nacional, de modo que pueda legitimar dictaduras, dándoles apariencias democrática”. Esto parecen aún no entender los miembros del Mercosur. Según informó el Director de la Cia, John Brennan, ISIS utiliza a los refugiados “para contrabandear sus operativos”. Es decir, se infiltran entre los refugiados para poder ingresar a Occidente. Por ello, según sus estudios, los hechos ocurridos en París, Bruselas y Niza, fueron dirigidos por líderes de ISIS. Esto también fue ratificado por Hans Georg Maassen que es el jefe del espionaje interior de Alemania, quien dijo que los yihadistas del Estado Islámico, con amplios conocimientos en manejo operativo, ingresan a Europa como refugiados. De acuerdo al General James Kelly del Comando Sur de los EEUU, los islamistas ya están en Latinoamérica, su número ha crecido en el Caribe y comprenden la categoría de combatientes porque han luchado en el Estado Islámico, saben operar con explosivos y han decapitados a sus enemigos. Los resultados de sus actividades – aparte de sembrar el terror – buscan tener un efecto de adhesión a su causa, desde la propaganda de sus atrocidades. En países pequeños del Caribe, con un ejército y una policía con pocos recursos en seguridad, con una justicia limitada por el poder político y con fronteras sin control, es muy fácil ser blanco de cualquier ataque. Argentina puede ser objeto de esos ataques, pero también convertirse en un centro de operaciones de grupos de guerrillas, o comandos armados, que utilicen el narcotráfico, el secuestro y el crimen organizado como elemento de financiamiento. Mirémoslo así, un terrorista infiltrado como refugiado sirio ingresa al país, dependiendo de su condición de “combatiente” puede empezar a entrenar a grupos ya sea para el narcotráfico o instalarse en la triple frontera. En caso de ser un islamista sin recursos, sin conocer el idioma, lejos de su familia y de sus costumbres y sin modos de ganarse la vida, puede ser cooptado desde las redes sociales por yihadistas para ser un instrumento de sus fines. Y ahí que fácil le resultaría ingresar a un lugar público portando una bomba y matar a un motón de personas. ¿Estamos preparados para eso? No hemos logrado resolver el problema del narcotráfico que ingresa en nuestro país por las fronteras ¿y podemos hacer frente a convertirnos en un blanco del terrorismo islámico?. Y por qué no, en un campo de entrenamiento de futuros activistas o de lobos solitarios. El entusiasmo que pone el Jefe de Gabinete Marcos Peña por traer 3.000 refugiados sirios al país, sin pensar en el caballo de Troya que puede ser, demuestra la poca inteligencia o poco tino frente a los eventos ocurridos en Europa. Por su parte, la inocencia del Presidente Macri llama la atención, ya que al respecto, lejos de manejar el lenguaje de un estadistas dijo: “la Argentina es uno de los lugares donde hay comunidades sirias más numerosas”. El Presidente parece que no tiene un buen asesor en temas internacionales que le informe, ya que se nota que la canciller Susana Malcorra le da empuje a este plan porque ha encontrado en él una bandera para alcanzar su aspiración personal de subir escalones en su carrera diplomática de ingresar a Naciones Unidas. La intensión de poblar el país que tiene Macri, está bien, pero si entre los refugiados se logran infiltrar terroristas, el gobierno habrá metido un verdadero caballo de Troya en nuestro país, camuflado de actitud humanitaria, y en consecuencia deberemos todos pagar por sus efectos. Ya la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) alertó que se deben tomar recaudos y filtrar con mucho ojo el proceso de selección. Los terroristas usan pasaportes falsos que se compran en la frontera de Siria por pocos dólares y luego ingresan como refugiados. Según una ONG ya son 1.000 los sirios que han ingresado al país en los últimos años. Y se tiene conocimiento que muchos no se han adaptado y son esos los que revisten peligrosidad para la seguridad argentina. Ya hemos sufrido dos atentados: la Embajada de Israel y la AMIA, entonces aquí no se trata de ser humanitarios, aquí se trata de pensar en nuestra seguridad interna. * Informe especial de María Celsa Rodríguez para HACER.
#Argentina Importando ideología y muerte a América – por María Celsa Rodríguez
El
gobierno de Mauricio Macri está cometiendo un grave error al querer
traer 3.000 refugiados sirios a la Argentina. Ya los medios de
inteligencia tanto de la Unión Europea como de los Estados Unidos han
dado la voz de alerta que están ingresando yihadistas entre los
refugiados. Es más, ya lo ha advertido el Estado Islámico que va a
introducir comandos en Occidente.
Además sabemos de las falencias que tienen nuestros sistemas de
controles – basta mirar nuestras fronteras- y si el primer mundo con
todos sus filtros no ha podido detener a los terroristas, ¿podremos
hacerlo nosotros?
Ya tanto Al Qaeda como ISIS a través de sus redes en internet
convoca a sus seguidores y a quienes quieran combatir, a sumarse a la
acción sin esperar, sin necesitar ninguna orden superior.
Desde de su propia productora Al Furqan, llaman a atacar Occidente,
por todos los medios, diciendo: “Levántense, monoteístas, y defiendan su
Estado desde su lugar de residencia, sea dónde sea (…) Si no pueden
hacer explotar una bomba o disparar, arréglenselas para encontrarse solo
con un infiel francés o estadounidense y rómpanle el cráneo con una
piedra, mátenlo a cuchilladas, arróllenlo con su vehículo…”. Esto último
es lo que ha pasado en Niza.
Macario Schettinoes profesor de la División de Humanidades y Ciencias Sociales del Tecnológico de Monterrey, en la ciudad de México y colaborador editorial y financiero de El Universal (México).
La terrible situación por la que pasa Venezuela, que amenaza convertirse en la peor tragedia humanitaria del continente, no es fácil de explicar. El origen económico es claro: se dilapidaron recursos cuando el ciclo de materias primas iba al alza, y se destruyó el resto de la capacidad productiva. Una especie de enfermedad holandesa, pero recargada. Y el origen político también es claro, Hugo Chávez destruyó la institucionalidad para poder gobernar de la manera en que lo hizo, y ahora no hay mecanismos para controlar a un incapaz como Nicolás Maduro.
Lo inexplicable es el por qué se sigue deteriorando Venezuela y no se buscan salidas. Se pueden imaginar muchas posibilidades: renuncia presidencial, juicio político, presión internacional, movilización popular. Sin embargo, ninguna de éstas logra avanzar. Creo que la mejor forma de entender lo que ocurre en Venezuela es utilizar la metáfora del cuerpo enfermo. Venezuela tiene un virus que se la acaba por dentro, y se llama Cuba. La íntima relación que Hugo Chávez construyó con los Castro se transformó después del intento de golpe de 2002 en un intercambio abierto de capacidades militares por petróleo. Cuba proveyó desde entonces los expertos necesarios para que Chávez pudiera olvidarse de cualquier riesgo proveniente de su Ejército o de la población. Quienes controlan las fuerzas armadas venezolanas y los cuerpos de seguridad e inteligencia son cubanos. Y su interés es extraer la mayor cantidad posible de recursos para mantener funcionando la tragedia económica que es Cuba. Pero cualquier cuerpo enfermo, infectado con virus, suele provocar reacciones inmunes para defenderse. Venezuela no lo ha logrado, y creo que ésa es la segunda parte de la explicación. La oposición venezolana no ha sido capaz de organizarse de forma efectiva para presentar una alternativa viable a la población y a la comunidad internacional. Sin ello, no hay solución que pueda plantearse. Por si hubiera duda, los casos de Irak y Libia deberían despejarla. No importa qué tan terrible sea un dictador, si se le remueve sin tener alternativa lista, lo que sigue es el caos y décadas de miseria. De ninguna manera sugiero que la solución en Venezuela pase por un ataque externo, sólo utilizo estos casos extremos como ejemplo. No se requiere uso de la fuerza, bastaría con presión política internacional, desde la OEA (donde ya no aguantan a Maduro), Mercosur, EE.UU. Bastaría, si hubiese cómo sustituir a Maduro. Pero al menos desde acá no se ve la unidad necesaria para ello. Puedo equivocarme, pero sigo viendo a Henrique Capriles de un lado, a Leopoldo López en otro, y ahora a Henry Ramos Allup en otra dirección. Es posible que mi percepción sea errónea y la oposición venezolana esté unida, pero no lo creo. Si fuese así, si hubiese un núcleo político interno en el cuál recargarse, la presión externa permitiría negociar la salida de Maduro, y eso no ocurre. Del otro lado sí hay unidad: los cubanos controlan, y Maduro es su títere. La magnitud de la tragedia venezolana no la hemos aquilatado. Han destruido su capacidad productiva, pero más que eso, han destruido el tejido social indispensable para funcionar pacíficamente. El camino de polarización seguido por Chávez ha llegado donde tenía que llegar, a enfrentar a la sociedad. De ese enfrentamiento vive el virus, que sigue saqueando a Venezuela para mantener viva a Cuba. La misma Cuba que negocia con Obama, por cierto.
Macario Schettinoes
profesor de la División de Humanidades y Ciencias Sociales del
Tecnológico de Monterrey, en la ciudad de México y colaborador editorial
y financiero de El Universal (México).
La terrible situación por la que pasa Venezuela, que amenaza convertirse en la peor tragedia humanitaria
del continente, no es fácil de explicar. El origen económico es claro:
se dilapidaron recursos cuando el ciclo de materias primas iba al alza, y
se destruyó el resto de la capacidad productiva. Una especie de enfermedad holandesa, pero recargada. Y el origen político también es claro, Hugo Chávez destruyó la institucionalidad para poder gobernar de la manera en que lo hizo, y ahora no hay mecanismos para controlar a un incapaz como Nicolás Maduro.
El presidente de EEUU, Barack Obama, ha asegurado en una rueda de prensa en Varsovia, donde se encuentra para participar en la cumbre de la OTAN, que el ataque en Dallas en el que han muerto cinco policías y seis han resultado heridos "no tiene justificación posible". "Se hará Justicia", ha asegurado el mandatario estadounidense. Tras enfatizar que "el Gobierno federal dará toda la asistencia que Dallas necesite para lidiar con esta tremenda tragedia", Barack Obama ha remarcado que se sabe todavía poco de los hechos. "Estamos evaluado los hechos. Sabemos que fue un ataque calculado, atroz y despreciable", ha añadido, afirmando que la Policía estaba haciendo su trabajo durante una protesta racial en Dallas por la muerte de dos hombres afroamericanos desarmados a manos de policías blancos.
Obama ha condenado duramente el ataque y ha asegurado sentirse "horrorizado". "Estaremos unidos con el departamento de Policía. Hay muchos sospechosos y en las próximas horas sabremos más de sus motivos", ha añadido. "La amplia mayoría de los policías hace su trabajo de forma extraordinaria, protegiéndonos a nosotros y a nuestras comunidades. Lo de hoy es una muestra de su sacrificio", remarcado Obama, que no ha querido pasar la ocasión de reseñar que "cuando la gente tiene armas poderosas hacen que estos ataque sean más sangrientos y hay que tener en cuenta esa realidad", en una clara referencia al debate de las armas en EEUU.
El presidente de EEUU, Barack
Obama, ha asegurado en una rueda de prensa en Varsovia, donde se
encuentra para participar en la cumbre de la OTAN, que el ataque en
Dallas en el que han muerto cinco policías y seis han resultado heridos "no tiene justificación posible". "Se hará Justicia", ha asegurado el mandatario estadounidense.
Tras
enfatizar que "el Gobierno federal dará toda la asistencia que Dallas
necesite para lidiar con esta tremenda tragedia", Barack Obama ha
remarcado que se sabe todavía poco de los hechos. "Estamos evaluado los hechos. Sabemos que fue un ataque calculado, atroz y despreciable", ha añadido, afirmando que la Policía estaba haciendo su trabajo durante una protesta racial en Dallas por la muerte de dos hombres afroamericanos desarmados a manos de policías blancos.
Tiempo. El tiempo es el principal enemigo a vencer en una cárcel. Comparto esta reflexión porque en varias oportunidades me han preguntado sobre mis expectativas de libertad y siempre respondo siguiendo los consejos del cardenal Van Thuan: no me he fijado plazos. Este cardenal vietnamita fue apresado por 13 años el 15 de agosto de 1975, cuando, bajo engaño, asiste a un llamado al palacio presidencial y al llegar es acusado de ser parte "de un complot entre el Vaticano y los imperialistas para organizar la lucha contra el régimen comunista". Posteriormente, publica unas reflexiones donde relata como la principal frustración del preso es pensar todos los días que saldrá en libertad lo antes posible y al no ocurrir, sufre a diario una decepción. Ante esta realidad, relata cómo consiguió fuerza y estabilidad en, por un lado, su relación con Dios y, por el otro, en ocuparse de vivir al máximo el día a día, aprovechando el tiempo para formarse y prepararse más.
Sé que voy a salir en libertad, no tengo dudas de eso y que cuando lo haga estaré más fuerte de alma, mente y cuerpo. Sé que saldré fortalecido y sin rencores para seguir luchando por las mismas causas por las que siempre he luchado, y voy a seguir luchando mientras tenga vida y por las mismas nobles causas por las que fui encerrado: el bienestar y prosperidad de nuestro pueblo, la defensa de la democracia y la libertad de los venezolanos. Pero si bien, desde el punto de vista individual, estas lecciones me han servido para afrontar mi injusta condena, no me han servido para calmar la angustia que tengo por la situación que está viviendo mi país. A Venezuela y a los venezolanos se nos agota el tiempo. La crisis que actualmente vive Venezuela es de carácter sistémico. No hay ámbito de la vida pública ni privada que escape airoso a esta terrible situación. En lo social, nuestro pueblo sufre por la falta de insumos básicos como alimentos y medicinas, lo que ha provocado que cada vez más familias venezolanas coman menos de dos veces al día y la muerte de muchas personas que no han podido conseguir los medicamentos necesarios para atender condiciones de salud tan básicas como la hipertensión arterial. En lo económico, nuestro país sufre hoy de un proceso hiperinflacionario que merma dramáticamente el poder adquisitivo de nuestra moneda, algo que, sin duda alguna, perjudica principalmente a los más pobres. Y en lo político, ha avanzado la persecución en contra de la oposición a través de la manipulación de los poderes públicos, traduciéndose esto en la existencia de más de un centenar de presos políticos en cárceles militares, en la ejecución de torturas y tratos denigrantes por parte de las autoridades nacionales hacia las personas que ejercen el derecho constitucional de la protesta, y hasta en la dispersión de manifestaciones públicas con el uso de armamento de guerra como sucedió hace apenas unos días en la localidad de Cariaco, un pueblo humilde en el oriente venezolano. Toda esta crisis tiene un responsable muy claro: un régimen dictatorial que se aferra obstinada e irresponsablemente al poder, y que ha decidido, por todas las vías posibles, negarle el derecho al pueblo venezolano de manifestarse y materializar, a través del voto universal, directo y secreto, el cambio tan deseado por todos. La oposición democrática en Venezuela se ha dado la tarea de denunciar la naturaleza antidemocrática del Gobierno de nuestro país. No ha sido una tarea fácil hacerle ver a la comunidad internacional la verdadera naturaleza del régimen que gobierna a Venezuela, así como el peligro que significa para todos los pueblos libres y democráticos de nuestra América la mera existencia y vergonzosa tolerancia de una nueva dictadura en nuestro continente. El Gobierno venezolano por mucho tiempo se aprovechó de manera inescrupulosa de la inmensa cantidad de recursos económicos que ingresaron a nuestro país por concepto de la venta del petróleo, para hacerse con favores políticos a través de la exacerbación del populismo electoral en el ámbito interno, así como para ganar influencia y limpiar su imagen autoritaria en el ámbito externo. Y todo esto sucedía mientras avanzábamos a paso acelerado hacia una crisis política, económica y social, que era del todo previsible y que tendría al pueblo venezolano como principal doliente. Pero hoy, son más que evidentes las pruebas que apuntan a la degradación de nuestro sistema político, a la pérdida de nuestras libertades ciudadanas y a la "alteración del orden democrático" a lo largo de los últimos 17 años. Ante este escenario, es necesaria la unión de todas las fuerzas democráticas, tanto dentro como fuera de Venezuela, en torno a un objetivo común: la fundación, el mantenimiento y la defensa de regímenes que sostengan la libertad ciudadana y el respeto del ser humano por encima de todas las cosas. Hermanos del mundo, pero en especial del continente Americano, el día de hoy, 23 de junio, necesitamos de su solidaridad. Solidaridad con Venezuela, solidaridad con la democracia. Desde ya celebramos que se hayan realizado varias sesiones para discutir el caso venezolano y para discutir sobre la aplicación de la Carta Democrática, porque el sólo hecho de que esto sea así, desmiente ese vergonzoso argumento del Gobierno venezolano que repite en las distintas instancias internacionales de que en Venezuela existe "normalidad democrática". De igual forma, el Gobierno venezolano ahora sostiene que no es necesaria la Carta Democrática, que eso entorpecería un proceso de diálogo tan necesario en nuestro país. La Mesa de la Unidad Democrática sostiene todo lo contrario. La Carta Democrática facilitaría el proceso para que ese diálogo que hoy no existe en Venezuela pueda, en primer lugar, llevarse a cabo y además que pueda ser efectivo y cuente con una agenda y unos plazos claros. Toda la Mesa de la Unidad Democrática en Venezuela ha manifestado la voluntad de reconstruir y reconciliar a Venezuela y ha expresado su deseo de que un diálogo sea para darle soluciones reales y concretas a los venezolanos y nuestras peticiones para que éste sea fructífero no son más que el respeto a los derechos humanos y a la constitución, mediante la apertura de un canal humanitario que permita la entrada de toda la ayuda en alimentos y medicinas para los venezolanos, la liberación de los presos políticos y la realización de un referéndum revocatorio. Podemos dialogar y lograr acuerdos en torno a temas tan fundamentales como la convivencia democrática, la reconstrucción económica y la seguridad en nuestro país, pero creo que todo el mundo puede entender que los derechos humanos y el cumplimiento de la constitución no están sujetos a una negociación. Ningún diálogo puede estar por encima del derecho constitucional que tiene nuestro pueblo que se realice el referéndum revocatorio a Nicolás Maduro este año 2016. Con respeto les invito a leerse los artículos 72 y 233 de nuestra constitución, donde podrán constatar lo legítimo de nuestra exigencia. Hoy los venezolanos luchamos de manera pacífica y constitucional contra una dictadura que se beneficia y saca provecho de quienes por temor o por simple desconocimiento la desconocen como tal. Una dictadura de nuevo cuño y adaptada a los nuevos tiempos, pero con la misma esencia asesina, hambreadora y violadora de los derechos humanos de las de antes. Una dictadura que, por el bien de nuestro futuro y el de nuestros hijos, merece ser derrotada... Una dictadura que nos impone un momento de definiciones, porque, como dijo una vez el premio Nobel de la paz Desmond Tutu: "Si eliges ser neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor". Los venezolanos no nos vamos a cansar en esta lucha. Estamos convencidos de que Venezuela ha de superar esta situación, de que podemos sacarla del desastre al que hoy la tienen sometida. Yo soy optimista y ese optimismo se alimenta de mi fe en el pueblo venezolano y su infinita sed de libertad. Esa aspiración de libertad del pueblo es una fuerza superior a cualquier adversidad, va más allá del aquí y ahora y nos permite soñar y proyectar un país con unas condiciones de vida mejores para millones de compatriotas.
Tiempo. El tiempo es el principal enemigo a vencer en una cárcel.
Comparto esta reflexión porque en varias oportunidades me han preguntado sobre mis expectativas de libertad y siempre respondo siguiendo los consejos del cardenal Van Thuan: no me he fijado plazos.
Este cardenal vietnamita fue apresado por 13 años el 15 de agosto de
1975, cuando, bajo engaño, asiste a un llamado al palacio presidencial y
al llegar es acusado de ser parte "de un complot entre el Vaticano y
los imperialistas para organizar la lucha contra el régimen comunista". Posteriormente, publica unas reflexiones donde relata como la principal frustración del preso es pensar todos los días que saldrá en libertad lo antes posible y al no ocurrir, sufre a diario una decepción. Ante esta realidad, relata cómo consiguió fuerza y estabilidad
en, por un lado, su relación con Dios y, por el otro, en ocuparse de
vivir al máximo el día a día, aprovechando el tiempo para formarse y
prepararse más.