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Tuesday, October 4, 2016

No, la Fed no tiene un plan. Sí, la Fed realmente está monetizando deuda pública

• 


Caramba, qué diferencia suponen unos pocos años.
Después del crash de 2008, la Fed entró en un periodo de política monetaria “extraordinaria”, marcado por compras a gran escala de bonos del Tesoro y otros títulos (peores) de bancos comerciales. Este proceso, llamado flexibilización cuantitativa, empezó en noviembre de 2008 como una medida supuestamente temporal para proporcionar liquidez (y por tanto estabilidad operativa) al sector bancario. Una crisis en Wall Street se habría convertido en una crisis a pie de calle en caso contrario, decía la explicación.
En una fecha tan reciente como 2013, de los cargos oficiales de la Fed hablaban muy confiadamente acerca de devolver el balance de esta a los niveles anteriores a la crisis. En otras palabras, se invertiría la expansión sin precedentes de la base monetaria (de menos de un billón de dólares a más de cuatro billones). ¡La Fed tenía un plan!
He aquí al presidente de la Fed de St. Louis, James Bullard, en 2010:



El Comité Federal de Mercados Abiertos (FMOC, por sus siglas en inglés) ha declarado a menudo su intención de devolver el balance de la Fed a la normalidad, a niveles anteriores a la crisis a lo largo del tiempo. Una vez se haga esto, el Tesoro quedará con tanta deuda en poder del público como antes de que la Fed realizara estas acciones.
Además, los cargos oficiales de la Fed se mostraron firmes en el sentido de que la flexibilización cuantitativa no equivaldría a una monetización de la deuda pública por parte del banco central. Según los economistas de la Fed, David Andolfatto y Li Li, la cuestión depende de lo que la Fed pretenda hacer con su cartera a largo plazo. Suponiendo que el hinchado balance creado por la flexibilización cuantitativa volviera a niveles anteriores a la crisis, la Fed estaría actuando sencillamente de acuerdo con su mandato dual y estabilizando la economía. He aquí la sincera declaración de la Fed de St. Louis en 2013:
Por ejemplo, el FMOC ha realizado adquisiciones inusualmente grandes de títulos a largo plazo, incluyendo deuda del tesoro. ¿Pero es esta deuda una adquisición permanente? ¿O su estancia en el balance de la Fed será temporal? Andolfatto y Li se ocupan de estas preguntas:
  • Si esta deuda del Tesoro acumulada se supone que es permanente, es razonable esperar que la correspondiente oferta de nuevo dinero también sea permanente y permanecezca la economía, ya sea como efectivo en circulación o como reservas bancarias, escriben Andolfatto y Li. Como el interés obtenido sobre los títulos se remite al Tesoro, el gobierno federal esencialmente puede tomar prestado y gastar gratis este nuevo dinero. Así, bajo este escenario, la creación de dinero se convierte una fuente permanente de financiación del gasto público.
  • Por otro lado, si el reciente aumento de existencias de deuda del Tesoro de la Fed es solo temporal (una adquisición inusualmente grande en respuesta a una recesión inusualmente grande), debemos esperar que la base monetaria vuelva en algún momento a un nivel más normal, con la Fed vendiendo los títulos o dejando que maduren sin reemplazarlos. Bajo este escenario, la Fed no está monetizando deuda pública: simplemente está gestionando la oferta de la base monetaria de acuerdo con los objetivos establecidos por su mandato dual. Se necesitarán algunos medios distintos de la creación de dinero para financiar la deuda del Tesoro devuelta al público a través de ventas en el mercado abierto.
Muchos economistas, sobre todo austriacos, pero también ciertos compañeros de viaje, han argumentado durante años (incluso antes de la flexibilización cuantitativa) que la voluntad de la Fed de comprar deuda del Tesoro representaba una especie de cheque en blanco para el Congreso: no os preocupéis por la deuda, gastad lo que necesitéis para impedir que los nativos se preocupen… Limitaos a emitir títulos del Tesoro para empapelar los déficits y estaremos ahí (guiño guiño) para proporcionar un mercado de protección listo para actuar. No hace falta aumentar los tipos.
Y los críticos de la Fed, también sobre todo austriacos, han argumentado desde 2008 que nunca volverá la política monetaria “normal”, que nunca se rebajará la flexibilización cuantitativa y que los tipos de interés artificialmente bajos (o incluso negativos) están aquí para quedarse. En otras palabras, que la Fed y sus 300 economistas ilustres no saben qué hacer, salvo ir tirando otros pocos meses mientras esperan una recuperación económica milagrosa.
Saltamos al día de hoy y la recuperación no se ha materializado. Y los cargos oficiales de la Fed, presentes y pasados, cantan una canción distinta cerca de restaurar alguna vez el balance a niveles anteriores a 2008.
Consideremos esta notable admisión realizada recientemente por el expresidente de la Fed, Ben Bernanke:
Pero ese principio (reducir el balance de la Fed) ahora también se está reconsiderando. En la conferencia anual de exclusiva de la Fed en Jackson Hole, que reúne a algunos de los políticos más influyentes del mundo, varios economistas eminentes argumentaron que la Fed debía mantener indefinidamente un balance grande. La idea tiene el respaldo de Bernanke, que recientemente cuestionó el continuo apoyo de Yellen a la estrategia de salida diseñada hace dos años. “¿Tiene sentido este plan? La respuesta no está clara”, escribía Bernanke, que es ahora miembro distinguido de la Institución Brookings. El plan de la fed “de retornar a un balance anterior a 2008 y el marco operativo asociado necesitan más reflexión”.
Merece la pena leer entero este artículo del Washington Post. La alusión a Sartre es un intento de humor, aunque el Post haya estado entre los mayores seguidores de la Fed. Pero la sección de comentarios al artículo, como es habitual, cuenta la historia real: incluso sus lectores progresistas tienen la sensación de que la Fed está desorientada y de que no hay gente brillante en Washington trabajando en un “plan” para salvarnos. La política monetaria extraordinaria es ahora lo normal y todos aquellos expertos que suponían que la Fed sabía lo que estaba haciendo se equivocaban y todavía se equivocan.

No, la Fed no tiene un plan. Sí, la Fed realmente está monetizando deuda pública

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Caramba, qué diferencia suponen unos pocos años.
Después del crash de 2008, la Fed entró en un periodo de política monetaria “extraordinaria”, marcado por compras a gran escala de bonos del Tesoro y otros títulos (peores) de bancos comerciales. Este proceso, llamado flexibilización cuantitativa, empezó en noviembre de 2008 como una medida supuestamente temporal para proporcionar liquidez (y por tanto estabilidad operativa) al sector bancario. Una crisis en Wall Street se habría convertido en una crisis a pie de calle en caso contrario, decía la explicación.
En una fecha tan reciente como 2013, de los cargos oficiales de la Fed hablaban muy confiadamente acerca de devolver el balance de esta a los niveles anteriores a la crisis. En otras palabras, se invertiría la expansión sin precedentes de la base monetaria (de menos de un billón de dólares a más de cuatro billones). ¡La Fed tenía un plan!
He aquí al presidente de la Fed de St. Louis, James Bullard, en 2010:


Tuesday, August 30, 2016

Fed: de espalda al mercado


#economía

Fed: de espalda al mercado

A pesar de que la intervención de Janet Yellen en Jackson Hole abrió la puerta para un incremento de tasas en septiembre, los agentes económicos se mantienen escépticos del rumbo alcista de la política monetaria que proyecta el discurso del banco central
 
Si quieres conocer el dinero, trata de pedirlo prestado”  
Benjamín Franklin
Político estadounidense
A la luz del continuo desempeño sólido del mercado laboral, de nuestra perspectiva de actividad económica y de inflación, creo que el caso para un incremento en la tasa de fondos federales se ha fortalecido en los meses recientes”
Janet Yellen
Presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos
57% es la expectativa que asigna el mercado a un alza en la tasa de interés de referencia de la Fed en diciembre 24% es la probabilidad que asigna el mercado a un alza en la tasa de interés de referencia de la Fed en septiembre 0.5%-0.75% es el rango en el que se ubicará la tasa de interés de referencia de la Fed al cierre del 2017, según el Banco de México
El discurso de Janet Yellen, la presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), era el evento más esperado de Jackson Hole, un panel de conferencias que organiza anualmente la Reserva Federal de Kansas y reúne a los banqueros centrales de más alto perfil.  Su intervención no decepcionó, al menos en el sentido de que el mensaje ya era esperado.

 
A pesar de que Yellen preparó el terreno para un alza en la tasa de interés de referencia para la siguiente reunión de la Fed en septiembre, los mercados aún se mantienen escépticos en relación a la tendencia alcista en la tasa de fondos federales.

La presidenta de la Fed fue categórica: “A la luz del continuo desempeño sólido del mercado laboral, de nuestra perspectiva de actividad económica y de inflación, creo que el caso para un incremento en la tasa de fondos federales se ha fortalecido en los meses recientes”.

Sin embargo, la probabilidad de un alza en los tipos de interés, medida a través de las posiciones de inversionistas en el mercado de futuros de la tasa de fondos federales, se mantuvo prácticamente sin cambio. Tras el discurso de Yellen, la probabilidad de un alza en la reunión de septiembre se ubicó en 24 por ciento, mientras que la probabilidad para la reunión de diciembre se calculó en 57 por 
ciento.

La divergencia entre las proyecciones del rumbo de la política monetaria de los miembros de la Fed y del mercado se ha vuelto evidente después de que el banco central elevó la tasa de interés de referencia en diciembre en 25 puntos base, la primer alza en casi una década.

A inicios del 2016, la mediana de las proyecciones de los miembros de la Fed estimaba cuatro incrementos en la tasa de interés de 25 puntos base. En cambio, el escenario más factible para el mercado era el de apenas un alza en todo el año.

Cambio de rumbo

Esto modificó el rumbo planeado de la política monetaria. En lo que va del año se han celebrado cinco reuniones del Comité de Mercado Abierto de la Fed. En ninguna de ellas se ha optado por un alza en los tipos de interés.

No obstante, ante la ausencia de la volatilidad financiera que fue característica del 2015, el discurso del banco central ha empezado a cambiar. En la práctica, la Fed se ha abocado a mantener la estabilidad financiera global dado que, después de la crisis, los cambios en la política monetaria de 
Estados Unidos se han convertido en el principal conductor de los mercados financieros y de la economía global en menor medida.


La semana pasada, Stanley Fischer, el vicepresidente de la Fed, refirió que la economía estadounidense se estaba acercando a los objetivos de estabilidad de precios y de pleno empleo del banco central. 

El discurso de Yellen en Jackson Hole se ubicó en la misma tesitura y confirmó este punto de inflexión en la política monetaria: “ A pesar de que el crecimiento económico no ha sido acelerado, ha sido suficiente para generar mejoras en el mercado laboral”.

Se ‘cura en salud’

Aunque Janet Yellen mantuvo un tono optimista, advirtió que la decisión de septiembre aún no podría darse por sentada.

“Nuestras decisiones siempre dependen del grado en el que los datos continúen confirmando nuestra perspectiva”.

Fed: de espalda al mercado


#economía

Fed: de espalda al mercado

A pesar de que la intervención de Janet Yellen en Jackson Hole abrió la puerta para un incremento de tasas en septiembre, los agentes económicos se mantienen escépticos del rumbo alcista de la política monetaria que proyecta el discurso del banco central
 
Si quieres conocer el dinero, trata de pedirlo prestado”  
Benjamín Franklin
Político estadounidense
A la luz del continuo desempeño sólido del mercado laboral, de nuestra perspectiva de actividad económica y de inflación, creo que el caso para un incremento en la tasa de fondos federales se ha fortalecido en los meses recientes”
Janet Yellen
Presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos
57% es la expectativa que asigna el mercado a un alza en la tasa de interés de referencia de la Fed en diciembre 24% es la probabilidad que asigna el mercado a un alza en la tasa de interés de referencia de la Fed en septiembre 0.5%-0.75% es el rango en el que se ubicará la tasa de interés de referencia de la Fed al cierre del 2017, según el Banco de México
El discurso de Janet Yellen, la presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), era el evento más esperado de Jackson Hole, un panel de conferencias que organiza anualmente la Reserva Federal de Kansas y reúne a los banqueros centrales de más alto perfil.  Su intervención no decepcionó, al menos en el sentido de que el mensaje ya era esperado.

Monday, June 27, 2016

La Fed no subiría su tasa de referencia este año, mientras que el Banco de México sí ante una caída del peso, estiman analistas.

'Brexit' le cambia el panorama a la Reserva Federal

Esteban Rojas
Fed
La incertidumbre era alta, pero ahora es mayor. La salida de Reino Unido de la Unión Europea cambió las apuestas de los inversionistas y analistas sobre el rumbo de política monetaria en la Reserva Federal de Estados Unidos, pues un nuevo movimiento en su tasa de referencia podría darse hasta el siguiente año.

Las inversiones depositadas en los futuros de fondos federales otorgan ahora una probabilidad nula de que el banco central suba su tasa en las juntas de julio y septiembre, mientras que para noviembre es de apenas 1.8 por ciento.

“Con este telón de fondo , los bancos centrales estarán en un estado de ánimo pesimista. (…) un alza de tasas de la Fed está fuera de la mesa a través de las elecciones de noviembre , y cuestionable para diciembre . Las tasas en el mercado ya se habían ajustado”, comentaron Hang Trun y Charles Collyns, director ejecutivo y economista en jefe del Instituto Internacional de Finanzas.
Para las reuniones de la Fed del 14 de diciembre y 2 de febrero, las probabilidades de un aumento en la tasa son de 16.6 y 18.1 por ciento.

El instituto central mantiene el costo del dinero en el rango de 0.25 a 0.50 desde el pasado diciembre. La señales de desaceleración en la economía norteamericana y los riesgos relacionados con China y, ahora el Brexit, han hecho que la Fed profundice en una política monetaria de retiro gradual en los estímulos monetarios.

La Fed ha tenido mucho cuidado en instrumentar una política de comunicación con el mercado que evite “sorpresas”, sin embargo, analistas cuestionan ahora la credibilidad del banco central sobre este proceso.

Janet Yellen, presidenta del organismo, declaró el viernes que la Fed está lista para proveer liquidez a otros bancos centrales a través de líneas de swaps, ante la intensa volatilidad registrada en los mercados financieros.

REACCIONA EL MERCADO

Las tasas de interés se desplomaron en Estados Unidos, situación que se extendió con particular fuerza a prácticamente a la mayor parte de las naciones desarrolladas.

El referencial bono norteamericano a 10 años se desplomó a 1.56 por ciento, con lo que alcanzó un nuevo mínimo en el año, en términos de cierre.

En el Reino Unido la tasa bajó a 1.08 por ciento, situación que implicó una caída de 28.9 puntos base, como respuesta de la cobertura buscada por los inversionistas, después del ‘sí’ al Brexit.

En otros países como Alemania, los mayores flujos de capitales llevaron nuevamente al rendimiento del bono a 10 años a territorio negativo al cerrar el pasado viernes en -0.05 por ciento.

En países como Suiza y Japón, también prevalecen tasas de interés negativas al cerrar en -0.56 y -0.19 por ciento.

En México, el bono M a 10 años cerró en 6.05 por ciento con un baja de 0.02 puntos. El diferencial entre este bono y su similar en Estados Unidos se ubicó el pasado viernes de 449 puntos base.

EL TURNO PARA EL BANCO DE MÉXICO

El último día de este mes, el Banco de México anunciará el resultado de su reunión de política monetaria.

Las apuesta del mercado apunta a que el Banco de México quizá pueda volverse a desligar de la Fed, al estimar un nuevo incremento de 25 puntos base en su tasa de referencia, según una encuesta levantada por Bloomberg entre 15 especialistas del mercado.

El último movimiento en el costo del dinero por parte de Banxico se dio el pasado 17 de febrero, cuando aumento en 50 puntos base a su tasa, fuera del calendario marcado para sus reuniones.

El retraso de un nuevo ajuste en la política monetaria de la Fed, una inflación baja y la pérdida de fuerza en la recuperación de la economía mexicana serían factores que deberían apuntar a que Banxico pudiera seguir en compás de espera. Sin embargo, el factor desequilibrante podrá ser las presiones alcistas sobre el dólar.

La Fed no subiría su tasa de referencia este año, mientras que el Banco de México sí ante una caída del peso, estiman analistas.

'Brexit' le cambia el panorama a la Reserva Federal

Esteban Rojas
Fed
La incertidumbre era alta, pero ahora es mayor. La salida de Reino Unido de la Unión Europea cambió las apuestas de los inversionistas y analistas sobre el rumbo de política monetaria en la Reserva Federal de Estados Unidos, pues un nuevo movimiento en su tasa de referencia podría darse hasta el siguiente año.

Las inversiones depositadas en los futuros de fondos federales otorgan ahora una probabilidad nula de que el banco central suba su tasa en las juntas de julio y septiembre, mientras que para noviembre es de apenas 1.8 por ciento.

“Con este telón de fondo , los bancos centrales estarán en un estado de ánimo pesimista. (…) un alza de tasas de la Fed está fuera de la mesa a través de las elecciones de noviembre , y cuestionable para diciembre . Las tasas en el mercado ya se habían ajustado”, comentaron Hang Trun y Charles Collyns, director ejecutivo y economista en jefe del Instituto Internacional de Finanzas.

Wednesday, June 22, 2016

Dos abajo y quedan dos

Dos abajo y quedan dos

Peter Schiff
Artículo y análisis original de Peter Schiff en español.
La larga campaña de la Reserva Federal para echar abajo el temor causado por las predicciones de sus propias políticas salió a flote seriamente la semana pasada cuando oficialmente se redujo las cuatro subidas de un cuarto de punto esperadas para el 2016, cuando en diciembre se le fue sugerido, sólo dos. Teniendo en cuenta el deterioro de las perspectivas económicas, creo que hay pocas dudas de que la Fed pronto completará el proceso de capitulación y eliminará todas las expectativas de alzas adicionales este año. Incluso antes de que esto ocurra, los observadores inteligentes ya deberían haber llegado a la conclusión de que la Reserva Federal se ha quedado atascada en el barro monetario con la misma firmeza que ha tenido desde los albores de la crisis financiera en el 2008.



En lugar de expresar activamente su retiro, ya sea en su Declaración de Políticas de Marzo o en la rueda de prensa la Presidenta Janet Yellen, el cambio de política del movimiento del mercado fue enterrado en las minucias de la matriz de información de la Fed en su “diagrama de puntos”, en el que cada votador y miembro del comité da señales de sus supuestos tipos de interés que estarán en variospuntos en el futuro. Esas hojas de té necesitan ser leídas para llegar a la conclusión de su política acaba de conseguir ser mucho más pesimista. Pero a pesar de la sueva venta ambulante de la Fed, el cambio de su política tuvo un impacto inmediato en los mercados, y el dólar resulto golpeado por una variedad de monedas rivales y el oro (y más significativamente buscadores de oro) escalando subidas mensuales.
Steve Liesman
Steve Liesman
Pero tal vez la mayor víctima del anuncio fue la propia credibilidad de la Fed, que ahora está siendo estirada hasta el límite. En la conferencia de prensa de Yellen el pasado miércoles, el reportero de CNBC Steve Liesman, que quizás ha sido uno de los partidarios más fiables de las políticas de la Fed, parecía indicar que incluso él se había cansado de prevaricaciones de la Fed, al preguntarle a la Presidente Yellen: “¿La Fed tiene un problema de credibilidad en el sentido de que se dice que va a hacer una cosa, bajo ciertas condiciones, pero no llega a hacerlo? Y… si las condiciones actuales no son suficientes para que la Fed suba las tasas, … ¿Cuáles serían esas condiciones en el futuro? “
La respuesta de Ellen se medida y larga, pero lo que realmente se redujo a “Steve, ¿por qué has tomado nuestras previsiones anteriores como un valor nominal? En realidad nunca ofrecimos compromisos firmes en nada. Tampoco estamos específicamente de acuerdo con las cosas que aparentemente hemos dicho. Y para que sepas, ustedes deberían esperar que las cosas que estamos diciendo ahora serán “evolucionarán totalmente a través del tiempo de todas formas.” O en puro español: “Steve, no sabes que por ahora no tenemos ni la más mínima idea de lo que estamos hablando, que nuestras predicciones son sólo adivinanzas, y ya que normalmente adivinamos mal, ¿por qué deberías esperar una mayor exactitud de nuestra parte ahora? En todo caso, debería ser obvio que nuestras suposiciones están sesgadas a favor de un crecimiento más fuerte, ya que la intención es que esos pronósticos optimistas es influir positivamente en la confianza, lo que ayuda a ocultar los problemas que, por razones políticas, no nos atrevemos a reconocer”.
Hablar es barato, y la Fed lo compra por quintales. Pero cuando llega el momento de hacer realmente algo, se hace la vista gorda. Al expresar su frustración, Liesman señaló que la inflación subyacente se ha incrementado en los últimos dos meses (de hecho, ya ha violado objetivo del 2% de la Fed), que el informe de empleo fue fuerte (de hecho, la economía está creando 200.000 empleos más por mes), y q
ue la previsión de seguimiento PIB ha vuelto a dos por ciento. Y a pesar de que he explicado en muchas ocasiones por qué esos datos son todos engaños para el alza, Yellen no ha introducido ninguna cualificación. La brecha creciente entre lo que la Fed dice que va a hacer y lo que está haciendo en realidad es cada vez más difícil de tragar para la mayoría de las personas. Cuando el declive se detiene, un cambio en el mercado de proporciones considerables podría comenzar, hablando muy seriamente.
Federal Reserve Board Chairwoman Janet Yellen
Janet Louise Yellen
Uno punto de los datos del que Yellen le gusta aferrarse ferozmente son los informes que muestran que los consumidores confían en que la economía ha mejorado y que continuará haciéndolo. Pero siempre he creído que esos informes están mal hechos, están completamente en desacuerdo con lo que los votantes (que también son consumidores) realmente están diciendo en las urnas. Encuestas presidenciales primarias en un estado tras otro indican que la economía ha sido el tema más importante en la mente de los votantes. En términos generales, esto debe indicar q
ue las personas no son demasiado optimistas acerca de la economía. Si lo fueran, otras cuestiones, como la inmigración, la seguridad nacional, el medio ambiente, y la salud, serian citadas como su principal preocupación.
La gran sorpresa principal de esta temporada ha sido el aumento de la popularidad de Donald Trump entre los republicanos y Bernie Sanders entre los Demócratas. Los votantes no eligen a Trump porque les gusta su pelo o Sanders porque les gustan sus gafas. Ambos son considerados los insurgentes en sus respectivos partidos. Ellos representan el cambio y su popularidad debe ser vista como un signo de la incertidumbre económica profundamente arraigada en los votantes en lugar de tener confianza. Si la confianza fuera alta, los candidatos más estrechamente alineados con el status quo deberían estar en la cima.
De acuerdo tanto con la Reserva Federal y sus perros falderos económicos de Wall Street, uno de los pocos puntos brillantes en la economía es el hecho de que la inflación está empezando ha ascender notablemente. La semana pasada se reveló que el índice subyacente de precios al consumidor (IPC) había aumentado un 2,3% con respecto al año anterior (Bureau of Labor Statistics), eclipsando por lo tanto el objetivo largamente buscado un 2% de la Fed. Los economistas sostienen que el aumento de los precios pronto conducirá al aumento de los salarios. Sí, los consumidores están pagando más por el alquiler, seguros, alimentación y cuidado de la salud, pero los aumentos salariales buscados desde hace tiempo aún no se han materializado. Por razones obvias, los consumidores tienden a evitar la celebración si sus facturas suben y su sueldo no lo
hace.
Los precios más altos pueden ser la principal razón por la que los consumidores no están gastando al ritmo esperado. El mes pasado, los economistas aplaudieron cuando las ventas minoristas de enero fueron de hasta 0,2% en el mes (excluyendo automóviles y gasolina), según datos del Departamento de Comercio. De hecho, la Fed de Atlanta, citó estos números cuando se impulsó su pronóstico anual del 1er trimestre el PIB hasta el 2,7% (desde que fue revisado llegó hasta el 1,9%) (FRB Atlanta). Sin embargo, la semana pasada se nos dijo que el número de ventas minoristas de enero desde que fue revisado por última vez abajo a negativo -0.4% desde el 0.2% positivo. Excepto los automóviles y la gasolina, los números bajaron de hasta 0.4% a 0.1% en febrero. No recuerdo haber visto nunca mayores revisiones a las ventas minoristas bajando. Pero debido a que las revisiones eran tan grandes, los números de febrero podrían ser vistos como positivos a pesar de que estaban muy por debajo de las cifras de enero desde la pre-revisión.
Las ventas desaceleradas, a su vez, están dando lugar a un peligroso aumento de los inventarios de los negocios, como bienes no vendidos que se acumulan en los estantes. La relación inventarios-ventas es ahora de 1,4, la más alta que hemos tenido desde mayo del 2009, cuando el país estaba en medio de la gran recesión. De hecho, nunca ha sido tan alta en momentos en que la economía no estaba en recesión. Del mismo modo, las revisiones de datos publicados la semana pasada también indican que es posible que en una última instancia deberíamos anunciar un déficit para el 2015 de $ 481 millones de dólares, el mayor número desde el año de la recesión de 2008. Si las tasas de interés suben, el déficit podría empeorar de forma significativa. Los números de la producción industrial también están en una espiral descendente. Los datos recientes muestran una disminución de cuatro meses consecutivos, es la primera vez desde 1952 que esto ha ocurre sin los que los EE.UU. esté en recesión. Pero si ya estamos en recesión, y pienso que lo estemos, al menos que la declaración ya no sea cierta.
Todo esto se suma en una trampa inminente de la que difícilmente escapará la Fed. La economía se está debilitando mientras que la inflación se está fortaleciendo. Mientras tanto, los precios de los
activos, que se han convertido en la piedra angular de toda la confianza económica que resta, son extremadamente vulnerables a un aumento de las tasas de interés.
Como resultado, habrá que esperar una continua y fuerte persuasión ante la inacción de la Fed. Todo lo que se puede hacer es rezar para que la economía se caliente, para que  finalmente se cumpla lo que ha prometido durante tanto tiempo. Pero si seguimos rascando el fondo como hemos estado haciendo, o ir más lejos dentro de la zona de peligro, esperar que la Fed quite esas dos subidas restantes que prometió hacer de igual manera que hizo tan fácilmente con los dos primeros. La última cosa que la Fed puede soportar es que una recesión se encuentre hirviéndose justo debajo de la superficie hasta el punto en que se desborde y que a la vista en los meses anteriores a las elecciones. Si esto ocurre, todos podríamos estar viendo muchas conferencias de prensa de Mar-a-Lago. Esto es un desarrollo que estoy seguro de Janet Yellen quiere evitar a toda costa.

Dos abajo y quedan dos

Dos abajo y quedan dos

Peter Schiff
Artículo y análisis original de Peter Schiff en español.
La larga campaña de la Reserva Federal para echar abajo el temor causado por las predicciones de sus propias políticas salió a flote seriamente la semana pasada cuando oficialmente se redujo las cuatro subidas de un cuarto de punto esperadas para el 2016, cuando en diciembre se le fue sugerido, sólo dos. Teniendo en cuenta el deterioro de las perspectivas económicas, creo que hay pocas dudas de que la Fed pronto completará el proceso de capitulación y eliminará todas las expectativas de alzas adicionales este año. Incluso antes de que esto ocurra, los observadores inteligentes ya deberían haber llegado a la conclusión de que la Reserva Federal se ha quedado atascada en el barro monetario con la misma firmeza que ha tenido desde los albores de la crisis financiera en el 2008.