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Friday, August 5, 2016

Bancos centrales como ‘casas de empeño’ de última instancia

Los bancos centrales continuarían actuando como prestamistas de última instancia. Pero ya no estarían obligados a prestar contra prácticamente cualquier activo, debido a que esa posibilidad misma debe crear un riesgo moral.
Martin Wolf Financial Times
 
Lord King ofrece una innovadora alternativa a la alquimia de la banca. (El Financiero)
¿Habrá otra enorme crisis financiera? Tal y como dijo Hamlet de la caída de un gorrión: “Si es ahora, no ha de ser después; si no es después, ha de ser ahora; si no es ahora, alguna vez será: lo que cumple es estar apercibido”. Lo mismo sucede con los bancos. Están diseñados para caer. Así es que, con certeza, caerán.

Un libro de reciente publicación explora no sólo esta realidad, sino también una radical y original solución. Lo que hace que la atención a esta sugerencia sea aún más justificada es que su autor solía estar en el corazón mismo del grupo de poder monetario, antes y durante la crisis. Se trata de Lord Mervyn King, exgobernador del Banco de Inglaterra (BoE, por sus siglas en inglés). Su libro se titula The End of Alchemy (El fin de la alquimia).

El título es apropiado: la alquimia se encuentra en el corazón del sistema financiero; además, la banca fue, al igual que la alquimia, una idea medieval, pero una que no hemos descartado hasta ahora. Y, según argumenta Lord King, actualmente debemos hacerlo.

Como observa Lord King, la alquimia es “la creencia de que el dinero guardado en los bancos se puede sacar cada vez que los depositantes lo pidan”. Éste es un truco de confianza en dos sentidos: funciona si la confianza es fuerte; y es fraudulento. Las instituciones financieras hacen promesas que, en posibles condiciones del mundo, probablemente no pueden cumplir.

Durante las épocas prósperas, este negocio es lucrativo. Durante las épocas difíciles, las autoridades tienen que acudir al rescate. No es de extrañarse, entonces, que las instituciones financieras se hayan vuelto tan grandes y que paguen tan bien.

Consideremos cualquier banco grande. Tendrá una amplia gama de activos riesgosos a largo plazo en sus libros, con hipotecas y préstamos corporativos ocupando un lugar prominente entre ellos. El banco los financiará con depósitos, y con préstamos a corto y a más largo plazo.

¿Qué pasa si los prestamistas deciden que es probable que los bancos sean insolventes? Si son depositantes o prestamistas a corto plazo, pueden exigir que se les devuelva su dinero inmediatamente. Sin la ayuda del banco central los bancos no podrán satisfacer esa exigencia.

Debido a que un colapso generalizado sería económicamente devastador, el apoyo necesario es inminente. Esta realidad ha creado la situación en la que los gobiernos tratan de hacer más seguras las finanzas y las finanzas se aprovechan del apoyo para volverse más arriesgadas.

Lord King ofrece una innovadora alternativa. Los bancos centrales continuarían actuando como prestamistas de última instancia. Pero ya no estarían obligados a prestar contra prácticamente cualquier activo, debido a que esa posibilidad misma debe crear un riesgo moral. En su lugar, ellos acordarían con antelación los términos bajo los que se harían préstamos contra activos durante una crisis. La magnitud de estos recortes sería un “impuesto sobre la alquimia”. Los niveles del impuesto se fijarían a niveles rigurosos, y no podrían alterarse durante una crisis. El banco central se habría convertido en “una ‘casa de empeño’ para cualquier ocasión”.

Esta estrategia tiene inconvenientes. Los valores pignorables tendrían que variar con las condiciones económicas, lo cual pudiera crear un grado de estrés. Pero es un valeroso intento de disciplinar a un sistema financiero que hace promesas que no puede cumplir.

Bancos centrales como ‘casas de empeño’ de última instancia

Los bancos centrales continuarían actuando como prestamistas de última instancia. Pero ya no estarían obligados a prestar contra prácticamente cualquier activo, debido a que esa posibilidad misma debe crear un riesgo moral.
Martin Wolf Financial Times
 
Lord King ofrece una innovadora alternativa a la alquimia de la banca. (El Financiero)
¿Habrá otra enorme crisis financiera? Tal y como dijo Hamlet de la caída de un gorrión: “Si es ahora, no ha de ser después; si no es después, ha de ser ahora; si no es ahora, alguna vez será: lo que cumple es estar apercibido”. Lo mismo sucede con los bancos. Están diseñados para caer. Así es que, con certeza, caerán.

Un libro de reciente publicación explora no sólo esta realidad, sino también una radical y original solución. Lo que hace que la atención a esta sugerencia sea aún más justificada es que su autor solía estar en el corazón mismo del grupo de poder monetario, antes y durante la crisis. Se trata de Lord Mervyn King, exgobernador del Banco de Inglaterra (BoE, por sus siglas en inglés). Su libro se titula The End of Alchemy (El fin de la alquimia).

Washington aún no está listo para descartar acuerdos comerciales

Las semejanzas con el movimiento en contra del orden establecido que Donald Trump llevará esta semana hasta la convención republicana en Cleveland han hecho del voto británico para abandonar la Unión Europea un candente tema de conversación entre los republicanos.
Shawn Donnan Financial Times
Los rumores de un acuerdo con el Reino Unido compensan la reacción negativa contra la ‘globalización’. (El Financiero)
Las semejanzas con el movimiento en contra del orden establecido que Donald Trump llevará esta semana hasta la convención republicana en Cleveland han hecho del voto británico para abandonar la Unión Europea (UE) un candente tema de conversación entre los republicanos.

Trump interpretó de inmediato el referéndum como una confirmación de su promesa de desmantelar la “globalización”. El día después de la votación, proclamó: “En todo el mundo la gente está enojada”.

Pero varios de los republicanos convencionales a los que Trump se ha enfrentado en temas como la raza, el comercio y las normas generales del debate y el decoro en la política estadounidense también han identificado el “Brexit” como una oportunidad estratégica a más largo plazo.

La semana pasada, dos de los republicanos más poderosos del Congreso — el congresista Kevin Brady de Texas, presidente de la Comisión de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, y el senador Orrin Hatch de Utah, presidente de la Comisión de Finanzas del Senado — le hicieron un llamado al presidente Barack Obama para que iniciara rápidamente discusiones sobre acuerdos comerciales con un nuevo gobierno británico.

Este pacto, según argumentan, enlazaría dos economías liberales afines, brindaría beneficios económicos a ambas partes, y le daría más vigor a una relación comercial y estratégica ya de por sí impresionante.

También le daría a EU una potencial ventaja sobre los restantes miembros de la UE y Bruselas, con los que EU ha estado sosteniendo negociaciones dolorosamente lentas durante los últimos tres años.

Algunas conversaciones preliminares ya han comenzado. Sin embargo, cualquier acuerdo entre EU y el Reino Unido probablemente tomará años en materializarse.

A Obama le quedan sólo seis meses en el cargo, por lo que cualquier negociación comercial importante entre EU y el Reino Unido quedaría a cargo de la próxima administración, ya sea encabezada por Trump o por su rival demócrata Hillary Clinton.

Hay una enorme madeja de incertidumbres y complejidades que deben solucionarse antes de que las conversaciones puedan comenzar de forma seria.

Bajo las reglas de la UE, al Reino Unido no se le permite siquiera negociar sus propios acuerdos comerciales mientras sea miembro del bloque comercial. También está la cuestión de qué tipo de relación comercial establecerá el gobierno de la primera ministra, Theresa May, con la UE, lo cual definirá las condiciones de cualquier negociación con EU.

Los acuerdos comerciales — y la globalización en general — no están de moda en el ámbito político estadounidense este año electoral. En sus campañas los dos principales candidatos presidenciales han hablado más de deshacer acuerdos comerciales que de lograrlos.

Trump quiere construir un muro en la frontera con México e imponerle aranceles punitivos a China. Tanto él como la Clinton han denunciado otro acuerdo comercial mucho mayor y posiblemente más estratégico para EU, cuyas negociaciones encabezó el Sr. Obama, el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) entre 12 países, que cuenta con el respaldo de la mayoría de los republicanos convencionales.

Y sin embargo, el hecho de que algunos republicanos importantes en el Congreso aún están hablando de posibles pactos en un año en que el candidato de su partido está despotricando contra el comercio debería darles cierto consuelo a aquellos que creen en el valor de las economías abiertas.

Como mínimo, demuestra que todavía hay personas importantes en Washington quienes son capaces de pensar en algo más que en el ruido político actual.

Washington aún no está listo para descartar acuerdos comerciales

Las semejanzas con el movimiento en contra del orden establecido que Donald Trump llevará esta semana hasta la convención republicana en Cleveland han hecho del voto británico para abandonar la Unión Europea un candente tema de conversación entre los republicanos.
Shawn Donnan Financial Times
Los rumores de un acuerdo con el Reino Unido compensan la reacción negativa contra la ‘globalización’. (El Financiero)
Las semejanzas con el movimiento en contra del orden establecido que Donald Trump llevará esta semana hasta la convención republicana en Cleveland han hecho del voto británico para abandonar la Unión Europea (UE) un candente tema de conversación entre los republicanos.

Trump interpretó de inmediato el referéndum como una confirmación de su promesa de desmantelar la “globalización”. El día después de la votación, proclamó: “En todo el mundo la gente está enojada”.

Desorden global desde Trump hasta el Mar de China Meridional

A Donald Trump se le confirma como candidato republicano a la presidencia de EU. Recep Tayyip Erdogan, el presidente de Turquía, aprieta el ‘tornillo autoritario’ después de un fallido golpe militar.
Philip Stephens Financial Times
FT. Desorden global desde Trump hasta el Mar de China Meridional.
La beligerancia de la política nacional se está derramando sobre el escenario mundial. (El Financiero)
A Donald Trump se le confirma como candidato republicano a la presidencia de EU. Recep Tayyip Erdogan, el presidente de Turquía, aprieta el ‘tornillo autoritario’ después de un fallido golpe militar.

Decenas de personas fallecen en otro espantoso ataque terrorista en Francia. A esta lista se pudieran añadir el golpe a la cohesión occidental asestado por el voto del Reino Unido para salirse de la Unión Europea (UE) y la desafiante respuesta de China ante el fallo de un tribunal internacional acerca de sus reivindicaciones territoriales en el Mar de China Meridional.

A primera vista, estos eventos parecen estar desconectados. Trump probablemente nunca ha oído hablar de la línea de nueve puntos de China. Boris Johnson, el secretario de Asuntos Exteriores del Reino Unido, ha mostrado una mayor preocupación por bloquear el acceso a los migrantes turcos que por la salud de la democracia de esa nación.

Es probable que la masacre en Niza se haya debido tanto al alterado estado mental del perpetrador como al proselitismo del autodenominado Estado Islámico (EI). La locura, y la maldad, pasarán.

Al analizar la situación con mayor detenimiento se observa la aparición de algunos preocupantes patrones: el creciente nacionalismo, la política de la identidad, el desdén por las instituciones y una fractura del sistema internacional basado en normas. Los gobiernos han perdido el control, y la fe de sus ciudadanos. La beligerancia de la política nacional se está derramando sobre el escenario mundial. No se trata de un mundo absolutamente hobbesiano, pero la dirección de desplazamiento es evidente.

El populismo de izquierda y de derecha en Europa se ha aprovechado de la dificultad económica que siguió a la crisis financiera de 2008 y de los temores acerca de los flujos de migrantes que huyen de la guerra y de los Estados fallidos del Medio Oriente y de África. Francia tiene el islamófobo Frente Nacional; Italia, el Movimiento Cinco Estrellas; España, Podemos; y, más recientemente, en Alemania ha surgido Alternativa para Alemania. La fragmentación le ha dado un vuelco al juego de posguerra de ‘tomar turnos sucesivos’ entre los partidos de centro derecha y de centro izquierda.

La nominación de Trump y el voto del Reino Unido para salirse de la UE, sin embargo, son acaecimientos de diferentes tipos. Cualquiera que sea el resultado de las elecciones de noviembre en EEUU, Trump se ha apoderado del Partido Republicano y, según las encuestas de opinión, él cuenta con el apoyo de las dos quintas partes de los estadounidenses a favor de una plataforma arraigada en la xenofobia, en el aislamiento, en el populismo económico y en el antielitismo. El Reino Unido siempre ha tenido sus euroescépticos, pero el voto del “Brexit” expresó un desencanto mucho más amplio. A Bruselas se le culpó por la creación de la globalización, de la migración y de la marginación económica.

El candidato republicano dice que le gustaría “darles un puñetazo” a sus oponentes. Él expulsaría a millones de migrantes mexicanos y les prohibiría la entrada a los musulmanes a EU. Un poderoso aislamiento restaurará la grandeza de EU. Para Trump, los extranjeros son la amenaza. Del mismo modo, los partidarios de línea dura del “Brexit” prometen construir su pared en el Canal de la Mancha. Algunos defensores afirmaron, equivocadamente, que si el Reino Unido permanecía dentro de la UE su preciado Servicio Nacional de Salud se volvería disponible para millones de migrantes turcos.

El credo populista reemplaza al patriotismo con el nacionalismo, y promueve el desprecio por las instituciones tradicionales. Cualquier persona considerada “experta” está confabulando con las élites. Todo el mundo tiene derecho a producir sus propios “hechos”. Las grandes empresas, los bancos, y la globalización son los enemigos de las clases trabajadoras de raza blanca. Unos cuantos pasos más a lo largo de este camino nos llevarían de vuelta a las “conspiraciones judías” de la década de 1930.

A los votantes no se les puede culpar por sus ansiedades. Muchos tienen quejas legítimas. El capitalismo liberal ha favorecido a los ricos. Los ingresos medios se han estancado. Los nuevos titanes del capitalismo global — Apple, Google, Amazon, Facebook — consideran la imposición fiscal un impuesto voluntario. Las instituciones políticas se han vuelto complacientes. Sin embargo, las propuestas de los populistas — invariablemente divisorias, pesimistas y cerradas — son transparentemente falsas. Una presidencia de Trump empobrecería a EU; el “Brexit” tendrá el mismo efecto en el Reino Unido.

Desorden global desde Trump hasta el Mar de China Meridional

A Donald Trump se le confirma como candidato republicano a la presidencia de EU. Recep Tayyip Erdogan, el presidente de Turquía, aprieta el ‘tornillo autoritario’ después de un fallido golpe militar.
Philip Stephens Financial Times
FT. Desorden global desde Trump hasta el Mar de China Meridional.
La beligerancia de la política nacional se está derramando sobre el escenario mundial. (El Financiero)
A Donald Trump se le confirma como candidato republicano a la presidencia de EU. Recep Tayyip Erdogan, el presidente de Turquía, aprieta el ‘tornillo autoritario’ después de un fallido golpe militar.

Decenas de personas fallecen en otro espantoso ataque terrorista en Francia. A esta lista se pudieran añadir el golpe a la cohesión occidental asestado por el voto del Reino Unido para salirse de la Unión Europea (UE) y la desafiante respuesta de China ante el fallo de un tribunal internacional acerca de sus reivindicaciones territoriales en el Mar de China Meridional.

Se acerca la hora de la verdad para Maduro

Los líderes de la oposición han dejado de lado sus diferencias con el fin de montar una vigorosa campaña para convencer a los votantes de que la destitución de Nicolás Maduro, quien fue elegido en 2013 para un mandato de seis años, es la única manera de evitar que el país caiga en un caos aún mayor.
Andres Schipani Financial Times
 
FT. Se acerca la hora de la verdad para Maduro.
El gobierno venezolano se está viendo presionado a celebrar una consulta popular. (El Financiero)
Cuando el legislador de oposición Julio Borges se acercó al consejo electoral de Venezuela para conminar a las autoridades a continuar con los planes de una votación sobre la presidencia de Nicolás Maduro, partidarios del gobierno lo golpearon con un tubo y lo dejaron con el rostro cubierto de sangre.

Ahora, ya recuperado, cree que el incidente demuestra cómo el gobierno socialista y sus seguidores temen que el ímpetu del llamado referendo revocatorio le ponga fin a tres turbulentos años de mandato de Maduro.

“El referendo nos ha fortalecido. La gente sabe que ahora es el momento”, dice Borges, una persona de alto rango en el partido del líder de la oposición Henrique Capriles. “Es nuestra tarea canalizar esa energía y convertirla en punto de inflexión para Venezuela”.

Ahora que el Consejo Nacional Electoral de Venezuela está próximo a anunciar si la oposición ha reunido con éxito las aproximadamente 400 mil firmas necesarias para proceder a la siguiente etapa del referéndum revocatorio, ese momento podría llegar pronto.

Los líderes de la oposición han dejado de lado sus diferencias con el fin de montar una vigorosa campaña para convencer a los votantes de que la destitución de Maduro, quien fue elegido en 2013 para un mandato de seis años, es la única manera de evitar que el país caiga en un caos aún mayor.

Venezuela, que tiene reservas de petróleo mayores que las de Arabia Saudita, se encuentra en medio de la peor crisis de su historia, azotada por una inflación galopante, una escasez agobiante y una economía que se prevé se contraiga un 10 por ciento este año.

Cientos de miles de personas se han inscrito para validar la petición de destituir a Maduro y celebrar elecciones; el esperado anuncio del consejo electoral se relaciona con la validez de esas firmas.

Si son válidas, puede comenzar la siguiente etapa del proceso. La oposición necesita recoger al menos 4 millones de nombres para activar un mecanismo equivalente a un popular voto de censura. Sin embargo, las poderosas fuerzas en Venezuela están decididas a detenerlos.

En un mensaje publicado en las redes sociales este fin de semana, Diosdado Cabello, vicepresidente del gobernante PSUV de Maduro, dijo rotundamente: “Para este año no hay tiempo ni manera de hacer ese referendo, ni una sola posibilidad”.

Capriles, excandidato presidencial quien ha encabezado el proceso del referendo, respondió que la votación debe realizarse este año, ya sea en octubre o diciembre.

“Es un derecho constitucional. No hay ningún mecanismo legal o técnico que impida hacerla este año”, dice, añadiendo que el consejo electoral, cuyos funcionarios son designados por el gobierno, está “usando cualquier truco a su alcance” para obstaculizar el proceso.

Capriles ha llamado a los venezolanos a salir a las calles el miércoles para salvaguardar la votación si el organismo electoral no anuncia una fecha para el referendo. “Con un referendo revocatorio podremos evitar una explosión. Porque cuando la gente tiene hambre, cuando lleva días sin comer, no se le puede decir que espere”, dice.

Freddy Guevara, aliado del encarcelado opositor Leopoldo López, añade: “No hay forma de resolver esta crisis con Maduro en el poder”.

Pero el temor es que la disputa por el proceso de referendo exacerbe las tensiones en un país donde el saqueo y los disturbios por los alimentos se han convertido en algo común, y donde el ejército se ha vuelto más poderoso.

El presidente de EU, Barack Obama, ha instado al gobierno venezolano a respetar el proceso democrático, incluidos los “legítimos esfuerzos de realizar un referendo revocatorio”. El gobierno de Maduro generalmente descarta las intervenciones de Washington como una injerencia imperialista.

Tal vez una señal más evidente sea que Raúl Castro, el presidente cubano y un firme aliado del socialismo venezolano, ha reconocido públicamente cómo la crisis económica está perjudicando la economía de la isla comunista.

Aunque la más reciente encuesta de Venebarómetro sugiere que el 88 por ciento de los venezolanos está a favor de la destitución del Sr. Maduro, algo fundamental sería elegir el momento oportuno.

Si la votación se realiza antes de enero, Maduro será destituido de su cargo y se convocará a elecciones. Si sucede después de esa fecha, entonces su vicepresidente, Aristóbulo Isturiz, tomará su lugar y el partido gobernante permanecerá en el poder.

En cuanto a retrasar completamente la votación, algunos creen que no es una opción, pues el mecanismo era parte de la constitución promovida por el fallecido Hugo Chávez — antecesor de Maduro — quien todavía es venerado en Venezuela.

Se acerca la hora de la verdad para Maduro

Los líderes de la oposición han dejado de lado sus diferencias con el fin de montar una vigorosa campaña para convencer a los votantes de que la destitución de Nicolás Maduro, quien fue elegido en 2013 para un mandato de seis años, es la única manera de evitar que el país caiga en un caos aún mayor.
Andres Schipani Financial Times
 
FT. Se acerca la hora de la verdad para Maduro.
El gobierno venezolano se está viendo presionado a celebrar una consulta popular. (El Financiero)
Cuando el legislador de oposición Julio Borges se acercó al consejo electoral de Venezuela para conminar a las autoridades a continuar con los planes de una votación sobre la presidencia de Nicolás Maduro, partidarios del gobierno lo golpearon con un tubo y lo dejaron con el rostro cubierto de sangre.

Ahora, ya recuperado, cree que el incidente demuestra cómo el gobierno socialista y sus seguidores temen que el ímpetu del llamado referendo revocatorio le ponga fin a tres turbulentos años de mandato de Maduro.

La muerte del TPP significaría el fin de la globalización liderada por EU

Es el momento de pronunciar la muerte clínica del Acuerdo de Asociación TransPacífico. Hillary Clinton ya había enviado este importante acuerdo de Barack Obama — la iniciativa comercial más grande para EU en más de una década — a la unidad de cuidados intensivos cuando se pronunció en su contra el año pasado.
Edward Luce Financial Times
 
FT. La muerte del TPP significaría el fin de la globalización liderada por EU.
El cambio de actitud de Hillary respecto al acuerdo que una vez respaldó confirmaría los prejuicios sobre la candidata presidencial. (El Financiero)
Es el momento de pronunciar la muerte clínica del Acuerdo de Asociación TransPacífico (TPP, por sus siglas en inglés). Hillary Clinton ya había enviado este importante acuerdo de Barack Obama — la iniciativa comercial más grande para EU en más de una década — a la unidad de cuidados intensivos cuando se pronunció en su contra el año pasado. Donald Trump se ha comprometido a desecharlo, lo que implica que quien llegue a la Casa Blanca se ha comprometido a desaparecerlo.

No obstante, sigue persistiendo la sospecha de que Clinton está siguiendo las tácticas de señuelo y cambio de su esposo. Bill Clinton se postuló en contra del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1992 durante su campaña y después hizo todo lo necesario para asegurar su aprobación tras asumir el cargo.

El martes, Terry McAuliffe, gobernador de Virginia, y viejo amigo de los Clinton, dio a entender que la Sra. Clinton tenía exactamente la misma táctica en mente para el TPP, un acuerdo entre 12 países. Se vio obligado a repudiar sus palabras casi al instante. John Podesta, presidente de la campaña de Clinton, tuiteó que la Sra. Clinton se opondría al TPP antes y después de las elecciones: “Punto Final”.

No será la última vez que la Sra. Clinton tendrá que convencer a los votantes de que ella realmente cumplirá su palabra. Cuando era secretaria de Estado describió el TPP como el “patrón oro” de los acuerdos comerciales; lo apoyó antes de pronunciarse en su contra. Trump no perderá oportunidad alguna de clavarla en esa implícita contradicción. También lo harán los partidarios de Bernie Sanders, cuyos letreros anti-TPP adornaron la sala de la convención demócrata en Filadelfia el lunes.

Para ellos, y otros que dudan de la Sra. Clinton, sus acciones con respecto al TPP serán el principal barómetro de su integridad. Y debido a ello, su margen de maniobra se continuará reduciendo.

Pero Podesta dejó una incertidumbre importante en su seguridad de que ella se opondría al TPP tanto como candidata como al ser presidenta: el ineficaz Congreso del “pato cojo” que existirá en el interregno entre noviembre y enero.

Ésta será la última oportunidad de Obama para ratificar el TPP. Sus posibilidades ya parecían cada vez más débiles. El año pasado el Congreso aprobó la autoridad de negociación por la vía rápida por sólo 10 votos. La mayoría de los recuentos sugieren que el estrecho margen ahora ha desaparecido. La reacción violenta del estadounidense promedio contra el comercio se ha intensificado.

¿Cómo podría entonces el TPP resucitar de entre los muertos? El único escenario realista es que Obama lograra precipitar el proyecto de ley a través del Congreso del “pato cojo” tras una victoria aplastante de Clinton.

Es prácticamente inconcebible que Clinton repita el pivote del TLCAN de su marido con el TPP después de asumir el cargo. El intento consumiría todo su capital político en los primeros meses y volvería tóxicas las posibilidades que tenía de construir una reputación como una líder digna de confianza.

Los partidarios de Sanders ya han dejado claro que el partido Demócrata es susceptible a una toma de control al estilo “Tea Party”.


Un cambio de postura de Clinton invitaría a ese destino mediante la confirmación de todos los prejuicios sobre el carácter resbaloso de los Clinton. También mataría sus posibilidades de promulgar una reforma migratoria, que según ella será su primera prioridad en los primeros 100 días de su mandato.

En otras palabras, el TPP en su forma actual está muerto; y será difícil traerlo de vuelta a la vida en cualquier otra forma. El golpe al liderazgo global de EU va a ser enorme. Obama y Clinton originalmente vendieron el acuerdo como la plancha económica del “giro hacia Asia” de Washington.

Establecería sobre piedra las reglas de compromiso que China no tendría más remedio que seguir. La naturaleza aborrece los vacíos. Si EU es responsable de la muerte del TPP, llegará el final de una época. Sus aliados en Asia se acercarán cada vez más a China para el liderazgo económico. El trato equivalente europeo, la Asociación de Comercio e Inversión Transatlántica (TTIP, por sus siglas en inglés), morirá con él. La era de la globalización liderada por EU comenzará a desmoronarse. Podría ser un precio que vale la pena pagar: la victoria de Trump sería la sentencia de muerte de la globalización de EU. Pero es, no obstante, un precio muy pronunciado.

La muerte del TPP significaría el fin de la globalización liderada por EU

Es el momento de pronunciar la muerte clínica del Acuerdo de Asociación TransPacífico. Hillary Clinton ya había enviado este importante acuerdo de Barack Obama — la iniciativa comercial más grande para EU en más de una década — a la unidad de cuidados intensivos cuando se pronunció en su contra el año pasado.
Edward Luce Financial Times
 
FT. La muerte del TPP significaría el fin de la globalización liderada por EU.
El cambio de actitud de Hillary respecto al acuerdo que una vez respaldó confirmaría los prejuicios sobre la candidata presidencial. (El Financiero)
Es el momento de pronunciar la muerte clínica del Acuerdo de Asociación TransPacífico (TPP, por sus siglas en inglés). Hillary Clinton ya había enviado este importante acuerdo de Barack Obama — la iniciativa comercial más grande para EU en más de una década — a la unidad de cuidados intensivos cuando se pronunció en su contra el año pasado. Donald Trump se ha comprometido a desecharlo, lo que implica que quien llegue a la Casa Blanca se ha comprometido a desaparecerlo.

Wednesday, July 20, 2016

Gobernador del Banxico enfrenta consecuencias del Brexit

El gobernador del banco central de México, Agustín Carstens, espera que el país pueda mantener un crecimiento del 2.4 al 2.5 por ciento para este año 2016, a pesar de las dificultades económicas y las consecuencias del Brexit.
Jude Webber Financial Times
 
Carstens aún confía que habrá crecimiento a pesar de la caída del peso. (El Financiero)
El gobernador del banco central de México, Agustín Carstens, espera que el país pueda mantener un crecimiento del 2.4 al 2.5 por ciento para este año 2016, a pesar de las dificultades económicas y las consecuencias del Brexit.

Igualar el crecimiento del 2.5 por ciento que se logró el año pasado no será tarea fácil para un país con un peso maltrecho que lucha contra las presiones inflacionarias que la semana pasada provocaron una subida inesperada de medio punto de las tasas.

El Banco de México, o Banxico, ha reducido regularmente los pronósticos económicos durante el último par de años en medio de la caída de los precios del petróleo, las lentas reformas estructurales y lo que el banco llama una “economía mundial hostil”.

Además, Carstens espera una “intensa volatilidad” para el resto de este 2016 a medida que las elecciones estadounidenses alcanzan su punto álgido y se asienta el polvo provocado por el voto británico a favor de abandonar la UE.

Aun así, en su oficina le dijo al Financial Times: “Si se manejan de forma constructiva los siguientes acontecimientos relacionados con el Brexit — lo cual es una gran interrogante — el impacto debería ser manejable”.

El banquero central, quien también preside el organismo rector que asesora al Fondo Monetario Internacional sobre cómo responder a las crisis, parece estar tan desconcertado por el Brexit como muchos en Gran Bretaña. Este firme defensor de la globalización argumenta que aún es difícil predecir el impacto total que tendrá la salida del Reino Unido de Europa.

El peso mexicano ha estado en la línea de fuego. Al ser la moneda más líquida de los mercados emergentes, es una cobertura conveniente y alcanzó brevemente un mínimo histórico de poco menos de 19.52 por dólar a raíz del resultado del referéndum británico. Su valor repuntó después de la subida de las tasas, pero desde entonces se ha debilitado nuevamente y ahora se cotiza sobre los 18.6.

Las elecciones estadounidenses podrían presentar riesgos aún mayores si el republicano Donald Trump — quien desea construir un muro fronterizo y poner fin a la deslocalización de compañías estadounidenses a México, lo cual les resulta más barato — gana las elecciones de noviembre.

Por ahora, parece que continuará la volatilidad, lo cual puede frenar el deseo de los inversionistas de invertir en México, dijo Carstens.

“Creo que México necesita diferenciarse de otros mercados emergentes”, dijo. Por lo tanto, Banxico “se tomó la libertad. . . de recordarle” a la Secretaría de Hacienda el 30 de junio, cuando elevó su tipo de interés de referencia hasta el 4.25 por ciento sobre la necesidad de tener un superávit primario para el próximo año. Un superávit sería el primero de México desde el año 2009.

La Secretaría de Hacienda ya había anunciado recortes presupuestarios adicionales para este 2016 de 31.7 mil millones de pesos (1.7 mil millones de dólares), además de los recortes de 132 mil millones de pesos anunciados previamente para este año y los recortes de 175 mil millones de pesos para 2017.

El banco central, temiendo que la debilidad del peso alimentaría una inflación que ya estaba aumentando en algunos de sus componentes, realizó su segunda subida de medio punto en cuatro meses, superando las expectativas de un aumento de 25 puntos básicos.

Aunque la inflación de México ha alcanzado niveles mínimos históricos y debe concluir el año “ligeramente sobre el 3 por ciento”, Carstens dijo que Banxico “quería adelantarse a los acontecimientos”.

Aunque Banxico elevó las tasas en paralelo con la Reserva Federal estadounidense en diciembre pasado y dejó claro que seguiría los pasos de la Fed, ha tomado un camino diferente.

Mientras que la condición de refugio seguro del dólar provocó su apreciación y redujo las expectativas inflacionarias en EU a raíz del Brexit, la depreciación del peso las alimentó. Aunque México aumentó su tasa, al parecer los planes de la Reserva Federal de otro aumento serán pospuestos.

Por lo tanto, ¿será suficiente el reciente aumento de medio punto de Banxico? “Ya veremos”, dijo sonriendo Carstens, pues hay muchos elementos imponderables en el futuro inmediato. “Yo espero que sí”.

Gobernador del Banxico enfrenta consecuencias del Brexit

El gobernador del banco central de México, Agustín Carstens, espera que el país pueda mantener un crecimiento del 2.4 al 2.5 por ciento para este año 2016, a pesar de las dificultades económicas y las consecuencias del Brexit.
Jude Webber Financial Times
 
Carstens aún confía que habrá crecimiento a pesar de la caída del peso. (El Financiero)
El gobernador del banco central de México, Agustín Carstens, espera que el país pueda mantener un crecimiento del 2.4 al 2.5 por ciento para este año 2016, a pesar de las dificultades económicas y las consecuencias del Brexit.

Igualar el crecimiento del 2.5 por ciento que se logró el año pasado no será tarea fácil para un país con un peso maltrecho que lucha contra las presiones inflacionarias que la semana pasada provocaron una subida inesperada de medio punto de las tasas.

Washington aún no está listo para descartar acuerdos comerciales

Las semejanzas con el movimiento en contra del orden establecido que Donald Trump llevará esta semana hasta la convención republicana en Cleveland han hecho del voto británico para abandonar la Unión Europea un candente tema de conversación entre los republicanos.
Shawn Donnan Financial Times
Los rumores de un acuerdo con el Reino Unido compensan la reacción negativa contra la ‘globalización’. (El Financiero)
Las semejanzas con el movimiento en contra del orden establecido que Donald Trump llevará esta semana hasta la convención republicana en Cleveland han hecho del voto británico para abandonar la Unión Europea (UE) un candente tema de conversación entre los republicanos.

Trump interpretó de inmediato el referéndum como una confirmación de su promesa de desmantelar la “globalización”. El día después de la votación, proclamó: “En todo el mundo la gente está enojada”.

Pero varios de los republicanos convencionales a los que Trump se ha enfrentado en temas como la raza, el comercio y las normas generales del debate y el decoro en la política estadounidense también han identificado el “Brexit” como una oportunidad estratégica a más largo plazo.

La semana pasada, dos de los republicanos más poderosos del Congreso — el congresista Kevin Brady de Texas, presidente de la Comisión de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, y el senador Orrin Hatch de Utah, presidente de la Comisión de Finanzas del Senado — le hicieron un llamado al presidente Barack Obama para que iniciara rápidamente discusiones sobre acuerdos comerciales con un nuevo gobierno británico.

Este pacto, según argumentan, enlazaría dos economías liberales afines, brindaría beneficios económicos a ambas partes, y le daría más vigor a una relación comercial y estratégica ya de por sí impresionante.

También le daría a EU una potencial ventaja sobre los restantes miembros de la UE y Bruselas, con los que EU ha estado sosteniendo negociaciones dolorosamente lentas durante los últimos tres años.

Algunas conversaciones preliminares ya han comenzado. Sin embargo, cualquier acuerdo entre EU y el Reino Unido probablemente tomará años en materializarse.

A Obama le quedan sólo seis meses en el cargo, por lo que cualquier negociación comercial importante entre EU y el Reino Unido quedaría a cargo de la próxima administración, ya sea encabezada por Trump o por su rival demócrata Hillary Clinton.

Hay una enorme madeja de incertidumbres y complejidades que deben solucionarse antes de que las conversaciones puedan comenzar de forma seria.

Bajo las reglas de la UE, al Reino Unido no se le permite siquiera negociar sus propios acuerdos comerciales mientras sea miembro del bloque comercial. También está la cuestión de qué tipo de relación comercial establecerá el gobierno de la primera ministra, Theresa May, con la UE, lo cual definirá las condiciones de cualquier negociación con EU.

Los acuerdos comerciales — y la globalización en general — no están de moda en el ámbito político estadounidense este año electoral. En sus campañas los dos principales candidatos presidenciales han hablado más de deshacer acuerdos comerciales que de lograrlos.

Trump quiere construir un muro en la frontera con México e imponerle aranceles punitivos a China. Tanto él como la Clinton han denunciado otro acuerdo comercial mucho mayor y posiblemente más estratégico para EU, cuyas negociaciones encabezó el Sr. Obama, el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) entre 12 países, que cuenta con el respaldo de la mayoría de los republicanos convencionales.

Y sin embargo, el hecho de que algunos republicanos importantes en el Congreso aún están hablando de posibles pactos en un año en que el candidato de su partido está despotricando contra el comercio debería darles cierto consuelo a aquellos que creen en el valor de las economías abiertas.

Como mínimo, demuestra que todavía hay personas importantes en Washington quienes son capaces de pensar en algo más que en el ruido político actual.

Washington aún no está listo para descartar acuerdos comerciales

Las semejanzas con el movimiento en contra del orden establecido que Donald Trump llevará esta semana hasta la convención republicana en Cleveland han hecho del voto británico para abandonar la Unión Europea un candente tema de conversación entre los republicanos.
Shawn Donnan Financial Times
Los rumores de un acuerdo con el Reino Unido compensan la reacción negativa contra la ‘globalización’. (El Financiero)
Las semejanzas con el movimiento en contra del orden establecido que Donald Trump llevará esta semana hasta la convención republicana en Cleveland han hecho del voto británico para abandonar la Unión Europea (UE) un candente tema de conversación entre los republicanos.

Trump interpretó de inmediato el referéndum como una confirmación de su promesa de desmantelar la “globalización”. El día después de la votación, proclamó: “En todo el mundo la gente está enojada”.

Élites globales deben hacer frente a la furia populista

El estancamiento de los ingresos reales durante un período más largo desde la Segunda Guerra Mundial es un hecho político fundamental.
Martin Wolf Financial Times
 
Los ingresos se han estancado en el período más largo desde la Segunda Guerra Mundial. (El Financiero)
“Para cada problema complejo, existe una respuesta clara, sencilla e incorrecta”. HL Mencken pudiera haber estado pensando en la política actual. El mundo occidental indudablemente enfrenta problemas complejos, en particular el descontento de grandes cantidades de ciudadanos. De la misma manera, los aspirantes al poder — como Donald Trump en EU y Marine Le Pen en Francia — ofrecen soluciones claras, sencillas e incorrectas, en particular el nacionalismo, el nativismo y el proteccionismo.

Los remedios que ofrecen son falsos. Pero las enfermedades son reales. Si las élites gobernantes continúan fracasando en su intento de ofrecer curas, pronto podrían ser eliminadas y, con ellas, el esfuerzo de unir la autogobernanza democrática con un orden mundial abierto y cooperativo.

¿Cuál es la explicación de esta reacción? Una gran parte de la respuesta es económica. El aumento de la prosperidad es, en sí, un bien. Pero también crea la posibilidad de una política de suma positiva.

Esto sustenta la democracia, ya que le posibilita a todo el mundo el mejorar su situación al mismo tiempo. El aumento de la prosperidad fomenta la conciliación de las personas con las perturbaciones económicas y sociales. La ausencia de prosperidad fomenta la furia.

El McKinsey Global Institute aclara convincentemente lo que ha estado ocurriendo en un informe titulado, reveladoramente, “Poorer than their Parents?” (¿Más pobres que sus padres?), el cual demuestra cómo un sinnúmero de hogares ha estado padeciendo del estancamiento o de la caída de los ingresos reales. En promedio, entre el 65 y el 70 por ciento de los hogares en 25 países de altos ingresos experimentaron esta situación entre 2005 y 2014. En el período entre 1993 y 2005, sin embargo, sólo el dos por ciento de los hogares sufrieron de un estancamiento o de una disminución de los ingresos reales. Esto se aplica a los ingresos del mercado. Debido a la redistribución fiscal, la proporción que sufre de un estancamiento de los ingresos disponibles reales fue de entre el 20 y el 25 por ciento.

McKinsey ha examinado la satisfacción personal a través de una encuesta de seis mil franceses, británicos y estadounidenses. Los consultores descubrieron que la satisfacción dependía más de si las personas estaban avanzando en relación con otros como ellos en el pasado, que de si estaban mejorando en relación con quienes estaban en mejores condiciones que ellos en la actualidad. Por consiguiente, las personas preferían que su situación económica mejorara, aunque no estuvieran emparejándose con los contemporáneos que se encontraran en una posición todavía más próspera. Los ingresos estancados afectan a las personas más que una creciente desigualdad.

La principal explicación del prolongado estancamiento de los ingresos reales radica en las crisis financieras y en la débil recuperación posterior. Estas experiencias han destruido la confianza popular en la competencia y en la probidad de las élites empresariales, administrativas y políticas. Sin embargo, otros cambios también han sido adversos. Entre éstos se encuentran el envejecimiento (de particular importancia en Italia) y la disminución de las porciones de salarios del ingreso nacional (de particular importancia en EU, el Reino Unido y los Países Bajos).

El estancamiento de los ingresos reales durante un período más largo desde la Segunda Guerra Mundial es un hecho político fundamental.

Pero no puede ser la única causa del descontento. Para muchos de los que están en el medio de la distribución del ingreso, los cambios culturales también son amenazantes.

También lo es la inmigración, la cual es la globalización hecha realidad. La ciudadanía es la posesión más valiosa para la mayoría de las habitantes de los países ricos. Y ellos sentirán resentimiento por tener que compartirla con los extranjeros.

Élites globales deben hacer frente a la furia populista

El estancamiento de los ingresos reales durante un período más largo desde la Segunda Guerra Mundial es un hecho político fundamental.
Martin Wolf Financial Times
 
Los ingresos se han estancado en el período más largo desde la Segunda Guerra Mundial. (El Financiero)
“Para cada problema complejo, existe una respuesta clara, sencilla e incorrecta”. HL Mencken pudiera haber estado pensando en la política actual. El mundo occidental indudablemente enfrenta problemas complejos, en particular el descontento de grandes cantidades de ciudadanos. De la misma manera, los aspirantes al poder — como Donald Trump en EU y Marine Le Pen en Francia — ofrecen soluciones claras, sencillas e incorrectas, en particular el nacionalismo, el nativismo y el proteccionismo.

Monday, July 11, 2016

Algunas duras verdades a raíz del Brexit

El huracán post Brexit (la salida del Reino Unido de la Unión Europea) ha golpeado la política británica. El Partido Conservador enfrenta una enconada competencia por el liderazgo, en la que el favorito es el exalcalde rebelde de Londres, Boris Johnson.
Financial Times
Las promesas de los defensores del “Brexit” están a punto de chocar con la realidad política. (El Financiero)
El huracán post Brexit (la salida del Reino Unido de la Unión Europea) ha golpeado la política británica. El Partido Conservador enfrenta una enconada competencia por el liderazgo, en la que el favorito fue el exalcalde rebelde de Londres, Boris Johnson. El Partido Laborista podría rechazar a su propio líder, Jeremy Corbyn. La ruta de salida de Gran Bretaña de la Unión Europea luce muy incierta.

Quienquiera que sea el sucesor del Sr. Cameron — y esa pregunta podría no tener respuesta hasta la conferencia anual del Partido Conservador en octubre — enfrenta una tarea delicada. El deber del nuevo primer ministro será lograr el mejor acuerdo posible con los socios europeos del Reino Unido, mientras que a la vez afronta la inevitable decepción doméstica cuando se rompan algunas de las contradictorias promesas hechas por los defensores del Brexit.

Antes de que comiencen en serio las negociaciones con Bruselas, el Reino Unido necesita una elección general. El nuevo primer ministro necesita un nuevo mandato para lograr un acuerdo con los 27 estados miembros de la UE. La perspectiva de semejante elección ha provocado la iniciativa de los miembros laboristas del parlamento de expulsar a Corbyn, un ineficaz líder izquierdista cuyo fracaso en la movilización de su partido fue una de las razones principales del triunfo de la campaña en favor del Brexit.

Por su parte, lógicamente los líderes de los países de la UE están conmocionados y decepcionados. Se deben enfocar en preservar la UE. Sin embargo, también deben ver que tienen interés en mantener una estrecha relación con el Reino Unido.

Probablemente el Reino Unido esperará hasta finales de este año para invocar el Artículo 50 del Tratado de la Unión Europea para retirarse y comenzar las negociaciones con los 27 gobiernos. En ese proceso se van a decepcionar aquellos que votaron por el Brexit. La inmigración jugó un papel muy importante en la campaña y los partidarios del Brexit se comprometieron a ponerle fin a la libre circulación de mano de obra procedente de la UE. Sin embargo, algunos de ellos ya han retractado las promesas de controlar la inmigración, y parecen estar inclinándose hacia una opción al estilo noruego de mantener el acceso al mercado único sin la plena condición de miembro de la UE.

Ésta es probablemente la menos mala de las varias opciones posibles y sin duda es mejor que retirarse completamente y buscar un acuerdo de libre comercio con la UE, lo cual obstaculizaría seriamente a los exportadores británicos. Pero también elimina casi todos fundamentos de la plataforma pro Brexit basada en “retomar el control”. Esto implicará la libre circulación de trabajadores de la UE en el Reino Unido y obligará a Gran Bretaña a adoptar reglamentos europeos para entrar al mercado único y a hacer una contribución considerable al presupuesto de la UE.

Los líderes europeos también tienen que analizar bien sus posiciones. Hasta ahora ha habido desavenencias entre los líderes y los ministros de la UE. El sentido común lo ha aportado Angela Merkel, la canciller alemana, quien ha pedido un período de reflexión con tranquilidad.

El Reino Unido no puede esperar más concesiones que las que el Sr. Cameron obtuvo este año como parte de su renegociación de los términos de afiliación a la UE. La libre circulación de la mano de obra sigue siendo el precio a pagar por ser parte del mercado único.

La abrumadora preocupación de los estados miembros debe ser la integridad de la UE. Deben mantener una actitud firme, pero no vengativa, lo suficiente como para que otros países tomen consciencia de las consecuencias de abandonar la UE, pero sin reforzar el sentimiento de que la UE es caprichosa y dictatorial.

El reto de reformular la relación del Reino Unido con la UE se ha vuelto mucho más difícil a causa del propio proceso Brexit. El Reino Unido está profundamente dividido. Los ánimos están caldeados. Los principales partidos políticos están sumidos en el caos. Lo mejor que el Reino Unido puede esperar — salvo que ocurra un cambio colectivo de opinión por parte de los votantes y una revocación de la decisión del referéndum por parte del parlamento — es un arreglo que termine siendo lo más parecido posible al status quo.

Para que eso suceda se necesita honestidad, así como destreza por parte de los políticos británicos quienes engañaron a sus votantes durante la campaña del referéndum. A pesar de la ira justificada en otras capitales europeas, también se necesita ecuanimidad por parte del resto de la UE.

Algunas duras verdades a raíz del Brexit

El huracán post Brexit (la salida del Reino Unido de la Unión Europea) ha golpeado la política británica. El Partido Conservador enfrenta una enconada competencia por el liderazgo, en la que el favorito es el exalcalde rebelde de Londres, Boris Johnson.
Financial Times
Las promesas de los defensores del “Brexit” están a punto de chocar con la realidad política. (El Financiero)
El huracán post Brexit (la salida del Reino Unido de la Unión Europea) ha golpeado la política británica. El Partido Conservador enfrenta una enconada competencia por el liderazgo, en la que el favorito fue el exalcalde rebelde de Londres, Boris Johnson. El Partido Laborista podría rechazar a su propio líder, Jeremy Corbyn. La ruta de salida de Gran Bretaña de la Unión Europea luce muy incierta.

Quienquiera que sea el sucesor del Sr. Cameron — y esa pregunta podría no tener respuesta hasta la conferencia anual del Partido Conservador en octubre — enfrenta una tarea delicada. El deber del nuevo primer ministro será lograr el mejor acuerdo posible con los socios europeos del Reino Unido, mientras que a la vez afronta la inevitable decepción doméstica cuando se rompan algunas de las contradictorias promesas hechas por los defensores del Brexit.