El discurso del presidente ruso, Vladímir
Putin, en la 70.ª Asamblea General de la ONU cambió el equilibrio de
poder en el mundo y marcó el inicio de una nueva era, en la que el mundo
ya no se deja intimidar por los agresores de Washington, ha declarado
el destacado analista político y exasesor económico de Ronald Reagan,
Paul Craig Roberts.
"Otros países se sentían impotentes frente a la arrogante hegemonía de la potencia unipolar", insiste Craig Roberts. Pero "el presidente ruso Putin puso término a todo esto, cuando el 28 de septiembre se puso de pie ante el mundo, en presencia de la arrogancia desbordada de la potencia hegemónica, y tomó la iniciativa en este asunto peligroso", destaca el politólogo. "Putin denunció que Washington representa una amenaza para la soberanía, y con ello para la libertad, de los pueblos y países. [...] Denunció la ilegalidad de las agresiones de Washington contra la soberanía de otras naciones, y declaró que Rusia ya no puede tolerar este estado de cosas en el mundo", ha recordado el analista.
Dos días más tarde Putin "se hizo cargo de la guerra en Siria y comenzó a exterminar al Estado Islámico, financiado y equipado por Washington. Los misiles de crucero lanzados desde el mar Caspio alcanzaron objetivos del EI con una precisión milimétrica y mostraron a los vasallos de Washington de la UE que el escudo antimisiles norteamericano (ABM, por sus siglas en inglés) no podría protegerlos si ellos permiten que Washington les empuje a un conflicto con Rusia", ha concluido Craig Roberts.
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