Estados Unidos está conmocionado. Aparte de
profesionales, a quienes les concierne el tema, nadie se interesaba por
el brexit. Son muy pocos los que se preocupan en Estados Unidos por
entender cómo funciona la Unión Europea (UE). El que el Reino Unido
nunca haya utilizado el euro, y que a pesar de esto fuese miembro de la
Unión, no ayuda a los estadounidenses a entender la naturaleza de cómo
ésta funciona.
No obstante, la noticia de la salida del Reino Unido de la UE ha causado revuelo en Estados Unidos. Y la razón es, claramente, muy norteamericana: Donald Trump. Una vez más, el candidato republicano ha logrado explotar un suceso internacional para beneficio propio.
Los argumentos con los que los defensores del brexit lograron el éxito cosechado son los mismos que utiliza Trump: “Los inmigrantes tienen la culpa de los problemas financieros. Debemos proteger más nuestros propios intereses y gastar menos en relaciones internacionales y alianzas”.
El éxito obtenido por los opositores de la UE en el Reino Unido es doblemente doloroso para los demócratas. Si ya funcionó en el Reino Unido, ¿por qué no habría de funcionar en Estados Unidos? Que el próximo presidente tenga como nombre Donald Trump parece, ahora después del brexit, más factible que nunca.
Trump podría explotar a su favor el apoyo que Obama mostró por la campaña británica a favor de la permanencia del Reino Unido en la UE, criticando la poca influencia del presidente en el exterior; Trump llegó hasta el punto de decir que la visita de Obama al Reino Unido en abril perjudicó la campaña en pro de la permanencia.
Aliado militar importante. En su visita, Obama mostró su claro apoyo a favor de la permanencia del Reino Unido en la UE: con argumentos económicos y, sobre todo, argumentos estratégicos y militares. El Reino Unido es, y siempre has sido, el aliado militar más fuerte y fiable de los Estados Unidos. Ahora, después del brexit, hasta esa alianza queda en entredicho.
El Reino Unido le ha entregado a Trump una gran arma. En este momento, el equipo de Hillary Clinton debe estar pensando lo mismo que la canciller Angela Merkel: ¿Cómo frenar el peligroso avance de los populistas en medio de la injusticia y la inseguridad mundial?
La consigna “vamos por buen camino, nosotros podemos” ha dejado de funcionar. Muchas personas no sienten que sus preocupaciones y necesidades estén siendo propiamente atendidas. Ahora, los británicos han mostrado un camino de cómo oponer resistencia. Al parecer, a muchos estadounidenses les bastaría con este sentimiento pasajero de poder.
No obstante, la noticia de la salida del Reino Unido de la UE ha causado revuelo en Estados Unidos. Y la razón es, claramente, muy norteamericana: Donald Trump. Una vez más, el candidato republicano ha logrado explotar un suceso internacional para beneficio propio.
La consigna “vamos por buen camino, nosotros podemos” ha dejado de funcionar. Muchas personas no sienten que sus preocupaciones y necesidades estén siendo propiamente atendidas. Ahora, los británicos han mostrado un camino de cómo oponer resistencia.El mismo lema que Trump. Justo en la mañana después del referéndum, Trump planeó oportunamente visitar uno de sus campos de golf en Escocia. Después de haber tenido unas últimas malas semanas, en las que críticas en su contra crecían, el brexit le llegó como un regalo caído del cielo.
Los argumentos con los que los defensores del brexit lograron el éxito cosechado son los mismos que utiliza Trump: “Los inmigrantes tienen la culpa de los problemas financieros. Debemos proteger más nuestros propios intereses y gastar menos en relaciones internacionales y alianzas”.
El éxito obtenido por los opositores de la UE en el Reino Unido es doblemente doloroso para los demócratas. Si ya funcionó en el Reino Unido, ¿por qué no habría de funcionar en Estados Unidos? Que el próximo presidente tenga como nombre Donald Trump parece, ahora después del brexit, más factible que nunca.
Trump podría explotar a su favor el apoyo que Obama mostró por la campaña británica a favor de la permanencia del Reino Unido en la UE, criticando la poca influencia del presidente en el exterior; Trump llegó hasta el punto de decir que la visita de Obama al Reino Unido en abril perjudicó la campaña en pro de la permanencia.
Aliado militar importante. En su visita, Obama mostró su claro apoyo a favor de la permanencia del Reino Unido en la UE: con argumentos económicos y, sobre todo, argumentos estratégicos y militares. El Reino Unido es, y siempre has sido, el aliado militar más fuerte y fiable de los Estados Unidos. Ahora, después del brexit, hasta esa alianza queda en entredicho.
El Reino Unido le ha entregado a Trump una gran arma. En este momento, el equipo de Hillary Clinton debe estar pensando lo mismo que la canciller Angela Merkel: ¿Cómo frenar el peligroso avance de los populistas en medio de la injusticia y la inseguridad mundial?
La consigna “vamos por buen camino, nosotros podemos” ha dejado de funcionar. Muchas personas no sienten que sus preocupaciones y necesidades estén siendo propiamente atendidas. Ahora, los británicos han mostrado un camino de cómo oponer resistencia. Al parecer, a muchos estadounidenses les bastaría con este sentimiento pasajero de poder.
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