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Sunday, July 24, 2016

¿Qué es el teorema regresivo de Mises? – Origen del valor del dinero

Hayek y Mises
(OroyFinanzas.com) – ¿Por qué triunfan unas monedas y otras no? ¿Por qué se empiezan a demandar? ¿Cómo adquieren su valor? ¿Una moneda tiene valor porque tiene demanda, o tiene demanda porque tiene valor, es decir, porque tiene poder adquisitivo? ¿Qué fue primero, el huevo o la gallina? Con su teorema regresivo del dinero , el economista austriaco Ludwig von Mises intenta resolver este razonamiento circular incluyendo un elemento temporal.



¿Qué es el teorema regresivo del dinero de Mises?
Este teorema se enmarca dentro de las teorías explicativas que aporta la escuela austriaca sobre el nacimiento del dinero. Estas teorías consideran que el dinero nace como un proceso evolutivo paulatino, basado en infinidad de elecciones y acciones humanas, en un largo proceso de ensayo y error. Este proceso tendría además un carácter voluntario, no forzado, no basado en el uso de la violencia.
Según este teorema, una moneda se demanda hoy básicamente porque se piensa que mañana va a conservar su valor, va a mantener su poder adquisitivo. De manera similar, en el pasado se demandó esa moneda porque se pensó que hoy en día mantendría su valor. Y así, podríamos retroceder, hacer una ‘regresión’ en el tiempo hasta el momento en el que ese bien que hoy es dinero no se usaba como medio de cambio sino con otros fines.
Se valoraba por la utilidad no monetaria que tenía. Así, por ejemplo, el mercado valoraba el oro o la plata por sus usos ornamentales o industriales antes de usarse como moneda; el ganado o la sal tenían una utilidad nutritiva o culinaria muy apreciada previa a su utilidad monetaria. Ese bien económico con valor previo se empezaba a usar como moneda dentro de la sociedad si demostraba que tenía buenas cualidades monetarias (perduraba en el tiempo, era divisible, homogéneo, fungible, transportable y escaso). Por lo tanto, el valor de la moneda surgía de abajo hacia arriba.
Esta forma de explicar el valor del dinero tiene muchos detractores
Por ejemplo los autores encuadrados en la teoría estatal (o chartalista) del dinero justifican los privilegios otorgados a una moneda en particular como una forma de estabilizar el valor de una moneda o de facilitar la financiación de la hacienda pública. De esta manera, el dinero sería una criatura de la ley, que se impone de arriba abajo, y no surge espontáneamente en el mercado, ni necesita tener valor previo alguno.
Otros autores, como Carlos Bondone, si bien comparten las explicaciones sobre el origen evolutivo del dinero, son críticos con las explicaciones de Mises sobre el origen del valor del dinero. Según este economista argentino, lo que realmente da valor a una moneda son sus propiedades monetarias (cumpliendo las características y funciones del dinero), igual que lo que da valor al pan son sus propiedades nutritivas. El resto de propiedades que tenga esa moneda no son muy relevantes, son meros complementos a sus cualidades monetarias de base. Una moneda con malas propiedades monetarias no puede prosperar a medio plazo por mucho que venga impuesta desde arriba, pues sus usuarios la terminarán repudiando.
Existe otra corriente de autores que son más conciliadores con los postulados del teorema regresivo:
Para Konrad S. Graf, la utilidad no monetaria original que tiene un bien antes de convertirse en moneda puede ser un concepto muy incluyente. Se puede optar por usar voluntariamente una moneda por motivos ideológicos, tecnológicos, sentimentales, sociológicos.
Además, el valor no monetario puede estar muy influido por la confianza que despierta el organismo emisor de la moneda entre sus usuarios. Así, un organismo con legitimidad social y legal puede aportar una garantía y un valor a sus usuarios.
Ahora bien, las autoridades pueden optar por respaldar el valor de la moneda oficial a base de imponer cortapisas legales al resto de monedas (prohibiendo el intercambio libre, la posesión o la exportación de oro o de divisas, o con controles de capitales), de imponer el curso ‘legal’ (o más bien, forzoso) de la moneda que emiten, una exigencia de cumplir con las obligaciones tributarias en la moneda privilegiada.
Las variadas formas de dinero que coexisten en la actualidad (Ticket Restaurant®, millas de las líneas aéreas, monedas locales como los ecos del Alt Congost o los exproncedas de Almendralejo…) no compiten en las mismas condiciones que la moneda oficial (y privilegiada) de un país.
La moneda estatal puede haber triunfado temporalmente como dinero, pero ello se debería a privilegios de ‘dudosa categoría moral’, y no tanto a que posea mejores propiedades monetarias.
Peter Šurda se lamenta de la disyuntiva que se les presenta a los bienes que se utilizan como medios de intercambio. En su proceso evolutivo de monetización y aceptación social, se les exige desde la teoría monetaria cumplir con todos los requisitos si quieren ser definidos como dinero. Él lo denomina la falacia del ‘dinero o nada’.
Para JP Koning el término moneda se debería utilizar más como adjetivo que como sustantivo. La condición de dinero se puede ir adquiriendo de forma gradual. No tiene por qué haber una línea que defina meridianamente cuándo se le puede llamar dinero y cuándo no. La discusión relevante es el grado de liquidez de una moneda, sus muchas o pocas cualidades monetarias, su grado de adopción (el número de transacciones realizadas en esa moneda).
En conclusión, el valor subjetivo (que no arbitrario) de las monedas sigue siendo objeto de debate académico y cobra actualidad en el debate sobre el valor de las monedas criptográficas o criptomonedas, su utilidad social y su necesidad de ser legisladas.
por Carlos Castro Prieto
© OroyFinanzas.com

¿Qué es el teorema regresivo de Mises? – Origen del valor del dinero

Hayek y Mises
(OroyFinanzas.com) – ¿Por qué triunfan unas monedas y otras no? ¿Por qué se empiezan a demandar? ¿Cómo adquieren su valor? ¿Una moneda tiene valor porque tiene demanda, o tiene demanda porque tiene valor, es decir, porque tiene poder adquisitivo? ¿Qué fue primero, el huevo o la gallina? Con su teorema regresivo del dinero , el economista austriaco Ludwig von Mises intenta resolver este razonamiento circular incluyendo un elemento temporal.


El dinero de los bancos centrales y el engaño a la población

Billetes dinero del mundo
(OroyFinanzas.com) – Muchos billetes, el dinero papel, están respaldado por los activos de los bancos centrales. Pero no siempre es así. Existen bancos centrales que se han desentendido de los tenedores de billetes, arruinando a ahorradores y generando levantamientos promovidos por el descontento en países como Iraq, Zimbabue, Birmania o Corea del Norte por mencionar solo a algunos bancos centrales que han arruinado a sus ciudadanos.



En un pasado artículo, escribíamos sobre cómo algunos bancos centrales otorgan a los billetes que emiten el privilegio de actuar como los “primeros pagarés” a los que tendrían que hacer frente los activos del banco central en caso de disolución. La opinión más extendida entre los economistas –con Paul Samuelson como estandarte-, es que los billetes no son más que “activos burbujas” porque careciendo de valor intrínseco (y sin entrar en la discusión si existe el valor intrínseco), su utilización sólo puede explicarse por el hecho de que los usuarios esperan y confían en que tendrán valor en el futuro. Un razonamiento que se puso de manifiesto con los Greenbacks, emitidos por Lincoln, en plena guerra civil estadounidense. Para Samuelson, esta situación no es más que un gigantesco esquema Ponzi, perpetuada en el tiempo, gracias a un “gran consenso” mediante el cual la sociedad asume que unos “rectángulos de papel” contienen un valor positivo que se transmite de generación en generación. Una burbuja que asigna eficientemente los recursos en la creencia y confianza de que la generación futura aceptará los mismos billetes de papel, para continuar con el mismo esquema indefinidamente.
Sin embargo, a esta visión de Samuelson hay que añadir algunos matices interesantes que tienen a los bancos centrales como protagonistas. Si Samuelson está en lo cierto y los billetes no tienen ningún valor intrínseco, qué obliga a la gente cambiarlos por otros billetes nuevos en el caso de una nueva denominación de la moneda. ¿No es mejor conservar 1.000 unidades antiguas que canjearlas por 100 nuevas? ¿Por qué seguir las indicaciones de los bancos centrales y acudir a una denominación de 10 a 1? Pues sencillamente por el poder coercitivo que tienen los bancos centrales de poder desentenderse de sus monedas y no considerarlas ni pagares ni otorgarles ninguna contraprestación con ningún activo de los que disponga en sus reservas. Es decir, que de la noche al día, todos tus ahorros en billetes pueden llegar a valer cero si así lo determina la autoridad monetaria de su país o jurisdicción.
Que los bancos centrales hagan gala del compromiso adquirido y cambien unos billetes por otros, concediéndoles el mismo valor, es señal de que consideran sus billetes como pasivos en favor de los tenedores. Y es una forma de atemperar los ánimos y las frustraciones en periodos de nuevas denominaciones de la moneda o desmonetizaciones. Y en los países en donde no se ha actuado de esta forma, han existido revueltas y manifestaciones.
Entre el primer grupo, podemos citar a los bancos centrales de los países de la zona euro. Con el advenimiento de la nueva moneda, las divisas nacionales ya no se imprimirían más. Y los billetes nacionales en circulación podrían cambiarse en la nueva moneda común. Así, por ejemplo, la lira italiana pudo cambiarse en euros hasta febrero de 2012. Actualmente ha quedado huérfana y sin respaldo, convirtiéndose en “rectángulos de papel” sin ningún valor. Los florines holandeses pueden cambiarse en euros hasta el año 2032 y marcos alemanes o pesetas españolas no tienen fecha de caducidad. Su cambio por euros está garantizado a perpetuidad.
El dinero papel del Banco Central de Iraq
En el grupo de los bancos centrales que actúan con otros criterios tenemos también algunos ejemplos. En Iraq, Saddam Hussein decidió deshacerse del “dinar suizo” y estableció una pequeña ventana temporal para poder ejecutar el cambio: sólo 6 días. Tiempo en el que además, cerró las fronteras para dificultar el proceso a los extranjeros en los países vecinos. De esta forma, numerosos poseedores de la divisa iraquí resultaron perjudicados y perdieron sus ahorros, en beneficio del Banco Central de Iraq.
El dinero papel del Banco Central de Birmania
El Kyat birmano es otro ejemplo de billetes que podríamos considerar “dinero burbuja”. En septiembre de 1987, Ne Win, líder del único partido político legal del país desmonetizó las mayores denominaciones de kyats. Los billetes de 25, 35 y 75 kyats, fueron sustituidos por otros con denominación de 45 y 90. El dictador creía que el número 9 le daba suerte, así que la nueva denominación tenía este número como múltiplo de referencia. Los birmanos no pudieron cambiar de forma eficiente sus antiguos billetes por los nuevos y el banco central se desentendió de la cuestión. Dos tercios del total de monedas en circulación se convirtieron en un inútil papel y ciudadanos de a pie perdieron todos sus ahorros.
Ne Win había creado un dinero Samuelsoniano y los birmanos lo habían experimentado en sus economías particulares. Los levantamientos populares comenzaron a manifestarse en 1988 y Ne Win renunció a sus cargos, al menos formalmente ante la opinión pública.
El dinero papel del Banco Central de Corea del Norte
También tenemos otro ejemplo en Corea del Nort. En noviembre de 2009, el gobierno anunció una nueva denominación para el won, de 100: 1. Los norcoreanos tuvieron 7 días para proceder al canje y hacerse con la nueva moneda. A la ventana temporal se unió otra cuantitativa. Ningún norcoreano podía canjear más de 100.000 wons. La ira pública, ante la pérdida patrimonial experimentada, obligó al gobierno a aumentar el límite hasta los 150,000 wons evitándose, en el proceso, los levantamientos generalizados -como en el caso de Birmania-, que nunca llegaron a tener lugar. Sin embargo, la desconfianza en la nueva moneda se ha instalado en los usuarios siendo la inflación en el país, una de las más altas del mundo. Además, la circulación de dólares estadounidenses y yuanes chinos ha aumentado drásticamente desde entonces. Parece que los norcoreanos han aprendido y no quieren volver a ser engañados en el futuro.
Aunque la percepción del dinero de Samuelson es una idea sugerente, la realidad muestra otra cosa. Sólo dictadores han tratado de convertirlo en posible, colocando a sus divisas entre las peores valoradas del mundo y suscitando mucho malestar e indignación entre los afectados. Sin embargo, el dólar estadounidense o euro no parecen monedas burbujas y, en ambos casos, las autoridades monetarias garantizan con sus activos el reembolso de los billetes emitidos devaluando estas monedas de reserva mundial poco a poco. Pero faltar a estos compromisos, conduciría a sus monedas por una senda ya transitada por otras divisas y de las que ya hemos escrito como ejemplo.
Fuente: JPKoning
© OroyFinanzas.com

El dinero de los bancos centrales y el engaño a la población

Billetes dinero del mundo
(OroyFinanzas.com) – Muchos billetes, el dinero papel, están respaldado por los activos de los bancos centrales. Pero no siempre es así. Existen bancos centrales que se han desentendido de los tenedores de billetes, arruinando a ahorradores y generando levantamientos promovidos por el descontento en países como Iraq, Zimbabue, Birmania o Corea del Norte por mencionar solo a algunos bancos centrales que han arruinado a sus ciudadanos.


Evolución e hitos de la Reserva Federal de 1913 a 2008 (II)

Billetes de 5, 10, 20 y 50 dolares© Anybid - Pixabay.com
(OroyFinanzas.com) – Desde la última gran crisis de 2008, la Reserva Federal-Fed (Federal Reserve en inglés, el Banco Central de Estados Unidos) se ha alineado en la mayoría de los casos de su historia con los prestatarios, poniendo en circulación grandes cantidades de dinero nuevo y reduciendo los tipos de interés a cuotas cercanas a cero. Una situación que ha enfurecido a los acreedores que no cejan en su empeño de que el péndulo gire en la otra dirección. En este artículo finalizaremos con otros capítulos de interés, en la intra-historia de la Fed, que ya expusimos en la primera parte del mismo.



5. El largo camino hacia la “independencia” de la Reserva Federal-Fed de 1950 a 1970

El banco central tenía desde que se acabará con el patrón otro en 1934 la libertad de fomentar el crecimiento mediante la impresión de dinero, y la responsabilidad de no imprimir demasiado. Sin embargo, los políticos con una visión a corto plazo acudieron rápidos a la demanda de dinero y para las siguientes décadas la Fed no tuvo problemas en satisfacer sus deseos.
En 1942, a petición del Departamento del Tesoro, la Reserva Federal acordó mantener bajos los tipos de interés para los bonos del gobierno, para ayudar a financiar el gasto militar de la Segunda Guerra Mundial. Estos tipos bajos se mantuvieron por casi una década, hasta la firma de un acuerdo con el Tesoro fechado en 1951 que confirmaba la autonomía de la Fed para subir los tipos.
En la década de los años 60, Wright Patman, un congresista demócrata de Texas y presidente del comité bancario, lidera iniciativas legislativas contra la Ley de la Reserva Federal de 1913, argumentando, en alusión a la Fed  que “un grupo de hombres controlan uno de las resortes más poderosos de economía y que son no responsables ante nadie “.
Sin embargo, en 1965, el presidente Lyndon B. Johnson, que quería el crédito barato para financiar la guerra de Vietnam y su programa de “Gran Sociedad”, vuelve a cambiar la tendencia. En una reunión en su rancho de Texas con el presidente de la Fed William McChesney Martin, Johnson presionó a Martin para volver a bajar los tipos e imprimir dinero. De esta forma, la inflación siguió subiendo de forma importante hasta principios de 1980.
“Espero que haya hecho examen de conciencia y esté convencido de hacer lo correcto.” – Lady Bird Johnson, (esposa del presidente) al presidente de la Fed, William McChesney  Martin, a su llegada al rancho texano.

6. La regla Volcker: un banco central independiente de Estados Unidos

La recesión a mediados de la década de 1970 había generado unas tasas de desempleo altas, en torno al 9 %, y los demócratas, frustrados ante lo que creían una respuesta inadecuada por parte de la Fed, aprobaron medidas legislativas para establecer lo que se conocía como el doble mandato. La Fed se encargaría de tomar medidas para crear el máximo empleo posible y la estabilidad de los precios. El Congreso finalmente formalizó estas medidas en 1978.
La inflación aumentó en un 11 % al año siguiente, y el presidente Jimmy Carter acordó el nombramiento de un nuevo presidente de la Fed, el independiente Paul A. Volcker. En los siguientes años, el nuevo presidente de la Fed, elevaría los tipos de interés con fuerza, -llevando a la economía a una recesión profunda-, con el objetivo de controlar la inflación. El sucesor de Carter en la presidencia, el republicano Ronald Reagan, mantuvo a Volcker en su puesto, respetando la independencia de la Fed. De esta forma, la Fed había declarado su independencia.
“Cada vez que participaba en una rueda de prensa, se le instaba para que pegara una bofetada a la Reserva Federal, pero nunca lo hizo.” – Paul Volcker, en referencia al presidente Reagan

7. La Fed transita por el camino de la transpariencia

Entre la gran inflación de la década de 1980 y la gran recesión que comenzó en 2008, la Reserva Federal y la economía disfrutaron de más de dos décadas de relativa paz y tranquilidad, un período que los funcionarios de la Fed recuerdan como la Gran Moderación. La inflación mostró una tendencia a la baja y, a excepción de unas pocas recesiones cortas, el desempleo se mantuvo a niveles bajos también. Y desde la Fed veían estas tendencias positivas como un triunfo de su de su recién ganada independencia.
Pero esta nueva situación requería un cambio en la “cultura secreta” de la Fed. Los críticos con la institución argumentaban que independencia iba ligada necesariamente a la transparencia. En 1983, por ejemplo, la Fed se comprometió ante el Congreso en dar a conocer su denominado Libro Beige, un resumen de los informes económicos de sus bancos de reserva regionales. Una medida, en el fondo, propuesta como una forma de distraer la atención de los congresistas sobre otros informes más importantes, que se continuaron siendo secretos. Sin embargo, la Fed llegó a la conclusión de que poco a poco, jugar con la transparencia podría aumentar su poder sobre la política monetaria. Así que en 1994, comenzó a realizar cambios en la política llevada hasta el momento al final de cada sesión de toma de decisiones. En 2004, se publicaron las discusiones mantenidas después de cada sesión. Y en 2011, su presidente, Ben S. Bernanke, inauguró las conferencias trimestrales de noticias. La política de comunicación de los bancos centrales se conoce como Forward Guidance u orientación de expectativas en los mercados.
“Desde que soy presidente de la institución, he aprendido a murmurar con gran coherencia. Si os parece demasiado claro lo que digo, es porque ustedes han entendido mal lo que he dicho”. -Alan Greenspan, presidente de la Fed, en 1987, antes de la innovación en las comunicaciones del banco central
“La Reserva Federal, que yo sepa, es el banco central más transparente en el mundo. Hemos dejado claro cómo interpretamos nuestro mandato y nuestros objetivos y proporcionamos amplios comentarios y orientaciones sobre cómo vamos a tomar decisiones de política monetaria “. -Janet L. Yellen, presidenta de la Fed, en 2014, después de la inovación de las comunicaciones.

8. La gran recesión de 2008, y “auditoría de la Fed”

La buena consideración que tenía la Fed volvió a desvanecerse en 2008. Su falta de supervisión del sistema financiero fue una de las razones de la crisis, y fueron incapaces de verla venir de forma oficial. Además, en esta ocasión, la respuesta de la Fed también fue polémica. Se proporcionó un amplio apoyo al sistema financiero, salvando a algunas de las compañías menos populares de Estados Unidos, por no hablar de los bancos extranjeros. Y luego se embarcó en una campaña de estímulo expansivo para reactivar la economía.
Consecuencia de esta crisis, el Congreso se movió rápidamente para reforzar las responsabilidades en el marco regulatorio de la Fed. Por otro lado, se impusieron ciertos límites a la capacidad de la Fed para repetir su rescate del sistema financiero. Pero es la campaña de estímulo que ha llevado a la mayor controversia.
En una inversión de la tendencia histórica, los republicanos del Congreso han criticado a la Fed por imprimir demasiado dinero, previendo una inflación más alta como consecuencia inevitable. Y se han presentado propuestas para restringir el poder del banco central. Un proyecto de ley, conocido como “auditoría de la Fed”, autorizará a la Oficina de Contabilidad General ( Government Accountability Office-GAO) para examinar las decisiones de política monetaria de la Fed. Otra medida, respaldado por el Comité de Servicios Financieros de la Cámara, requerirá a la Fed una articulación pública del conjunto de reglas que va a seguir en la toma de la política monetaria, y luego explicar cualquier desviación.
“El Sistema de la Reserva Federal debe ser cuestionado y en última instancia, debe ser eliminado. El gobierno no puede ni debe otorgar la confianza del monopolio de dinero. Ninguna institución en la sociedad debe tener el poder de este inmenso. “- Del libro “End the Fed”(2009) de Ron Paul

Evolución e hitos de la Reserva Federal de 1913 a 2008 (II)

Billetes de 5, 10, 20 y 50 dolares© Anybid - Pixabay.com
(OroyFinanzas.com) – Desde la última gran crisis de 2008, la Reserva Federal-Fed (Federal Reserve en inglés, el Banco Central de Estados Unidos) se ha alineado en la mayoría de los casos de su historia con los prestatarios, poniendo en circulación grandes cantidades de dinero nuevo y reduciendo los tipos de interés a cuotas cercanas a cero. Una situación que ha enfurecido a los acreedores que no cejan en su empeño de que el péndulo gire en la otra dirección. En este artículo finalizaremos con otros capítulos de interés, en la intra-historia de la Fed, que ya expusimos en la primera parte del mismo.