REFLEXIONES
LIBERTARIAS
Ricardo
Valenzuela
No cabe duda
que Lorenzo de Zavala ha sido una de las figures más controversiales de la
historia de Mexico. Un gran enamorado de la libertad que, en su momento, luchó
por la independencia de dos países; Mexico y Texas. De padres criollos nacido
en Yucatán en 1788, fue político, periodista, medico, diplomático. Fue uno de
los responsables de elaborar la primera constitución de Mexico en 1824. Años
después, en 1838, por azares del destino, fue también uno de los responsables
de darle vida a la primera constitución de la Republica de Texas, y convertirse
en su primer vicepresidente.
Zavala siempre
se identificaba como un recio luchador por la libertad. Fue hecho prisionero
durante la purga de liberales, después del regreso de Fernando VII al trono de
España. Siendo uno de los liberales más puros de Mexico, sus luchas serían por
establecer los mercados libres, un estado de derecho, libre comercio con todos
los países del mundo, democracia liberal, igualdad ante la ley. Algunos
historiadores lo consideran un traidor, pero para otros fue un hombre que se
dio cuenta del profundo precipicio hacia donde México se dirigía, y entendió a
tiempo la incapacidad de los mexicanos para corregir el rumbo, y por ello,
decidió buscar su paraíso liberal en otra parte.
Para entender
las acciones de Zavala, es importante analizar la situación que Mexico vivía
antes de la independencia y, en especial, durante el primer periodo ya como
nación independiente. Sumergido en la lucha por las causas de la libertad
en México y los avances de las ideas liberales, Zavala se daba cuenta de la
forma cruel en que España las combatía. Pero ante el impulso por esa libertad
ya anidado en la mente de los mexicanos, las medidas eran tardías, pues ya el
espíritu público había cambiado y se extendía por todas las
provincias.
Al despertar el
siglo 19, las publicaciones en México ya no eran como en otros tiempos, poesías
fugitivas, elegías, versos eróticos, disertaciones sobre teología, o de un
sermón, narraciones de milagros. Ahora hablaban sobre de los principios del
derecho social, la soberanía del pueblo, los límites de la autoridad, los
deberes de los gobernantes, y otros temas de interés de los ciudadanos. En las
escuelas se introducían reformas; filosofía moderna; física experimental; la
lógica de Candillac, las doctrinas de Locke, y penetraban hasta los umbrales de
los claustros y los colegios.
Los impresos
españoles en que se hablaba de los pueblos como soberanos, de los americanos
como iguales, de los habitantes como ciudadanos; las proclamas de las
autoridades que parecían mendigar la fuerza y los medios de defensa contra un
enemigo poderoso, y los sufragios a favor de una legitimidad que no debía tener
otro origen que la voluntad del pueblo, fueron creando en los mexicanos deseos
que jamás habían conocido; despertando ambiciones ignoradas, y elevando el
carácter envilecido por la esclavitud, a la altura de los grandes sucesos. Se
abrió la puerta a las obras clásicas de política y legislación: Las obras de
Montesquieu, Filangieri, Vattel y otros.
Se despreciaban
las censuras. Se generalizaban las doctrinas que habían creado una nueva
organización en las sociedades de los últimos años: El ejemplo de los EU
comenzaba a crear el deseo de imitar a estos vecinos felices e ilustrados, pero
el progreso de la civilización es lento, especialmente en los países que han
estado sumergidos en la ignorancia. El pueblo no sabía leer, los que presumían
de ilustrados ignoraban los idiomas extranjeros ¿Cómo poder entender las obras
clásicas que enseñaban a los hombres sus títulos de grandeza y elevación que no
alcanzaban? Muy pocas estaban traducidas al español: Muy pocos libros españoles
tocaban temas interesantes del derecho político, derecho natural, y
desenvolvían las importantes materias que realmente concernían al
ciudadano.
Zavala hablaba
de cómo el odio a la prepotencia de los españoles, que cada día aumentaba, se
unía a la proliferación en la madre patria de ideas de soberanía nacional y
sistemas representativos, de donde naturalmente pasaban a Mexico. La literatura
liberal encontraba campo fértil en la clase media. Sin embargo, el silencio
general que cubría al país después de una sangrienta lucha que duraba 8 años,
preocupaban profundamente a Lorenzo de Zavala y se desanimaba.
Pero su
desanimo se intensificaba cuando en 1823, Fray Servando Teresa de Mier,
pronunciara su famoso ensayo ante el congreso; “Profecías sobre la
Federación”, en donde arremetía contra el destiempo de un federalismo
apresurado y afirmaba: “La prosperidad de nuestros vecinos ha sido el
disparador de América, pero no lo entendemos porque no se ha ponderado bastante
la inmensa distancia entre ellos y nosotros. Ellos eran ya estados separados e
independientes. Ellos habían vivido bajo una constitución que, solo suprimiendo
el nombre del rey, es la de una república. Nosotros habíamos vivido encorvados
durante 300 años bajo el yugo de un monarca absoluto, apenas acertamos a dar un
paso hacia el desconocido campo de la libertad.
Ellos son un
pueblo nuevo, homogéneo, industrioso, laborioso, lleno de virtudes sociales,
educado en una nación libre. Nosotros somos un pueblo heterogéneo, viejo, sin
industria, enemigos del trabajo, queriendo vivir del gobierno, ignorante y
carcomido por los vicios anexos a la esclavitud de tres siglos. Ellos son un
pueblo fuerte, sesudo, tenaz; nosotros una nación de veletas, de ignorantes,
débil, tan vivos y tan móviles como el azogue. No podemos mantener el congreso
federal y ahora quieren congresos provinciales, ayuntamientos, poderes
ejecutivos y judiciales etc. No tienen con qué pagar a sus diputados federales,
y ya quieren echarse a cuestas el enorme peso de emplear toda una soberanía”.
(El public Choice de Buchanan)
En 1829, siendo
Ministro de Finanzas, una vez más el gobierno mexicano era derrocado y Zavala
partía al exilio en EU. Ahí tendría la oportunidad de observar el desarrollo
del nuevo país en libertad, y los impresionantes resultados que estaba
produciendo. En su exilio escribiría el libro; “Jornada hacia los EU de
América”, análisis similar a la magna obra de Alexis de Tocqueville;
“Democracia en América”. Hacía comparaciones de lo que estaba sucediendo en
ambos países y, al igual que Simón Bolívar en su lecho de muerte, entendía y
afirmaba el futuro estaba en EU, no en América Latina.
Al regresar a
Mexico fue nombrado embajador en Francia. Pero se dio cuenta de la
transformación de Santana en un demente dictador, renuncia y declara la guerra
al estatismo de tirano. Ante la ferocidad del gobierno de Santana, huye y se
refugia en Texas en donde era bien conocido, después de actuar como agente
mundial del gobierno mexicano para atraer la inmigración a esa provincia. Ahí
se daba cuenta que su sueño de un Mexico libre y próspero, era un sueño irrealizable
y México se hundía en un infierno del cual todavía no emergemos. Zavala
entonces tomó como su nueva bandera el establecimiento de la Republica de
Texas.
Lorenzo de
Zavala falleció en Texas en el año 1836, el mismo año que Santana de nuevo imponía
una constitución centralista.
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