REFLEXIONES
LIBERALES LXVII
El vaquero
libertario y profeta
Ricardo Valenzuela
Vallian se
sienta en la mesa de don Fernando, y con prisa le da un trago largo al agua
ardiente que había ordenado. Don Fernando inicia la conversación comentando lo
siguiente: Mira Ricardo, todos los que ocupamos esta mesa somos liberales de la
línea de John Locke, Thomas Jefferson etc. Pero somos liberales muy frustrados
con todos los acontecimientos que han sucedido y que suceden en estos momentos,
tanto en EEUU como en México y, por lo mismo, muy preocupados de lo que el
futuro le depare a los dos países. Como te informé todos hemos peleado por la
libertad en ambos países, en uno, EEUU, con la derrota de los confederados
estamos perdiendo gran parte de esa libertad. En México, aunque los liberales
finalmente hemos triunfado, sentimos haber perdido. Pero voy a dejar que mis
buenos amigos te den sus puntos de vista y queremos escuchar los tuyos. De
acuerdo dice Vallian.
Inicia don
Luis Quevedo diciendo. Mira Ricardo, nosotros nos consideramos ciudadanos de
los dos países por muchos motivos. En México participamos en la guerra por la
independencia con el objetivo no solo de romper las cadenas de España, también
para establecer un sistema político republicano similar al de EEUU. Los
liberales no teníamos que inventar nada, ya EEUU lo había inventado a cierta
imagen y semejanza de Inglaterra. Ganamos la guerra y nuestra libertad, pero a
partir de esos momentos se iniciaron las luchas intestinas por el poder, entre
liberales y conservadores, entre criollos y mestizos todo ello con una gran
participación de la iglesia católica queriendo retener su poder y su riqueza.
El liberalismo mexicano nacía alterado como el vino que mezclan con agua, en
donde, a diferencia del de EEUU, se le daba todavía gran importancia al papel
del estado que casi se confundía con la ideología de los conservadores.
Ello, e
infinidad de otros motivos, provocaron un periodo post independencia de
enfrentamientos, guerra y zozobra en donde las constituciones liberales que se
habían promulgado, nunca se respetaron y nos llevaran a dos imperios, once
presidencias de Santa Anna, rebeliones y pronunciamientos. Para el año de 1858,
los conservadores estaban prácticamente en control de todo el país y el Gral. Zuloaga,
por cierto sonorense, se convertía en presidente. Su régimen fue reconocido por
todos los países con los que México mantenía relaciones. El embajador americano
Mr. Forsyth, le dirigió al ministro de Estado en EEUU la siguiente carta: “Los
liberales desde que están fuera del gobierno, tratan de apoyarse solamente en
el protectorado de EEUU y alimentan esperanzas de ponerlo en práctica cuando
regresen al poder; pero, como siempre, han empezado a pensar en ello cuando ya
es demasiado tarde. Es evidente que José María Mata ha viajado de Veracruz a
Washington con tales propuestas de parte
del gobierno de Juárez”.
El Sr.
Forsyth agregaba que “Lerdo de Tejada estaba convencido de que un
estadounidenses protestante era el único remedio para México”. Aunque el
presidente de EEUU no simpatizaba con Zuloaga, sino con Juárez, reconocía a Zuloaga
porque controlaba la mayor parte del territorio del país, y ya Juárez exhibía
un liberalismo muy a la mexicana que no gustaba en Washington. El Sr. Forsyth
le ofreció entonces a Zuloaga, 25 millones de pesos por Baja California,
Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. El erario estaba quebrado
por la guerra y además un arreglo así podría hacer cambiar las simpatías
juaristas del presidente Buchanan. Pero Zuloaga no aceptaba y los EEUU, a pesar
de dudar ya del liberalismo de Juárez, aumentaron su ayuda.
Algo que
disgustaba al presidente Buchanan y a algunos liberales bien nacidos como a nosotros, fue la crueldad con la que, a cierto
punto de la guerra, las tropas liberales de Juárez trataban a los prisioneros
de guerra. Ese trato iba en contra de todos los acuerdos de honor militar y el esencial
sentido de humanidad. A mi tocó presenciar la ejecución del Coronel Manuel
Piélago en Guadalajara cuando, estando herido de gravedad y perdiendo mucha
sangre, lo llevaron hasta el palacio del obispado y lo colgaron del balcón
principal, pero la soga se reventó y Piélago cayó desde una altura
considerable, todavía con vida; lo volvieron a colgar casi desnudo. Uno de los
espectadores gritó ¡infames! Le dieron un tiro en la cabeza para matarlo,
mientras se prendían fogatas y tocaba una banda de música. En esa misma ocasión
más de 60 prisioneros conservadores corrieron la misma suerte.
Aquí le
quiero pedir a John Butler que tome la batuta para que exponga lo que se
cocinaba en EEUU al mismo tiempo que México se destruía a sí mismo. Inicia
entonces John Butler en perfecto español. En 1861, después de que Buchanan
había decidido la guerra de tres años a favor de Juárez, y este se instalaba
victorioso en la capital, comenzó a formarse una nueva tormenta. Ese año
estallaba la guerra civil entre el norte y el sur. En los primeros había
prosperado la industria y en los segundos todos los negocios agropecuarios;
ambas regiones eran muy importantes, pero no homogéneas, y sus sectores
nacionalistas estaban adquiriendo creciente madurez política. En 1856 en el
norte había nacido el partido Republicano y su rival sureño era el partido Demócrata.
El partido Republicano se empezaba a identificar con el estatismo, mientras que
el Demócrata permeancia fiel a los principios libertarios de los padres
fundadores.
Hay
inteligencia que indica los estados del norte habían sido penetrados por el
sector hebreo, principalmente con judíos que habían emigrado de Europa después
del fracaso de la revolución comunista de 1848, promovida por ellos. Fue cuando
empezaron a tener gran influencia en la política internacional del partido
Republicano, no así en el partido demócrata, pero estaban enfrentando algunas
dificultades y temían perder esa influencia, y mucho menos lograran intervenir
en la política económica. Ante tales condiciones los centros políticos judíos
de Europa, más viejos y especialistas en grandes maniobras, con la Casa
Rothschild a la cabeza, pensaron en la conveniencia de una guerra intestina en
EEUU. El nombre del juego era ¡control! Así se le aplicaba a este país la misma
receta que a México desde el inicio de la guerra de independencia. Fuerzas
ocultas agravaron diferencias y empujaron hermanos contra hermanos. El norte
con la bandera de la esclavitud, trataba de esconder el estatismo que ya el
mismo Lincoln implementaba. Pero el sur sabía bien que era un camino hacia el
centralismo y la muerte del federalismo estaba en juego.
El norte
influenciado por fuerzas externas, se había ya contagiado del estatismo que
prevalecía en Europa, y esas mismas fuerzas aprovecharon la inocencia de la
gente y la estupidez de los políticos fueron empujados a un conflicto cruel,
todo para desangrar y confundir a la
nación para moldearla y dejarla lista para la infiltraciones que la asediaban,
como la efectuada luego en sus finanzas mediante el acta bancaria nacional
(febrero de 1863); como la del control de las organizaciones obreras por líderes
judíos, y como la creciente influencia semita en la política internacional,
realizada dentro del partido republicano. Todo esto ajeno al sentimiento del
pueblo y un grave ataque en contra de sus intereses. A partir del final de la
guerra civil, los gobiernos republicanos se adueñaron de la presidencia y
construyen en estos momentos un estatismo mercantilista. Nosotros en el sur,
sabíamos a donde se dirigían y por eso peleamos. Pero al haber perdido la
guerra, el gran temor en estos momentos es la muerte del liberalismo que le dio
vida a EEUU.
Yo siento
que estamos atestiguando el contraataque de esas oscuras fuerzas contra las
cuales lucharon nuestros antepasados en lo que fue la guerra de independencia,
y regresan ahora para recuperar ese control que tuvieron sobre los pueblos del
mundo durante tantos años. Yo siento que, especialmente gente joven como tú y
generaciones futuras, van a tener que vivir ese nuevo ataque del estado en
contra de las libertades. A ti, Ricardo, a tus hijos y a tus nietos, les va tocar
ver como este zona fronteriza que ha sido una de libertad de comercio, libertad
económica, libertad de tránsito, libertad de la tramitologia de la cual los
gobiernos son expertos, la libertad para disponer 100% del dinero que la gente
gane llevando a cabo actividades honestas creando valor. Ustedes a futuro van a
ver como se levantan vallas, se establecen aduanas, un estado arrebatando a la
gente el fruto de su trabajo, estaciones policiales que solo nos van a separar incrementando
el control del estado para oprimir a la sociedad.
No comments:
Post a Comment