México: Crear riqueza (I) – por Isaac Katz
El objetivo de la política económica es generar los incentivos para que cada individuo, cada unidad familiar, la economía en su conjunto, sean cada vez más ricos. Es a partir del acervo de riqueza que se genera el ingreso que permite a cada unidad familiar contar con los recursos para adquirir aquellos bienes y servicios que, consumidos dentro del hogar, lleva a maximizar el bienestar de sus miembros, de forma tal que entre mayor es el acervo de riqueza, mayor es el ingreso.
Para ponerlo de manera simple, hay seis grandes tipos de riqueza, cinco de ellos con una capacidad propia de generar ingreso al ser utilizados en la producción. El primero es el acervo de planta, maquinaria y equipo (tierra incluida) que utilizados para la producción de bienes y servicios generan un flujo de ingreso, mismo que se lo apropian directamente los poseedores de estos recursos. El incremento de este tipo de riqueza se deriva de la inversión física, incluidas las mejoras de la infraestructura de la tierra agrícola.
El segundo tipo es toda la infraestructura con la que cuenta la economía en su conjunto como son las vías de comunicación, aeropuertos, puertos, infraestructura para la generación y transmisión de electricidad, refinerías, etcétera. Este tipo de capital es el que permite que la economía en su conjunto funcione y, directa e indirectamente, genera un flujo de ingresos.
El tercer tipo de riqueza es lo que se encuentra en el subsuelo y que es sujetó de ser explotado, tales como hidrocarburos y minerales metálicos y no metálicos. Su explotación y venta, descontando los costos de producción, se contabiliza como una renta de la cual se la apropian los poseedores de los mismos. En el caso particular de México, la renta de los hidrocarburos le pertenece a la Nación, mientras que la que se deriva de la explotación minera se la apropian aquellos que tienen la correspondiente concesión.
El cuarto es la riqueza financiera de las familias que les genera un flujo de ingreso por los intereses obtenidos pero más aún, son recursos que intermediados a través del sistema financiero permiten el financiamiento de la inversión que lleva a una acumulación del capital físico de las empresas así como la acumulación de bienes de consumo duradero por parte de las familias.
El quinto tipo es el acervo de capital humano que tiene cada uno de los individuos y que tiene un uso productivo. Este acervo está conformado por las habilidades con las que nace cada individuo más la acumulación de conocimientos adquiridos durante su paso por el sistema escolar y el entrenamiento en el trabajo. El ingreso derivado de este capital, que normalmente toma la forma de salarios se lo apropian los trabajadores y, entre mayor sea el acervo, mayor tenderá a ser el ingreso.
Finalmente, el sexto tipo de riqueza es el conjunto de bienes que constituyen como tal el hogar: el terreno, el inmueble y todos los bienes muebles dentro del hogar. Este tipo de riqueza, que no se aplica a la producción de bienes, genera sin embargo un ingreso imputado medido como el valor de los servicios que producen estos bienes duraderos y que satisfacen las necesidades últimas de las familias.
El desempeño económico de México ha sido mediocre porque los incentivos derivados del arreglo institucional no están alineados con el objetivo de acumulación de riqueza y por lo mismo con el de crecimiento económico. En los siguientes artículos profundizaré al respecto.
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