Desde hace meses, diferentes medios tanto de masas como alternativos, están tratando de venderle al público una idea: Donald Trump es un personaje incontrolable por las élites, e incluso podría considerarse como un “anti-sistema”.
¿Pero tienen algo de cierto estos puntos de vista?
Más allá de lo ridículo que es calificar como “anti-sistema” o como “anti-elitista” a un multimillonario, en los últimas semanas están empezando a verse diversos indicios que demuestran que Trump no es tan “incontrolable” por las élites como muchos querrían hacernos creer.
Por ejemplo, apenas unos días después de convertirse en el candidato republicano, Donald Trump contrató a un ex ejecutivo de Goldman Sachs para dirigir su campaña nacional de recaudación de fondos.
Sí, ese mismo Goldman Sachs que controla desde las sombras todos los organismos de poder financiero de EEUU y que extiende sus tentáculos a la mayoría de gobiernos occidentales.
Así es como describía Matt Taibbi, de la revista Rolling Stone, en el año 2009, el papel del banco de inversión Goldman Sachs en la crisis económica global y prácticamente en todas las burbujas financieras de los últimas décadas:
Taibbi culpa a los Goldmanites, algo como: los aurófagos, famélicos y feroces alquimistas del dinero de la gente, de manipular desde el interior del gobierno las regulaciones financieras y los mercados de valores a su beneficio.
Además de favorecerse extensamente del rescate financiero, el cual es orquestado por sus ex dirigentes transformados en oficiales del gobierno. La lista de ex directivos de Goldman Sachs en las más altas posiciones del gobierno de Estados Unidos es escandalosa, parece como si Goldman Sachs fuera la antesala de las secretarías financieras del gobierno.
La formula es relativamente simple: Goldman se posiciona en medio de la burbuja especulativa, vendiendo inversiones que saben son una mierda. Atraen vastas cantidades de la clase baja y la clase media con la ayuda de un estado decrépito y corrupto que les permite reescribir las reglas a cambio de las relativamente pequeñas cantidades que el banco arroja al patonazgo político. Finalmente, cuando la burbuja explota, dejando a millones de ciudadanos ordinarios en bancarrota, el proceso vuelve a empezar otra vez, Goldman aparece como nuestro salvador prestandonos nuestro dinero con interés, vendiéndose como un grupo que trasciende la ambición, solamente una grupo de tipos muy inteligentes que mantienen la máquina aceitada. Han venido haciendo esta jugada desde lo 20s. Y ahora se están preparando para volver a hacerlo otra vez, creando la más grande y audaz burbuja jamás vista.
La primera cosa que hay que saber acerca de Goldman Sachs es que está en todas partes. El más poderoso banco de inversión del mundo es como un gigantesco calamar vampiro envuelto alrededor de la cara de la humanidad, que sin descanso extiende sus tentáculos chupadores de sangre hacia cualquier cosa que huela a dinero.
Por su parte, Alex Brummer del Daily Mail comparó a los miembros de Goldman Sachs con una especie de sociedad secreta, ya que siempre están dispuestos a llevar a cabo cualquier actividad perniciosa para ganar dinero.
Pues bien, Donald Trump, “esa gran amenaza para las élites”, ha contratado a un tipo de Goldman Sachs como hombre de confianza…
Trump anunció que al frente de las operaciones de recaudación de fondos nacional para su candidatura presidencial, estará Steven Mnuchin, presidente y CEO del fondo de cobertura Dune Capital. Lo más relevante de Mnuchin, sin embargo, es que pasó 17 años en Goldman Sachs, del que fue más recientemente socio, habiendo construido una fortuna de 46 millones de dólares antes de lanzar su propio fondo de cobertura.
Mientras trabajaba en Goldman Sachs, compró los restos de IndyMac Bank (ahora conocido como OneWest Bank), una compañía de préstamos con sede en California, que quebró en 2008. Este alto ejecutivo tuvo que soportar protestas en el césped de su propia mansión en Bel Air en 2011, por parte de los propietarios de las viviendas embargadas, por culpa de las malas políticas de su banco.
Pero las cosas no acaban ahí. Resulta que Mnuchin trabajó anteriormente para otro personaje elitista sobradamente conocido: el multimillonario George Soros, un prominente donante de los demócratas y en especial de Hillary Clinton.
Además de trabajar en Goldman Sachs, Mnuchin también trabajó en Soros Fund Management, cuyo fundador, George Soros, ha financiado muchas causas de izquierdas. Lo más curioso es que Mnuchin ha donado con frecuencia fondos a los demócratas, incluyendo a Clinton y Barack Obama.
Además, resulta que Mnuchin se benefició bastante de los rescates a las empresas de Wall Street del año 2009. Después de comprar el rescatado Banco IndyMac por centavos de dólar la acción, “Mnuchin y sus socios, que llamaron a su nuevo banco OneWest, terminaron consiguiendo unos buenos beneficios. Convirtieron su apuesta inicial de 1550 millones de dólares en un premio de 3400 millones de dólares”.
Fueron capaces de conseguir estas ganancias gracias a que los contribuyentes asumieron todos los riesgos por los activos tóxicos del banco, lo que le costó a los contribuyentes norteamericanos aproximadamente 13.000 millones de dólares en pérdidas. Al mismo tiempo, el banco continuó ejecutando las hipotecas de los propietarios que ya no eran capaces de pagar sus cuotas de la hipoteca.
Después, tratan de vendernos que Trump “asusta a las élites” y que tiene la intención de “limpiar Wall Street” o “acabar con el mangoneo de la Reserva Federal”, prácticamente como si fuera un revolucionario.
La contratación de Mnuchin, se produce sólo unos días después de que sus antiguos oponentes, Ted Cruz y John Kasich, se hayan retirado de la carrera presidencial.
Además, Trump también ha anunciado recientemente que va a renunciar a la “autofinanciación” en la que ha confiado durante las primarias (y que supuestamente le convertían en un personaje independiente) y ha prometido 1000 millones de dólares de sus partidarios en conjunción con el partido republicano, para prepararse para las elecciones generales.
Por si eso fuera poco, Trump ha comenzado a rodearse de auténticos iconos del establishment republicano neoconservador.
“El círculo de Trump ahora incluye a personajes belicistas como Rudolph Giuliani, Chris Christie, Richard Haas (actual presidente del Consejo de Relaciones Exteriores, CFR, una de las entidades elitistas por naturaleza) y el senador Jeff Sessions. Trump ha identificado incluso a John Bolton, uno de los arquitectos de la guerra de Irak y estrecho aliado de los neoconservadores, como uno de sus futuribles expertos asesores en materia de seguridad nacional”.
Esta es la gran revolución contra las élites de Trump: rodearse de gente de Goldman Sachs y de personajes como el mismísimo presidente del CFR, , así como de los neoconservadores más belicistas de Washington.
Para quién no recuerde lo que representa el CFR…
El Consejo de Relaciones Exteriores (CFR), fundado en 1921, es una organización que se especializa en la política exterior de EE.UU. y los asuntos internacionales.
Entre sus miembros se ha incluido políticos de alto nivel, más de una docena de secretarios de Estado, directores de la CIA, banqueros, abogados, profesores y grandes figuras de los medios de comunicación de masas. El CFR promueve la globalización, el libre comercio, la reducción de los reglamentos financieros de las empresas transnacionales, y la consolidación económica en bloques regionales como el NAFTA o la Unión Europea.
Como podéis ver, rodearse de gente como el actual presidente del CFR es de lo más anti-sistema que hay…
Viendo esto, no es extraño que las élites vean a Trump como una “amenaza” ¡Si es que corren un gran peligro con él!
Daría risa si no diera tanta pena…