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Friday, July 22, 2016

Los límites del hartazgo

Jorge Fernández Menéndez
¿Alguien ha calculado los millones de personas afectadas por estas acciones?
El Nuevo Modelo Educativo tiene prácticamente todo lo que se necesita para darle forma y objetivos a la Reforma Educativa. Si se logra implementar tendremos, finalmente, un modelo pedagógico moderno sobre el cual sustentar la educación de nuestros niños y jóvenes. Ayer, con toda razón, el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño le pidió a la Coordinadora que no deseche el modelo educativo antes siquiera de conocerlo. El llamamiento ha caído en el vacío: la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y sus aliados, los que en realidad hace ya meses que se adueñaron del movimiento, desconocieron un modelo que no conocen.



Pero el problema no es ése: en realidad la Coordinadora, a la que se le dedica tanto tiempo y espacio no representa más que al 9% de los maestros. Lo que sucede es que su capacidad desestabilizadora ha resultado tan amplia como el espacio que se le ha dado para que lo ejerza. Y esa impunidad comienza a generar reacciones que terminarán siendo indeseables.
Lo ocurrido el miércoles en Chiapas, cuando un grupo de indígenas de San Juan Chamula se hartó de que durante dos meses estuviera bloqueada la carretera entre San Cristóbal y Tuxtla y desalojó con violencia al grupito que mantenía ese bloqueo, fue presentado por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación como una “agresión contra los maestros y padres de familia”. En realidad la agresión original es ese bloqueo de dos meses lo que implica que se derrumbe el turismo, que no lleguen a tiempo los alimentos que consume la población, que se estanque aún más una economía que apenas sobrepasa la supervivencia. La gente en Chiapas, en Oaxaca, en Michoacán y en Guerrero está harta de los bloqueos y de pagar los costos sociales, económicos, educativos que ellos producen. Y los de San Juan Chamula actuaron como actúan las comunidades indígenas cuando se hartan de los atropellos. Nadie se
debería asombrar por lo sucedido, en realidad deberíamos preguntarnos por qué no ocurre con mucha mayor frecuencia.
Los datos son contundentes y apabullantes: hay buques de carga varados en Lázaro Cárdenas y en Salina Cruz porque no llegan las mercancías que deben transportar o no pueden entregar las que importaron; en Michoacán hay 135 trenes paralizados porque ahora lo que está de moda es bloquear las vías del ferrocarril; hay 40 mil toneladas de granos que no se han podido entregar; los costos para el transporte terrestre son inconmensurables: se calcula que sólo en Michoacán unos 35 mil tráileres se han quedado varados; hasta la semana pasada en ese estado estaban secuestrados 142 autobuses de pasajeros y cuando sus propietarios pidieron a los secuestradores que no los quemaran porque eso no lo cubre el seguro, la respuesta fue precisamente quemarlos; se han robado miles de camiones y tráileres y se ha saqueado (y en muchas ocasiones revendido) las mercancías que transportaban. En el centro de Oaxaca 25 hoteles están a punto de quebrar. Están en una situación similar los de Puerto Escondido, Zipolite, Mazunte, Huatulco. Hace ya algunas semanas supimos que dos niños habían muerto en Chiapas porque los bloqueadores no dejaron pasar las ambulancias que los transportaban, hemos sabido de un médico que tenía que atender una urgencia y reclamó pasar y terminó golpeado y con su auto destrozado. Y la lista podría seguir indefinidamente porque los agravios lo son.
¿Alguien ha calculado los millones de personas afectadas por estas acciones? ¿Los costos económicos, sociales que la gente está asumiendo a fuerza por estos hechos?, ¿alguien comprende el costo social, la lectura que se genera, lo que implica que todo esto ocurra en un marco de absoluta impunidad?
¿Quién se tendría que asombrar si viendo la pasividad oficial un grupo o muchos deciden tratar de hacer justicia por su propia mano y desalojar a los que bloquean decenas de carreteras y caminos? Por supuesto que esa no es la solución, es el estado el que debe actuar, pero si no hay soluciones de otro tipo eso es lo que más tarde o más temprano ocurrirá. Y las buenas conciencias que se indignan porque se levantó a la fuerza el bloqueo de San Juan Chamula deben recordar que jamás dijeron una palabra en contra de los delitos, agresiones y agravios que han cometido la Coordinadora y sus aliados con toda impunidad. Y a toda acción sobreviene una reacción.
Insisto: lo extraño no es que un grupo de indígenas haya decidido recuperar por su propia mano una carretera con tanto lujo de violencia como los que la bloquearon, lo extraño es que eso no ocurra en muchas más ocasiones.
Hablando de estos temas: ¿qué espera el gremio periodístico en hacer patente su solidaridad con Héctor de Mauleón que continúa recibiendo las amenazas de esa banda que se hace llamar Asamblea de Barrios, con sus extrañas ramificaciones delincuenciales? Y estamos hablando de un escritor y periodista notable. Quizás el silencio se debe a
que para algunos la indignación es selectiva.

Los límites del hartazgo

Jorge Fernández Menéndez
¿Alguien ha calculado los millones de personas afectadas por estas acciones?
El Nuevo Modelo Educativo tiene prácticamente todo lo que se necesita para darle forma y objetivos a la Reforma Educativa. Si se logra implementar tendremos, finalmente, un modelo pedagógico moderno sobre el cual sustentar la educación de nuestros niños y jóvenes. Ayer, con toda razón, el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño le pidió a la Coordinadora que no deseche el modelo educativo antes siquiera de conocerlo. El llamamiento ha caído en el vacío: la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y sus aliados, los que en realidad hace ya meses que se adueñaron del movimiento, desconocieron un modelo que no conocen.


Friday, July 15, 2016

Los límites de la democracia

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Escrito por José Luis Ricón
Defino poder aquí como capacidad dada a una persona o grupo para tomar decisiones en nombre de otra. Puede venir respaldado por el compromiso de los que se someten o por la violencia física.  Defino parte significativa de la sociedad como la mayoría, ponderada por cualesquiera diversos criterios posibles. Defino democracia como aquel sistema donde el poder es administrado por la parte más significativa de la sociedad.

La democracia unipersonal

Si en un entorno hay una sola persona, tenemos el caso trivial de democracia para una sociedad de n personas con n=1. La democracia es perfecta en este caso en tanto sus decisiones coinciden con las del individuo, o dicho de otro modo: los medios y los fines escogidos de manera democrática coinciden con los escogidos por el único individuo, no pudiéndose producir ninguna clase de conflicto. Todo muy perfecto y hello kitty.


La democracia bipersonal

Ahora tenemos una sociedad de n personas con n=2 , el asunto se vuelve notablemente más interesante. Esencialmente, tendremos dos actores, con dos formas de percibir la realidad y con opiniones potencialmente discordantes. En caso de que se contradigan, pueden dialogar, cambiar de opinión, etc… pero llegará un momento en el que se haya de tomar una decisión que favorezca a uno y perjudique a otro. En una democracia no forzosa, esto es raro, ya que una de las partes siempre puede elegir salirse. Verbigracia, supongamos un grupo de 2 amigos que quieren ir al cine. Si uno quiere ir a ver una película y el segundo, otra, o una de dos: o llegan a un acuerdo o no. En caso de no llegar, pues cada cual se va por su lado, heh. (No por nada en toda acción libre ambas partes salen ganando).
Para una democracia forzosa, uno de los agentes puede salir perdiendo, respecto a la situación de democracia libre. Con n=1, las posibilidades de que la decisión común coincidan con el individuo son del 100%. Ahora son algo inferiores, ya que aparecen situaciones en las que una parte ha de ceder.
Para n=3, 4 y hasta infinito, las posibilidades de que la decisión tomada no coordinen adecuadamente los intereses individuales van creciendo progresivamente.

La democracia cercana, extensa, directa e indirecta

Una democracia cercana es aquella donde todos sus miembros se conocen, más o menos. Cercana a este planteamiento era la democracia de las antiguas polis griegas, o la democracia de una asamblea comunitaria de vecinos. Es aquí cuando la democracia es más eficaz para resolver problemas que necesiten la cooperación de varios individuos, ya que por un lado hay pocos agentes, lo que disminuye la pluralidad de opiniones y facilita el conocimiento de información por parte de los demás. Se contrapone con la democracia extensa, aquella propia de las democracias modernas, donde sus participantes apenas se conocen entre sí.
La democracia directa es aquella donde cada cual defiende sus intereses directamente, como fue el caso de las citadas polis griegas, y la contrapongo a la indirecta, propia de las mencionadas democracias modernas, donde se vota de forma obligada a un determinado grupo o partido, que defiende unos intereses similares a los del individuo. La transmisión de opiniones desde la persona hasta el poder es más burda: se encasilla a la gente en paquetes de opinión, en el peor de los casos, o en el mejor, se les permite votar directamente a una persona que les represente, lo cual es más próximo al modelo de democracia directa.
Salta a la vista que el modelo más eficaz, es decir, el que permite coordinar mejor los intereses comunes, es una democracia cercana y directa. Es tan deseable que surge espontáneamente en grupos pequeños que han de tomar decisiones. El caso donde la democracia se ve más en entredicho es en el caso extenso e indirecto, que por desgracia campa hoy en día a sus anchas por gran parte del mundo.

La democracia como caso general

Vamos directamente al tema, a la democracia estatal, que es obligatoria en el sentido de que las decisiones de la mayoría afectan a la totalidad los residentes, sin posibilidad de huir de ella, (salvo moverse físicamente fuera de las fronteras del país).
El poder individual de voto, a diferencia de en los demás casos, es casi nulo. Los grupos de voto conjunto (grupos de interés, o lobbies) pasan a tomar una mayor relevancia, a la par que el conocimiento de la cuasifutilidad del voto hace que a mayor población que posea una democracia, mayor tasa de abstención presente.
Es lógico: en una democracia unipersonal, el poder de un voto es del 100%, mientras que en una hipotética democracia con un número infinito de personas, el poder del voto es 0%: irrelevante, lo que incitaría a la gente a no votar. Y entre medias, pues una hipotética relación descendente, que podría justificarse seguramente desde la praxeología, cosa que quizá ponga más adelante.
Esa tendencia a la abstención es bien conocida en las sociedades democráticas; basta con echarle un ojo a las gráficas que propongo.[1] Y que dicho aumento tenga que ver con incrementos poblacionales es una posibilidad, como expongo en el segundo gráfico. [2]
Así pues, tenemos un sistema donde las minorías organizadas que votan en bloque acaban siendo las que eligen quién detentará el poder en la democracia. Las opiniones de los que están fuera de esos grupos quedan diluídas y resultan perjudicadas en muchos casos. Pero no solo eso. Al aumentar la extensión de la democracia, la relación personal que existía en un principio (el grupo de amigos, la comunidad de vecinos o barrio), donde todo el mundo conocía relativamente mejor las necesidades de todo el mundo, va desapareciendo hasta dejar de existir en la práctica. Particularmente cuando uno ha de votar no a una persona, sino a paquetitos ideológicos llamados “Partidos Políticos”. Se termina gobernando para los jubilados, para los sindicalistas, los ecologistas o cualquier grupo con cierta cantidad de miembros, cuyas peticiones, al cumplirlas, no resten demasiados votos de otros grupos.
Incluso en el caso ideal de una democracia directa vía internet, por ejemplo, estaríamos en las mismas. Supongamos que se abre una votación para cada caso individual de conflicto entre un individuo y “el bien común”. Un señor que tiene un terreno, y se vota si se le debe expropiar para construir un AVE que pase por ellos. Toda España puede votar. Y el 99,99% no conoce al susodicho propietario. (Y como este caso, muchos, ojo) Qué fácil es hacer un click y votar por la violación de la propiedad privada desde la comodidad del sofá propio. Alguno se molestaré en informarse de la situación en concreto de esa persona y votar en consecuencia. O los salarios mínimos! ¿Cuántos votarían a favor de un salario mínimo de 1000 o 2000 euros? Que no haría más que generar paro a costa de favorecer a unos pocos…

Conclusión

El problema de la democracia moderna no es otro que el de gestión de información y de disminución del poder del voto. (1/número de personas en la democracia).
Por parte de la información, por mucho que la parte significativa de una sociedad elija a un partido, tal partido no representa los intereses del colectivo. Ni siquiera los de la parte significativa cuyo apoyo recibió. Como mucho, se puede afirmar que los deseos más importantes de la parte significativa serán escuchados, siempre y cuando el gobernante no mienta; y que los intereses secundarios tanto de esa misma parte de votantes, como de los demás, quedarán en un plano muy secundario.
En el peor de los casos, ni siquiera los intereses de colectivo mayoritario serán los que definan la actitud del gobierno (hecho muy de actualidad); y la rigidez del sistema de votaciones (cada cuatro años, y a un partido, sin apenas capacidad de elección entre medias), hacen que el sistema pueda resultar opresivo desde el punto de vista del individuo. La tiranía de la mayoría sobre la persona, es lo que son, ni más ni menos. Y si bien son mejores que muchas de las alternativas con las que compite, el poder de la sociedad sobre el individuo ha de ser limitado.
Allí donde surja democracia de forma espontánea, es que es apropiada. No así donde sea impuesta. ¿Si permitiesen elegir entre entrar o no dentro del sistema democrático de vuestro Estado, qué diríais? ¿Estar sujetos a las decisiones de millones de personas desconocidas, de forma perpetua,o decidir por uno mismo?
¿Y qué sería lo ideal? : Pues evidentemente un sistema donde el poder opresor de la mayoría fuese nulo o casi. Lo que a la postre implica un Estado lo más pequeño posible.
[1] Imagen
[2]
Imagen


Los límites de la democracia

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Escrito por José Luis Ricón
Defino poder aquí como capacidad dada a una persona o grupo para tomar decisiones en nombre de otra. Puede venir respaldado por el compromiso de los que se someten o por la violencia física.  Defino parte significativa de la sociedad como la mayoría, ponderada por cualesquiera diversos criterios posibles. Defino democracia como aquel sistema donde el poder es administrado por la parte más significativa de la sociedad.

La democracia unipersonal

Si en un entorno hay una sola persona, tenemos el caso trivial de democracia para una sociedad de n personas con n=1. La democracia es perfecta en este caso en tanto sus decisiones coinciden con las del individuo, o dicho de otro modo: los medios y los fines escogidos de manera democrática coinciden con los escogidos por el único individuo, no pudiéndose producir ninguna clase de conflicto. Todo muy perfecto y hello kitty.