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Friday, August 5, 2016

Menos desigualdad a través de más riqueza



JUAN RAMON RALLO
Esta semana se ha publicado el informe de riqueza mundial de 2015 elaborado por Credit Suisse. El dato más llamativo es que el 1% de la población mundial concentra el 50% de toda la riqueza, lo que parece dar respaldo a la idea de que los ricos son cada vez más ricos mientras que los pobres se hallan crecientemente pauperizados. Sin embargo, una lectura cuidadosa del informe y de su metodología debería llevarnos a alcanzar conclusiones bastantes distintas.
Los problemas de medir la riqueza
Cuando Credit Suisse habla de riqueza se está refiriendo al conjunto de activos reales y financieros con valor de mercado que posee un individuo después de deducir sus deudas: es decir, inmuebles, bonos o acciones. Deja fuera, por consiguiente, todo el patrimonio del Estado, el llamado capital humano (la formación de las personas que incrementa sus capacidades productivas) o las prestaciones que las personas tienen derecho a recibir del Estado (educación, sanidad o pensiones públicas).



Las estadísticas sobre la riqueza no sólo son problemáticas por lo que no miden, sino también por la engañosa imagen que transmiten con lo que sí miden
Dicho de otro modo, para las mediciones de Credit Suisse, una persona de 70 años con 2.000 euros en Eritrea—sin derecho a recibir pensiones, a asistencia sanitaria o educación— es más rica que un jubilado español sin ahorros con una pensión mensual de 1.200 euros y con acceso gratuito a la sanidad o que un recién graduado por Harvard que se hubiera endeudado para pagarse la carrera. Vemos, por consiguiente, que una parte muy importante de la riqueza de los individuos —aquella vinculada en gran medida a las políticas redistributivas que promueven quienes critican la desigualdad de la riqueza— queda fuera de las estadísticas de Credit Suisse.
Pero las estadísticas sobre la riqueza no sólo son problemáticas por lo que no miden, sino también por la engañosa imagen que transmiten con lo que sí miden. Primero, la inmensa mayoría de personas jóvenes en cualquier sociedad carecerán de un patrimonio que, en cambio, irán adquiriendo conforme envejezcan: por ejemplo, una persona hipotecada carece a los 30 años de patrimonio inmobiliario pero, una vez termine de amortizar la hipoteca a los 70 años, sí contará con él. Por consiguiente, en parte la desigualdad de la riqueza es una cuestión generacional: los mismos que son pobres en un momento pasarán a ser ricos más adelante (como ya expuse en este ejemplo, incluso en la sociedad más igualitaria que podemos imaginar, por meras diferencias de edad, el 10% más rico de la población poseería seis veces más riqueza que el 20% más pobre).
Segundo, que el 1% de la sociedad posea el 50% de la riqueza no significa que siempre sea el mismo 1%. Por ejemplo, de las diez personas más ricas del mundo en 1987, ninguna de ellas conserva una posición ni remotamente similar. Asimismo, de entre las diez personas jóvenes más ricas del mundo, ocho no han heredado su patrimonio, sino que lo han construido prácticamente desde cero en apenas diez años.
Tercero, y siguiendo con lo anterior, gran parte de la concentración de riqueza únicamente expresa el hecho de que algunas personas han creado, y son propietarios, de una empresa que comenzó siendo diminuta y que se ha convertido en una megacompañía que satisface las necesidades de millones de personas. Es decir, que Amancio Ortega pueda tener más riqueza que el 20% de la población española sólo pone de manifiesto que Amancio Ortega es el dueño de Inditex (y lo es porque creó e hizo grande a Inditex) y que el 20% de los españoles no lo son.
Lo que también dice el informe de Credit Suisse
Pero, dejando de lado los problemas de medir la riqueza y las precipitadas conclusiones que podrían extraerse de una lectura parcial de algunos datos, conviene también extraer otra información del informe de Credit Suisse que suele pasar desapercibida para la prensa interesada en transmitir una imagen amarillista sobre la evolución de la distribución de la riqueza.
La riqueza en los últimos quince años ha aumentado más en los países emergentes que en los países desarrollados
Primero, la riqueza en los últimos quince años ha aumentado más en los países emergentes que en los países desarrollados: entre el año 2000 y 2015, la riqueza neta por adulto ha crecido un 71% y un 109% en Norteamérica y Europa; en cambio, se ha expandido un 191% en India, un 194% en América Latina y un 198% en China. Así, en el año 2000, el estadounidense medio era 82 veces más rico que el africano medio y 30 veces más rico que el chino medio: en 2015, lo es 52 veces más que el africano medio y 17 veces más que el chino medio.
Segundo, pese a lo anterior, el índice Gini mundial de riqueza (de riqueza, no de ingresos) sigue ubicándose en 0,91 (1 expresa máxima desigualdad; 0 expresa máxima igualdad). Se trata de un dato que expresa una muy elevada desigualdad pero que, para ponerlo en su contexto, debemos tener en cuenta que se trata de una cifra muy parecida a la de Dinamarca (0,89). En otras palabras, a escala mundial, la estructura de la distribución de la riqueza es muy similar a la distribución de la riqueza que exhibe Dinamarca. Frente a ello, España emerge como uno de los países desarrollados con una distribución más igualitaria de la riqueza, ya que su índice Gini es de 0,67.
Tercero, es verdad que el 1% de la población mundial posee el 50% de toda la riqueza y que el 10% de la población mundial posee el 90% de toda la riqueza (repito: unas proporciones muy similares a la de Dinamarca). Pero lo que ilustran estas cifras no es que exista una élite ultrarrica que retiene para sí patrimonios excesivos a costa del resto de la población, sino que la inmensa mayoría de la población mundial es muy pobre. No en vano, el 40% de los españoles forma parte de esa “élite” del 10% de personas más ricas del mundo y no parece que casi la mitad de la población española sea extremadamente acaudalada. Si el 90% de la población mundial no posee prácticamente nada, por definición el otro 10% será el propietario de casi todo (aunque en términos absolutos tampoco posea demasiado).
Cuarto, de lo que se trata, por consiguiente, no es de empobrecer a los ricos, sino de enriquecer a los pobres: lograr que cuenten con un marco institucional (capitalismo de libre mercado) en el que puedan ahorrar y acumular un patrimonio productivo del que ahora carecen. Muchos consideran, sin embargo, que la riqueza es una tarta dada que ya no puede crecer más: para que los pobres se enriquezcan sólo cabe empobrecer a los ricos. El argumento no es válido, dado que la riqueza media de los estadounidenses se halla en un 70% en forma de activos financieros (casi la mitad de los cuales son acciones). Es decir, el grueso de la riqueza del país más rico del planeta depende de ser copropietario de empresas productivas: cuantas más empresas haya y más productivas sean, mayor será la riqueza de la que podrán apropiarse los ciudadanos.
La desigualdad de la riqueza dentro de Occidente comenzó a reducirse cuando las clases medias comenzaron a convertirse en propietarias
Conclusión
Cuando se coloca el grito en el cielo por la extrema desigualdad mundial de la riqueza debemos tener presente que, primero, no estamos midiendo ni mucho menos toda la riqueza existente; segundo, que la naturaleza de los tenedores de esa riqueza es cambiante; tercero, que la causa esencial de esa desigualdad es la extrema pobreza de la mayor parte de la población mundial (ni el acaparamiento de extraordinarias riquezas en la minoría ahorradora); y cuarto, que afortunadamente el patrimonio de los más pobres está empezando a aumentar lenta pero sostenidamente.
Lejos de utilizar estas sesgadas mediciones para socavar las bases institucionales que permiten la creación y la acumulación de riqueza, deberíamos entender las estadísticas en su adecuado contexto para ser conscientes de por qué debemos reforzarlas y ampliarlas. No por casualidad, la desigualdad de la riqueza dentro de Occidente comenzó a reducirse cuando las clases medias comenzaron a convertirse en propietarias.

Menos desigualdad a través de más riqueza



JUAN RAMON RALLO
Esta semana se ha publicado el informe de riqueza mundial de 2015 elaborado por Credit Suisse. El dato más llamativo es que el 1% de la población mundial concentra el 50% de toda la riqueza, lo que parece dar respaldo a la idea de que los ricos son cada vez más ricos mientras que los pobres se hallan crecientemente pauperizados. Sin embargo, una lectura cuidadosa del informe y de su metodología debería llevarnos a alcanzar conclusiones bastantes distintas.
Los problemas de medir la riqueza
Cuando Credit Suisse habla de riqueza se está refiriendo al conjunto de activos reales y financieros con valor de mercado que posee un individuo después de deducir sus deudas: es decir, inmuebles, bonos o acciones. Deja fuera, por consiguiente, todo el patrimonio del Estado, el llamado capital humano (la formación de las personas que incrementa sus capacidades productivas) o las prestaciones que las personas tienen derecho a recibir del Estado (educación, sanidad o pensiones públicas).


Thursday, July 28, 2016

La OTAN provocó el Brexit

5049
En sus informes sobre el Brexit, el New York Times hizo una pregunta interesante: “¿Se está deshaciendo también el orden que Estados Unidos y sus aliados impusieron al mundo después de 1945?”
Con suerte, eso significará la desintegración de dos de los aparatos gubernamentales más poderosos y destructivos que surgieron de la posguerra: la OTAN y el estado de seguridad nacional de Estados Unidos. De hecho, aunque los medios de comunicación y las élites de la clase política no lo quieren reconocer, la ironía es que fueron estos dos aparatos los que finalmente condujeron a la votación del Brexit:
El Times señala:



Los refugiados han huido en masa de Siria e Irak. Turquía, Jordania y Líbano han absorbido varios millones de refugiados. Pero es el flujo de personas hacia la Unión Europea lo que ha tenido el mayor impacto geopolítico, y esto ayudó a precipitar el voto británico.
Pero, ¿qué fue lo que produjo esta crisis masiva de refugiados?
La respuesta: Fueron las operaciones de cambio de régimen que el estado de seguridad nacional de Estados Unidos realizó en Oriente Medio, incluida la campaña de bombardeos de la OTAN como parte de su operación de cambio de régimen en Siria.
¿Qué se pensaban las autoridades de  Estados Unidos y de la OTAN – que la gente simplemente se iba a quedar donde estaba para estallar en pedazos con las bombas que iban a caer sobre ellos, como parte del programa de asesinato de Estados Unidos, o como consecuencia de la violencia masiva de la guerra civil que se produjo como resultado de las operaciones de cambio de régimen de los Estados Unidos y de la OTAN?
La gente no suele comportarse de esa manera. La mayoría de la gente prefiere vivir en lugar de morir, y va a hacer todo lo posible para sobrevivir. Es por eso por lo que los refugiados huyeron hacia Europa- para escapar de las terribles consecuencias del intervencionismo de la OTAN y del estado de seguridad nacional de Estados Unidos en Oriente Medio.
Me pregunto si en el fondo, los que se lamentan y gimen por el voto a favor del Brexit se dan cuenta de que si no se hubiera invadido y ocupado Irak, si no se hubiera hecho un cambio de régimen en Libia, si Estados Unidos y la OTAN no hubieran bombardeado e intervenido en Siria, no hubiera habido una crisis masiva de refugiados en Europa y, casi con toda seguridad, el Brexit habría sido rechazado por la mayoría de los votantes británicos.
Una triste ironía, ¿no?
Al igual que el estado de seguridad nacional de Estados Unidos, la OTAN es un aparato gubernamental de la época de la Guerra Fría, uno que tenía aparentemente la misión de proteger a Europa occidental de un ataque de la Unión Soviética, que fue socio y aliado durante la Segunda Guerra Mundial de Gran Bretaña y EEUU.
Pero como todo el mundo sabe, la Guerra Fría terminó hace más de 25 años. Una pregunta surge de manera natural: ¿Por qué entonces la OTAN no dejó de existir tras el fin de la Guerra Fría?
La siguiente declaración del Times refleja perfectamente cómo los medios de comunicación y las élites de la clase política simplemente no entienden esto:
La OTAN ha vuelto a descubrir su propósito tras las secuelas de la intervención de Rusia en Ucrania. Sin embargo, a los países bálticos todavía les preocupa si la alianza militar podría realmente defenderlos de una agresión rusa, y la alianza ha tenido dificultades para definir su papel en la lucha contra el terrorismo y en la negociación del flujo de emigrantes.
Lo que el Times está insinuando es que la OTAN es tan necesaria hoy en día para proteger a Europa occidental (y ahora a Europa del Este) de la agresividad de Rusia como lo fue durante la época de la Guerra Fría.
Pero hay un error en esta imagen, un error que el Times y el establishment de la élite política no quieren ver – que fueron la OTAN y el establishment de la seguridad nacional estadounidense los que precipitaron la crisis con Rusia por Ucrania.
Después de la Guerra Fría, la OTAN no sólo decidió seguir existiendo, sino que comenzó a absorber a los países de Europa del Este que habían estado anteriormente en el Pacto de Varsovia. Cuando los esfuerzos de expansión finalmente llegaron a Ucrania, la OTAN se esforzó por absorber a ese país, y estuvo muy cerca de hacerlo gracias a un golpe de estado pro-estadounidense que tenía toda la pinta de ser una exitosa operación de cambio de régimen de la CIA. La absorción de Ucrania en la OTAN habría significado bases para Estados Unidos, tropas, tanques y misiles en la frontera de Rusia y la toma de posesión por parte de EEUU de la base militar que Rusia había mantenido durante tanto tiempo en el puerto de Crimea en Sevastopol.
Rusia de ninguna manera iba a permitir que eso ocurriese, lo que llevó a la anexión rusa de Crimea y el inicio de la crisis de Ucrania.
Después de todo, imagina que el Pacto de Varsovia hubiese seguido existiendo y Rusia hubiese comenzado a absorber a Cuba, Venezuela, Chile, Nicaragua, Guatemala, y México, con el objetivo de instalar bases militares rusas en la frontera de México con Estados Unidos. ¿De qué manera crees que habrían reaccionado los líderes estadounidenses tras esos actos de provocación?
Pero ¿qué es lo que nos dicen los medios de comunicación y las élites de la clase política? Que la OTAN es sólo una parte inocente, que es una fuerza que lucha por el bien en el mundo, en lugar de un dinosaurio corrupto de la Guerra Fría, cuya misión es provocar crisis con el fin de justificar su existencia continuada.
Como detallo en mi nuevo libro electrónico,  The CIA, Terrorism, and the Cold War: The Evil of the National Security State, lo mismo ocurre con el aparato de seguridad nacional estadounidense que también nació para librar la Guerra Fría contra la Unión Soviética y que cambió radicalmente la estructura del gobierno de Estados Unidos para peor. Después de todo, no lo olvidemos: China y Corea del Norte son estados de seguridad nacional también. Los regímenes totalitarios son casi siempre estados de seguridad nacional.
Así que, ¿por qué los líderes estadounidenses introdujeron  un aparato totalitario en la estructura de gobierno federal de los Estados Unidos, sin ni siquiera intentar guardar las apariencias con una enmienda constitucional? Ellos dijeron que un aparato totalitario temporal era necesario para emprender una guerra fría contra los regímenes totalitarios comunistas de China y de la Unión Soviética.
Eso ya sería problemático de por sí, pero una cosa es cierta: La Guerra Fría ha terminado. Se terminó hace más de un cuarto de siglo. El estado de seguridad nacional, en lugar de ser desmantelado (que es lo que debería haber ocurrido en el año 1989), habiendo perdido su enemigo oficial con el fin de la Guerra Fría, decidió entrar en Oriente Medio y provocar problemas con invasiones, ocupaciones, sanciones , intervenciones y operaciones de cambio de régimen. Todo eso nos trajo ataques terroristas anti-estadounidenses, la guerra contra el terror, programas formales de asesinato, programas de vigilancia secreta masiva, detenciones indefinidas, torturas, prisiones secretas, y muchas otras cosas oscuras que caracterizan a los regímenes totalitarios y comunistas.
Y sin embargo, los medios de comunicación y la élite de la clase política simplemente no lo entienden: Ellos ven el estado de seguridad nacional como un protector y como una fuerza que lucha por el bien en el mundo, en lugar de como un importante proveedor de muerte, destrucción,  crisis, caos, y la pérdida de la libertad, la paz y la prosperidad.
Es hora de que los estadounidenses hagan un poco introspección real. Es el momento de hacer algunas modificaciones fundamentales post-Segunda Guerra Mundial aquí en casa. Un buen lugar para comenzar sería desmantelar la OTAN y el estado de seguridad nacional. Si Estados Unidos dejase de formar parte de estos aparatos de la era de la Guerra Fría corruptos y costosos se abriría el camino a la libertad, la paz, la prosperidad y la armonía con el mundo.

La OTAN provocó el Brexit

5049
En sus informes sobre el Brexit, el New York Times hizo una pregunta interesante: “¿Se está deshaciendo también el orden que Estados Unidos y sus aliados impusieron al mundo después de 1945?”
Con suerte, eso significará la desintegración de dos de los aparatos gubernamentales más poderosos y destructivos que surgieron de la posguerra: la OTAN y el estado de seguridad nacional de Estados Unidos. De hecho, aunque los medios de comunicación y las élites de la clase política no lo quieren reconocer, la ironía es que fueron estos dos aparatos los que finalmente condujeron a la votación del Brexit:
El Times señala:


Saturday, July 9, 2016

Una alternativa liberal al Brexit


El Brexit ha supuesto un tsunami institucional con multitud de ideas solapadas y  contradictorias. Ni todos los partidarios de sacar al Reino Unido de la Unión Europea son xenófobos (aunque sí los hay) ni apoyar a la UE equivale abrazar la bandera de la libertad de movimientos de personas (los sirios hacinados en los campos turcos tendrían algo que decir al respecto), ni la integración entre sociedades pasa inexorablemente por la unificación política.
La unión política no es ni condición necesaria ni suficiente para que las sociedades puedan relacionarse por la vía de entretejer más y más lazos entre ellas
¿La Unión Europea es la unión de los europeos?
Una de las ideas que favorece que gran parte de la población se declare fervientemente europeísta quizá sea la de equiparar “sociedad” con “política” o “estado”, cuando en realidad la unión política no es ni condición necesaria ni suficiente para que las sociedades, a través de los individuos o grupos que la integran, puedan relacionarse por la vía de entretejer más y más lazos entre ellos. Esta idea también sirve de base para propugnar un poder político cada vez mayor: si el Estado, los políticos y burócratas, somos nosotros (el pueblo), ¿qué problema hay con su tamaño? ¿Por qué no una UE con un gobierno fuerte? ¿Qué riesgo puede haber en su deriva cada vez más intervencionista? La fusión de Estado y sociedad nos impide entender la peligrosa relación que hay entre la extensión del Poder y la preservación de la libertad del individuo (sociedad).



Desde este estrecho ángulo, no cabría otra explicación al Brexit que la de estar basada en ideas retrógradas. Por eso, ideas positivas como el incremento de las relaciones sociales, de la cooperación económica, cultural, o incluso de la unión entre europeos, solo se conciben bajo la influencia del lenguaje político.
Sin embargo, la unificación política puede suponer un peligro para la integración de las sociedades a través de una tendencia hacia la cartelización de las políticas públicas y, por tanto, a través de la falta de competencia entre Estados, lo que agranda su intervencionismo y los vuelve más poderosos sobre el individuo (la sociedad). Al respecto, uno de los ámbitos donde este peligro se percibe de un modo más claro acaso sea el de la fiscalidad. No es sólo que la UE conlleve una tendencia hacia la uniformización de las legislaciones fiscales, a la armonización al alza de los impuestos (que perjudica los intercambios y relaciones sociales entre europeos), sino que también le permite ejerce un mayor poder de negociación como bloque (también denominada 'posición común') en los foros fiscales internacionales para promover mayores impuestos (mayor diversidad de voces e intereses podría dar pie a mayor competencia fiscal dentro de estos foros que terminan por delinear los sistemas fiscales que padecemos). Y no es sólo el diseño de los impuestos, sino su aplicación: es mucho más fácil aplicar medidas perjudiciales desde un órgano de poder alejado de los afectados que cuando éstos se hallan más cerca del ciudadano.
La deriva hacia la centralización política no debería ser la única oferta institucional para los ciudadanos
¿Por qué es necesario una unión política y la creación de un gobierno federal de los Estados Unidos de Europa para preservar los aspectos positivos que pueda haber en la legislación comunitaria? Afirmar esto es tanto como decir que no cabe la cooperación administrativa sin unión política, cuando en realidad la cooperación entre administraciones admite mucha mayor evolución, e incluso innovación. En primer lugar, los tratado bilaterales o multilaterales puede introducir coordinación entre administraciones. Y en segundo lugar, no sólo podría haber coordinación sino competencia entre ellas, una idea proscrita en el espíritu centralizador de la UE.
Una única oferta de diseño institucional (UE) es un problema
La deriva hacia la centralización política no debería ser la única oferta institucional para los ciudadanos, y quizá, en parte por ello, haya este tipo de sentimientos anti-UE en distintos países (la crisis ha puesto en evidencia numerosos problemas). Por tanto, movimientos como el Brexit —que tanta incertidumbre introducen— deberían evitarse dando cabida a otro tipo de diseño institucional, como las administraciones basadas en las funciones y no en los territorios. Son las denominadas  jurisdicciones concurrentes, un tipo de administraciones que cubren determinados servicios públicos específicos, que no emanan de un único gobierno en el territorio donde se aplican y que además poseen poder tributario propio para financiarse.
¿Estas administraciones son tan irreales como parecen? No. Pongamos un ejemplo, aunque imperfecto, de la idea de administraciones que compiten entre ellas y que no se basan en el territorio o la nación y sí en la función: la educación. En el sistema español, centralizado en las comunidades autónomas, cabe la posibilidad de que los centros educativos se rijan por las normas españolas, o bien por las de otros estados, deviniendo entonces centros extranjeros que pueden homologarse (legalizarse) como centro educativo en España. Aunque en última instancia la legalización del centro la regula y depende del Estado español (comunidades autónomas), las normas por las que se rija el centro pueden ser las del estado británico, estadounidense, alemán, francés, italiano, etc.: esto es, aquellos estados con los que el Reino de España tenga firmado un convenio educativo internacional. El promotor o propietario de centros educativos tiene, hasta cierto punto, la posibilidad de elegir qué marco legal le conviene más —en función de su visión pedagógica o empresarial— entre una (limitada) variedad de administraciones que concurren y compiten entre sí. Son administraciones que como decimos, no se basan totalmente en el territorio sino en el servicio en sí, y que se autofinancian total o parcialmente autónomamente.
Introducir competencia o cierta empresarialidad política obligaría a que los gobernantes se esforzaran más en adecuar sus actividades a los gobernados
¿Por qué no ampliar esto a muchas más áreas y servicios públicos? ¿Siempre tenemos que concentrar todo el poder político y burocrático basándonos o en el terruño o en el Proyecto Europeo? ¿Por qué no trascender debates anquilosados en los dos últimos siglos e introducir cierta innovación en las administraciones públicas? La respuesta es obvia: introducir competencia o cierta empresarialidad política (valga el oxímoron) obligaría a que los gobernantes se esforzaran más en adecuar sus actividades a los gobernados, con serio riesgo de ir perdiendo poco a poco el poder que hoy detentan.
Conclusión
Para mantener las libertades que la UE ha traído no es necesario la creación de un gobierno federal y una política común. La integración de los europeos no debería someterse a un chantaje por parte de los eurócratas, sino, simplemente, permitirse y facilitarse, dando entrada a administraciones más acordes con los nuevos tiempos. Esperemos que los políticos que han de lidiar con este toro no introduzcan más incertidumbre de la que ya han creado.

Una alternativa liberal al Brexit


El Brexit ha supuesto un tsunami institucional con multitud de ideas solapadas y  contradictorias. Ni todos los partidarios de sacar al Reino Unido de la Unión Europea son xenófobos (aunque sí los hay) ni apoyar a la UE equivale abrazar la bandera de la libertad de movimientos de personas (los sirios hacinados en los campos turcos tendrían algo que decir al respecto), ni la integración entre sociedades pasa inexorablemente por la unificación política.
La unión política no es ni condición necesaria ni suficiente para que las sociedades puedan relacionarse por la vía de entretejer más y más lazos entre ellas
¿La Unión Europea es la unión de los europeos?
Una de las ideas que favorece que gran parte de la población se declare fervientemente europeísta quizá sea la de equiparar “sociedad” con “política” o “estado”, cuando en realidad la unión política no es ni condición necesaria ni suficiente para que las sociedades, a través de los individuos o grupos que la integran, puedan relacionarse por la vía de entretejer más y más lazos entre ellos. Esta idea también sirve de base para propugnar un poder político cada vez mayor: si el Estado, los políticos y burócratas, somos nosotros (el pueblo), ¿qué problema hay con su tamaño? ¿Por qué no una UE con un gobierno fuerte? ¿Qué riesgo puede haber en su deriva cada vez más intervencionista? La fusión de Estado y sociedad nos impide entender la peligrosa relación que hay entre la extensión del Poder y la preservación de la libertad del individuo (sociedad).


Friday, July 8, 2016

El futuro Post Brexit para Gran Bretaña: Liberalismo Clásico o Liberalismo Pragmático

Toby Young, Editor Asociado de la revista The Spectator, le explica al PanAm Post qué se puede esperar en el Reino Unido tras el Brexit


tobyyoung
El futuro post-Brexit para Gran Bretaña: Toby Young explica la división entre el liberalismo clásico y el pragmático. (YouTube)
EnglishToby Young es Editor Asistente y columnista de The Spectator, “la revista en inglés publicada continuamente más antigua del mundo” (su primera edición salió en 1828). En 1975, cuando los votantes británicos votaron en un referendo para decidir si permanecían o no en la Comunidad Europea, lo que eventualmente se convirtió en la Unión Europea (UE), The Spectator fue una de solo dos publicaciones nacionales en “apoyar lo que hoy se conoce como Brexit”.
Durante la campaña de este año antes del referendo del 23 de junio, Young formó parte de la campaña que abogaba por abandonar la UE. Nueve días antes del voto, Young lanzó un cortometraje titulado “Brexit: hechos, no miedo”, el cual presenta sólidos argumentos a favor de la independencia de la UE “exclusivamente desde el punto de vista de la soberanía”. Según esta perspectiva, la membresía de Reino Unido en la UE había socavado la independencia legal del país y minado la autoridad del Parlamento al transferir muchos de sus poderes tradicionales a un organismo foráneo, la Comisión Europea, la cual es controlada por burócratas no electos.



El día antes del referendo, el cortometraje de Young, cuyo título hace una alusión al Proyecto del Miedo (Project Fear), el intento del establecimiento británico de asustar a los votantes para que apoyaran el status quo dentro de la UE, había sido visto cerca de un millón de veces en redes sociales.

Luego de que la causa independentista (Leave) ganara el referendo, Lord Ashcroft, un encuestador, publicó los resultados de un estudio que demostraba que la mayor parte de quienes votaron a favor del Brexit decidieron abandonar la UE para defender “el principio de que las decisiones acerca de Gran Bretaña deben ser tomadas en Gran Bretaña”. Es decir, fue el argumento de la soberanía y no la fobia hacia los inmigrantes —tal como han sugerido los desinformados medios latinoamericanos—, lo que impulsó a los euroescépticos hacia la victoria.
Durante los últimos días, el público británico ha sido testigo de una serie de eventos sísmicos en términos políticos: Boris Johnson, el carismático exalcalde de Londres y líder de la campaña a favor de la independencia de la UE, era el favorito para ser el próximo Primer Ministro tras la renuncia de David Cameron, quien lideró los esfuerzos por permanecer en la UE y, como tal, perdió toda su credibilidad tras el referendo. No obstante, Johnson fue traicionado por su jefe de campaña, el Ministro de Justicia Michael Gove, horas antes de que anunciara su candidatura para ser el próximo líder del mayoritario Partido Conservador y, por lo tanto, Primer Ministro. Como resultado, el diario The Daily Telegraph se ha referido a “la semana más infame y llena de traición de la historia del Partido Conservador británico”.
Toby Young ha conocido a los protagonistas del melodrama político reciente durante décadas, siendo entrevistado en un documental acerca de la vieja rivalidad entre Cameron y Johnson, a quienes conoció como estudiante en la Universidad de Oxford en los 80. De hecho, hace unos años, Young apostó £15,000 (USD $19,904) con la cocinera estrella Nigella Lawson, hija de Nigel Lawson, Canciller de la Hacienda de Margaret Thatcher desde 1983 hasta 1989, a que Johnson sería líder del Partido Conservador antes del 2018, un escenario que hoy parece bastante improbable.
Young también ha sido partidario de Michael Gove, el verdugo político de Johnson, hace años. Gove fue Ministro de Educación desde el 2010 hasta el 2014 y se enfrentó a los sindicatos de maestros al introducir “la revolución de los colegios libres“, escuelas financiadas por el Estado pero administradas por asociaciones de padres y otras instituciones independientes, mas no por el Estado mismo. Tras abandonar la campaña de Johnson por el control del Partido Conservador, Gove, quien también fue una de las estrellas de la campaña para salir de la UE, anunció su propia candidatura para liderar a los conservadores o Tories.
Su principal rival es la actual favorita, Theresa May, la Ministra de Interior que apoyó a Cameron y a los eurófilos durante la campaña del referendo, aunque mantuvo siempre un bajo perfil. La estrategia actual de May es presentarse como la única candidata seria entre un grupo de políticos aniñados por su ambición, lo cual le brinda gravitas ante un país que busca, sobre todo, seriedad y estabilidad tras unas semanas turbulentas.
Esto es lo que le dijo Toby Young al PanAm Post acerca del futuro del Reino Unido tras el Brexit.
PanAm Post: Usted ha sido partidario tanto de Boris Johnson como de Michael Gove. ¿Por qué cree que Gove decidió no apoyar a Boris como líder del Partido Conservador en el último momento? ¿Fue esta la mejor decisión para el partido?
Toby Young: A primera vista, pareciera que Gove cambió de opinión acerca de Boris y su capacidad para el puesto de Primer Ministro durante el corto período en que fue su jefe de campaña. El momento del anuncio no fue el más oportuno porque obligó a Boris a renunciar, pero si el resultado es que Michael sea nombrado Primer Ministro, será el mejor escenario para el país.
¿Dividió Gove a los conservadores euroescépticos con su decisión de lanzarse al liderazgo del Partido Conservador? ¿Tiene alguna probabilidad real de ganarle el concurso a la Ministra de Interior Theresa May?
En este momento, Theresa May es por lejos la favorita y, según los corredores de apuestas, las probabilidades de una victoria de Gove son 7/1. Pero, como hemos visto en los últimos días, mucho puede cambiar en la política británica en solo 24 horas. Por ejemplo, si un peso pesado como George Osborne, actual Canciller de Hacienda y aliado cercano de David Cameron, se pronuncia a favor de Gove, todo el escenario cambia.
Si Theresa May es nombrada Primera Ministra, ¿cómo puede negociar los términos del Brexit con la Unión Europea si ella abogó por permanecer dentro de dicha unión política durante la reciente campaña?
¡Buena pregunta! Para May, la gran dificultad es que si concede cualquier cosa durante la negociación, sobre todo en cuanto al delicado asunto del libre movimiento de personas entre Europa y Reino Unido, inmediatamente será acusada de “traicionar” a los 17,5 millones de personas que apoyaron el Brexit en las urnas. Paradójicamente, a un verdadero creyente en la causa del Brexit le resultaría más fácil hacerles concesiones a los líderes europeos en una negociación.
Usted y Daniel Hannan, un miembro del Parlamento Europeo británico, pueden ser clasificados como liberales clásicos que apoyaron la salida del Reino Unido de la UE. Presumiblemente, un acuerdo como el de Noruega, un país que no es miembro de la UE pero que comercia libremente con ella, sería ideal para ustedes. Esto involucraría cierta libertad de inmigración desde Europa hacia Gran Bretaña. Pero Nigel Farage, líder del Partido de la Independencia de Gran Bretaña, y sus seguidores quieren que se establezcan controles estrictos sobre la inmigración, lo cual pondría en peligro la libertad de comercio con Europa. ¿Cómo puede resolverse este dilema entre los euroescépticos británicos?
El acuerdo con Europa debe incluir el fin del libre movimiento de personas, el cual debe ser modificado por una versión del libre movimiento de trabajadores que había antes de que se firmara el Tratado de Maastricht, (el cual creó la Unión Europea) en 1992. Cuando digo que el acuerdo debe ser “modificado”, quiero decir que el gobierno británico debe obtener cierto grado de libertad para determinar el número y el tipo de inmigrantes que recibe cada año.
Pienso que esta puede ser una reforma al nivel de la Unión Europea y no solo un aspecto del nuevo acuerdo entre Reino Unido y la UE. De hecho, si se establece rápidamente, es posible que Gran Bretaña no abandone la UE. El libre movimiento de personas tal como está diseñado ahora es tóxico y está envenenando a todo el proyecto europeo.
¿Puede surgir un nuevo orden político en Reino Unido después del Brexit, sobre todo dadas las grandes dificultades que enfrenta el Partido Laborista, cuyos votantes apoyaron el Brexit pese a la línea oficial eurófila del partido? ¿Tiene razón el columnista Peter Hitchens, quien argumenta que los votantes laboristas que apoyaron el Brexit podrían unirse a un nuevo partido socialmente conservador?
Definitivamente es posible que millones de votantes de clase trabajadora que antes apoyaban a los laboristas se unan a los conservadores, especialmente si el Partido Laborista es capturado de nuevo por una élite metropolitana y eurófila. Pero no creo que el Partido Conservador se vuelva socialmente conservador. El partido es liberal económicamente hace mucho tiempo y se ha vuelto más liberal socialmente bajo David Cameron, quien legalizó el matrimonio entre parejas del mismo sexo.
Ninguno de los favoritos para ganar la contienda del liderazgo conservador son socialmente conservadores. La batalla entre Gove y May se entre un liberal clásico y una liberal pragmática.

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El futuro Post Brexit para Gran Bretaña: Liberalismo Clásico o Liberalismo Pragmático

Toby Young, Editor Asociado de la revista The Spectator, le explica al PanAm Post qué se puede esperar en el Reino Unido tras el Brexit


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El futuro post-Brexit para Gran Bretaña: Toby Young explica la división entre el liberalismo clásico y el pragmático. (YouTube)
EnglishToby Young es Editor Asistente y columnista de The Spectator, “la revista en inglés publicada continuamente más antigua del mundo” (su primera edición salió en 1828). En 1975, cuando los votantes británicos votaron en un referendo para decidir si permanecían o no en la Comunidad Europea, lo que eventualmente se convirtió en la Unión Europea (UE), The Spectator fue una de solo dos publicaciones nacionales en “apoyar lo que hoy se conoce como Brexit”.
Durante la campaña de este año antes del referendo del 23 de junio, Young formó parte de la campaña que abogaba por abandonar la UE. Nueve días antes del voto, Young lanzó un cortometraje titulado “Brexit: hechos, no miedo”, el cual presenta sólidos argumentos a favor de la independencia de la UE “exclusivamente desde el punto de vista de la soberanía”. Según esta perspectiva, la membresía de Reino Unido en la UE había socavado la independencia legal del país y minado la autoridad del Parlamento al transferir muchos de sus poderes tradicionales a un organismo foráneo, la Comisión Europea, la cual es controlada por burócratas no electos.


Thursday, June 30, 2016

“Partido Libertario es una esperanza en 2016”: Wall Street Journal

El diario señala que Gary Johnson es una "honorable alternativa a Donald Trump"

(Wikimedia)
El diario conservador The Wall Street Journal había desprestigiado la candidatura de Gary Johnson anteriormente. (Youtube)
El periódico estadounidense conservador, y el segundo diario más leído de Estados Unidos, The Wall Street Journal (WSJ), publicó una editorial principal en su página web y en su versión impresa en la que demuestra simpatía por el Partido Libertario.
“La Alternativa Libertaria: Una opción para los que no simpatizan con Trump, ni con Clinton”, se titula el principal editorial, en el que detalla: “Los Libertarios ofrecen una alternativa política a ambos candidatos en lo que se refiere al libre mercado, y quizá en los impuestos, mientras que Trump no ha aclarado su posición en este punto”.



“Puede que Gary Johnson (actual candidato del Partido Libertario y exgobernador de Nuevo México) no gane, pero aún puede desempeñarse en un rol que demuestre a los grandes candidatos que ellos no son la única opción. Donald Trump cree que puede decir lo que quiera, porque millones de electores rechazan la candidatura de Hillary Clinton. Los Libertarios le dan a estos electores una honorable alternativa a Donald Trump”, se lee en el texto publicado por el WSJ.
El diario, que en el pasado había desprestigiado la candidatura del Partido Libertario, señala que el exgobernador de Massachusetts, Bill Weld, también es una excelente opción, luego de haber sido elegido como compañero de fórmula de Johnson.
Por su parte, Gary Johnson, quien luego de una extensa votación logró más del 50% de los votos en la convención del Partido Libertario para convertirse en el candidato, comienza a adquirir más cobertura en los grandes medios.
El candidato (quien no había sido tomado en cuenta en lo absoluto, hasta que comenzó a ganar terreno en las encuestas) apareció esta semana en grandes medios como MSNBC, CBSN y Fox News.
Incluso, el candidato por el Partido Republicano, Donald Trump, en respuesta a la creciente popularidad de Johnson, lo atacó este martes 31 de mayo.
“Solo míralo, mira lo que dice y como habla (…). Creo que no tiene ningún chance”, dijo Trump a medios en Nueva York.
Fuente: The Wall Street Journal, Reason

“Partido Libertario es una esperanza en 2016”: Wall Street Journal

El diario señala que Gary Johnson es una "honorable alternativa a Donald Trump"

(Wikimedia)
El diario conservador The Wall Street Journal había desprestigiado la candidatura de Gary Johnson anteriormente. (Youtube)
El periódico estadounidense conservador, y el segundo diario más leído de Estados Unidos, The Wall Street Journal (WSJ), publicó una editorial principal en su página web y en su versión impresa en la que demuestra simpatía por el Partido Libertario.
“La Alternativa Libertaria: Una opción para los que no simpatizan con Trump, ni con Clinton”, se titula el principal editorial, en el que detalla: “Los Libertarios ofrecen una alternativa política a ambos candidatos en lo que se refiere al libre mercado, y quizá en los impuestos, mientras que Trump no ha aclarado su posición en este punto”.