Introducción al liberalismo
Ludwig von Mises
1. Introducción
Los filósofos, sociólogos y economistas del siglo XVIII y primera parte del XIX formularon un programa político que presidió el orden social en Inglaterra y los Estados Unidos primero; en el continente europeo, después, y, finalmente, en otros lugares del mundo. Sin embargo, ese programa no fue aplicado íntegramente en parte alguna. Sus defensores no consiguieron que sus ideas fueran aceptadas en su totalidad ni siquiera en la Gran Bretaña, en el país liberal por excelencia. El resto del mundo aceptó tan sólo algunas partes, rechazando desde un principio otras no menos importantes o abandonándolas al poco de su implantación. Exageraría quien dijera que el mundo llegó a conocer una verdadera era liberal, pues el liberalismo nunca pudo funcionar a plenitud.La posición de Mises sobre la secesión o independencia
La posición de Mises sobre la secesión o independencia
Una nación, por lo tanto, no tiene ningún derecho a decirle a una región o distrito que “Tú me perteneces, ¡te quiero mantener!”. Un territorio está formado por sus habitantes. Si alguien tiene el derecho a ser oído en esta cuestión, éstos son los habitantes. Las controversias relativas a límites fronterizos deben ser resueltos a través de plebiscitos.En Nación, Estado y Economía, p. 34:
Ninguna persona o grupo de personas deben ser retenidos contra su voluntad en una asociación política en la cual no quieren participar.En Nación, Estado y Economía, p. 39-40:
El liberalismo no conoce ni el sometimiento, ni la anexión; ya que el liberalismo es indiferente al propio Estado, el problema del tamaño del Estado es también indiferente. El liberalismo no obliga a nadie a permanecer en contra de su voluntad dentro de la estructura estatal. El que quiera emigrar o vivir en una legislación específica no debe ser obligado. Cuando una porción de la población quiere dejar de pertenecer a una unidad, el liberalismo no le impedirá consumar tal fin. Colonias, ciudades o distritos que quieran ser independientes son libres de hacerlo. Una nación es una entidad orgánica y, como tal, no puede ser aumentada ni reducida por cambios en la formación de sus estados; el mundo en su conjunto no se ve afectado por esta nueva disposición.
La esperanza de la libertad se encuentra en la secesión
– Hans-Hermann Hoppe
Entrevista a Hans-Hermann Hoppe.P: ¿Cómo llegaste a ser libertario y qué pensadores fueron los más importantes en la formación de su pensamiento?
Hoppe: Cuando todavía era joven, estudiante alemán de secundaria, yo era un marxista. Más tarde, como estudiante en la Universidad de Frankfurt, me encontré con la crítica de Böhm-Bawerk a Marx, y aquello aniquiló la economía marxista para mí.
En consecuencia, después de eso, me hice un poco escéptico, atraído por la metodología positivista y especialmente falsacionista de Popper y por el programa gradual de ingeniería social de Popper. Como el propio Popper, en ese momento yo era un social-democrático de derecha.
Y luego las cosas comenzaron a cambiar rápidamente. En primer lugar, descubrí a Milton Friedman (muy bueno), entonces Hayek (mejor), entonces Mises (mucho mejor debido a su metodología explícitamente anti-positivista -a priori) y, por último, el sucesor teórico más importante de Mises, Murray N. Rothbard.
Por qué los peores gobiernan
Hans-Hermann Hoppe.Una de las tesis más extensamente aceptadas entre los economistas políticos es la siguiente: Todos los monopolios son malos desde el punto de vista de los consumidores. Por monopolio se entiende, en su sentido clásico, como un privilegio exclusivo otorgado a un productor unico de un bien o servicio, o sea, como la ausencia de entradas libres en una línea particular de producción. Es decir, sólo una agencia, A, puede producir un bien dado, X. Cualquier monopolio es malo para los consumidores porque, protegido de nuevos participantes potenciales en su área de producción, el precio del producto X será más alto y la calidad más baja que si fuera de otro modo.
Ese fraude llamado “Estado”
Hans-Hermann Hoppe
Artículo de Hans-Hermann Hoppe.Murray Rothbard una vez describió al Estado como una banda de ladrones en grande. Y si se mira de cerca, verás que hay un esfuerzo propagandístico enorme hecho por el Estado y los que están a su sueldo -o los que les gustaría estar a su sueldo- para convencernos de que es perfectamente legítimo que una organización esencialmente parasitaria viva a costa nuestra manteniendo un alto nivel de vida, que nos mate (con su policía poco preparada), que nos robe con sus impuestos, que nos obligue a hacer el servicio militar y que controle totalmente nuestra forma de vida.
La motivación fundamental de los que defienden el Estado es saber que, una vez en la máquina pública, ellos tendrán acceso a abultados salarios, puestos de trabajo estables y una pensión integral y completa. Los que están fuera del servicio público abogan por el Estado por saber que éste les dará ventajas en cualquier negociación sindical. Además de estas personas, también hay empresarios que defienden al Estado. Estos están pensando en los subsidios y garantías gubernamentales, jugosos contratos para obras públicas y en el uso general del gobierno para alimentar a sus amigos y debilitar a sus competidores. El Estado, para ellos, es una garantía de riqueza.
Maduro huye hacia delante de la mano de Tareck El Aissami
Maduro huye hacia delante de la mano de Tareck El Aissami
Venezuela continúa hundiéndose. La
barbarie no conoce límites. La única regla clara es que mañana siempre
será peor que hoy. Lo demuestra el nombramiento de Tareck El Aissami,
gobernador de Aragua, como primer vicepresidente del país.
El periodista venezolano Antonio María Delgado, estudioso del tema, ha escrito en El Nuevo Herald que es una señal de que el “sector
procastrista asume el control del chavismo, marcando el triunfo del
marxismo radical procastrista sobre los militares nacionalistas”. Probablemente tiene razón, pero hay otras razones que las cuento al final de este artículo.
Si Maduro, que es de la misma cuerda
ideológica, deja de ser presidente, lo sustituiría este siniestro
personaje, sindicado como colaborador del narcoterrorismo islámico,
según revela el experto Joseph Humire del SFC (Secure Free Society). Es
como saber que, tras padecer lepra, ha comenzado a devorarnos el recto
un cáncer terminal.
El Opio y los Acuerdos de Paz en El Salvador
El Opio y los Acuerdos de Paz en El Salvador
Por Manuel Hinds
La idea de que los Acuerdos de Paz se
quedaron cortos porque no resolvieron todos, todititos los problemas del
país se ha convertido en la nueva droga que adormece a El Salvador.
Esta idea se enmarca dentro de una tradición de dos siglos en los cuales
la población ha buscado drogas para evitar tomar las medidas que
hubieran desarrollado al país hace ya mucho tiempo.
Las razones únicas que nos impiden salir de la pobreza están en nosotros mismos
Las razones únicas que nos impiden salir de la pobreza están en nosotros mismos
Por Maria Marty
Per Bylund, pensador libertario, escribió en uno de sus tweets “¿Qué causa la pobreza?
Nada. Es el estado original, el punto de partida. La verdadera pregunta
es: ¿Qué causa la prosperidad?” (Bylund se refiere al estado original
de la humanidad en su conjunto y no a individuos particulares).
Viajemos a la edad de piedra. Los
hombres entonces no tenían más que lo que la naturaleza les podía
ofrecer: agua, frutos, animales para cazar, piedras con que hacer fuego,
cuevas donde cubrirse.
Comparemos ese escenario con la
actualidad. Sea quien fuera que esté leyendo esta columna tiene un
teléfono o computadora donde leerlo, tiene una casa donde dormir, un
medio de transporte a mano para trasladarse, medicinas con
que curarse, ropa con la que abrigarse. Si miramos un poco más allá,
vemos aviones, drones, cohetes y edificios inteligentes.
¿Qué es la inflación?
¿Qué es la inflación?
Por Ricardo Manuel Rojas
En las últimas décadas, muchos políticos
–y economistas que avalan académicamente sus discursos-, se han
empeñado en sostener que la inflación es el aumento de los precios. Ello
es muy conveniente, pues permite echarle la culpa a alguien más que al
propio gobierno por sus nefastas consecuencias (por ejemplo a los
comerciantes que “suben” los precios, a los “especuladores”, a las
variaciones del comercio internacional, etc.).
La tarea de velar por el respeto recíproco
La tarea de velar por el respeto recíproco
Por Alberto Benegas Lynch (h)
Nadie puede tirar la primera piedra,
todos podemos hacer las cosas mejor, pero hay algo que se hace cada vez
más imperioso analizar. Para este propósito sugiero comencemos con una
cuidadosa reflexión sobre tres pensamientos de gran calado, uno de
Thomas Jefferson, otro de John Stuart Mill y, por último, uno de José
Ortega y Gasset.
Jefferson ha dicho que "el costo de la
libertad es su eterna vigilancia", y Mill ha consignado que "las malas
personas requieren para lograr sus propósitos que las buenas no hagan
nada" (lo cual ha sido también atribuido a Edmund Burke, en el sentido
de que "todo lo necesario para el triunfo del mal es que las personas de
bien no hagan nada"). En la misma dirección ha sentenciado Ortega y
Gasset: "Si quiere aprovecharse de las ventajas de la civilización pero
no se preocupa por sostener la civilización, se ha fastidiado usted. En
un dos por tres se queda sin civilización. Un descuido y cuando mira
usted en derredor todo se ha volatilizado".
Obama versus Netanyahu
Obama versus Netanyahu
Por Álvaro Vargas Llosa
El duro gesto de Obama contra el
gobierno israelí de Benjamín Netanyahu al permitir una condena contra
los asentamientos judíos en los territorios ocupados no revela la
fortaleza de la administración estadounidense sino su debilidad.
El gobierno de Obama tuvo la oportunidad
de hacer lo mismo que ha hecho ahora -abstenerse en el Consejo de
Seguridad para facilitar la aprobación de la condena- en varias
oportunidades. Por ejemplo, en 2011. O pudo hacer algo, hace tres meses,
para condicionar la ayuda militar a Israel aprobada por la Casa Blanca
por 38 mil millones de dólares por los próximos diez años. O pudo
respaldar los esfuerzos de la Presidencia palestina para hacer valer su
condición de Estado reconocido ante la Corte Penal Internacional y otras
instancias.
La casa de Carl Sandburg
La casa de Carl Sandburg
Por Mario Vargas Llosa
El País, Madrid
Se llama Connemara y está en lo alto de
una colina, en las montañas de Carolina del Norte, rodeada de bosques de
pinos centenarios, lagos, nevados, y en los alrededores hay casas
victorianas semienterradas por la vegetación, rebaños de cabras, ciervos
y bandadas de pájaros. Los vecinos aseguran que ciertos días familias
de osos pardos asoman por las vecindades en busca de comida. En mis
caminatas matutinas yo no he visto ninguno, pero sí, en cambio, y hasta
en dos ocasiones, la ardilla blanca, otra especialidad del lugar.
La latinoamericanización de Lava Jato
La latinoamericanización de Lava Jato
Por Álvaro Vargas Llosa
Hasta el acuerdo de reparación que firmó la constructora brasileña
Odebrecht con las autoridades de Estados Unidos, Suiza y Brasil, el caso
Lava Jato no tenía ramificaciones continentales para el gran público.
Las tenía para una minoría de políticos, periodistas, fiscales,
procuradores o jueces, pero todo sucedía en un ámbito acotado. Era el
problema de Brasil, no de América Latina.
No tenía mucho sentido que esto fuera así, pues la información era abundante. El esquema de colusión entre el Estado (o la política) brasileño y muchas de las grandes empresas de ese país abarcaba también a muchos otros lugares y los montos eran cuantiosos.
No tenía mucho sentido que esto fuera así, pues la información era abundante. El esquema de colusión entre el Estado (o la política) brasileño y muchas de las grandes empresas de ese país abarcaba también a muchos otros lugares y los montos eran cuantiosos.
Argentina: El endeudamiento es inflacionario
Argentina: El endeudamiento es inflacionario
Por Alejandro A. Tagliavini
Ámbito Financiero
El tan promocionado despegue no se
produjo en el segundo trimestre, ni en el segundo semestre y ya
comenzaron a bajar las expectativas para el 2017. La “guía” que -es
sabido- sigue Sturzenegger, es el sondeo que elabora el propio BCRA
entre 50 conocidas firmas -31 consultoras y centros de investigación, 15
entidades financieras y 4 analistas extranjeros- conocido como REM
(Relevamiento de Expectativas de Mercado), y muestra que la cosa no
empezó cómo prometía el gobierno.
LA GUERRA CONTRA EL PLÁSTICO
Alberto
Mansueti
Desde la Roma antigua, la recolección y tratamiento
de residuos urbanos es una de las funciones propias de los gobiernos
municipales. Pero el estatismo les confiere a los gobiernos unas “misiones mucho
más elevadas y nobles”, como por ej. “salud y educación”; y por eso les parece
indigno eso de andar recogiendo basura. Y se resisten, con los pretextos más
aberrantes.
Como siempre, el socialismo nos culpa a la gente;
ahora dice que “la sociedad consumista produce demasiada basura”. Y prohíbe las
bolsas de plástico, alegando supuestas razones “ecológicas”. Esto es ya muy grave,
pero puede empeorar, porque también quieren prohibir botellas y envases de
plástico, alegando una serie de mitos populares, contrarios a la verdad
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