Por María Fabiola Morales Silva.
La crisis política actual venezolana
transciende hoy los espacios de nuestras fronteras, el mal llamado
socialismo del XXI instaurado por Hugo Chávez, no maneja otro concepto
diferente que no sea perpetuarse en el poder y controlar política,
económica e ideológicamente a Venezuela, se ha extendido por la América
Latina, bajo el mandato de dirigentes que mas allá de tener visiones
propias pasan a jugar el papel de títeres, los cuales Hugo, maneja a su
gusto pero sobretodo a su conveniencia.
La Venezuela liderada por Chávez ha
olvidado la legalidad desde todo punto de vista, las leyes no benefician
al ciudadano común, sólo se han convertido en un decreto de fuerza y
rango que sirven de instrumento a un sistema de gobierno
anti-democrático a continuar el juego de inmortalidad, que no es mas,
que la idea favorita del mandatario venezolano. Las leyes de hoy son
redactadas a preferencia de la revolución y establecidas bajo un
concepto inconstitucional de Ley habilitante, aprobada por una moribunda
Asamblea Nacional que en el 2010 perdió el 52% de los votos.
Ese país de libertades que impulso
generaciones talentosas en todos los ámbitos, ha visto su tenue caída
ante el develado régimen dictatorial establecido hace doce años con la
llegada de Chávez al poder. Hablando de libertad en sentido profundo el
Pueblo Venezolano ha visto desde su entonces; el cierre de medios de
comunicación, el secuestro de los poderes públicos los cuales jugaban en
el pasado un papel fundamental para el desarrollo democrático del
estado y la toma en su mayoría de veces violenta; de los espectros
radioeléctricos para consumir una ideología política que ya no goza de
aceptación en la gran masa popular.
Políticas nulas en cuanto a seguridad,
salud, empleo, desarrollo y economía han contribuido a generar una
ansiosa espera del 2012 año en el cual por vía electoral, muchos esperan
la caída de Hugo Chávez, ante una vilipendiada Oposición que empieza a
reaccionar al clamor del pueblo e intenta conseguir los mecanismos
internacionales para frenar los abusos de poder que se tornan
inaguantables en el País que hacemos vida.
Pero no solo la nulidad en el empleo de
las políticas de Estado, preocupan al ciudadano, los cuales han decidido
durante todo este largo proceso mostrar su rechazo con el combate de
ideas, protestas pacificas, marchas, cacerolazos y el empleo de la
tecnología a través de las redes sociales que hoy son la manera mas
clara de hacer eco en las comunidades internacionales ante la grave
situación de violación de los derechos humanos que se ocurren bajo el
precepto de un régimen comunistoide.
En cuanto a Derechos Humanos se trata en
Venezuela, la posición del régimen es clara ante la falta de equidad y
justicia. La concepción de estos lleva a un vínculo directo con la
democracia. Sin embargo para Chávez es mas simple y se resume en: todo
aquel que no comparta el ideal de la revolución, y haga viva voz de
ello es enviado tras las rejas, sin importar los derechos individuales,
naturales, constitucionales, subjetivos, fundamentales, y públicos
adquiridos con el hecho esencial de nacer.
Puesto esto, bajo la discusión no solo
se muestra la violación de la carta interamericana de derechos, si no
que desenmascara el abuso de poder y poco respeto que se le tiene a la
constitución Venezolana. La sensibilidad de los derechos humanos que
afloran en la gran masa de lo no adeptos al comunismo en este País,
viene en aumento, como en aumento vienen los presos políticos que no
podía pasar por alto en estas líneas, puesto que nos compromete a luchar
no solo por su libertad, si no, también a salvar la nuestra. La lista
es larga, y podemos ir nombrando casos aplastantes como el de la Jueza
María Afiuni, los comisarios Iván Simonovis, Lázaro Forero, Los
Diputados Biagio Pilieri, José Sánchez Montiel, Hernán Alemán (electos
diputados, y caso en particular que viola la inmunidad que adquieren al
ser elegidos por el voto popular).
Pero no solo las figuras judiciales,
autoridades y políticos se encuentran presos del régimen de Hugo,
también lo están quienes lo superan en capacidad de lucha política
dentro y fuera del territorio nacional, como es el caso del ex candidato
presidencial de 1998, Alejandro Peña Esclusa, quien para esas fechas; a
pesar de mis 13 años y por ser una enamorada de la política recuerdo
que habló de frente, y expuso claramente las intenciones políticas de
quien para ese entonces fungía bajo la figura de candidato presidencial
con un historial golpista, detalle que para el momento fue pasado por
alto ya que los electores le huían a la corrupción y al dominio de los
viejos partidos.
Tocar el nombre de Peña Esclusa me
recuerda que hay un tema que no debo evitar, y no es otro que la
vinculación directa de las fuerzas terroristas internacionales (FARC,
ETA; ELN) con este gobierno quien ha dejado en claro que el terrorismo
es un proyecto político que Venezuela, es decir “la Venezuela de Chávez”
acepta y además respeta.
Aunque para el resto del mundo el
terrorismo sea uno de los movimientos más sanguinarios y aberrantes que
existen, en los países del Alba ha encontrado un proyecto socialista que
los cobija, bajo la insigne idea: no importa quien caiga, para lograr
los ideales. Y hablar de caídos por el terrorismo nos conllevaría a una
larga lista de personas inocentes que han sido masacradas a manos del
“proyecto político” guerrillero. Sin dejar de mencionar que
Organizaciones como las Farc, la cual por décadas ha trastocado la
dignidad y seguridad de nuestros hermanos colombianos ya están entre los
Venezolanos haciendo vida política.
Es entonces con estos hechos, que el llamado Socialismo del siglo XXI se sirve de lapidar a su peor enemigo: La Democracia.
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