Cuba, un Estado mendigo
Fidel y Raúl Castro se han
conducido sistemáticamente como mendigos. No han tenido reparo en tomar
prestamos conscientes que no los van a pagar
Por Pedro Corzo
Hay una antiquísima expresión que
sintetiza a quienes gustan pedir y no pagar a sus acreedores, “Le debe a
las once mil vírgenes”, un decir que calza perfectamente al régimen de
los hermanos Castro, una dictadura que ha sobrevivido entre otros
factores, por su capacidad para obtener préstamos y habilidad para que
las deudas contraídas sean condonadas.
No hay dudas que el mayor débito de la
dictadura es con el pueblo que ha avasallado y expoliado por décadas,
pero independiente a esa realidad, el despilfarro, la negligencia y la
corrupción, han llevado al país a la quiebra económica y a un
endeudamiento masivo que sobrevivirá al régimen y a sus potenciales
herederos.
El gobierno de los Castro ha empeñado a
la nación, no obstante, hay que reconocer que la política manejada por
el régimen en lo que respecta a préstamos ha sido exitosa. Siempre han
negociado desde posiciones de fuerza, todo o nada, y sus prestamistas
han decidido, literalmente, que del lobo aunque sea un pelo.
Ejemplos de la capacidad de mendigar de
la jerarquía cubana se aprecia con el acuerdo que suscribió con el Club
de París a quien no abonaban un centavo desde 1986. El Club le perdonó a
Cuba 8,500 millones de dólares, de ese monto España eximió más de 1,
800 millones y Francia la friolera de 4,000 millones.
Fidel y Raúl Castro se han conducido
sistemáticamente como mendigos. No han tenido reparo en tomar prestamos
conscientes que no los van a pagar, pero los verdaderos culpables son
quienes les prestan o venden a créditos como es el caso de España, donde
las pérdidas corresponden a la Compañía Española de Seguro de Créditos a
la Exportación, en síntesis, la deuda cubana a Madrid, la pagan los
contribuyentes españoles al erario público de ese país.
Ejemplos de la generosidad de los
empresarios y gobiernos capitalista con el totalitarismo insular
abundan. Japón condonó el 80% de la deuda, México, el 70% de un préstamo
de 487 millones de dólares, pendiente de pago desde hace 15 años con el
Banco Mexicano de Comercio Exterior.
Un país de recursos económicos limitados
como Uruguay le condonó a La Habana un préstamo de cerca de 32 millones
de dólares, y a un gigante como Argentina le debe desde 1973, 3,000
millones de dólares que se remontan a 11,000 millones si se suman los
intereses de la deuda.
Por supuesto que la generosidad de Rusia
en relevo de la extinta Unión Soviética, supera con creces las
multimillonarias regalías que ha recibido el régimen insular de sus
numerosos acreedores.
Según La Habana, fue la URSS la que
contrajo una deuda de miles de millones de dólares por compromisos
incumplidos, pero evidentemente entró en razón y reconoció la deuda con
Moscú, de 35,000 millones de dólares de la que Putin anuló el 90 por
ciento.
No obstante es válido aclarar que nunca
se han cuantificado las ingentes cantidades de pertrechos de guerra,
logística y entrenamiento que los jerarcas soviéticos despilfarraron en
la isla, un factor que algunos plantean influyó en cierta medida en el
quiebre económico del Kremlin.
Cuando el país se ahogaba por falta de
recursos, apareció un nuevo benefactor en la figura de Hugo Chávez, otro
derrochador de oficio -dispuso irresponsablemente de los bienes del
pueblo venezolano con el objetivo de promover su política- entregando
particularmente a los Castro grandes cantidades de dinero, al extremo,
que según el diario El Universal entre el año 2008-2011, Caracas
transfirió a Cuba la friolera de 18, 000 millones de dólares.
El gobierno de América Latina que más
apoyo financiero ha recibido en la historia es el cubano, sin embargo,
el país está en ruina y sin posibilidades de recuperación, porque su
clase dirigente está empeñada en impedir que el ciudadano sea el
protagonista de la actividad económica.
El fracaso de la economía cubana es
consecuencia del régimen que controla el país. No ha quebrado de forma
absoluta por los subsidios extranjeros, pero periódicamente la crisis se
agudiza como el denominado periodo especial, una situación que al
parecer, se repetirá en breve por las medidas restrictivas en servicios y
abastecimiento que está tomando el régimen.
El castrismo siempre culpó el embargo
económico por sus fracasos, después responsabilizó a la extinta URSS por
la precaria situación de los 90 y ahora Raúl Castro declara que la
contracción de los suministros de combustible pactado con Venezuela, ha
determinado que el país enfrente una crisis de liquidez, al final de
cuentas Nicolás Maduro es el culpable por no seguir regalándole a los
Castro el petróleo de los venezolanos.
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