Por Julieta Nassau
Explicar las elecciones en Estados Unidos
es complejo ya desde el cuándo: el primer martes después del primer
lunes de noviembre, cada cuatro años. También puede ser antes, con el
voto anticipado o el sufragio "ausente". La explicación se complica aún
más con el cómo: un colegio electoral es el que define quién gana la
elección. Hillary Clinton o Donald Trump deberán obtener el voto de por lo menos 270 electores para suceder a Barack Obama en la Casa Blanca.
Pero, ¿quiénes son esos electores?
¿Quién los elige? ¿Qué peso tiene el voto popular en este sistema? Una
pequeña guía para seguir -y entender- el proceso electoral de Estados
Unidos y los resultados del próximo 8 de noviembre.
¿Cómo se vota en Estados Unidos?
Estados Unidos cuenta con un sistema de
elección indirecto, a través de un colegio electoral, un esquema
establecido por el artículo II de la Constitución de 1878.
Bajo este sistema, los votantes no
eligen directamente a los candidatos a presidente sino a los electores
de su estado, quienes obtienen el poder para representarlos al elegir
-ellos sí- al futuro jefe de Estado, en función del mandato que reciben
en las urnas.
En total, son 538 electores quienes
deciden quién va a gobernar el país por los cuatro años siguientes. La
cantidad de electores por estado surge de la suma de sus senadores (dos)
y sus representantes en el Capitolio (depende de la población de cada
estado).
En 48 estados y en el Distrito de
Columbia, la fórmula presidencial que recibe la mayoría de los votos
recibe el total de los votos electorales de ese estado. Maine y Nebraska
son la excepción: allí, el ganador de todo el estado recibe dos votos
electorales, y luego el ganador en cada distrito recibe un elector.
Entonces, ¿quién gana?
Para ganar, una fórmula presidencial
debe obtener la mitad más uno del total de los votos: 270. Con ese
número, el pase a la Casa Blanca está asegurado.
¿Qué pasa si ningún candidato lo
alcanza? Entra en acción la Cámara de Representantes, que debe escoger
al ganador entre los tres candidatos más votados.
El 20 de enero de 2017 el presidente y
el vicepresidente electos tomarán posesión de sus cargos y pondrán un
punto final a dos mandatos de Barack Obama.
¿Puede ganar alguien que no haya obtenido la mayoría del voto electoral?
Sí, y esa es la principal crítica a este
sistema, tildado muchas veces de poco representativo. El colegio
electoral desanima a muchos ciudadanos a emitir su voto, ya que creen
que su sufragio no tiene peso en el panorama general.
En total, 16 veces en la historia de los
Estados Unidos un candidato ganó gracias al colegio electoral y pese al
voto popular. El primero fue Andrew Jackson, en 1824, y el último, George W. Bush , en el año 2000.
En esas elecciones,
el candidato demócrata, Al Gore, obtuvo una victoria en el voto popular
por 543,895 votos (0.5%), pero el republicano e hijo del ex presidente
logró 271 votos electorales contra 266 de su rival, después de un
recuento de votos cargado de denuncias -intervención de la Corte Suprema
mediante- en Florida.
¿Quiénes son los electores?
Cada partido político que tiene un
candidato en carrera designa a su grupo de electores por estado en las
convenciones partidarias. No pueden ser legisladores y por lo general
son figuras fuertes y leales dentro del espacio político.
Pese a que son elegidos por un partido,
los electores en realidad tienen libertad a la hora de emitir su voto
ante el colegio electoral. Veintinueve estados y el Distrito de Columbia
requieren a los electores votar como se han comprometido, aunque no hay
importantes multas para quienes cambien su voto o se abstengan.
En la historia de Estados Unidos, más
del 99% de los electores votaron según se habían comprometido. Una de
las excepciones fue en el año 2000, con uno de los electores de Al Gore.
¿Qué se vota el 8 de noviembre?
Además del presidente y vicepresidente
de Estados Unidos, ese día también se renovarán 34 de las 100 bancas del
Senado y la totalidad de las 435 de la Cámara de Representantes. Allí
se definirá si el nuevo mandatario contará con mayoría legislativa o si
deberá lidiar, como sucedió en los últimos años, con un Capitolio
opositor.
¿Cómo se vota?
En otra de las particularidades del
sistema electoral de Estados Unidos, los comicios no tienen lugar
durante un fin de semana. Cae martes. Como el voto no es obligatorio, no
es un día de asueto para los empleados o estudiantes, por lo que se
ofrecen algunas alternativas para quienes no se puedan presentar ante la
urna el 8 de noviembre.
Votación en persona
Para votar de la forma convencional, las
urnas estarán disponibles el martes 8 de noviembre en todo el país. Los
votantes deben registrarse y algunos plazos de inscripción cierran
hasta un mes antes del día de la elección. Cada votante registrado es
asignado a un centro de votación en función de su domicilio. El horario
de los comicios depende de cada centro.
El sitio Verified Voter
hizo un repaso de los modelos de votación utilizados en Estados Unidos.
El más usado (56% en la última elección presidencial) es el
tradicional: boletas de papel que deben ser marcadas. Pueden ser
escrutados manualmente o con escáner óptico. La segunda opción más
popular es la de votación electrónica, el Registro Electrónico Directo
(DRE).
Votación por correo
La votación por correo o votación
ausente permite votar a aquellos ciudadanos que no pueden acercarse en
persona a su centro el día de las elecciones, estén dentro o fuera del
país. Aunque todos los estados ofrecen la opción del voto ausente, cada
uno tiene distintas reglas sobre quién puede participar. Para votar, deben registrarse para sufragar y solicitar la papeleta de votación ausente, que le es enviada 45 días antes de la elección.
Votación anticipada
La mayoría de los estados ofrece la
opción de voto anticipado para votar en fechas específicas anteriores al
día de las elecciones y no requieren justificación del votante. Esta
fue la opción elegida por Obama la semana pasada en Chicago.
¿Quién puede votar?
Los requisitos varían por estado pero en
términos generales los votantes deben ser ciudadanos de Estados Unidos;
cumplir con los requisitos de residencia de su estado y ser mayor 18
años al momento de la elección.
¿Qué son los swing states (o estados pendulares)?
De los 270 electores anhelados, algunos
ya están asegurados. Vienen de aquellos estados que históricamente votan
por un partido y su candidato, como Alabama y los republicanos o
California y los demócratas. Los estados que no son marcadamente
"azules" (demócratas) ni "rojos" (republicanos) son los llamados "swing
states" o estados pendulares, aquellos que -justamente- oscilan entre un
partido y otro entre cada elección.
Otra acepción para los "swing states" se
enfoca en su capacidad de incidir en el resultado final de la elección.
Es el caso de dos estados pendulares decisivos, como Florida (29
electores) y Ohio (18). En este último, desde 1964, cada candidato que
ganó allí se hizo también con el premio mayor: la presidencia. Por eso,
en esos dos estados es donde los candidatos presidenciales lanzan toda
su artillería propagandística.
El sitio Real Clear Politics
muestra como los estados sin definición sobre el ganador a Florida,
Ohio, North Carolina, Nevada, Minnesota, Iowa, Maine, Arizona y Georgia.
Por su parte, New Hampshire, Colorado y Wisconsin pasaron en los
últimos meses de ser "indefinidos" a ser "proclives a Clinton".
¿Quiénes son los candidatos?
Para poder ser candidato a presidente en
Estados Unidos, una persona tiene que haber nacido en Estados Unidos y
haber vivido allí por lo menos 14 años, además de tener al menos 35
años, un número que superan ampliamente los principales candidatos a
esta elección.
Además de Hillary Clinton y Donald
Trump, los representantes de los principales partidos, hay otros dos
candidatos que ganan cada vez más fuerza en unas elecciones marcadas por el desencanto: Jill Stein (Partido Verde) y Gary Johnson (Partido Libertario).
¿Quién va a ganar?
Todavía no se sabe, claro, y las
encuestas muestran a los dos principales candidatos en constante
subibaja. Los últimos sondeos, realizados después de conocido el escandaloso video con las declaraciones lascivas de Trump hacia las mujeres pero antes del debate del pasado domingo, mostraron un fuerte crecimiento en la ventaja
de Hillary Clinton: 11 puntos sobre su rival. También en cantidad de
electores proyectados, la ex secretaria de Estado lleva claramente la
delantera.
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