Entrevistamos a Juan Ignacio Crespo, el economista al que nadie hizo caso cuando predijo la recesión de 2008. Ahora predice una nueva en 2017.
Por eso la publicación de su libro está causando tanta expectación en España. Por eso y porque el título es para ponerse a temblar: ¿Por qué en 2017 volveremos a entrar en recesión? (Deusto, 2016).
Juan Ignacio Crespo nos atiende por teléfono, muy amablemente, y transmite una tranquilidad muy alejada del alarmismo con que a veces se afrontan estos asuntos. Descubriremos a lo largo de la entrevista que esa actitud moderada impregna todo su discurso y modula su perspectiva intelectual. Aprovechamos la charla con él para asomarnos al futuro desde esa perspectiva suya, que resultó tan reveladora en el pasado.
¿Como va a ser esta nueva recesión? ¿Se parecerá a la anterior?
No, no se va a parecer mucho a la anterior, excepto en lo que se parecen todas las recesiones: el crecimiento de la tasa de desempleo, la disminución del consumo de las familias…por lo demás será diferente: en 2009 se pinchó la burbuja inmobiliaria, pero en España ya no queda ninguna burbuja que pinchar.
Otra diferencia es que recibimos esta recesión con una tasa de paro ya altísima. En la anterior, partíamos de una tasa del 7% por ciento, y ahora partimos de una tasa de desempleo mucho mayor.
¿Y los políticos en España saben algo de esto?
No, los políticos están a otras cosas ahora. Y creo que se nota bastante. Lo que les interesa ahora es ocupar plazas en el poder y luego, a quién le toque, tendrá que asumir las responsabilidades.
¿Pero cuentan con la llegada de esta nueva recesión?
No, en absoluto.
Al tratarse de una recesión global ¿Qué países la sufrirán más?
Probablemente el país más castigado será China. Debido a la desaceleración de su economía, que ya empieza a percibirse y es precisamente uno de los predictores fiables de esta próxima recesión a la que me refiero en el libro, pasará de un crecimiento anual del 8% a niveles de crecimiento del 2% o 3%. Lo que ocurre es que allí las autoridades saben perfectamente lo que hacer…o al menos siempre utilizan el mismo recurso: incrementar la deuda. No van a permitir que sus niveles de crecimiento bajen demasiado, porque nunca lo hacen. Prefieren incrementar la deuda. En los últimos años la han multiplicado por cuatro, pasando de 7 a 28 billones de dólares.
Y volviendo a España, donde parece que se encadena una recesión tras otra... ¿Volveremos alguna vez al pleno empleo?
Sí. Yo estimo que esta es la tercera y última recesión en el marco de la gran crisis que empezó en 2008. (Hago una aclaración aquí: yo particularmente sitúo el origen de esta crisis más atrás, en el año 2000, con el pinchazo de la burbuja tecnológica en Estados Unidos, aunque habitualmente se sitúa en el derrumbe de Lehman Brothers en 2008). Debido al ritmo habitual que tienen los ciclos económicos, a partir de 2018 empezará una senda de recuperación lenta que dará hasta 2035, por poner una fecha aproximada. Yo creo que ahí la tasa de desempleo registrará bajadas muy considerables.
¿Está justificado el miedo de los mercados a opciones políticas menos neoliberales, como Podemos?
Bueno, ese miedo se basa sobre todo en dos experiencias. Una muy reciente, que es la de Syriza, en Grecia, que resultó una pérdida de tiempo de 6 meses, para al final conseguir resultados desastrosos, y someterse igualmente a la austeridad marcada desde Bruselas pero desde un punto de partida peor al anterior. Y la otra es la experiencia de Mitterrand, en Francia, que cuando llegó al poder empezó una etapa de mucho gasto público que hizo que Francia empezase a crecer muy fuerte inicialmente... Pero, claro, el resto de países estaba por entonces en recesión. Por ello, la demanda de Francia era muy grande y aumentaron mucho las importaciones, pero debido a la precaria economía de sus vecinos no lograban exportar nada. La balanza comercial se desequilibró y lo que pasó después es que Francia tuvo que devaluar tres veces el franco y al cabo de tres años hacer una política completamente distinta.
En su libro, usted se muestra confiado con respecto a la salud de la Union Europea. Dice textualmente: "Hay quien se muestra preocupado por el futuro del euro y la Unión Europea. Vana preocupación; cuando el comercio se hace sin trabas, es muy difícil volver atrás". Sin embargo, hay otros expertos que ven en el seno de la Union Europea el inicio de un proceso de desintegración...
Hay cierto tremendismo en esas afirmaciones. Cuando las cosas van mal todo son desavenencias entre vecinos y malos augurios. Siempre han dicho que el Euro no es un espacio económico óptimo, pero yo siempre digo, como broma, que el dólar tampoco lo es, y siempre ha sido la moneda de referencia. Lo cierto es que una zona de libre mercado siempre es una gran ventaja para los países que la conforman. Y el comercio al fin y al cabo une mucho a los pueblos.
Y hablando de unir a los pueblos mediante el comercio...¿Cual es su opinión sobre el T.T.I.P., el proyecto de tratado de libre comercio entre la Union Europea y los Estados Unidos?
Pues tengo una opinión atípica, porque estoy a favor de algunas cosas y en contra de otras. Creo que es beneficioso porque siempre que pueda haber comercio, los pueblos implicados salen favorecidos, y las iniciativas que lo promuevan y lo faciliten deben ser apoyadas. Con lo que no estoy de acuerdo es con las extrañas condiciones de secretismo en las que se han desarrollado las negociaciones hasta ahora.
¿Y sobre las supuestas amenazas que ese tratado implica a los derechos sociales y laborales de los ciudadanos? Hay quien considera que el T.T.I.P. es un atentado contra el Estado del Bienestar...
Me parece que la percepción de esas amenazas es exagerada. Los propios agentes que participan en las negociaciones son los encargados de proteger esos derechos. Habitualmente, quien rechaza este tipo de acuerdos globales lo hace más con la intención de oponerse a los gobiernos que los suscriben que a la propia creación de un espacio común de libre comercio. Además, es notorio que la oposición al TTIP siempre se produce desde las lineas de pensamiento más extremas. Desde las posturas extremas de la izquierda europea y desde las posturas de los republicanos en Estados Unidos, por ejemplo. Tenga en cuenta que el mismísimo Donald Trump está en contra de este tratado. Ya me dirá usted qué tienen en común Donald Trump y un sindicalista europeo de izquierdas.
¿Cuales considera que serán las potencias económicas dominantes en la próxima década?
Más o menos las potencias que vemos ahora. Estados Unidos se irá consolidando, la zona euro mantendrá una buena posición, al igual que China. Y probablemente emergerá Corea del Sur, que de hecho ya está empezando a ser una potencia económica considerable.
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