La mayoría de solicitudes son de personas originarias de Honduras, El Salvador y Guatemala
De acuerdo con la representante de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), los refugiados son un síntoma de que hay un deterioro por la violencia en Centroamérica, donde la gente no encuentra protección en sus países y se ve obligada a salir de ellos.
“Muchos de los jóvenes y niños salen de sus país porque no quieren ser reclutados por las pandillas, asimismo, las mujeres por la violencia de género, entre otros sectores sociales”, explicó Echandi.
La mayoría de las solicitudes de asilo son de personas originarias de países de América Central, como Honduras, El Salvador y —en menor grado— de Guatemala.
Echandi indicó que hasta abril pasado las estadísticas, de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), eran de 2.100 solicitudes de asilo, es decir, “personas que presentaron solicitud diciendo que temen por su vida y que necesitan protección”.
El año pasado, la Comar, encargada de determinar si una persona puede o no ser considerada como refugiada, recibió 141 peticiones de asilo de niños y adolescentes no acompañados.
México cuenta con una ley de refugiados que establece un plazo de 45 días hábiles, más 10 días para notificar a las personas si son reconocidas como refugiadas.
ACNUR pidió acción urgente hace cuatro meses
Antes de que se diera este repunte en las solicitudes de asilo, la ACNUR había pedido acción urgente, ya que durante el 2015 el número de peticiones fue de 3.423 siendo la mayoría de Honduras y El Salvador.Pero no solo es México que ha experimentado este fenómeno ya que Belice, país que cuenta con una población de 400.000 habitantes, durante el año pasado recibió 633 solicitudes de este tipo. Sin embargo, aunque las cifras se estén incrementando en los dos países en mención, sigue siendo Estados Unidos el país que más las recibe.
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