George Soros
George Soros is Chairman of Soros
Fund Management and Chairman of the Open Society Foundations. A pioneer
of the hedge-fund industry, he is the author of many books, including The Alchemy of Finance, The New Paradigm for Financial Markets: The Credit Crisis of 2008 and What it Means, and The Tragedy… read more
NUEVA
YORK – En mi opinión, Gran Bretaña tenía con la Unión Europea el mejor
de los arreglos posibles; era miembro del mercado común sin pertenecer
al euro y había conseguido otras exenciones a las reglas de la UE. Pero
eso no bastó para evitar que el electorado británico votara por la
salida del bloque. ¿Por qué?
La
respuesta puede hallarse en las encuestas de opinión realizadas los
meses previos al referendo por el “Brexit”. La crisis migratoria europea
y el debate por el Brexit se reforzaron mutuamente. La campaña por el “Leave”
(la salida de la UE) explotó el empeoramiento de la situación de los
refugiados (simbolizado por atemorizadoras imágenes de miles de
solicitantes de asilo concentrados en Calais y desesperados por entrar a
Gran Bretaña a cualquier costo) para atizar el temor a la inmigración
“descontrolada” desde otros países de la UE. Y las autoridades europeas
demoraron decisiones importantes sobre la política de refugiados para no
incidir negativamente en el referendo británico, lo que perpetuó
escenas de caos como la de Calais.
La
decisión de la canciller alemana Angela Merkel de abrir las puertas de
su país a los refugiados fue un gesto inspirador, pero sin la suficiente
reflexión, ya que no se tuvo en cuenta el factor de atracción. Una
súbita afluencia de solicitantes de asilo trastornó la vida cotidiana de
la gente en toda la UE.
Además,
la falta de controles adecuados creó un pánico que afectó a todos: a la
población local, a las autoridades a cargo de la seguridad pública y a
los refugiados mismos. También facilitó el veloz ascenso de partidos
xenófobos antieuropeos, como el Partido de la Independencia del RU, que
lideró la campaña por el “Leave” mientras los gobiernos nacionales y las instituciones europeas parecían incapaces de manejar la crisis.
Ahora
el escenario catastrófico que muchos temían se materializó, con lo que
la desintegración de la UE es prácticamente irreversible. A la larga
puede que la salida de la UE deje a Gran Bretaña relativamente mejor que
otros países o no, pero en el corto a mediano plazo su economía y su
pueblo van a sufrir considerablemente. Inmediatamente después de la
votación, la libra se hundió a su nivel más bajo en más de tres décadas,
y es probable que la conmoción financiera mundial se prolongue mientras
se desarrolla el largo y complicado proceso de negociación del divorcio
político y económico de la UE. Las consecuencias para la economía real
serán comparables solo a la crisis financiera de 2007 y 2008.
Es
seguro que ese proceso estará cargado de más incertidumbre y riesgo
político, porque lo que estaba en juego nunca fue simplemente alguna
ventaja real o imaginaria para Gran Bretaña, sino la supervivencia misma
del proyecto europeo. El Brexit deja la vía libre a otras fuerzas
antieuropeas dentro de la Unión. Apenas se había anunciado el resultado
del referendo, y en Francia el Frente Nacional pidió un “Frexit”,
mientras que el populista neerlandés Geert Wilders promovió un “Nexit”.
Además,
es posible que el RU tampoco sobreviva. Es de esperar que Escocia,
donde el voto por la permanencia en la UE obtuvo una mayoría abrumadora,
haga otro intento de independizarse, y algunos funcionarios en Irlanda
del Norte, cuyos votantes también respaldaron el “Remain”, ya pidieron la unificación con la República de Irlanda.
La
respuesta de la UE al Brexit puede convertirse en otra trampa. Es
posible que los líderes europeos, preocupados por disuadir a otros
estados miembros de seguir el ejemplo británico, no estén dispuestos a
ofrecer al RU condiciones (en particular, en relación con el acceso al
mercado común europeo) que le hagan menos dolorosa la salida del bloque.
Como la UE supone la mitad del intercambio comercial británico, el
impacto en los exportadores puede ser devastador (aunque mejore la
competitividad del tipo de cambio). Y con la reubicación de
instituciones financieras y de su personal a ciudades de la eurozona en
los próximos años, la City (y el mercado inmobiliario) de Londres
acusarán el golpe.
Pero
las derivaciones para Europa pueden ser mucho peores. Las tensiones
entre los estados miembros alcanzaron un punto crítico, no solo en
relación con los refugiados, sino también por las dificultades
excepcionales entre los países deudores y acreedores dentro de la
eurozona. Al mismo tiempo, los gobiernos de Francia y Alemania,
debilitados, ahora están obligados a concentrar la atención en los
problemas locales. En Italia, una caída bursátil del 10% tras el Brexit
dejó en claro la vulnerabilidad del país a una crisis bancaria con todas
las letras, algo que podría llevar al poder al populista Movimiento
Cinco Estrellas (que acaba de obtener la alcaldía de Roma) tan pronto
como el año entrante.
Nada
de esto es buen presagio para un programa serio de reformas en la
eurozona, que debería incluir una auténtica unión bancaria, una unión
fiscal limitada y mecanismos de rendición de cuentas democrática mucho
más sólidos. Y el tiempo no está del lado de Europa, conforme presiones
externas de países como Turquía y Rusia (que están sacando provecho de
la discordia) agravan la competencia política interna europea.
Esa
es la situación actual. A toda Europa (Gran Bretaña incluida) la
perjudica la pérdida del mercado común y de los valores comunes para
cuya protección se creó la UE. Pero lo cierto es que la UE dejó de
funcionar y de satisfacer las necesidades y aspiraciones de sus
ciudadanos. Va camino de una desintegración caótica que dejará a Europa
peor que si la UE nunca hubiera existido.
Pero
no debemos abandonar. La UE es, hay que reconocerlo, una creación
imperfecta. Después del Brexit, todos los que creemos en los valores y
principios que ella encarna debemos agruparnos para salvarla
reconstruyéndola por completo. Estoy convencido de que a medida que en
las semanas y los meses siguientes se revelen las consecuencias del
Brexit, cada vez más gente se nos unirá.
No comments:
Post a Comment