Shane Kastler
Tengo un chiste que contarte: ¿Cuántos senadores estadounidenses hace falta para secuestrar a tu hija? Respuesta: No lo sé, pero 85 de ellos querrían hacerlo. El martes, el Senado de Estados Unidos votó de forma mayoritaria a favor de permitir que el gobierno federal secuestre a las mujeres en contra de su voluntad y las obligue a realizar el servicio militar, a partir del 1 de enero de 2018. Este secuestro legalizado, también conocido como servicio militar obligatorio, fue aprobado tras un voto de 85-13 como parte de un amplio proyecto de ley militar que costará 600 millones de dólares.
El consenso general entre los republicanos “conservadores” que apoyaron el proyecto de ley era que cualquier persona que se opusiese a que sus hijas fuesen secuestradas por el gobierno debe de ser “anti-patriótica” y “anti-estadounidense”. Mientras que los demócratas “liberales” que apoyaron el proyecto de ley afirmaban que el derecho a ser secuestrado por el gobierno debería extenderse también a las mujeres, y no solamente a los hombres. Las feministas celebraron la medida como un signo de igualdad entre los géneros. Yo, por el contrario, la lamento como una señal de locura nacional.
Si bien el párrafo anterior suena a chiste, por desgracia no lo es. Y mientras que muchos ven la medida como poco más que un regateo político, el hecho de que 85 de 100 senadores votasen a favor de la misma debería perturbar gravemente a los estadounidenses. Lamentablemente, a la mayoría no les importa y en realidad están a favor de la idea de un servicio militar obligatorio potencial; lo que demuestra el grado de lavado de cerebro que el estadounidense medio ha sufrido tras décadas de propaganda gubernamental. La mayoría de la gente no ve que haya ningún problema en absoluto en obligar a que los jóvenes se inscriban en el servicio militar obligatorio, ya que en la actualidad el servicio militar obligatorio no está en vigor. Sin embargo, el gobierno desea conocer de manera precisa el número de jóvenes estadounidense, por si acaso necesitan secuestrarlos en el futuro. ¿Y esto está bien? Por lo visto, para la mayoría de los estadounidenses, sí.
Empecemos con un hecho: obligar a las mujeres a inscribirse en el servicio militar obligatorio y permitir que las mujeres sirvan en combate son dos asuntos completamente diferentes. Una de ellas es voluntaria, la otra es esclavitud forzosa. Si los militares desean otorgar a las mujeres las funciones que antes eran propias de hombres, eso es un debate aparte. Si los militares desean obligar a mis hijas a realizar el servicio militar en contra de su voluntad, eso es esclavitud legal, y debe encontrar oposición, y la encontrará por parte de muchos americanos.
El senador de Texas Ted Cruz fue uno de los pocos que se opuso a la ley, declarando que: “La idea de que debemos obligar a chicas jóvenes a entrar en combate tiene poco o ningún sentido” Pero enseguida fue atacado por el dictador de Arizona, John McCain, quien dijo, “Todo líder uniformado del ejército de los Estados Unidos parece tener una opinión diferente a la del senador de Texas, cuya formación militar no es extensa”. En otras palabras, la opinión de McCain es que a menos que hayas servido en el ejército, no se te debe permitir tener una opinión sobre si el gobierno puede secuestrar a tus hijas. Si la mayoría de los “expertos” militares dicen que debes entregar a tus hijas, entonces debes hacerlo.
El senador de Carolina del Sur Lindsay Graham también concedió su apoyo a la medida diciendo que era necesario “en caso de una emergencia nacional.” Uno se pregunta qué dirían los cobardes pusilánimes del Senado si los estadounidenses votasen a favor de secuestrar al Senado en contra de su voluntad y los enviasen a una zona de guerra “en caso de una emergencia nacional”. Sospecho que McCain y Graham se opondrían a tal medida.
Tal vez este sea el momento de pararnos y pensar en la locura de un servicio militar obligatorio completo. El senador de Kentucky Rand Paul está introduciendo una enmienda para deshacernos del servicio militar obligatorio por completo. El proyecto de ley “Muhammad Ali” terminaría el servicio militar obligatorio en conjunto y garantizaría que el servicio militar siga siendo voluntario. Como dijo Paul, “Estoy de acuerdo con Muhammad Ali: Si vale la pena luchar por una guerra, la gente iría voluntariamente”. Pero Paul, como de costumbre, es una minoría. ¿No es interesante ver cómo los senadores gordos y felices (como McCain y Graham) creen que está bien obligar a los hijos de otras personas a hacer el “servicio” para que ellos, los senadores, pueden permanecer gordos y felices? Los senadores podrían argumentar que ellos hicieron el servicio en el pasado. Bien por ellos. ¿Se les obligó o lo hicieron voluntariamente? ¿Deben tener autoridad para obligar a otros?
Estaré muy contento de dejar constancia personalmente de que opino que cualquier país que secuestraa los jóvenes y les obligaa prestar servicio militar no es un país digno de ser defendido. La libertad no es libertad cuando la consigues quitándoles sus libertades a otros. La libertad es una broma cuando se obtiene a expensas de quienes no la desean. Y un secuestro es un secuestro, incluso cuando lo perpetra el gobierno.
Por supuesto “Servicio Selectivo” suena mucho mejor que “Secuestro Legal”. Los federales son expertos en usar jerga para justificar su comportamiento criminal. Pero pensemos en el término “Servicio Selectivo” sólo por un momento. Que se te obligue a hacer algo no es un “servicio”, sino esclavitud. Y el único que puede hacer la “selección” en el servicio selectivo son los señores federales que se ven a sí mismos como dueños legítimos de esclavos. Todos los estadounidenses deberían oponerse a tales medidas. Lamentablemente, la mayoría no lo hacen.
Es necesario pasar por muchos trámites antes de que se imponga el servicio militar obligatorio. Pero ya se ha hecho antes. El servicio militar obligatorio fue abolido tras la guerra de Vietnam en la década de 1970, sólo para ser re-instituido en 1980 a causa de los temores de la Guerra Fría. En la actualidad sólo se requiere un “registro” para el servicio. Sin embargo, negarse a inscribirse en una esclavitud potencial puede conllevar penas federales severas. La posición del gobierno es clara: es tu dueño y no tienes derecho a resistirte. En este sentido EEUU no es muy diferente a China o a la antigua Unión Soviética. Nos gusta presumir de nuestro amor por la libertad. Sin embargo, 85 senadores votaron a favor de retirar potencialmente la libertad a sus hijas por el bien de los suyos. Ni Joseph Stalin hizo tal cosa.
Tal vez los estadounidenses deberían llamar a sus senadores y hacerles saber qué opinan sobre los secuestros legalizados. No es que a tu senador le importe lo que tú pienses; pero tal vez deberías informarle de todos modos. El secreto a voces es que al gobierno de Estados Unidos no le interesa la libertad. A ellos les interesa el poder y tomarán todo el poder que puedan a tus expensas.
Es hora de poner fin al “Servicio Selectivo” de una vez por todas. Es hora de que los dictadores del Congreso en Washington se retiren y nos dejen a nosotros y a nuestros hijos e hijas en paz. No somos propiedad estatal. Somos ciudadanos libres, pero el 85 por ciento del Senado no lo cree así. En sus mentes, ellos nos poseen. En sus mentes también deben poseer a nuestras hijas. Sin embargo, sus mentes están deformadas. Si el Senado no tiene cuidado un día habrá una “emergencia nacional” real, pero una de su propia creación. Pese a que muchos estadounidenses están cegados por el patriotismo militar, algunos todavía están dispuestos a oponerse a dicha aniquilación de la libertad. Algunos están dispuestos a luchar, no por los federales, sino por sus hijas. El Senado sin escrúpulos debería estar avergonzado. Que oigan a una población enfadada que se niega a permitir secuestros legalizados en el nombre del “patriotismo”.