Wikipedia

Search results

Showing posts with label Borges. Show all posts
Showing posts with label Borges. Show all posts

Monday, October 31, 2016

El éxito del liberalismo

Hernán Bonilla resalta las importantes contribuciones de las Ilustración Escocesa al liberalismo clásico, que es contrario al racionalismo constructivista.

Hernán Bonilla es economista, Director Ejecutivo del Centro de Estudios para el Desarrollo, Académico de Número de la Academia Nacional de Economía de Uruguay y Profesor de Economía y Sociedad Uruguaya de la Universidad ORT.
Para comprender el funcionamiento de las sociedades modernas se debe partir de un reconocimiento que choca con la “fatal arrogancia” del racionalismo constructivista: hay aspectos fundamentales, como las normas morales, que no son producto de nuestra razón ni pueden ser moldeadas al antojo de la ingeniería social.



En este punto estriba una diferencia fundamental que divide las aguas del pensamiento desde el fondo de los tiempos y que, si tiene razón Hayek (como creo que la tiene) desnuda un error de base en todas las ideas derivadas o cercanas al socialismo.
Este tema estaba claro para varios autores de la Ilustración Escocesa, como David Hume, Francis Hutcheson y Adam Smith. Estos autores tenía claro que la moral no es una conclusión de nuestra razón (Hume), que la historia es producto de la acción pero no del designio (Hutcheson), y de que una sociedad compleja depende de instituciones que permitan que cada persona siguiendo su propio interés contribuya al general (Smith).
El liberalismo clásico, que se nutre decisivamente de esta tradición, parte de la observación de la realidad y no de la absurda pretensión rousseausiana de que se puede hacer “tábula rasa” y edificar las normas por las que se rige una sociedad sin tomar en cuenta la tradición y la naturaleza humana. De allí el éxito fenomenal de la economía de mercado y el fracaso de todas las experiencias de planificación centralizada.
Un punto clave, que muchas veces se soslaya pero no para criticar al liberalismo sino a una caricatura desfigurada del mismo, es que Smith no afirmó que la búsqueda del interés individual conducía al mejor resultado social en cualquier circunstancia, sino precisamente bajo las normas básicas de una economía de mercado. En lenguaje contemporáneo podríamos ponerlo en los siguientes términos: existencia y definición clara del derecho de propiedad, un sistema libre de precios que sirva de guía para la toma de decisiones, y la internalización de que los beneficios y pérdidas son generadas por las decisiones propias.
Bajo ese sistema es que la búsqueda del interés personal conduce al mejor resultado para la sociedad en su conjunto, guiada por la célebre “mano invisible” con la que Smith quiso graficar como las normas de conducta por las que se rigen las personas en una economía de mercado y que las definiciones precedentes originan la riqueza de las naciones.
La economía de mercado es un proceso exitoso porque utiliza la información de cada persona que interviene de su particular situación personal, su preferencias y sus recursos, a diferencia de la “pretensión de conocimiento” que despliegan burócratas que diseñan planes con menor información y menores probabilidades de tener resultados positivos.
Es cierto que el mercado no resuelve todos los problemas, nadie en su sano juicio jamás afirmó tal cosa, pero sí está sobradamente demostrado que a mayor libertad económica, mayor prosperidad, mejor calidad de vida y menor pobreza. No es casualidad que aunque resten enormes desafíos a resolver, la humanidad ha pasado de tener el 94% de la población en la pobreza al 9,6% en la actualidad (Our World in Data). Ese resultado es gracias a los defensores de las ideas de la libertad y a pesar de sus detractores.

El éxito del liberalismo

Hernán Bonilla resalta las importantes contribuciones de las Ilustración Escocesa al liberalismo clásico, que es contrario al racionalismo constructivista.

Hernán Bonilla es economista, Director Ejecutivo del Centro de Estudios para el Desarrollo, Académico de Número de la Academia Nacional de Economía de Uruguay y Profesor de Economía y Sociedad Uruguaya de la Universidad ORT.
Para comprender el funcionamiento de las sociedades modernas se debe partir de un reconocimiento que choca con la “fatal arrogancia” del racionalismo constructivista: hay aspectos fundamentales, como las normas morales, que no son producto de nuestra razón ni pueden ser moldeadas al antojo de la ingeniería social.


Sunday, July 24, 2016

¿Qué nos puede enseñar Borges acerca de los mercados?

Dalibor Rohac reseña un ensayo en el que "La biblioteca de Babel" de Jorge Luis Borges es interpretada como "una metáfora de la complejidad del orden en la organización social. Hay un gran número de potenciales modelos de negocios, instituciones, maneras de abordar problemas de coordinación o necesidades individuales. La mayoría de ellos fracasarán pero algunos de ellos podrían conducir a grandes mejoras del bienestar humano".

Dalibor Rohac fue analista de políticas públicas del Cato Institute (2013-2015). Actualmente se desempeña como investigador asociado en el American Enterprise Institute.

Participé en un simposio sobre Friedrich Hayek hace un par de semanas, organizado por el Legatum Institute en Londres, donde unos 15 académicos jóvenes pasamos un día discutiendo las implicaciones prácticas del pensamiento político y económico de F.A. Hayek para los debates contemporáneos de políticas públicas —la crisis financiera, la salud y la educación, o el cuidado de los niños. Una contribución que sobresalió, en mi opinión, fue la de un joven escritor y activista basado en la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala, Zach Cáceres.



En su breve ensayo (en inglés), Zach aportó una inteligente metáfora para reflexionar acerca del rol práctico de los mercados en las sociedades humanas, basándose en la breve historia de Jorge Luis Borges, “La biblioteca de Babel”. Borges delinea allí la idea de una biblioteca en la que se encuentran todos los libros posibles de 500 páginas. Esta colección incluiría un libro de 500 páginas con todas ellas en blanco, un libro que solo tiene las letras “a” escritas en él, y así sucesivamente, pero también varias grandes obras de literatura del pasado, el presente y el futuro. Como lo describe Zach,
“la gran mayoría de la Biblioteca de Babel, es, en realidad, balbuceo. La biblioteca contiene una lista completa de todas las combinaciones posibles y, como podría esperarse, muchas de estas no tienen sentido.
[…]
Tenemos un gran problema en la biblioteca: es difícil encontrar los libros que tienen sentido entre la masa. La novela comprensible se pierde en un mar de balbuceos”.
La biblioteca puede ser interpretada como una metáfora de la complejidad del orden en la organización social. Hay un gran número de potenciales modelos de negocios, instituciones, maneras de abordar problemas de coordinación o necesidades individuales. La mayoría de ellos fracasarán pero algunos de ellos podrían conducir a grandes mejoras del bienestar humano. ¿Cómo navegamos dicha complejidad? Como en la biblioteca de Borges,
“cualquier ‘libro’ escogido aleatoriamente casi seguramente será bulla en lugar de una señal. No se adaptará y fracasará. El reto para los agentes, y para el sistema como un todo, se convierte en este: ¿cómo podemos buscar en estas bibliotecas de posibilidad la señal en medio de toda la bulla y cómo podríamos hacerlo de la manera más rápida posible?”
Basándose en la idea de Hayek que percibía a la competencia como un proceso de descubrimiento, Zach argumenta que la competencia de mercado es una manera de navegar la “biblioteca” y, por lo tanto, de abordar lo que el denomina “el Problema de la Posibilidad”. Sin considerar la cuestión de la eficiencia económica —o incluso del uso del conocimiento local— la competencia y la destrucción creativa de los mercados son herramientas que nos permiten analizar cantidades enormes de formas en las que se puede organizar la actividad humana. La competencia nos permite descartar progresivamente volúmenes que son solamente balbuceo y retener aquellos que contienen información valiosa.
Esto no es para sugerir que la competencia es la única herramienta. En su vida cotidiana, la mayoría de los seres humanos —incluyendo a los empresarios— no necesitan concebir todas las formas posibles de resolver los problemas sociales. De manera relativamente consciente, nos limitamos a lo que conocemos, lo que se ha ensayado y lo que es permisible en virtud de los sistemas existentes de normas formales e informales. En otras palabras, nos cerramos a muchas partes existentes de la “biblioteca”.
La regulación económica, por ejemplo, puede cerrar áreas enteras de la “biblioteca”, para mal o para bien, así como también lo pueden hacer los mandatos en contra de ciertos tipos de conducta basados en una tradición. Bien podría ser que hay buenas razones para descartar esas partes de la “biblioteca” pero tengo la sensación de que la existente y abundante regulación legal en las economías industriales avanzadas nos está privando de unos hallazgos valiosos.
Al final, el punto del ensayo de Zach (y de la obra de Hayek durante toda su vida) no es argumentar a favor de una competencia de mercado libre de cualquier norma. En cambio, es argumentar a favor de reglas que permitan que los individuos aprovechen el poder de los mercados —utilizando la prueba y el error, la competencia, y la destrucción creativa— para buscar entre los distintos modelos de cooperación social:
“En resumen, el liberalismo clásico de Hayek no es solo un compromiso con el liberalismo de propiedad privada en sí. Es un compromiso con una norma de nivel más alto acerca de construir sistemas que permitan que la humanidad supere la incertidumbre, la ignorancia, y ‘el Problema [de la Posibilidad]’”.

¿Qué nos puede enseñar Borges acerca de los mercados?

Dalibor Rohac reseña un ensayo en el que "La biblioteca de Babel" de Jorge Luis Borges es interpretada como "una metáfora de la complejidad del orden en la organización social. Hay un gran número de potenciales modelos de negocios, instituciones, maneras de abordar problemas de coordinación o necesidades individuales. La mayoría de ellos fracasarán pero algunos de ellos podrían conducir a grandes mejoras del bienestar humano".

Dalibor Rohac fue analista de políticas públicas del Cato Institute (2013-2015). Actualmente se desempeña como investigador asociado en el American Enterprise Institute.

Participé en un simposio sobre Friedrich Hayek hace un par de semanas, organizado por el Legatum Institute en Londres, donde unos 15 académicos jóvenes pasamos un día discutiendo las implicaciones prácticas del pensamiento político y económico de F.A. Hayek para los debates contemporáneos de políticas públicas —la crisis financiera, la salud y la educación, o el cuidado de los niños. Una contribución que sobresalió, en mi opinión, fue la de un joven escritor y activista basado en la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala, Zach Cáceres.