REFLEXIONES LIBERTARIAS
Ricardo Valenzuela
Toño le inquiero ahora; ¿que sucedió con mi tío
luego de la publicación del Plan Hermosillo? Bien, me revira el viejo abogado.
Te quiero decir que don Gilberto se había opuesto a cualquier revolución
violenta pero, al ver que el mismo Calles operaba las palancas de la represión
para destruir cualquier tipo de oposición a su proyecto, fue convencido, en
especial por un hombre que el estimaba mucho; el General Topete, de que no había
mas forma de responder ante la actitud del que ahora ellos llamaban El Turco.
Este grupo totalmente opuesto a Calles al
mando del General Gonzalo Escobar, inician una revuelta la cual de inmediato
fue derrotada por el ejercito federal y en el caso de Sonora, tendría una
participación muy activa un joven General quien luego seria bien recompensado
por el mismo Calles: Lázaro Cardenas. El gobernador de Sonora era el Gral.
Topete quien junto con Francisco Manso y Román Yucupicio, eran tal vez los
militares mas obregonistas del estado y, habían combatido al lado de Obregón
durante todas sus exitosas campañas. Todos ellos se rebelaban ante lo que muy
claramente era el plan Callista para seguir controlando el país.
Grupos importantes de la politica nacional
expresaban ya su descontento con las maniobras de Calles e inclusive, hombres
como Vasconcelos, lanzaban ataques agresivos contra a quienes llamaba los
pretorianos y continuistas del poder. Calles por su parte, había ya echado a
funcionar su maquinaria la cual sería el sello de la politica mexicana durante
los siguientes 50 años. En Sonora los diarios controlados por el estado ejecutaban
una campaña en contra de don Gilberto en la cual, entre otras cosas lo
calificaban de obregonista, iluso y sobre todo, alguien que no estaba realmente
enterado de los problemas del país por haber permanecido tantos años en el
extranjero. Una de las grandes criticas de don Gilberto al gobierno de Calles,
era la injusta persecución religiosa.
El Gral. Topete abandonaba luego la
gubernatura para ocupar la subjefatura del movimiento en el estado y era
sustituido por el Secretario de Gobierno don Jesus Lizárraga. Paralelamente en
Veracruz, Coahuila, Durango y Chihuahua, los jefes de las fuerzas armadas se adherían
al Plan de Hermosillo, que desconocía a Portes Gil como presidente provisional
y acusaba a Calles de no respetar la voluntad del pueblo. El plan reconocía el
Gral. Escobar como jefe del movimiento a quien se facultaba para dirigir la
campaña militar y, dictar todas aquellas medidas que en orden militar reclamara
el triunfo del movimiento y los intereses de la nación.
Pero la rebelión sería sofocada de forma
rápida cuando el mismo Calles al mando de las tropas cercaba su propio estado
con la ayuda de Cardenas desde Sinaloa, y la de otro joven Gral. desde Baja
California; Abelardo Rodriguez. Curiosamente tu padre luego ya cuando Rodriguez
había sido presidente y ocupaba la gubernatura de Sonora, establecería una
buena amistad con él, porque en el fondo Rodriguez siempre admiró a don
Gilberto y esa fue la avenida que la facilitaría. Al fracasar la rebelión en
contra de Calles, don Gilberto tuvo que abandonar el país y fijaba su
residencia en El Paso, Texas. El obregonismo quedaba, así, definitivamente
extirpado de la politica nacional y con ello, las esperanzas del Mexico libre
que ese gran hombre había soñado.
En los
meses de mayo a junio de 1929 tuvo lugar la última asonada militar con fines de
evitar el que Calles consolidara la toma total del país. Fue por ello que se inició
el Plan de Hermosillo lanzado por algunos generales que apoyaban la candidatura
de don Gilberto. El jefe del movimiento fue el comandante militar del Estado de
Coahuila, José Gonzalo Escobar, y abarcó las entidades de Veracruz, Sonora,
Chihuahua, Nuevo León, Coahuila y Durango.
Escribe uno de los paleros del gobierno. “Esta asonada constituyó el esfuerzo final de la oposición oligárquica por impedir la puesta en práctica de la nueva política basada no en caudillos sino en instituciones.” Esa frase es una de las burlas más crueles en contra del pueblo, me afirma Antonio ahora casi gritando. Era una rebelión en contra de las cadenas que le cernían al país para mantenerlo prisionero durante casi un siglo.
Escribe otro me dice ahora mostrándome el recorte. “En esta insurrección tomaron parte 17,000 soldados y oficiales que representaban el 28% del ejército nacional. En la derrota del alzamiento jugaron un papel destacado las fuerzas irregulares de campesinos. J. Guadalupe Rodríguez , dirigente de la Liga Nacional Campesina y del Partido Comunista Mexicano, organizó un gran contingente de campesinos armados que debilitó a los grupos escobaristas en Durango, Zacatecas y La Laguna.” El partido comunista era la columna vertebral del movimiento en contra de esa rebelión pro libertad
Contra esta asonada se organizaron tres divisiones al mando de los generales Cedillo, Almazán y Cárdenas. A mediados de abril, el general Escobar, junto con otros dirigentes, se refugió en Estados Unidos y se extinguió completamente la lucha.
En mayo de 1929, Calles –Secretario sustituto de Guerra y Marina- comunicó que la rebelión había sido dominada. La derrota de la revuelta escobarista facilitó el camino para que las futuras pugnas en el seno de la clase dominante se resolvieran sin recurrir a la lucha bélica.
Escribe uno de los paleros del gobierno. “Esta asonada constituyó el esfuerzo final de la oposición oligárquica por impedir la puesta en práctica de la nueva política basada no en caudillos sino en instituciones.” Esa frase es una de las burlas más crueles en contra del pueblo, me afirma Antonio ahora casi gritando. Era una rebelión en contra de las cadenas que le cernían al país para mantenerlo prisionero durante casi un siglo.
Escribe otro me dice ahora mostrándome el recorte. “En esta insurrección tomaron parte 17,000 soldados y oficiales que representaban el 28% del ejército nacional. En la derrota del alzamiento jugaron un papel destacado las fuerzas irregulares de campesinos. J. Guadalupe Rodríguez , dirigente de la Liga Nacional Campesina y del Partido Comunista Mexicano, organizó un gran contingente de campesinos armados que debilitó a los grupos escobaristas en Durango, Zacatecas y La Laguna.” El partido comunista era la columna vertebral del movimiento en contra de esa rebelión pro libertad
Contra esta asonada se organizaron tres divisiones al mando de los generales Cedillo, Almazán y Cárdenas. A mediados de abril, el general Escobar, junto con otros dirigentes, se refugió en Estados Unidos y se extinguió completamente la lucha.
En mayo de 1929, Calles –Secretario sustituto de Guerra y Marina- comunicó que la rebelión había sido dominada. La derrota de la revuelta escobarista facilitó el camino para que las futuras pugnas en el seno de la clase dominante se resolvieran sin recurrir a la lucha bélica.
Sin embargo, hubo otro movimiento interesante
de oposición a la tenaza que Calles le aplicaba a Mexico y el cual, pienso
nunca se le ha dado la importancia histórica que tuvo. José Vasconcelos
levantaba también su bandera democrática en contra de la formación del PNR,
buscando la candidatura a la presidencia apoyado por intelectuales,
universitarios, politicos en desacuerdo con los planes de Calles y lo mas
interesante, grupos de profesionistas liberales que veían como se diseminaba el
germen de la nueva dictadura revolucionaria. Es curioso como Vasconcelos quien
se encontraba en Los Angeles, iniciara su campaña en Nogales ratificando la
gran importancia política que Sonora había adquirido luego del triunfo del Plan
de Agua Prieta.
Vasconcelos con lo que algunos calificaban de
inocencia, pensó que podía realmente contender en una lucha democrática limpia
y no acudía a las armas. Pero su participación sería el primer ejemplo de las
nuevas estrategias de fraude electoral, de represión e inclusive llegando hasta
el asesinato, que se identificaban ahora como la nueva firma revolucionaria
para mantener el poder. Vasconcelos permanecería en Sonora hasta el dia de la
elección y para el 17 de noviembre, el tinglado de la imposición estaba ya bien
montado. Un dia antes fueron encarcelados todos los dirigentes vasconcelistas.
En estas elecciones el partido inauguraba las prácticas de fraude y acarreo y a
los partidarios de este hombre, no les quedó mas que permanecer vigilantes pero
cegados por la impotencia.
Con esos preparativos a nadie sorprendería el
resultado de la elección la cual, daba el 94% de los votos para el candidato
del PNR, poco mas de un 5% para Vasconcelos, y tan solo el 1% para el candidato
comunista. Si meses antes había sido necesario el ejército para acabar con el
Valenzuelismo, ahora con todo el aparato y la fuerza del estado, el PNR
aniquilaba a los antirreelecionistas y su candidato. Consumado el fraude electoral,
el gobierno no descansaría hasta sacar a Vasconcelos del país. Sus seguidores
fueron perseguidos, encarcelados e inclusive asesinados. Un dia después de la
elección hubo un conato de rebelión que de inmediato fue igual, sofocado y
Vasconcelos encadenado, fue llevado hasta Nogales por una escolta militar.
De esa forma Calles se consolidaba totalmente
como el hombre fuerte del país y, el Maximato se fortalecía como nunca. El
movimiento en contra de Calles y luego su derrota, había servido para purgar al
país de los pocos liberales puros con los que contaba Mexico. Don Gilberto así
como Vasconcelos, eran sin lugar a dudas liberales de cepa pero con una gran
conciencia social que, en esos momentos era algo fundamental para una patria
destrozada por los años de lucha. Por designios del destino o por lo que tu
quieras, Obregón estaba muerto, don Gilberto exiliado al igual que Vasconcelos
y ello, le dejaba vía libre a Calles para construir sin estorbos, lo que luego
se conocería como; “la dictadura perfecta.”
A principios de 1929 pocos hubieran creído que
la bonanza que vivían los países industriales, pronto habría de transformarse
en una profunda crisis de proporciones inimaginables.
Sin embargo, esa crisis hizo erupción la última semana del mes de Octubre. El
desplome del mercado de valores de Nueva York aquel martes negro, le daba una
avenida a la historia que marcaría profundamente el futuro de la humanidad,
especialmente durante los siguientes cincuenta años. Ello era el tiro de gracia
para el liberalismo clásico y así, el mundo en diferentes niveles, abrazaría el
nuevo socialismo.
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