El mandatario fue blanco de fuertes críticas por su estrategia de seguridad y el supuesto desempeño de la Fuerza de Tarea Conjunta
El pasado sábado 27 de agosto, ocho militares fueron asesinados con una bomba en un atentado en Horqueta, parte norte de Paraguay. El Ministro del Interior, Francisco Vargas, dijo que esta es una de las zonas en donde la guerrilla del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) trabaja. Los acontecimientos ocurrieron en un camino despoblado, pero que está no muy lejano del asentamiento campesino: Arroyito. Este asentamiento se encuentra muy cerca de la capital paraguaya, lugar al que pertenece la Fuerza de Tarea Conjunta.
Vargas le indicó a la prensa que “éste es un hecho punible gravísimo, colocaron explosivos en el camino donde debía transitar la patrulla de rutina. Por la forma de actuar, creemos que se trata de un ataque del conocido grupo criminal EPP”.
Por otro lado, el mandatario fue blanco de fuertes críticas de personas de la oposición. Ya que juzgaron su estrategia de seguridad y el “supuesto desempeño de la Fuerza de Tarea Conjunta, que creó el propio Cartés para poder erradicar al EPP.
Los adversarios al presidente, solicitaron la destitución del Ministro Vargas, mientras que las autoridades gubernamentales, no dieron mayores declaraciones de las acciones que tomarán después de este ataque.
En un mensaje el pasado sábado, Cartes expresó sus condolencias a los familiares y allegados de los fallecidos. “Como presidente de la república, soy responsable de la sangre de los héroes de Arroyito y voy a honrar su sacrificio. Me comprometo con todos ustedes a ponerme personalmente al frente de esta guerra contra el terrorismo y obtener resultados contundentes”.
La masacre se produjo en momentos en que el EPP tenían en cautiverio a dos agricultores menonitas y un suboficial de policía. Dichos secuestrados ya fueron liberados. Se dice que esta banda financia todas sus operaciones criminales con el dinero de secuestros, tráfico de drogas, extorsión. Se estima que el EPP tiene por lo menos USD$ 3 millones para planificar sus golpes.
La senadora opositora, Desirée Masi, que pertenece al Partido Democrático Popular de izquierda dijo: “Presidente Horacio Cartes, si mi partido tuviese un diputado, impulsaríamos un juicio político para destituirlo”.
Mario Abdo Benítez, senador adverso al gobierno, también solicitó públicamente la destitución del ministro Vargas. “Cartes está rodeado de personas que le dicen lo que quiere escuchar”.
Hugo Velázquez, presidente de la Cámara de diputados y partidario de Cartés, dijo a los opositores que no utilicen esa tragedia para sus fines personales.
Fuente: Clarin
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