Extendida es la falaz idea de que los ricos
tienen que pagar más impuestos, dado que su renta es mayor y, por
tanto, no tienen tantos problemas como alguien de clase media o baja
para pagarlos. Extendida es también la ignorancia que subyace a este
argumento, cuyos cimientos se resquebrajan por su propia invalidez.
En primer lugar, tengamos en cuenta que
los ricos ya pagan más impuestos. En el IRPF, sin ir más lejos, las
rentas más altas deben pagar un procentaje mucho mayor que las más
bajas, por lo que la aportación a las arcas públicas es sustancialmente
superior que la aportación de las clases medias y bajas. Este hecho no
es algo que me invente yo, basta con mirar los distintos tramos del IRPF
en relación a las rentas del individuo en cuestión.
En segundo lugar, es injusto el simple
hecho de pensar que X persona debe estar más extorsionada por la
maquinaria coactiva del Estado por la sencilla razón de pertenecer a un
colectivo con una mejor situación que el resto. Decir que alguien, por
ser rico, debe pagar más aún a Hacienda que nosotros, por ser menos
adinerados, sería el equivalente a decir que las personas con pareja
deberían dárselas a los solteros por estar en una situación mejor (o
peor, dependiendo de sensibilidades).
En tercer lugar, me pregunto cómo se iba
a sustentar el hipotético país en el que convertiría esta gente el
nuestro. Es decir, bien sabido es por todos que, a pesar de que las pymes
son las que mayor porcentaje representan en el tejido empresarial
español, son las multinacionales, dirigidas por los “malvados
burgueses”, las que aportan una mayor tasa de empleo, tanto por sus
dimensiones como por su alcance. Si los ricos estuviesen obligados a
pagar más impuestos aún (tengamos en cuenta, además del IRPF, el
Impuesto de Sociedades a las empresas y otras muchas tasas y tributos
que el benévolo Estado recauda día sí y día también), ¿alguien cree
realmente que se quedarían en España? ¿Que abrirían grandes empresas en
nuestro país? ¿Que invertirían un solo euro en una economía que penaliza
la creación de riqueza en vez de respetarla? No hace falta ni
responder.
Es curioso también el hecho de que todos
estos iluminados que claman a los cuatro vientos recetas mágicas para
resolver los problemas de la gente son, precisamente, los que
más en contra se muestran frente al fenómeno de la deslocalización. Sí,
ese terrible invento neoliberal de llevar tu empresa allá donde te de la
gana para que el Estado te robe lo menos posible y poder abaratar
costes. ¿Acaso, con esas medidas que proponen, no se irían en masa las
empresas con capacidad a otros países que ofrezcan mejores condiciones
para iniciar o establecer un negocio? ¿Acaso son tan insolentes como
para pensar que va a seguir habiendo tanto volumen de negocio mientras
saquean desvergonzadamente a los agentes creadores de riqueza y
prosperidad? Lamento bajarles de la nube, señoras y señores, pero no.
Ahora bien, debo decir que este artículo
no pretende ser únicamente una reverencia a los empresarios y todo
aquel que cree riqueza y empleo. Cuando digo que los ricos no deben
pagar más impuestos, no me olvido de las clases medias y bajas. En
efecto, estas tampoco deben hacerlo. De hecho, todos deberíamos pagar
muchos menos impuestos. Y eso es posible reduciendo el peso del Estado,
el gasto público masivo que su estructura representa y que todos
(absolutamente todos) nos vemos obligados a mantener con el sudor de
nuestra frente y lo poco que se nos permite ahorrar tras el expolio al
que nos vemos sometidos durante medio año, cada año.
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