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Thursday, July 21, 2016

Objetivismo: la virtud de la ambición

Objetivismo: la virtud de la ambición

Por Warren Orbaugh
República, Guatemala
La ambición es afanarse por el lucro. El lucro es la ganancia o utilidad material derivada de la acción; es la diferencia entre el valor de lo producido y el costo de producirlo. El afán de lucro es, entonces, el afán de producir valor material.
Uno obtiene una ganancia cuando uno mejora la condición de su vida. En términos económicos, el lucro es hacer dinero y se calcula por medio de la contabilidad. En una economía de mercado, de división del trabajo, los individuos no producen, cada uno, la mayoría de los bienes que consume. Más bien se especializan e intercambian sus productos con los otros. Aldo Rossi produce edificios, que vende por dinero en el mercado, y usa ese dinero para comprar comida, gasolina para su transporte, boletos para la ópera, casimires para sus trajes, educación para sus hijos, electricidad para hacer funcionar su casa y su oficina, materiales para seguir produciendo, y cualquier otra cosa que desee.


El proceso productivo tiene costos, pues requiere la adquisición de varios factores de producción –un solar, bienes de capital, fuerza laboral, materiales y capital –y luego hay que combinarlos y ordenarlos para tratar de crear algo de valor. Rossi, por ejemplo, tiene que gastar una cantidad de dinero en el solar para el edificio, en acero, en concreto, en ladrillos, en mármoles, en ventanas, en puertas, en artefactos sanitarios, en material de instalaciones eléctricas, elevadores, planta eléctrica, en tabiques, en salarios para albañiles, armadores, carpinteros, electricistas, plomeros, y ayudantes. Así mismo debe gastar en maquinaria para construcción, tractores caterpilar, camiones, grúas, mezcladoras y formaletas. También debe gastar en ingenieros, arquitectos, dibujantes, contadores, abogados y vendedores. También debe pagar intereses por el capital que necesite para producir durante el tiempo que requiere el edificio. Si puede vender el edificio por más de lo que le costó fabricarlo, lucra –obtiene ganancias. Si no puede, tendrá pérdidas.
El lucro o ganancia es el dinero que le queda a un negocio después de haber pagado sus gastos. Es el resultado de haber producido algo que otra gente valora más de lo que costó producirlo. Es la recompensa del éxito en haber producido valor en una economía de mercado o de división del trabajo. En una isla desierta, donde uno se encuentra aislado, uno produce las cosas que mejoran su calidad de vida. En una economía de mercado, uno hace dinero al producir cosas o bienes para comprar las cosas que mejoran su calidad de vida.
El afán de lucro es producir en el contexto de una economía dineraria.
La actividad central que hace posible nuestras vidas es la producción, el uso de la razón para crear valores materiales. Quien condena el lucro, condena la producción, y quien condena la producción condena la vida humana.
El instrumento mental de la economía de mercado es el cálculo económico. El concepto fundamental del cálculo económico es el concepto de capital y su correlativo la renta. Estos conceptos aplicados en contabilidad contrastan los medios y los fines. Quien calcula económicamente establece una línea divisoria entre bienes de consumo, que planea utilizar para sus satisfacción inmediata, y bienes de otros órdenes que planea utilizar para proveer para seguir actuando o para la producción y así satisfacer deseos futuros. La diferenciación entre medios y fines se manifiesta en diferenciación entre adquisición y consumo, entre el negocio y lo doméstico, entre fondos de transacción y bienes domésticos. Los bienes destinados para la adquisición se evalúan en términos dinerarios, y su suma denominada capital, es el punto de partida del cálculo económico. El fin inmediato de la acción adquisitiva es aumentar o al menos mantener el capital. El monto que puede ser consumido durante un periodo de tiempo definido sin mermar el capital se llama renta. Si el consumo excede la renta, la diferencia es consumo de capital. Si la renta es mayor que lo consumido, la diferencia es ahorro.
El fin primordial del cálculo económico es establecer los montos de la renta, el ahorro, y el consumo de capital.
Aún el hombre primitivo era consciente de las consecuencias de las acciones que para un contador moderno serían consumo de capital. El salvaje se rehusaba a cortar árboles frutales o a matar hembras preñadas en una muestra de acción premeditada y planificada. Sin embargo, sólo para aquel que actúa en una economía de mercado, dineraria, es posible recurrir al cálculo monetario y por tanto, establecer distinciones con respecto a las condiciones en perpetuo cambio de procesos industriales altamente desarrollados y de la compleja estructura de la cooperación social de cientos de miles de trabajos y acciones especializadas. El lucro se crea produciendo valor en base al cálculo económico, produciendo algo que sea rentable, no se roba, no se saquea, no se captura, ni se añade al costo de producción.
El lucro se crea mediante el cálculo económico en anticipación a precios futuros, precios que reflejan y comunican las preferencias futuras de los posibles consumidores. Sólo se lucra ayudándole a otros a lucrar. El éxito de Microsoft o de programas como Cadre –un programa de análisis estructural –reside en que les ayudan a sus clientes a ser más eficientes para producir y así lucrar, les ayudan a obtener ganancias con mayor facilidad y rapidez de lo que lo hacían antes.
Pero la ambiciosa y activa búsqueda de riqueza, requiere de quien calcula económicamente, que identifique la realidad, que no finja que las cosas son distintas de como son, que analice por sí mismo, que se aferre a su análisis, que conceda más a quien contribuya más, que busque soluciones innovadoras, que haga el trabajo, que no defraude y que beneficie a su cliente potencial. La ambición requiere entonces de racionalidad, honestidad, de independencia, de integridad, de justicia, de creatividad, de productividad, de determinación, de perseverancia, de laboriosidad, de honradez, de orgullo y de benevolencia. La ambición es afanarse por mejorar uno su calidad de vida.
Requiere también de frugalidad, es decir, ser sobrio en el consumo, no gastar más que para beneficiarse uno o a otros a quien se desee hacer bien, y no desperdiciar nada. De esta manera la renta será mayor de lo consumido y se podrá ahorrar.
El dinero ahorrado podrá destinarse a satisfacer futuras necesidades o a la producción con el propósito de aumentar el capital. Podrá destinarse a comprar aquellas cosas que le importan a uno, que uno valora, como comida, ropa, anteojos, joyas, autos, televisores, libros, conocimiento, salud, etc. El dinero es instrumental para enfrentar nuestras necesidades físicas y psicológicas. Nos permite intercambiarlo por los bienes requeridos.
Así como el tiempo es dinero, su conversa también es cierta: el dinero es tiempo. Rand lo explica muy bien en su novela La Rebelión de Atlas en el parlamento de Ellis Wyatt cuando explica los beneficios de su operación petrolera:
“¿Qué es la riqueza sino el medio de alargar la vida de uno? Hay dos formas en que uno puede hacerlo: o produciendo más o produciendo más rápido. Y eso es lo que hago: manufacturo tiempo… Produzco todo lo que necesito, trabajo para mejorar mis métodos, y cada hora que ahorro es una hora añadida a mi vida. Me tomaba cinco horas llenar ese tanque. Ahora me toma tres. Las dos que he ahorrado son mías –tan preciadamente mías como si hubiera trasladado mi tumba dos horas más lejos por cada cinco que tengo. Son dos horas quitadas a una tarea, para invertirlas en otra –dos horas más en las cuales laborar, para crecer, para avanzar. Esa es la cuenta de ahorros que estoy atesorando…”
Más dinero significa más tiempo, más tiempo que uno puede destinar a su bienandanza, permitiéndole ser más feliz. El dinero faculta la autonomía. Mayor independencia de las demandas de la necesidad significa mayor discreción sobre las actividades propias, mayor control sobre como uno desea vivir sus días. La autonomía es el andamiaje de la felicidad. El dinero pues, contribuye a alcanzar lo valorado, y la felicidad es la condición psicológica que resulta de haber alcanzado uno sus valores.
El lucro es la utilidad material ganada por la producción y por tanto el afán de lucro o la ambición por riquezas, es el deseo egoísta noble de ganar provecho material por medio de la producción de riqueza. El fin de quien es movido por el afán de lucro, por la ambición, no es conseguir dinero robando, defraudando, o engañando; su fin es hacer dinero, produciendo, según su mejor esfuerzo, bienes demandados, y negociándolos o intercambiándolos por los bienes, que son el mejor esfuerzo, de otros. Pero el dinero no es el fin, el fin es la felicidad.
El afán de lucro es el afán por mejorar nuestra vida, representa lo mejor de nosotros, y representa lo mejor para nosotros.
La ambición es aplicar la virtud de la racionalidad al proceso de conseguir lo mejor para uno, empleando lo mejor de uno, para mejorar uno su calidad de vida

Objetivismo: la virtud de la ambición

Objetivismo: la virtud de la ambición

Por Warren Orbaugh
República, Guatemala
La ambición es afanarse por el lucro. El lucro es la ganancia o utilidad material derivada de la acción; es la diferencia entre el valor de lo producido y el costo de producirlo. El afán de lucro es, entonces, el afán de producir valor material.
Uno obtiene una ganancia cuando uno mejora la condición de su vida. En términos económicos, el lucro es hacer dinero y se calcula por medio de la contabilidad. En una economía de mercado, de división del trabajo, los individuos no producen, cada uno, la mayoría de los bienes que consume. Más bien se especializan e intercambian sus productos con los otros. Aldo Rossi produce edificios, que vende por dinero en el mercado, y usa ese dinero para comprar comida, gasolina para su transporte, boletos para la ópera, casimires para sus trajes, educación para sus hijos, electricidad para hacer funcionar su casa y su oficina, materiales para seguir produciendo, y cualquier otra cosa que desee.

Friday, July 8, 2016

Las mentiras del PIB argentino

Juan Ramón Rallo señala que según las cifras más recientes publicadas por el INDEC, Argentina es un 24% más pobre de lo que creíamos.

Juan Ramón Rallo es Director del Instituto Juan de Mariana (España) y columnista de ElCato.org. Juan Ramón obtuvo el tercer lugar en nuestro primer concurso de ensayos, Voces de Libertad 2008.
Los Kirchner gobernaron Argentina entre 2003 y 2015, un período que estuvo caracterizado por los peores rasgos del peronismo: populismo, clientelismo, inflacionismo, intervencionismo y parasitismo. Uno de los casos más sonados de degeneración institucional se produjo a comienzos de 2007, cuando el gobierno utilizó los cuerpos policiales para tomar el control del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y relevar a los encargados de calcular la inflación. La autonomía del INDEC frente al dirigismo político se vio totalmente socavada desde entonces, de modo que las estadísticas oficiales perdieron cualquier credibilidad de manera irremisible.



Las razones de este salvaje intrusismo político no son difíciles de comprender: incluso creyéndonos los datos del INDEC gubernamental, los precios se multiplicaron por cinco desde finales de 2006 a finales de 2015… una media del 19% anual. La inflación es un robo del gobernante sobre el ciudadano inocente, pues le arrebata parte del poder adquisitivo de sus ingresos sin que se haya aprobado oficialmente ninguna subida de impuestos. Lógico, pues, que la cleptocracia kirchnerista quisiera ocultar estadísticamente el desastre inflacionista que estaba perpetrando con el propósito de multiplicar el tamaño del Estado a costa de pauperizar a los argentinos.
Pero la magnitud de la mentira peronista no termina en haber enmascarado la inflación. Al cabo, no es posible manipular estadísticamente la evolución de los precios sin, a su vez, afectar a las cifras del PIB. Y es que el PIB es el valor de mercado de los bienes y servicios producidos en un año dentro del país, de manera que la elección de una cifra de inflación u otra juega un papel esencial en su determinación. Por ejemplo, si el valor de mercado de los bienes y servicios fabricados dentro de un país pasa de 100 a 150, diremos que el PIB nominal ha crecido un 50%: si suponemos que en ese período la inflación ha sido del 10%, el crecimiento económico real del PIB habrá sido del 40%; si, en cambio, calculamos que la inflación ha alcanzado el 30%, entonces el crecimiento económico real habrá sido sólo del 20%.
Pues bien, la semana pasada, el INDEC argentino publicó su nueva estimación del PIB desde 2004 y los resultados son desoladores: a día de hoy, la economía argentina es un 24% más pobre de lo que creíamos. La razón principal detrás de este corrección es que el país creció 18 puntos menos de lo manifestado por los Kirchner entre 2004 y 2014: es decir, que la recuperación económica posterior al colapso de 2001 fue bastante menos intensa de lo que se nos transmitió durante años. Especialmente significativo es el desfase que se da entre el crecimiento real y el oficial en el período 2011-2014, esto es, durante la segunda y terrible legislatura de Cristina Fernández de Kirchner: mientras que el INDEC politizado había publicado un crecimiento débil pero positivo del 4,2% durante estos años, la realidad fue que la economía se contrajo un 1,5%. Lejos de expandirse, la Argentina de Kirchner y Kicillof llevaba cuatro años en un estancamiento recesivo.
En suma, la recuperación argentina fue mucho más débil de lo que nos contaron, sobre todo a partir de 2011. Muchos de nuestros políticos quisieron convertir al país sudamericano en una referencia a seguir para España: por ejemplo, Alberto Garzón reivindicó las políticas peronistas posteriores a 2001 frente a la austeridad de la Troika, y el propio ministro de Economía argentino que contribuyó a amañar las cuentas del PIB, Axel Kicillof, estuvo el 26 de junio dando apoyo a Unidos Podemos. Pero no, el peronismo no ofrece ningún modelo económico acerca de cómo desarrollarnos: sólo constituye un modelo político de cómo robar a la población mediante la inflación y de cómo embaucarla sistemáticamente para mantenerla ciega ante ese expolio.

Las mentiras del PIB argentino

Juan Ramón Rallo señala que según las cifras más recientes publicadas por el INDEC, Argentina es un 24% más pobre de lo que creíamos.

Juan Ramón Rallo es Director del Instituto Juan de Mariana (España) y columnista de ElCato.org. Juan Ramón obtuvo el tercer lugar en nuestro primer concurso de ensayos, Voces de Libertad 2008.
Los Kirchner gobernaron Argentina entre 2003 y 2015, un período que estuvo caracterizado por los peores rasgos del peronismo: populismo, clientelismo, inflacionismo, intervencionismo y parasitismo. Uno de los casos más sonados de degeneración institucional se produjo a comienzos de 2007, cuando el gobierno utilizó los cuerpos policiales para tomar el control del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y relevar a los encargados de calcular la inflación. La autonomía del INDEC frente al dirigismo político se vio totalmente socavada desde entonces, de modo que las estadísticas oficiales perdieron cualquier credibilidad de manera irremisible.


Tuesday, June 28, 2016

El declive del estatismo: las más recientes derrotas

Sin embargo, no es momento de cantar total victoria, todavía quedan muchos casos por atender y varios gobiernos totalitarios por derrocar

(Antonella Marty) estatismo
Algunas sociedades parecen haberse percatado del peligro que el Estado grande conlleva, y por ende, el mal funcionamiento de las políticas públicas de la izquierda populista. (Antonella Marty)
No caben dudas de que, poco a poco, la fiel ideología estatista del populismo ha comenzado a mostrar ciertas debilidades. Son diversas las derrotas que ha sufrido la izquierda en este último momento de la historia, no sólo en América Latina, sino también a lo largo del mundo.
Sin embargo, no es momento de cantar total victoria, todavía quedan muchos casos por atender y varios gobiernos totalitarios por derrocar, aunque, a pesar del inmenso poder con el que aquellos gobiernos cargan, algunas sociedades parecen haberse percatado del peligro que el Estado grande conlleva, y por ende, el mal funcionamiento de las políticas públicas de la izquierda populista.



Las derrotas en Europa

Derrota a Podemos, el chavismo a la europea

“Hugo Chávez era la democracia”, repite Iglesias. “Me emociona escuchar al comandante, se le hecha mucho de menos, cuántas verdades ha dicho Chávez. Lo que está ocurriendo en Venezuela es una demostración de que sí hay alternativa, ese es el ejemplo de América Latina, es una alternativa para los ciudadanos europeos”, expresó Iglesias, líder de Podemos, partido de izquierda en España.
En estas últimas y más recientes elecciones generales en España, ganó el Partido Popular de Mariano Rajoy, lo siguió el PSOE y Podemos, este partido chavista que se autoproclamaba ganador, quedó tercero.
“Esperábamos unos resultados diferentes, es momento de reflexionar”, expresó Iglesias, declarado comunista y fanático absoluto del difunto dictador de Venezuela, Hugo Chávez.
Dentro de sus programas gubernamentales, se observaba la lucha contra los recortes sociales, la expropiación de la banca, la estatización de la educación y la salud, la prohibición de despidos en empresas, el aumento del salario mínimo y una reforma constitucional guiada por el manual populista y castrochavista, propuestas, que como sabemos, son bien conocidas por estos pagos latinoamericanos.
El pueblo de España abrió los ojos y parece haber comprendido que las políticas públicas populistas tan implementadas en América Latina no debían ser una alternativa a sus problemas sociales, políticos y económicos. Los españoles tuvieron en cuenta los padecimientos de los pueblos de Venezuela y Cuba, sociedades que Iglesias, abiertamente, deseaba imitar en España.
Cuantiosas son las pruebas de que las campañas de Podemos han sido financiadas desde Caracas. Como fue demostrado por diversos medios españoles (que han sido denunciados por el partido por desenmascarar sus maniobras), desde comienzos de 2002, el régimen de Chávez habría enviado una suma que asciende los 3,7 millones de euros al centro de estudios CEPS, como intermediario integrado por altos dirigentes del partido.
Los lazos de Podemos con dictaduras como la cubana y la venezolana son altamente evidentes. El mismo Iglesias sostuvo que Venezuela “es una de las democracias más consolidadas del mundo”. Claro, si por “democracia” entendemos represión, hambre, escasez, pobreza multiplicada, homicidios, inseguridad, inflación y muerte, entonces sí.
Lo notable para el futuro español es lo que ha sucedido dentro de su izquierda política. Podemos quería alcanzar la hegemonía en la izquierda española, pero no, ni siquiera pudo pasar al PSOE.
Podemos, evidentemente, no pudo con nada.

Brexit, un golpe al estatismo burocrático

El Brexit ha sido una evidente derrota, más específicamente, al estatismo. Este referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea, donde el pueblo inglés ha votado por salirse de la misma, es uno de los acontecimientos más importantes de estos últimos tiempos.
La realidad es que el sistema político británico y el sistema que se da en la Unión Europea son bastante incompatibles. En este sentido, los británicos pudieron liberarse de las inmensas restricciones y burocracias de la Unión Europea.
Y no, la civilización no se acaba por el Brexit, ningún país, y mucho menos el Reino Unido, necesita de un complejo e intervencionista sistema elitista basado en Bruselas para sobrevivir.
La decisión de ir por Brexit ha sido un acierto. Reino Unido se ha separado de un Estado central planificador de colosal escala. El triunfo de Brexit es una buena noticia, donde se refuerza la tradición británica siempre opuesta al intervencionismo estatal. Reino Unido se ha librado de las reglamentaciones socialistas, y la transición, por supuesto, será en orden.
El ejemplo más claro de aquella tradición, es haberse, en un principio, rehusado a aceptar el Euro como moneda y mantener, por ende, la Libra.
Cuando el Euro ni siquiera existía, la ex primera ministra británica, Margaret Thatcher, escribió que la moneda única iba a fracasar, que los intentos por rescatarla serían inútiles y que la UE acabaría decidiendo los presupuestos de los países que integran la Unión. Dicho y hecho.
“La moneda única europea está destinada al fracaso”, expresaba la sabia Dama de Hierro, Margaret Thatcher en su libro Statecraft (2002), respecto del Euro. Thatcher supo comprender y, además, advertir, que las economías europeas eran demasiado diferentes para coexistir bajo una misma divisa, donde en el Euro no cabrían juntos países tan distintos como Alemania y los más pobres de Europa.
Thatcher siempre dio batalla por mantener la autonomía del Reino Unido frente a Europa. Entendía que el aumento de poder de la Unión Europea presentaría un claro ataque a la democracia: “El establecimiento de esta vasta superestructura federal significa nada menos que la creación de un súper-Estado europeo, que no es, no será y no puede ser democrático”. “Un gran número de grupos de interés se esconde bajo el manto del idealismo europeo, y el fervor religioso europeísta se acompaña del engaño y la corrupción”. “Europa”, concluía Thatcher, “es en realidad sinónimo de burocracia“. Ella lo advirtió.

 Las derrotas en América Latina

Golpe al populismo en Argentina: adiós a la familia Kirchner

Hace algunos meses triunfó el cambio en el país del sur. Argentina le dijo adiós a la exmandataria, Cristina Fernández de Kirchner, quien gobernó durante ocho años causando graves estragos. Doce años y medio del proyecto político iniciado con su fallecido esposo peronista, el populista Néstor Kirchner, dejaron una Argentina en ruinas, con pobreza, inflación, inseguridad, narcotráfico y plena corrupción.
La sociedad argentina estaba harta de la arrogancia y el menosprecio hacia todo aquel que no respalde el proyecto político “nacional y popular” de la exmandataria, exhausta de las restricciones de todo tipo, y de la galopante corrupción que se va destapando poco a poco. Por este motivo, Argentina optó por un cambio.
Cristina se fue del poder con un 843% más de lo que ella y Néstor dijeron poseer en 2003: el robo fue grande, y conste que esto es sólo lo declarado. Mientras tanto, hoy salen a la luz distintos casos de corrupción durante su mandato, de fieles servidores de la expresidenta, entre ellos José López, exsecretario de Obras Públicas, quien fue interceptado hace algunos días por la Policía Bonaerense mientras intentaba esconder más de 8 millones de dólares bajo tierra en un monasterio.

El “No” a Evo Morales

El presidente de Bolivia, Evo Morales, perdió hace algunos meses una batalla electoral por primera vez en más de 10 años. Esto fue la victoria del “No” en el referéndum con el que Morales buscaba habilitarse para buscar un cuarto mandato, tan sediento de poder.
¿Cuál es la herencia que deja Evo Morales en Bolivia? Aquí algunos datos:
  • Una libertad económica reprimida (puesto 160 de 178 países en Índice de Libertad Económica de la Fundación Heritage de Estados Unidos);
  • Persecución al periodismo y a toda la disidencia boliviana;
  • Desconocimiento del paradero de más de US$ 500 millones distribuidos a discreción del mandatario;
  • Una nueva Constitución Nacional impulsada en 2009 con el fin de expandir sus poderes y atributos;
  • Casos millonarios de corrupción;
  • Fuertes lazos con Irán, Cuba y Venezuela;
  • Propuesta de un calendario de 13 meses, buscando manejar a gusto los tiempos del pueblo boliviano;
  • Incremento de un 50% del gasto público;
  • Más de 385 proyectos fantasma con su programa “Bolivia Cambia, Evo Cumple”.
Con el referéndum y tras la nefasta gestión populista, el pueblo boliviano le supo poner un alto a una administración presidencial que buscaba eternizarse en el poder, y a un mandatario que se ha declarado “marxista, leninista, comunista y socialista”.

Derrota a Keiko Fujimori en Perú

Keiko, hija del otrora dictador de Perú, Alberto Fujimori, fue derrotada hace muy poco por Pedro Pablo Kuczynski (PPK). Si bien Keiko Fujimori no pertenece a la izquierda, el triunfo del nuevo mandatario ha sido, en palabras de Mario Vargas Llosa, “un nuevo paso contra el populismo y de regeneración de la democracia”.
En otras palabras, que la mayoría de los peruanos le haya dado su voto a PPK es lo que ha salvado al Perú de una grave catástrofe, en la que podría haber retornado al poder la mafia de los Fujimori que, como bien lo recuerda Vargas Llosa, en los años de dictadura “robó, torturó y asesinó con una ferocidad sin precedentes”.
Por su parte y para el bien de América Latina, PPK no comulga con los ideales socialistas que ha instaurado la dictadura venezolana primero en manos de Hugo Chávez, y ahora de su sucesor dictador, Nicolás Maduro.
Durante su campaña electoral, Kuzczynski denunció que en Venezuela existen presos políticos que deben ser liberados para no perpetuar una situación de abuso; una posición que representa un giro en relación con la posición del saliente Gobierno de Ollanta Humala, quien ha pedido que los venezolanos resuelvan sus problemas entre ellos.
“Tenemos que pedirle a todos que nos apoyen en este pedido a Venezuela para que libere a sus presos políticos, estamos en el siglo XXI, no podemos tolerar situaciones de abuso medieval como se está viendo hoy en día en Venezuela”, dijo el actual mandatario del Perú.

 Dilma Rousseff, suspendida de la presidencia de Brasil: #tchauquerida

En el mes de mayo y tras una maratónica sesión que se extendió durante más de 20 horas, el Senado de Brasil resolvió que la presidenta populista, Dilma Rousseff, sería sometida a juicio político y, por lo tanto, debía dejar el cargo por 180 días. De los 81 senadores, 55 votaron a favor y 22 en contra.
¿Qué hizo? Recibió importantes sobornos; ocultó cuentas bancarias en el exterior; planeó la fuga del país de un preso en un avión particular; el escándalo de sobornos de Petrobrás que afecta a su Gobierno; el dinero recibido en la campaña de elección presidencial de 2014, desviado de la petrolera estatal y de grandes obras públicas; la violación de normas fiscales y el maquillaje del déficit presupuestal.
El dictador venezolano, Nicolás Maduro, dice “admirar la valentía, honestidad y coraje” de Dilma, y también dice que “en Venezuela no hay hambre“. ¿Usted a quién le cree?

El declive del estatismo: las más recientes derrotas

Sin embargo, no es momento de cantar total victoria, todavía quedan muchos casos por atender y varios gobiernos totalitarios por derrocar

(Antonella Marty) estatismo
Algunas sociedades parecen haberse percatado del peligro que el Estado grande conlleva, y por ende, el mal funcionamiento de las políticas públicas de la izquierda populista. (Antonella Marty)
No caben dudas de que, poco a poco, la fiel ideología estatista del populismo ha comenzado a mostrar ciertas debilidades. Son diversas las derrotas que ha sufrido la izquierda en este último momento de la historia, no sólo en América Latina, sino también a lo largo del mundo.
Sin embargo, no es momento de cantar total victoria, todavía quedan muchos casos por atender y varios gobiernos totalitarios por derrocar, aunque, a pesar del inmenso poder con el que aquellos gobiernos cargan, algunas sociedades parecen haberse percatado del peligro que el Estado grande conlleva, y por ende, el mal funcionamiento de las políticas públicas de la izquierda populista.