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Friday, October 14, 2016

Repúblicas de libertad




“El presidente Peña Nieto se lanza a informar su intención de establecer varias “zonas libres” en el territorio nacional. Pero como reza el viejo refrán, “del dicho al hecho hay mucho trecho”. Aquí una pista.”

Ricardo ValenzuelaImage result for Repúblicas de libertad
El presidente Peña Nieto, tal vez en su desesperación ante la avalancha de malas noticias económicas y, sobre todo, la estrepitosa caída de su imagen frente a tantas señales de corrupción que emanan de su más cercano círculo, se lanza a informar su intención de establecer varias “zonas libres” en el territorio nacional. Pero como reza el viejo refrán, “del dicho al hecho hay mucho trecho”.
Para establecer una “verdadera zona libre”, ciudad privada, o como se le quiera llamar, se requiere el liderazgo de un verdadero estadista visionario a imagen y semejanza de un Lee Kuan Yew, padre de Singapur, un Sir John Cowperthwaite, el arquitecto de Hong Kong, un Thomas Jefferson, padre de esa patria que fueron los EEUU como una gran zona de libertad durante todo el siglo 19. Disculpe usted Presidente, pero como dice la canción: “Tú pa ser un estadista necesitas muchas cosas”. Ahora presidente, si realmente quiere vestir el ropaje de estadista, olvidarse de los remedos de “zonas libres” que hemos tenido en México, le envío un par de pistas que le sirvan como mapa y compás en sus, hasta estos momentos, buenas intenciones.



Para no repetir las historias exitosas de Hong Kong y Singapur, voy a citar otros dos ejemplos que realmente son lecciones de formas para prosperar. El primero es lo que en su momento se conoció como “La República de Cospaia”. Durante casi 400 años esta pequeña república prosperó en la parte central de Italia, sin gobierno, sin leyes escritas, sin militares, sin burocracia y ¡sin impuestos! El éxito de Cospaia es una ilustración de cuan extraordinariamente poca rienda central es necesario para alcanzar la prosperidad. Aunque fue llamada una “República”, era solamente un consejo de ancianos, sin un poder coercitivo, que se reunía de manera ocasional en la iglesia del pueblo. Este territorio tenía un área de solamente 330 hectáreas, aproximadamente el tamaño de un campo agrícola en Sonora o Sinaloa. La población varió a lo largo de los siglos, y era de alrededor de 1000 personas con menos de 150 hogares.
La historia se inicia en 1440. En esa época la península italiana estaba compuesta por numerosos reinos. Uno de ellos eran los estados pontificios gobernados por el Papa. Su vecino al norte, era la República de Florencia gobernada por la familia Medici. En 1431, Eugenio IV fue elegido Papa y de inmediato tomó un préstamo de 25,000 florines de Juan Cosme de Medici, uno de los principales banqueros en esa época. Sin Bancos Centrales ni dinero fiduciario, incluso los gobiernos tenían que ofrecer garantías para obtener un préstamo. El Papa ofreció como colateral el pueblo de Borgo Sansepolcro y sus alrededores, en la parte alta del Valle Tíber.
Al vencimiento del préstamo los estados pontificios no pudieron pagar y, los topógrafos, para ejecutar la garantía, acordaron que uno de los nuevos límites entre los estados sería un río en la parte alta del Tíber, pero los topógrafos cometieron un error. Había más de un río en la región. En el avenir de los burócratas dejaron esas 330 hectáreas como un mostrenco lepe sin dueño. Los residentes de Cospaia se dieron cuenta de su buena suerte, pues ahora estaban fuera de la jurisdicción tanto de los estados pontificios como de la República de Florencia. Los Cospaianos de inmediato se declararon como una República Independiente. Así iniciaron 385 años de dichosa libertad.
En sus inicios la economía de esta nueva república estuvo basada en el trueque y, a pesar de la falta de una divisa fuerte, la gente había logrado un nivel de vida muy superior al de los poblados vecinos, encadenados por el poder del estado. Como una república verdaderamente libre, no tenían impuestos que pagar, no contaban con reglas impuestas por gobernantes para beneficiar a aquellos que contaban con buenas conexiones. Sus habitantes eran libres de realizar intercambios y establecer conductas que les permitían vivir como les diera la gana, “sin afectar al resto de los habitantes”. No tener gobernantes jodiéndolos todo el día, les permitía utilizar de la manera más provechosa su tiempo y energía.
En 1574 la economía de Cospaia, ungida por la libertad, prosperaba como jamás se hubiera atestiguado en Europa. En 1624 el papa Urbano VIII publicó una bula papal declarando el uso del tabaco fuera castigado con la excomunión. Por supuesto, estas regulaciones solamente beneficiaron a la economía del nuevo edén de libertad. La caída en la oferta y la ausencia de regulaciones o impuestos, convirtió a Cospaia en el centro europeo de intercambio de tabaco. Muchos de los participantes en esta nueva economía, eran Israelitas. En Italia a los judíos les era prohibido poseer propiedades y también les era prohibido comerciar con cristianos. Así que la economía de laissez faire de Cospaia, permitió prosperar a esta minoría perseguida, pero protegida por esa región de libertad, a pesar de las agresiones de los estados que se encontraban en los alrededores.
A través de su historia, Cospaia no tuvo gobernantes, no tuvo poder ejecutivo ni judicial, y tampoco leyes escritas excepto por la frase “Perpetua et Firma Libertas,” que estaba inscrita en su iglesia desde 1610 y se traduce como “Firme y Eterna Libertad.”
La diminuta república era descrita como un lugar “sin ley” habitado por “contrabandistas. Debido a que todo lo que entraba a los estados pontificios o a la República de Florencia estaba sujeto a impuestos, cualquier cosa que abandonaba Cospaia era “contrabando”. En el siglo 18, había pasado de ser una pequeña aldea, a ser un centro de libre comercio continental y de bienes sin impuestos. No solo era la capital del tabaco en Europa, sino también se distinguía por sus textiles, sus bancos, centros de comercio y otro sinnúmero de bienes que circulaban sin impuestos.
En 1826, los estados vecinos finalmente se hartaban del rotundo éxito de Cospaia, sin que ellos llevaran su tajada. Y así el Papa, en sociedad con el Gran Duque de la Toscana, utilizando tácticas opresivas que después se conocerían como intervencionismo, o, la visible mano de gobiernos corruptos, mediante un estado de sitio provocaron hambre en la pequeña República, para así forzar a las cabezas de familia a firmar el “acta de subyugación”, finalizando 385 de años de libertad y prosperidad nunca antes vista.
Nos podríamos preguntar cuál sería su panorama actual si Cospaia hubiera permanecido libre. ¿Podrían ser un oasis como San Marino o Liechtenstein? Después de todo, fueron una república anarquista que sobrevivió y prosperó durante 385 años. Son 385 años sin impuestos, guerras, gobernantes o regulaciones. Lo que sí es muy claro, como lo dibujara Milton Friedman en su famosa frase: “Si a cualquier gobierno se le diera la administración del desierto del Sahara, de inmediato se provocaría escases de arena”. Presidente, la semana entrante le describo el segundo ejemplo.

Repúblicas de libertad




“El presidente Peña Nieto se lanza a informar su intención de establecer varias “zonas libres” en el territorio nacional. Pero como reza el viejo refrán, “del dicho al hecho hay mucho trecho”. Aquí una pista.”

Ricardo ValenzuelaImage result for Repúblicas de libertad
El presidente Peña Nieto, tal vez en su desesperación ante la avalancha de malas noticias económicas y, sobre todo, la estrepitosa caída de su imagen frente a tantas señales de corrupción que emanan de su más cercano círculo, se lanza a informar su intención de establecer varias “zonas libres” en el territorio nacional. Pero como reza el viejo refrán, “del dicho al hecho hay mucho trecho”.
Para establecer una “verdadera zona libre”, ciudad privada, o como se le quiera llamar, se requiere el liderazgo de un verdadero estadista visionario a imagen y semejanza de un Lee Kuan Yew, padre de Singapur, un Sir John Cowperthwaite, el arquitecto de Hong Kong, un Thomas Jefferson, padre de esa patria que fueron los EEUU como una gran zona de libertad durante todo el siglo 19. Disculpe usted Presidente, pero como dice la canción: “Tú pa ser un estadista necesitas muchas cosas”. Ahora presidente, si realmente quiere vestir el ropaje de estadista, olvidarse de los remedos de “zonas libres” que hemos tenido en México, le envío un par de pistas que le sirvan como mapa y compás en sus, hasta estos momentos, buenas intenciones.


Sunday, July 17, 2016

Repúblicas de libertad 2

por

La semana pasada di a conocer la inspiradora historia de la Republica de Cospaia, su nacimiento, su increíble desarrollo y prosperidad, finalmente su fallecimiento a manos del estado destructor. Quien haya leído esta reseña pueda pensar; “eso sucedió hace muchos años y ahora vivimos otra época.” Sin embargo, podemos informar de un extraordinario suceso que ocurre en estos momentos en la ex-Yugoslavia. Una autodenominada “micro nación” ha surgido y está atrayendo el interés mundial. Liberland es un territorio de 3 millas cuadradas (unos 5 km.) en las riberas del Danubio, entre Croacia y Serbia. La pequeña parcela no ha sido reclamada por ninguna de estas dos naciones y el político libertario, Vít Jedlička, ha puesto su bandera en ella bautizándola como Liberland.

 
Vit Jedicka, primer presidente de Liberland, es un economista liberal-libertario de 31 años de edad, graduado de la universidad de Praga con maestría en economía por CEVRO Institute, en donde se han formado economistas del calibre de Hans-Hermann Hoppe, sucesor de Rothbard como el economista libertario de EEUU. Hay gente que identifica a Jedicka como el Thomas Jefferson europeo.
Esta nueva micro nación atrajo ya 160 mil solicitudes de ciudadanía. Todavía no tiene Constitución y no podemos ignorar que Croacia o Serbia pudieran intentar reclamarla como parte de sus territorios. Pero a pesar de infinidad de problemas, la respuesta mundial ha sido gigantesca. En este momento siguen recibiendo miles de solicitudes de ciudadanía, en apenas cinco días de inicio de la recepción. Juzgando el gran interés internacional, esperan las solicitudes sigan fluyendo al mismo ritmo y ya empresas internacionales exploran la posibilidad.
Los expertos en mercados a nivel mundial, han ya identificado una interesante oportunidad; un crecimiento expansivo del interés por un  producto, debe indicar la existencia de una gran demanda reprimida. Y si hay una demanda reprimida, debe haber potencial para ese producto; si el producto no existe, hay que fabricarlo. Y es claro que existe una gran demanda reprimida por libertad.
El entusiasmo que provoca Liberland nos indica que, si  los modelos actuales de Estado-Nación están irresponsablemente endeudados, son abusivos, draconianos, opresivos, o, simplemente son ineptamente administrados, ciudadanos de todo el mundo buscan otras alternativas. Lo que es más: Algunos de ellos están dispuestos a invertir tiempo, dinero y esfuerzos en estas alternativas, y estos 160 mil son los pioneros—son los precursores y exploradores.
En esta nueva nación los impuestos serán voluntarios y no habrá ejército ni fuerza militar alguna. Vít Jedlička tiene pensado redactar una constitución inspirada en la del gobierno suizo, una constitución liberadora. El objetivo es establecerse como la #1 en el escalón de libertad económica mundial y acelerar su desarrollo. Cualquier persona podría solicitar la ciudadanía, a excepción de aquellos con pasado extremista, nazi o comunista. Los fundadores son miembros del partido checo, Ciudadanos Libres, cuyos valores se basan en el liberalismo clásico. Hay planes para establecer un sistema de cryptocurrency, pero habrá libertad para que circulen otras monedas. Los políticos estarán controlados con pesadas cadenas constitucionales para no endeudar al país.
El comunicado anunciando al mundo la creación de Liberland reza lo siguiente: “El objetivo de los fundadores de este nuevo estado, es construir un país donde las personas honestas puedan vivir y prosperar sin las opresiones de gobiernos que, alrededor del mundo, hacen la vida imposible a través de restricciones, regulaciones, leyes arbitrarias e impuestos draconianos.” El lema del país es: “Vive y dejar vivir”.
El área que Vít Jedlička está reclamando no es un pedazo de tierra cualquiera.
Es un territorio que disputan ambas naciones. Si alguna de ellas tratara de intervenir de forma agresiva, probablemente levantaría la ira de su oponente lo cual encendería los ánimos, creando la posibilidad de un conflicto derivado del que llevó a la desintegración de Yugoslavia en los años 90. La opinión general es que un pedazo de tierra tan pequeño, no vale la pena otra guerra.
Además, hay algunos precedentes históricos de este tipo de rebeliones en busca de libertad.
Siempre que hay una disputa fronteriza entre dos naciones, se crea un vacío donde la gente puede construir un enclave informal dentro del territorio. El mayor ejemplo de esto en el siglo XX, fue la ciudad amurallada de Kowloon, construida por  delincuentes, refugiados y los ocupantes ilegales en un trozo de 6,4 hectáreas de tierra después de la Segunda Guerra Mundial.
Debido a que el territorio estaba en disputa entre China y Hong Kong, entonces bajo mando británico, existía una especie de limbo político desde hace varias décadas. Ninguna de las partes estaba dispuesta a iniciar una conflagración por un pedazo de tierra tan pequeño y la dejaron sola. Conforme pasó el tiempo y más gente se trasladó allí, se hizo muy costoso evacuarlos y sus asentamientos improvisados, por lo que ningún país estaba dispuesto a intervenir. Finalmente fue demolida en el año 1993 y pasó a formar parte de Hong Kong.
Hay otro precedente similar que tomó forma como, Freetown Christiania, situada en los suburbios de Copenhague. Esta comunidad autónoma fue formada por okupas y anarquistas en una base militar abandonada en los años 70, llamada Bådmandsstræde. A pesar de los esfuerzos del gobierno para desalojarlos, persisten en sus asentamientos. Nunca han obtenido reconocimiento internacional, pero han sido exitosos para mantener una comunidad independiente, sin un gobierno establecido y regida por asambleas.
Un caso interesante es la frontera Sonora-Arizona en donde la tribu Tohono O’odham, resultado de la última venta de territorio mexicano conocida como Gadsden Purchase, quedó dividida y separada entre México y los EE.UU. En ambos lados de la frontera mantienen cientos de miles de hectáreas. En el espacio arizonense, la tribu es considerada como nación soberana y de esa forma operan. Se han tenido conversaciones con la etnia y han mostrado un interés inesperado. Con sus hermanos sonorenses no se ha tenido el mismo resultado. Pero ¿No sería algo realmente revolucionario establecer una región soberana en este punto de la frontera? ¿Una zona libre estilo Hong Kong?
Todas estas iniciativas parecieran sueños imposibles. Pero ¿qué sucedería si cada vez mayor cantidad de gente en todo el mundo se agruparan, ignoraran a sus gobiernos corruptos, sus viejas fronteras y se organizaran para crear sus propias naciones libres, soberanas y auto gestionadas? Recordemos las palabras de Albert Einstein:
“Los grandes espíritus siempre encuentran violenta oposición de las mentes mediocres.”
Si proliferaran iniciativas de este tipo, pronto seremos testigos del auténtico “carácter democrático, tolerante y afín a la libertad” de la mayoría de gobiernos del mundo…image002

Repúblicas de libertad 2

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La semana pasada di a conocer la inspiradora historia de la Republica de Cospaia, su nacimiento, su increíble desarrollo y prosperidad, finalmente su fallecimiento a manos del estado destructor. Quien haya leído esta reseña pueda pensar; “eso sucedió hace muchos años y ahora vivimos otra época.” Sin embargo, podemos informar de un extraordinario suceso que ocurre en estos momentos en la ex-Yugoslavia. Una autodenominada “micro nación” ha surgido y está atrayendo el interés mundial. Liberland es un territorio de 3 millas cuadradas (unos 5 km.) en las riberas del Danubio, entre Croacia y Serbia. La pequeña parcela no ha sido reclamada por ninguna de estas dos naciones y el político libertario, Vít Jedlička, ha puesto su bandera en ella bautizándola como Liberland.

Repúblicas de Libertad

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El presidente Peña Nieto, tal vez en su desesperación ante la avalancha de malas noticias económicas y, sobre todo, la estrepitosa caída de su imagen frente a tantas señales de corrupción que emanan de su más cercano círculo, se lanza a informar su intención de establecer varias “zonas libres” en el territorio nacional. Pero como reza el viejo refrán; “Del dicho al hecho hay mucho trecho”.
Para establecer una “verdadera zona libre”, ciudad privada, o como se le quiera llamar, se requiere el liderazgo de un verdadero estadista visionario  a imagen y semejanza de un Lee Kuan Yew, padre de Singapur, un Sir John Cowperwaite, el arquitecto de Hong Kong, un Thomas Jefferson, padre de esa patria que fueron los EE. UU. como una gran zona de libertad durante todo el siglo 19. Disculpe usted Presidente, pero como dice la canción; “Tu pa ser un estadista necesitas muchas cosas”. Ahora presidente, si realmente quiere vestir el ropaje de estadista, olvidarse de los remedos de “zonas libres” que hemos tenido en México, le envío un par de pistas que le sirvan como mapa y compás en sus, hasta estos momentos, buenas intenciones.


Para no repetir las historias exitosas de Hong Kong y Singapur, voy a citar otros dos ejemplos que realmente son lecciones de formas para prosperar. El primero es lo que en su momento se conoció como, “La República de Cospaia”. Durante casi 400 años esta pequeña república prosperó en la parte central de Italia, sin gobierno, sin leyes escritas, sin militares, sin burocracia y ¡sin impuestos! El éxito de Cospaia es una ilustración de cuan extraordinariamente poca rienda central es necesario para alcanzar la prosperidad. Aunque fue llamada una “República”, era solamente un consejo de ancianos, sin un poder coercitivo, que se reunía de manera ocasional en la iglesia del pueblo. Este territorio tenía un área de solamente 330 hectáreas, aproximadamente el tamaño de un campo agrícola en Sonora o Sinaloa. La población varió a lo largo de los siglos, y era de alrededor de 1000 personas con menos de 150 hogares.
La historia se inicia en 1440. En esa época la península italiana estaba compuesta por numerosos reinos. Uno de ellos eran los estados pontificios gobernado por el Papa. Su vecino al norte, era la República de Florencia gobernada por la familia Medici. En 1431, Eugenio IV fue elegido Papa y de inmediato tomó un préstamo de 25,000 florines de Juan Cosme de Medici, uno de los principales banqueros en esa época. Sin Bancos Centrales ni dinero fiduciario, incluso los gobiernos tenían que ofrecer garantías para obtener un préstamo. El Papa ofreció como colateral el pueblo de Borgo Sansepolcro y sus alrededores, en la parte alta del Valle Tíber.
Al vencimiento del préstamo los estados pontificios no pudieron pagar y, los topógrafos, para ejecutar la garantía, acordaron que uno de los nuevos límites entre los estados sería un río en la parte alta del Tíber, pero los topógrafos cometieron un error. Había más de un río en la región. En el avenir de los burócratas dejaron esas 330 hectáreas como un mostrenco  lepe sin dueño. Los residentes de Cospaia se dieron cuenta de su buena suerte, pues ahora estaban fuera de la jurisdicción tanto de los estados pontificios como de la República de Florencia. Los Cospaianos de inmediato se declararon como una República Independiente. Así iniciaron 385 años de dichosa libertad.
En sus inicios la economía de esta nueva república estuvo basada en el trueque y, a pesar de la falta de una divisa fuerte, la gente había logrado un nivel de vida muy superior al de los poblados vecinos, encadenados por el poder del estado. Como una república verdaderamente libre, no tenían impuestos que pagar, no contaban con reglas impuestas por gobernantes para beneficiar a aquellos que contaban con buenas conexiones. Sus habitantes eran libres de realizar intercambios y establecer conductas que les permitían vivir como les diera la gana, “sin afectar al resto de los habitantes”. No tener gobernantes jodiéndolos todo el día, les permitía utilizar de la manera más provechosa su tiempo y energía.
En 1574 la economía de Cospaia, ungida por la libertad, prosperaba como jamás se hubiera atestiguado en Europa.  En 1624 el papa Urbano VIII publicó una bula papal declarando el uso del tabaco fuera castigado con la excomunión. Por supuesto, estas regulaciones solamente beneficiaron a la economía del nuevo edén de libertad. La caída en la oferta y la ausencia de regulaciones o impuestos, convirtió a Cospaia en el centro europeo de intercambio de tabaco. Muchos de los participantes en esta nueva economía, eran Israelitas. En Italia a los judíos les era prohibido poseer  propiedades y también les era prohibido comerciar con cristianos. Así que la economía de laissez faire de Cospaia, permitió prosperar a esta minoría perseguida, pero protegida por esa región de libertad, a pesar de las agresiones de los estados que se encontraban en los alrededores.
A través de su historia, Cospaia no tuvo gobernantes, no tuvo poder ejecutivo ni judicial, y tampoco leyes escritas excepto por la frase “Perpetua et Firma Libertas,” que estaba inscrita en su iglesia desde 1610 y se traduce como, “Firme y Eterna Libertad.”
La diminuta república era descrita como un lugar “sin ley” habitado por “contrabandistas. Debido a que todo lo que entraba a los estados pontificios o a la República de Florencia estaba sujeto a impuestos, cualquier cosa que abandonaba Cospaia era “contrabando”. En el siglo 18, había pasado de ser una pequeña aldea, a ser un centro de libre comercio continental y de bienes sin impuestos. No solo era la capital del tabaco en Europa, sino también se distinguía por sus textiles, sus bancos, centros de comercio y otro sinnúmero de bienes que circulaban sin impuestos.
En 1826, los estados vecinos finalmente se hartaban del rotundo éxito de Cospaia, sin que ellos llevaran su tajada. Y así el Papa, en sociedad  con el Gran Duque de la Toscana, utilizando tácticas opresivas que después se conocerían como intervencionismo, o, la visible mano de gobiernos corruptos, mediante un estado de sitio provocaron hambre en la pequeña República, para así forzar a las cabezas de familia a firmar el “acta de subyugación”, finalizando 385 de años de libertad y  prosperidad nunca antes vista.
Nos podríamos preguntar cuál sería su panorama actual si Cospaia hubiera permanecido libre. ¿Podrían ser un oasis como San Marino o Liechtenstein? Después de todo, fueron una república anarquista que sobrevivió y prosperó durante 385 años. Son 385 años sin impuestos, guerras, gobernantes o regulaciones. Lo que sí es muy claro, como lo dibujara Milton Friedman en su famosa frase: “Si a cualquier gobierno se le diera la administración del desierto del Sahara, de inmediato se provocaría escases de arena”. Presidente, la semana entrante le describo el segundo ejemplo.

Repúblicas de Libertad

por

El presidente Peña Nieto, tal vez en su desesperación ante la avalancha de malas noticias económicas y, sobre todo, la estrepitosa caída de su imagen frente a tantas señales de corrupción que emanan de su más cercano círculo, se lanza a informar su intención de establecer varias “zonas libres” en el territorio nacional. Pero como reza el viejo refrán; “Del dicho al hecho hay mucho trecho”.
Para establecer una “verdadera zona libre”, ciudad privada, o como se le quiera llamar, se requiere el liderazgo de un verdadero estadista visionario  a imagen y semejanza de un Lee Kuan Yew, padre de Singapur, un Sir John Cowperwaite, el arquitecto de Hong Kong, un Thomas Jefferson, padre de esa patria que fueron los EE. UU. como una gran zona de libertad durante todo el siglo 19. Disculpe usted Presidente, pero como dice la canción; “Tu pa ser un estadista necesitas muchas cosas”. Ahora presidente, si realmente quiere vestir el ropaje de estadista, olvidarse de los remedos de “zonas libres” que hemos tenido en México, le envío un par de pistas que le sirvan como mapa y compás en sus, hasta estos momentos, buenas intenciones.