Wikipedia

Search results

Showing posts with label Atlas. Show all posts
Showing posts with label Atlas. Show all posts

Wednesday, August 3, 2016

La Rebelión de Atlas contra la Opresión del Individuo

opresion individuo atlas 
Para conseguir un cambio intelectual en la cultura que restaure y revitalice los cimientos de América, tal vez nuestra actividad más importante sea poner las novelas de Ayn Rand en manos de los ciudadanos; y la más vital de sus novelas, la que hay que poner en sus manos, es “La Rebelión de Atlas”.
Pero, ¿por qué? ¿Por qué creemos que los cimientos de América necesitan ser restaurados? ¿Y qué es lo que una novela, una obra de ficción, tiene que ver con todo eso? ¿Y más aún, con el curso de una cultura y el destino de una nación? Estas son las preguntas a las que voy a tratar de responder.
Mi enfoque no va a estar en los detalles de la historia de la novela; y voy a tratar de evitar en lo posible arruinar la trama para aquellos que aún no la han leído. Mi enfoque va a estar en la importancia cultural de La Rebelión de Atlas. Para entender esa importancia cultural, primero tenemos que retroceder unos 230 años hasta el nacimiento de la nación, y ver lo que la Revolución Americana consiguió y lo que dejó de conseguir.


Es fácil olvidar lo radicalmente nueva que es la idea de América. Los Padres Fundadores inventaron una nueva forma de gobierno.
Todas las anteriores formas de gobierno habían concentrado el poder en las manos del Estado, a expensas del individuo. La teocracia puso el poder en manos de sacerdotes y papas que, como voceros de lo sobrenatural, tenían que ser obedecidos sin cuestionar. La monarquía puso el poder en manos de un rey o una reina, cuyos súbditos vivían y morían por sus edictos. La aristocracia puso el poder en manos de una élite hereditaria que pisoteaba a los miembros de las clases inferiores. La democracia puso el poder en manos de la mayoría, que podía hacerle lo que quisiera a la minoría.
En todos estos sistemas, los individuos recalcitrantes fueron tratados de la misma manera; fueron confrontados con instrumentos de coacción física: con prisión, tortura y muerte.
Los sacerdotes colocaron a Galileo bajo arresto domiciliario y quemaron a Bruno en la hoguera. El rey decapitó a Tomás Moro. Los aristócratas pisotearon a campesinos individuales en masa, a veces para poder literalmente bañarse en la sangre de los campesinos. La democracia ateniense ordenó que Sócrates bebiera la cicuta.
A todas estas atrocidades los Padres Fundadores dijeron “¡Basta!”. Idearon un sistema político que puso el poder en manos del individuo, a expensas del Estado. El individuo, ellos declararon, posee derechos inalienables a la vida, la libertad, y la búsqueda de la felicidad. El gobierno no está por encima del individuo, como su amo; el gobierno está por debajo del individuo, como su siervo.
“Para garantizar estos derechos”, Jefferson escribió en la Declaración de Independencia, “gobiernos son instituídos entre los hombres, derivando sus legítimos poderes del consentimiento de los gobernados”. Y si un gobierno viola los derechos del individuo, “es el derecho del pueblo alterarlo o abolirlo, e instituir un nuevo gobierno”.
En la Declaración, los Padres Fundadores estaban obviamente declarando independencia de Gran Bretaña, pero más profundamente, estaban declarando una independencia de sacerdotes y de reyes, de aristócratas y de la voluntad de la mayoría. Estaban creando un santuario para individuos, para individuos con mentes sin límite, para los Galileos y los Sócrates del mundo, que ahora se encontrarían con un destino diferente.
Pero ¿qué motivó a los Padres Fundadores a adoptar la increíblemente peligrosa medida de crear un país diferente? ¿Por qué arriesgaron sus vidas, sus fortunas y su sagrado honor?
La clave para entender la motivación de los Padres Fundadores es que eran idealistas de este mundo, basados en los hechos. Como estudiantes de la Ilustración, de la Edad de la Razón en Europa, los Padres Fundadores creían en la perfección del hombre. Si el hombre indefectiblemente usa su mente racional, y si detenidamente estudia y formula los métodos por los que, de hecho, los valores humanos y la prosperidad son logrados, entonces, ellos mantenían, la perfección aquí en la Tierra es posible para el hombre.
Eso es precisamente lo que los Padres Fundadores hicieron con respecto al tema del gobierno. Minuciosamente estudiaron las formas y la historia de los gobiernos a fin de definir un método perfecto de gobernar. El resultado fue la Constitución de los Estados Unidos, junto con su sistema de controles y equilibrios, diseñados para evitar la aparición de cualquier poder absoluto.
Para la mayoría de los súbditos británicos, el dominio británico era bueno; y, comparado con el resto del mundo, lo era. Y de hecho era lo suficientemente bueno. Pero, para los Padres Fundadores, “bueno” no era suficiente. Como idealistas, buscaban la perfección. Y cuando vieron la posibilidad de actuar, por lo tanto, se rebelaron, cuando pocos otros hombres lo habrían hecho.
Pero arder con este tipo de idealismo requiere una profunda auto-estima. Requiere un espíritu que quiere ver la perfección hecha realidad por sí misma y en su propia vida. La verdadera auto-estima – no del tipo “todos somos buenos” – es una estima que hay que ganarse, de la propia alma. Es la convicción de que te mereces el éxito y la felicidad porque estás continuamente trabajando para conseguirlos.
Si te preguntas sobre la imponente estatura de los Padres Fundadores, de hombres como Washington y Jefferson, esta es la clave: eran  hombres de genuina auto-estima, hombres que consideraron la perfección de su propia vida, mente, carácter y felicidad… con la máxima seriedad. Eran pensadores abstractos y a la vez hombres de acción; hombres de gran y creciente erudición, que eran también abogados, agricultores, editores, empresarios, arquitectos e inventores.
Este tipo de individuo celosamente protegerá su libertad, la libertad de seguir su propio criterio, tomar sus propias decisiones, y disfrutar de los valores y la riqueza que él mismo crea. Para tal individuo, la cuestión de su propia perfección es una realidad cotidiana que no le permitirá a nadie usurpar. Para tal individuo, la idea de que él es algo pecaminoso, o irracional, o una criatura miserable desesperadamente necesitada de un superior que le diga lo que tiene que hacer, no es real.
Este tipo de individuo no permitirá que ningún rey o gobierno dicte sus convicciones o disponga de su fortuna y su vida. No, ni por ninguna razón, ni en ningún grado.
Para los Padres Fundadores, el lema “vivir libre o morir” tenía un significado real. Sin libertad, estarían muertos; su modo de existencia estaría muerto, la implacable e incesante búsqueda de su propia perfección estaría muerta. Y eso es lo que pensaban.
La Declaración de Independencia fue una declaración de auto-estima.
Pero el logro de los Padres Fundadores se está erosionando. Se quedarían pasmados del poder que ahora se está concentrando en manos del gobierno americano a expensas del individuo.
¿Puedes imaginarte a Jefferson sometiéndose a los inspectores de la construcción, quienes decidirían si Monticello pasa el código? ¿O suplicando ante funcionarios del FDA [Food and Drug Administration, “Departamento de Drogas y Alimentos”] para consumir una droga experimental, que según su criterio científico, es beneficiosa? ¿O permitiendo que los administradores de la Seguridad Social dictasen cuánto tiene que ahorrar para su jubilación y cómo tiene que invertirlo? ¿O pacientemente observando cómo el recaudador de impuestos coge su dinero y lo tira en los vertederos de ayuda a África?
¿Te lo imaginas postrándose ante la FCC [Federal Communications Commission, Comisión Federal de Comunicaciones] que determinará si el contenido de lo que transmite es obsceno? ¿Te imaginas a Thomas Jefferson pidiéndole perrmiso al gobierno para fumar un cigarrillo en un restaurante, comer espinacas irradiadas, enroscar una bombilla incandescente, o comprar una patata frita trans-grasienta?
Y sin embargo, hasta hoy, los americanos no tienen la auto-estima para protestar contra estas usurpaciones de su juicio, su elección, su libertad.

La Rebelión de Atlas contra la Opresión del Individuo

opresion individuo atlas 
Para conseguir un cambio intelectual en la cultura que restaure y revitalice los cimientos de América, tal vez nuestra actividad más importante sea poner las novelas de Ayn Rand en manos de los ciudadanos; y la más vital de sus novelas, la que hay que poner en sus manos, es “La Rebelión de Atlas”.
Pero, ¿por qué? ¿Por qué creemos que los cimientos de América necesitan ser restaurados? ¿Y qué es lo que una novela, una obra de ficción, tiene que ver con todo eso? ¿Y más aún, con el curso de una cultura y el destino de una nación? Estas son las preguntas a las que voy a tratar de responder.
Mi enfoque no va a estar en los detalles de la historia de la novela; y voy a tratar de evitar en lo posible arruinar la trama para aquellos que aún no la han leído. Mi enfoque va a estar en la importancia cultural de La Rebelión de Atlas. Para entender esa importancia cultural, primero tenemos que retroceder unos 230 años hasta el nacimiento de la nación, y ver lo que la Revolución Americana consiguió y lo que dejó de conseguir.

Friday, July 15, 2016

La Rebelión de Atlas contra la Irracionalidad del Socialismo


La Rebelión de Atlas muestra que el socialismo es anti-vida en la práctica porque es irracional en teoría. ——— ver video
[. . .]
Hoy día es difícil imaginar el enamoramiento del siglo XX con el socialismo. A pesar de existir inicialmente una gota, luego un riachuelo, y luego un torrente de datos sobre la miseria y la muerte que estaba generando el socialismo en los países que lo pusieron a prueba, los intelectuales se aferraron a él como la venida del cielo a la tierra. En Estados Unidos, el socialismo llegaría, no por revolución, sino poco a poco y por votación.
Hubo otros inteligentes críticos del socialismo, sobre todo algunos economistas, pero ninguno fue tan penetrante como Ayn Rand. En La Rebelión de Atlas y en escritos posteriores, ella despojó al socialismo de su capa de racionalidad; mostró que era neo-misticismo, una versión secularizada de la religión.


Los intelectuales ignoraron o ridiculizaron La Rebelión de Atlas, intentando evadir su existencia, pero sabían que la crítica existía. Una de las principales explicaciones por la pérdida de atractivo del socialismo es, por supuesto, la devastación y la muerte que produjo en Gran Bretaña, en Rusia, en Alemania y en China, pero esa consciencia de la devastación no fue suficiente para que desapareciera el socialismo. Los socialistas siempre estaban listos con una excusa: “El socialismo no se había aplicado plenamente”, o “no esperamos a que el más reciente plan quinquenal diera fruto”, o “extremistas monstruosos como Stalin, Hitler y Mao secuestraron un sistema pacífico”. “El socialismo es noble en teoría”, exclamaban, “pero los hombres no son aún lo suficientemente buenos para practicarlo; tenemos que intentar de nuevo”.
La Rebelión de Atlas mostró que el socialismo es anti-vida en la práctica porque es irracional en teoría.
Intelectualmente, La Rebelión de Atlas dejó la opción delante de los socialistas bien clara: elegid a los hombres de la mente abrazando el capitalismo, o decidid seguir siendo anticapitalistas renunciando a los hombres de la mente. La mayor parte de los socialistas optaron por permanecer anticapitalistas; fueron expuestos como los nihilistas gruñidores que son, y los americanos abandonaron cada vez más a la izquierda.
Pero no sólo ayudó La Rebelión de Atlas de esta manera a darles a los americanos algún espacio para respirar, también les proporcionó aire limpio que respirar. Cuando a individuos prominentes en la cultura se les pide que nombren los libros que han tenido el mayor impacto en ellos, regularmente mencionan La Rebelión de Atlas. [Ventas de La Rebelión de Atlas en 2009 superaron las 500.000 copias, 53 años después de su publicación].
La Rebelión de Atlas les ha dado a los hombres de la mente la convicción de que es bueno producir. Ha inspirado a empresarios y emprendedores, mostrándoles que su trabajo es noble. Un aspecto significativo del resurgir de las empresas de los años 80 y de la revolución tecnológica y empresarial de los años 90 en Silicon Valley y más allá, es este: Los participantes implícitamente piensan que lo que están haciendo es bueno. Esta es una convicción que La Rebelión de Atlas ha ayudado a crear.
A nivel intelectual, La Rebelión de Atlas ha logrado lo siguiente: Ha ayudado a resucitar la idea del capitalismo. Antes de La Rebelión de Atlas, el capitalismo no era sólo una palabra fea, era una palabra abominable. El libro lo volvió a poner en el mapa intelectual. Y aunque la esencia del capitalismo está aún lejos de ser entendida, la posibilidad de que sea entendida ahora existe.
Y La Rebelión de Atlas ha ayudado a lograr que se reconozcan la inteligencia y la capacidad – la mente del hombre. Antes de La Rebelión de Atlas, los intelectuales parloteaban de instintos humanos, recursos materiales y trabajo manual, como las fuentes de prosperidad. Hoy en día mucha más gente entiende que el potencial de valor contenido en los recursos materiales y el trabajo humano no puede realizarse en ausencia de la verdadera fuente de prosperidad: la inteligencia humana. Hoy en día tanto empresas como naciones hablan de la importancia del capital humano.
Estos son algunos de los primeros pasos en la marcha hacia la independencia para los hombres de auto-estima; con La Rebelión de Atlas, se han inspirado en una visión de lo que puede y debe ser.
Sin embargo, es cierto, aún no han llegado a entender del todo la visión y las condiciones en las que puede perdurar. Cuando los pensadores y los productores de hoy explícitamente hablan de moralidad, alguna versión del Sermón de la Montaña normalmente todavía aflora.
Por otra parte, culturalmente, los intelectuales se han reagrupado. Siglos atrás, después de la brutalidad de la dominación religiosa, los intelectuales, en efecto, dijeron: “La versión sobrenatural del Sermón de la Montaña ha fracasado, así que vamos a probar la versión secular”. Hoy lo que estamos empezando a ver es el intelectual diciendo que la versión secular del Sermón de la Montaña ha fracasado, así que “volvamos a intentar la versión sobrenatural”. Es siempre un juego en el que “cara – tú pierdes, cruz – ellos ganan”.
Así que, ¿qué falta por hacer para que de hecho La Rebelión de Atlas sea la segunda Declaración de Independencia de América?
Primero, hemos de reconocer que lo más difícil de hacer en el mundo es que alguien cuestione su código moral y abrace uno nuevo: no es una casualidad que en unos 2000 años desde el Sermón de la Montaña un solo individuo haya desafiado ese sermón abismal y propuesto un código moral radicalmente nuevo. Y por eso tenemos que conseguir que La Rebelión de Atlas llegue a tantas manos como sea posible, especialmente entre los jóvenes, quienes están más dispuestos a cuestionar la sabiduría recibida.
Tenemos que aprender, y luego continuar defendiendo, la nueva “moralidad de la vida” de Ayn Rand contra la moralidad del sacrificio. Y tenemos que mostrar las implicaciones de cada código para cada uno de los temas importantes del día. En resumen, tenemos que hacer el tipo de trabajo que el Ayn Rand Institute está haciendo, en una escala cada vez mayor.
Y debemos hacer esta labor, no porque el mundo podría irse al infierno en 30 o 40 años; aunque puede que lo haga, esa no es la cuestión. Los Padres Fundadores no crearon una nueva nación porque el mundo estaba a punto de irse al infierno. Ellos crearon una nueva nación porque querían alcanzar el ideal; no estaban motivados por un negativo, sino por un positivo. En palabras de La Rebelión de Atlas:
“No era la muerte la que querían evitar, sino la vida la que querían vivir”.
En nombre de lo que es posible, agradezcamos el idealismo y la auto-estima que La Rebelión de Atlas puede aportar a nuestra propias vidas si trabajamos en ello, y asumamos nuestro turno ahora para comprometer nuestro honor por conseguir el idealismo y la auto-estima que solamente La Rebelión de Atlas puede traerle de vuelta a América [y al mundo].
[. . .]
# # #
por Onkar Ghate, Profesor de Filosofía del Ayn Rand Institute

La Rebelión de Atlas contra la Irracionalidad del Socialismo


La Rebelión de Atlas muestra que el socialismo es anti-vida en la práctica porque es irracional en teoría. ——— ver video
[. . .]
Hoy día es difícil imaginar el enamoramiento del siglo XX con el socialismo. A pesar de existir inicialmente una gota, luego un riachuelo, y luego un torrente de datos sobre la miseria y la muerte que estaba generando el socialismo en los países que lo pusieron a prueba, los intelectuales se aferraron a él como la venida del cielo a la tierra. En Estados Unidos, el socialismo llegaría, no por revolución, sino poco a poco y por votación.
Hubo otros inteligentes críticos del socialismo, sobre todo algunos economistas, pero ninguno fue tan penetrante como Ayn Rand. En La Rebelión de Atlas y en escritos posteriores, ella despojó al socialismo de su capa de racionalidad; mostró que era neo-misticismo, una versión secularizada de la religión.

Atlas Shrugged


“Si usted viera a Atlas, el gigante que sostiene el mundo sobre sus hombros, si lo viera en pie, sangre chorreando por su pecho, sus rodillas arqueándose, sus brazos temblando, pero aún así intentando mantener el mundo a salvo con sus últimas fuerzas, y cuanto mayor su esfuerzo, mayor el peso del mundo presionando sobre sus hombros – ¿qué le diría que hiciera?” “Yo… no sé. ¿Qué podría hacer? ¿Qué le diría usted que hiciera?”
“Que se encogiera de hombros”.
# # #
Atlas Shrugged (literalmente: Atlas se encogió de hombros, traducida al castellano como “La Rebelión de Atlas”) es la obra maestra de Ayn Rand y su último trabajo de ficción, publicado en 1957. En esta novela ella dramatiza su excepcional filosofía de Objetivismo en una historia que integra de forma magistral ética, metafísica, epistemología, política, economía y sexo. Si quieres leer un único libro y entender la visión del mundo de Ayn Rand, éste es el libro.



Atlas Shrugged es una historia de misterio, pero, como dijo Ayn Rand, “no sobre el asesinato del cuerpo de un hombre, sino sobre el asesinato – y el renacimiento – del espíritu humano”. Es la historia de un hombre que dice que parará el motor del mundo, y lo hace. El deterioro del mundo se acelera mientras la historia progresa; la sociedad se desintegra, la falta de comida origina revueltas sociales, cientos de fábricas cierran sus puertas. ¿Es este hombre un destructor malévolo – o el mayor de los libertadores? ¿Por qué tiene que luchar, no contra sus enemigos, sino contra aquellos que más le necesitan, incluso contra la heroína a quien ama? ¿Cuál es el motor del mundo, y qué es necesario para ponerlo en marcha de nuevo?
Atlas Shrugged arrebata al lector llevándolo a un mundo excepcional de héroes más grandes que la vida misma, como el genio productivo que se convierte en un incompetente playboy, o el magnate industrial que no se da cuenta que está trabajando para su propia destrucción.
Atlas Shrugged es una revolución intelectual con una trama brillante y un suspense irresistible.

Atlas Shrugged


“Si usted viera a Atlas, el gigante que sostiene el mundo sobre sus hombros, si lo viera en pie, sangre chorreando por su pecho, sus rodillas arqueándose, sus brazos temblando, pero aún así intentando mantener el mundo a salvo con sus últimas fuerzas, y cuanto mayor su esfuerzo, mayor el peso del mundo presionando sobre sus hombros – ¿qué le diría que hiciera?” “Yo… no sé. ¿Qué podría hacer? ¿Qué le diría usted que hiciera?”
“Que se encogiera de hombros”.
# # #
Atlas Shrugged (literalmente: Atlas se encogió de hombros, traducida al castellano como “La Rebelión de Atlas”) es la obra maestra de Ayn Rand y su último trabajo de ficción, publicado en 1957. En esta novela ella dramatiza su excepcional filosofía de Objetivismo en una historia que integra de forma magistral ética, metafísica, epistemología, política, economía y sexo. Si quieres leer un único libro y entender la visión del mundo de Ayn Rand, éste es el libro.


La Rebelión de Atlas contra Fe, Esperanza y Caridad

La tarea de la Moralidad es enseñarte qué valorar y cómo valorar; su tarea es enseñarte cómo lograr la vida y la felicidad.
La Rebelión de Atlas ofrece una nueva concepción del ideal moral, una concepción de lo sagrado y lo sublime muy diferente a la del Sermón de la Montaña.
El código moral de Atlas muestra los verdaderos requisitos de la vida y la felicidad, las virtudes de: Pensamiento, Producción, y Comercio.
[Pensamiento]
La Rebelión de Atlas es un himno a la mente del hombre.
Cada valor que el hombre ha logrado tuvo primeramente que ser descubierto por una mente individual, desde recoger frutas, a cazar con lanzas, a plantar cultivos para cosecharlos meses más tarde; desde la invención del teatro como fuente de gozo y combustible emocional, al descubrimiento de la perspectiva en pintura, a la creación de música, y luego de más y más armonías y formas de composición más complejas; desde la identificación de las leyes del movimiento a la formulación de las leyes de la lógica; desde el descubrimiento de gérmenes y antibióticos a la invención del transistor y el ordenador. . .


Para cada uno de estos pasos, alguna mente tuvo que descubrirlo. Esta es la fuente de la vida humana y la felicidad. Adorar la vida, por lo tanto, significa adorar la inteligencia del hombre. Y si es la propia vida lo que uno busca, entonces el desarrollo de la propia inteligencia es el objetivo más fundamental.
Aprender a pensar, a hacer conexiones, y ver más lejos de lo que se ha visto hasta ahora; aprender a pensar con cuidado, de forma sistemática, lógica, objetiva; aprender a ver todas las implicaciones de las propias ideas; todo esto se convierte en la más importante de las tareas.
La medida del propio conocimiento y el poder del propio pensamiento determinarán el éxito o el fracaso de todos los valores que uno persigue, desde obtener un título universitario, a tener éxito como médico o como programador o como director general, a criar niños competentes, bien educados e independientes.
Para Ayn Rand, como para los Padres Fundadores, el pensamiento abstracto no es un juego en el que uno se deleita cínicamente con las supuestas paradojas del universo. El pensamiento – el pensamiento abstracto – es intencionado, exige una seria dedicación a la propia vida. Exige la honestidad de una mente que busca todos los hechos, porque *éstos*, y sólo éstos, dictarán sus conclusiones sobre cómo actuar.
Exige la independencia de una mente alcanzando su propio veredicto, no importa cuánta gente diga lo contrario. Exige la integridad de una mente comprometida en actuar según sus propios criterios. El pensamiento es intencional, el pensamiento es egoísta, el pensamiento es por el bien de la producción.
[Producción]
Lo que nos lleva a la segunda: Producción.
La virtud de la Producción, La Rebelión de Atlas muestra, significa la dedicación a hacer lo ideal, real. Significa mucho más que tener un trabajo. Es una dedicación a la labor de “rehacer la tierra en la imagen de los propios valores”. Representa la unión apropiada entre lo espiritual y lo material.
Lo que La Rebelión de Atlas muestra es que las almas de un artista y de un empresario son una misma cosa. El artista tiene una nueva visión de la belleza, de lo que podría ser, y se esfuerza en darle forma material, para erigir la escultura de una mujer, pintar un bello paisaje, o escribir Cyrano de Bergerac. El empresario tiene una nueva visión de la prosperidad, de lo que podría ser, sean ferrocarriles entrecruzando el continente, un metal superior al acero, o un ordenador en cada escritorio, y trabaja sin cesar para que su visión se haga realidad.
Toda producción nace de una dedicación a la propia vida y a la realidad; es la forma terrenal de idealismo, y sin ella no hay auto-estima.
[Comercio]
Ahora bien, el productor, cuando trata con otros hombres, exige un modo de existencia sin sacrificios. En cuestiones tanto de materia como de espíritu, en dinero y en amor, es un comerciante.
“Un comerciante no pide que le paguen por sus fracasos ni pide ser amado por sus defectos. . . . Igual que él no entrega su trabajo excepto a cambio de valores materiales, tampoco entrega los valores de su espíritu – su amor, su amistad, su estima – excepto en pago y a cambio de virtudes humanas, en pago por su propio placer egoísta, el cual recibe de los hombres que respeta”.
Comerciar es moral, no porque logra el bienestar de los humildes o la riqueza de la nación; la justificación del comercio no es que de alguna manera convierte el egoísmo en auto-sacrificio. “La mano invisible” de Adam Smith, entendida como justificación, es corrupta.
El comercio no necesita ninguna justificación externa. La justificación del comercio es precisamente que es comercio. Es una interacción en la que cada persona es capaz de perseguir su propio interés. Es la única forma de interacción en la que los hombres se relacionan como iguales, no como explotador y explotado.
¿Cuál es el resultado? ¿Qué sucede, por ejemplo, cuando cambias tu salario por un ordenador? Cada una de las partes consigue su propio interés; cada uno consigue algo de más valor que aquello a lo que renuncia. El comercio es la única forma de interacción que inmediatamente exige auto estima, exige que cada comerciante busque lo mejor para su propia vida, y a su vez permite que cada persona conserve su auto-estima, porque ni se sacrificó a los otros, ni trató de engañar a la realidad con el doble estándar de exigir el sacrificio de otros a él.
Pensamiento, Producción y Comercio. Estos forman el núcleo de La Rebelión de Atlas y su nuevo código de moralidad basado en la vida.
[FeEsperanzaCaridad]
Observad lo drástico que es el contraste de este ideal con la concepción religiosa de la moralidad del Sermón en la Montaña. Fe, Esperanza y Caridad son sus virtudes.
Fe significa creer, en la ausencia de lógica. Es lo contrario del Pensamiento.
Esperanza significa que eres incapaz de conseguir el ideal, que la perfección está más allá de tu alcance, pero que por la gracia de Dios tal vez la consigas en alguna supuesta “otra vida”. Es lo opuesto a trabajar para conseguir el ideal en esta vida; es lo contrario de la Producción.
Caridad significa entregarte en cuerpo y alma a tu prójimo e incluso a tu enemigo, sin esperar nada a cambio. Es lo contrario del Comercio.
Jesús, en la cruz, exhibió estas virtudes: tenía la Fe de que había un padre no-terrenal. Tenía la Esperanza de que se ganaría la gracia de este ser no-terrenal. Tenía la Caridad de sacrificar su propia alma por las de los pecadores. El resultado fue su muerte.
Para una moralidad de la vida esta no puede ser la imagen del ideal moral. Entonces, ¿cuál es?
Los grandes pensadores y productores. Los hombres de la mente. Los héroes de La Rebelión de Atlas. Los científicos, filósofos, artistas, inventores y hombres de negocios que hacen posible un modo humano de existencia, personas como Aristóteles, Newton, Edison y Rockefeller, filósofos como Francis Bacon y John Locke, científicos como Isaac Newton y Benjamin Franklin, pensadores políticos y hombres de acción como Voltaire, Turgot y Thomas Paine.
En términos de Ayn Rand: los hombres de la mente.
[. . .]
por Onkar Ghate, Profesor de Filosofía del Ayn Rand Institute.

La Rebelión de Atlas contra Fe, Esperanza y Caridad

La tarea de la Moralidad es enseñarte qué valorar y cómo valorar; su tarea es enseñarte cómo lograr la vida y la felicidad.
La Rebelión de Atlas ofrece una nueva concepción del ideal moral, una concepción de lo sagrado y lo sublime muy diferente a la del Sermón de la Montaña.
El código moral de Atlas muestra los verdaderos requisitos de la vida y la felicidad, las virtudes de: Pensamiento, Producción, y Comercio.
[Pensamiento]
La Rebelión de Atlas es un himno a la mente del hombre.
Cada valor que el hombre ha logrado tuvo primeramente que ser descubierto por una mente individual, desde recoger frutas, a cazar con lanzas, a plantar cultivos para cosecharlos meses más tarde; desde la invención del teatro como fuente de gozo y combustible emocional, al descubrimiento de la perspectiva en pintura, a la creación de música, y luego de más y más armonías y formas de composición más complejas; desde la identificación de las leyes del movimiento a la formulación de las leyes de la lógica; desde el descubrimiento de gérmenes y antibióticos a la invención del transistor y el ordenador. . .