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Monday, July 25, 2016

¿Hacia dónde va el gobierno?


Por Gabriel Boragina ©
 
Decíamos algunos días atrás que la política económica del presidente Mauricio Macri se ve claramente orientada hacia un modelo desarrollista de la economía, lo que ha sorprendido y de alguna manera viene desilusionando al grupo de liberales que lo apoyan y que le dieron su voto en las elecciones en las que el presidente se alzó con el triunfo.
Con todo, seguimos sosteniendo que el conjunto de liberales mencionado, no ha sido un caudal de mayor importancia en el cómputo final de los votos obtenidos por el presidente. La superior proporción de electores de Macri provienen de los seguidores de la alianza que lo catapultó al poder, es decir el sector de la UCR liderado por Ernesto Sanz y la Coalición Cívica cuya referente es Elisa Carrió. Si analizamos el perfil de estos votantes nos daremos cuenta que su eje de pensamiento se encuentra más bien distante del liberalismo. Es por eso que, en aquella ocasión anterior, entendíamos que, si bien los liberales -ya sea se encontraran enrolados en los partidos mencionados, ya sea se hallaran fuera de ellos- que votaron a Macri se sentían extraviados ante la política económica que viene desplegando el actual gobierno, no sucedía de manera análoga con el grueso de los electores de Macri, que tuvieron en mira lo que visualizaron como un proyecto desarrollista, si bien no fue explícitamente descripto por el entonces candidato de Cambiemos con esa exacta denominación. 

 
Hay un interesante paralelismo que puede hacerse entre los partidos y personas que conforman el Frente "Cambiemos" y el pasado del desarrollismo argentino. Como es sabido, el Frente Cambiemos está constituido por el PRO (espacio político del actual presidente Macri) la UCR presidida por Sanz, y el ARI de Carrió. Esta última proviene de la filas del radicalismo al que perteneció antes de componer su propio partido político. Y retrotrayéndonos más aun al pasado, el ex presidente Frondizi antes de fundar su propio partido que fuera conocido con las siglas MID que significaban "Movimiento de Integración y Desarrollo", también había estado afiliado a la UCR, que en su época se había escindido en dos ramas o subpartidos: la UCRI ("Unión Cívica Radical Intransigente") y UCRP ("Unión Cívica Radical del Pueblo"). Frondizi llegó a la presidencia liderando la UCRI, para luego pasar a encabezar su propio partido (el MID).
Con esto, podemos visualizar que -al menos en Argentina- el desarrollismo (modelo económico que, en los hechos aunque no tanto en el discurso, viene desplegando el presidente Macri, ha tenido un origen indudablemente radical, que -en lo económico y a través del tiempo- siempre ha sido intervencionista, condenando por igual tanto al liberalismo como al socialismo. No ha de llamar la atención el rumbo tomado por Cambiemos, si tenemos en cuenta los orígenes ideológicos de las agrupaciones que lo constituyen.
Será oportuno insistir, una vez más, en algo que a menudo se olvida: y es que la Argentina nunca tuvo gobiernos liberales o partidos liberales al frente del gobierno. Lo que -a su turno- se explica porque el componente ideológico que constituye el sustrato de la sociedad argentina es nítidamente intervencionista, con una muy fuerte tendencia hacia el estatismo más exacerbado.
Y existe otro elemento, que es el de la confusión que esos mismos gobiernos han sembrado entre sus electores:
"Otra valla para la fluidez del mensaje liberal son gobiernos que usan desaprensivamente la etiqueta liberal pero se abocan a la corrupción escandalosa, al aumento del gasto estatal y la deuda pública en el contexto de severos incrementos impositivos, manejo discrecional del tipo de cambio, la dispersión arancelaria y la ausencia más palmaria de la división de poderes. En esa situación no son pocos los que terminan desconfiando seriamente (y muy injustamente) del liberalismo que en verdad es inexistente en esos climas tóxicos."[1]
En alguna medida, es debido a esto mismo que muchos macristas y antimacristas piensen que su gobierno es "liberal", y pese a que varios funcionarios del mismo (incluido el propio presidente Macri) han renegado públicamente del liberalismo. No son pocos los casos en que, muchas personas están convencidas  que el liberalismo tiene que ver con lo anterior. Precisamente, el desarrollismo del MID, que en suma, se emparienta con el más rancio keynesianismo, creía en las políticas activas del estado, en las que justamente un elevado gasto estatal, más impuestos, arancelamientos, tarifas, controles, etc. son tenidos por los medios "idóneos" para lograr la ansiada meta del tan anhelado "desarrollo". Y muchos son los que confunden "esto" con "liberalismo".
Por eso, decíamos días atrás que, los electores de Macri querían realmente este tipo de política, y fueron coherentes en la elección del candidato "ideal" para llevarla a cabo. Nosotros como liberales, sabemos que están equivocados, que muchas veces se han ensayado todo tipo de políticas activas y que -en definitiva- fueron las que condujeron al país al estado calamitoso en el que hoy se encuentra. Pero, lamentablemente, el plafón cultural del argentino promedio no ha sido modificado en décadas, desde el primer peronismo hacia aquí. Y aun vemos lejos, muy lejos el atisbo apenas de alguna lucecita "liberal" al final del túnel.
Prueba de todo lo dicho es que, en los seguidores del presidente Macri, no hay ningún reclamo visible ni generalizado por disminuir el gasto estatal, ni bajar impuestos, etc. sino que las "críticas" que se le hacen al presidente son situadas para que distribuya de la manera más "equitativa" posible todo ese caudal de dinero compuesto por impuestos, subsidios, aranceles, etc. y que no se eliminen los subsidios, sino que se los dirija a quienes "realmente" los "necesitan". En estos puntos consisten las mayores objeciones que los macristas le hacen al presidente.
En definitiva, no se reprueba una política económica dirigista o intervencionista. Se pide continuar con el dirigismo, pero que el dirigismo se dedique a dirigir el dinero de unos otorgándoselo a otros. Camino ya probado y fracasado.




[1] Alberto Benegas Lynch (h)"¿Es efectivo el mensaje liberal?" publicado originariamente y tomado del

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