REFLEXIONES
LIBERTARIAS
Ricardo Valenzuela
Ahora sí, Sr.
Vallian, usted tiene la palabra para que me diga qué piensa de todo esto. El
vaquero sacudiendo la cabeza como para salir de un profundo sueño le dice: Pues
mire, don Julián, estoy al mismo tiempo impresionado, entusiasmado y confundido.
Impresionado por la forma que usted describe con tanta puntería lo que sucede
y, más importante, lo que puede suceder en esta región del mundo, al igual que
las consecuencias que esto pueda acarrear. Entusiasmado porque su elocuencia y
su pasión son realmente contagiosas, al mismo tiempo que, lo que usted
describe, es un proyecto cubierto de idealismo, pero igualmente cubierto con
sentido común. Lo que describe es un deber abandonado y al mismo tiempo un
grito invitando, y me llega otro de los pensamientos de Jefferson: “El coraje y
el valor de un hombre, hace la mayoría”.
Confundido porque estoy ante un concepto novedoso, y, como decía mi
padre, no sé cómo hacer el quehacer.
Mire don Julián, yo
siempre he sido un hombre que maneja sus asuntos con cautela. Creo que
necesitamos platicar mas antes de que yo le pueda dar una respuesta que, desde
ya le digo, todo me apunta a que esa respuesta será positiva. Bien revira don
Julián ¿Qué le parece si pasa esta noche en el rancho y de esa forma tendríamos
el tiempo requerido? Me parece bien, responde el vaquero con una amplia sonrisa.
Perfecto, responde don Julián, entonces pasemos al comedor pues ya es hora del
almuerzo. Pasan a un bello comedor y las muchachas inician a servir los platos que serían
acompañados del mejor vino español. Durante la comida, el hacendado le da al
vaquero más información de su persona. Así se entera que había perdido a su
esposa hacia algunos años, a causa de una grave enfermedad. Se entera también
que tenía dos nietos; Lorenzo e Isabel de Zamora, quienes vivían en el este.
Lorenzo, ejerciendo como abogado en Nueva York, en donde había estudiado y
decidiera asentarse, e Isabela estudiando en Filadelfia.
Con el dolor dibujado
en el rostro, le platica había perdido a su único hijo, cuando la caravana en
que viajaba hacia El Paso fuera atacada por los apaches, provocando una sangrienta
masacre. Se enteraba también que, siendo aun Nuevo Mexico parte de la Nueva
España, cuando él era un solo un niño, estuvo estudiando en la ciudad de Mexico
y en Guadalajara, pero extrañaba mucho la vida del rancho y, después de solo un
año, regresaba a Los Sicomoros. Al final de la comida propone el Hacendado,
descansaremos un rato y más tarde montamos un par de buenos caballos, para
enseñarle los alrededores y continuar nuestras platicas. Perfecto, responde
Vallian, y una de las muchachas lo dirige hacia su habitación. Se tira en la
cama y deja volar sus pensamientos. No cabía duda de que don Julián era un
hombre excepcional y sus ideas eran revolucionarias.
Al tiempo convenido,
uno de los vaqueros llega a la casona con un par de hermosos caballos
ensillados, un moro y otro retinto. ¿Cuál te gusta? Le pregunta ahora don Julián
en español y tuteándolo. El hacendado se sorprende cuando Vallian le responde
en perfecto español; siempre me han gustado los caballos moros, me quedo con este,
acariciando al moro. Don Julián sin salir de su asombro le pregunta ¿Cómo es
que hablas tan bien español? Le responde el vaquero, yo nací, aquí en Nuevo Mexico,
pero estando muy chamaco mi padre consiguió trabajo en un rancho cerca de lo
que ahora es Eagle Pass. En esa región todavía no habían llegado los
inmigrantes gringos, ahí había puros mexicanos y tuve que aprenderlo.
Inclusive, mis años de escuela fueron en español.
Cabalgando ya sobre
las largas lomas cubiertas de pasto color oro, don Julián le pregunta ¿Qué
piensas de la anexión de Texas y el suroeste de los que es ahora EU? El vaquero
responde. Es un tema difícil de opinar porque levanta muchas pasiones, pero
estoy seguro no es el caso entre nosotros. Así es, revira rápido el hacendado. Responde
con toda honestidad, dice el ranchero. Bien, revira el vaquero. Yo pienso que
en relación a este evento, para Mexico el gran culpable somos nosotros, todos
los americanos. Para los americanos con un poco mas de conocimientos, sabemos
que todos los territorios de Mexico que pasaron a los EU, estaban totalmente
abandonados puesto que, después de la independencia, los políticos mexicanos
luchaban por el poder sin ocuparse de gobernar. Ahora, aquí en nuestro país, a
diferencia de Mexico, la maquinaria política que crearon los padres de la
patria, funcionaba a la perfección y, haciendo a un lado la guerra civil, sigue
funcionando, que no es el caso de Mexico.
Yo pienso que la
respuesta a este enigma, nos la va a dar el tiempo. Es decir, en unos 100 años
el mundo será testigo de la forma en que, tanto Mexico como la parte anexada, habrán
manejado sus asuntos para alcanzar sociedades que, como lo escribiera
Jefferson, tengan la libertad para ir en busca de su felicidad. Qué clase de
gobiernos se desarrollen en los dos países, y más importante, que clase de
sociedades emerjan. Porque si Mexico sigue apegado a la receta de la monarquía
española, su estatismo, su mercantilismo, su falta de libertad, su economía
dirigida por gobiernos ineptos y corruptos, yo no le auguro un futuro
interesante. En estos momentos, a menos de un siglo de la independencia de ambas naciones, ya se puede
observar el éxito de los EU en el mismo “Nuevo Mundo”, en el mismo paralelo de
la historia. Mientras que en Mexico vemos su inhabilidad para emerger como una
nación capaz de redimir, o al menos razonablemente mejorar, la gran pobreza que
continúa expandiéndose. Mexico no ha logrado una forma de gobierno estable, más
que dictaduras que solo saben actuar con gran represión y arruinan al país.
Y es que Mexico fue
conquistado por un país que, y me disculpa don Julián, en muchos aspectos es
admirable, pero siempre ha rechazado la emergencia del espíritu del modernismo,
ha construido murallas contra la emergencia del racionalismo y el pensamiento
libre—es decir, contra las bases de la moderna revolución industrial y liberal,
y la economía libre. Un país que en gran parte sigue controlado por la iglesia
católica, enemiga de la libertad, y también de los hombres que expresan una
sana ambición para hacer fortuna sin tener que recurrir al gobierno. La
economía de Mexico es y, me temo, por muchos años será, una economía anti
crecimiento y anti desarrollo, que solo producirá crecimientos alfeñiques y
muchos problemas.
Yo pienso que Mexico es
un potro salvaje que no se puede amansar, y el mismo libertador de gran parte
de Sur América, Simón Bolívar, lo dijo aplicado a toda América Latina: Yo fui
el comandante de esta región por más de 20 años, y así pude llegar a algunas
conclusiones definitivas: 1)América Latina es ingobernable; 2) Lo único que las
revoluciones han traído a esta región, es el sentimiento de haber estado arando
en el mar; 3) La acción más inteligente que se puede tomar, es emigrar a países
más libres, como esa nueva nación en el norte; 4) Toda la región, sin lugar a
dudas, caerá bajo la dominación de obscuros tiranos de todas las razas y
colores; 4) Por mas heridos que nos dejen todos los crímenes cometidos y
agotados por los excesos de los tiranos contra el pueblo, jamás deberíamos
pensar en buscar a Europa para que nos reconquisten; 5) Si alguna parte del
mundo está destinada a regresar al caos, será toda América Latina.
El ranchero sonriente
le responde. Ahora el impresionado soy yo. No tenía idea de la profundidad de
tus conocimientos de historia y política internacional. Y no solo estoy de
acuerdo contigo, regresando al rancho te voy a regalar un libro en el cual,
Fray Servando Teresa de Mier, en su discurso ante el congreso mexicano, hace
una comparación entre las sociedades de Mexico y EU, para entender el rumbo tan
diferente que ambos países están siguiendo y, en especial, a donde arribarán. Esta
región está destinada a mostrar cómo el gran experimento de un novedoso sistema
político y económico, será el ejemplo para el mundo.
Entonces, desde ese
punto de vista y ese análisis válido, yo pienso igual que tu, que la historia
de alguna forma definirá la naturaleza de estas acciones que, aunque en su
época fueran tal vez ilegales o injustas, y en estos momentos pueden ser
dolorosas e injustificables para México, es muy seguro lo sean durante muchos
años, para mantenerse como una de las grandes heridas que hagan muy difícil la
relación entre los dos países.
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