Friday, October 28, 2016

Conversaciones con el tio Gilberto. Un liberal mexicano XXVIII



REFLEXIONES LIBERTARIAS

Ricardo Valenzuela
Image result for cowboys and cattle
Toño le inquiero ahora; ¿que sucedió con mi tío luego de la publicación del Plan Hermosillo? Bien, me revira el viejo abogado. Te quiero decir que don Gilberto se había opuesto a cualquier revolución violenta pero, al ver que el mismo Calles operaba las palancas de la represión para destruir cualquier tipo de oposición a su proyecto, fue convencido, en especial por un hombre que el estimaba mucho; el General Topete, de que no había mas forma de responder ante la actitud del que ahora ellos llamaban El Turco.




Este grupo totalmente opuesto a Calles al mando del General Gonzalo Escobar, inician una revuelta la cual de inmediato fue derrotada por el ejercito federal y en el caso de Sonora, tendría una participación muy activa un joven General quien luego seria bien recompensado por el mismo Calles: Lázaro Cardenas. El gobernador de Sonora era el Gral. Topete quien junto con Francisco Manso y Román Yucupicio, eran tal vez los militares mas obregonistas del estado y, habían combatido al lado de Obregón durante todas sus exitosas campañas. Todos ellos se rebelaban ante lo que muy claramente era el plan Callista para seguir controlando el país.



Grupos importantes de la politica nacional expresaban ya su descontento con las maniobras de Calles e inclusive, hombres como Vasconcelos, lanzaban ataques agresivos contra a quienes llamaba los pretorianos y continuistas del poder. Calles por su parte, había ya echado a funcionar su maquinaria la cual sería el sello de la politica mexicana durante los siguientes 50 años. En Sonora los diarios controlados por el estado ejecutaban una campaña en contra de don Gilberto en la cual, entre otras cosas lo calificaban de obregonista, iluso y sobre todo, alguien que no estaba realmente enterado de los problemas del país por haber permanecido tantos años en el extranjero. Una de las grandes criticas de don Gilberto al gobierno de Calles, era la injusta persecución religiosa.



El Gral. Topete abandonaba luego la gubernatura para ocupar la subjefatura del movimiento en el estado y era sustituido por el Secretario de Gobierno don Jesus Lizárraga. Paralelamente en Veracruz, Coahuila, Durango y Chihuahua, los jefes de las fuerzas armadas se adherían al Plan de Hermosillo, que desconocía a Portes Gil como presidente provisional y acusaba a Calles de no respetar la voluntad del pueblo. El plan reconocía el Gral. Escobar como jefe del movimiento a quien se facultaba para dirigir la campaña militar y, dictar todas aquellas medidas que en orden militar reclamara el triunfo del movimiento y los intereses de la nación.



Pero la rebelión sería sofocada de forma rápida cuando el mismo Calles al mando de las tropas cercaba su propio estado con la ayuda de Cardenas desde Sinaloa, y la de otro joven Gral. desde Baja California; Abelardo Rodriguez. Curiosamente tu padre luego ya cuando Rodriguez había sido presidente y ocupaba la gubernatura de Sonora, establecería una buena amistad con él, porque en el fondo Rodriguez siempre admiró a don Gilberto y esa fue la avenida que la facilitaría. Al fracasar la rebelión en contra de Calles, don Gilberto tuvo que abandonar el país y fijaba su residencia en El Paso, Texas. El obregonismo quedaba, así, definitivamente extirpado de la politica nacional y con ello, las esperanzas del Mexico libre que ese gran hombre había soñado.



En los meses de mayo a junio de 1929 tuvo lugar la última asonada militar con fines de evitar el que Calles consolidara la toma total del país. Fue por ello que se inició el Plan de Hermosillo lanzado por algunos generales que apoyaban la candidatura de don Gilberto. El jefe del movimiento fue el comandante militar del Estado de Coahuila, José Gonzalo Escobar, y abarcó las entidades de Veracruz, Sonora, Chihuahua, Nuevo León, Coahuila y Durango.

Escribe uno de los paleros del gobierno. “Esta asonada constituyó el esfuerzo final de la oposición oligárquica por impedir la puesta en práctica de la nueva política basada no en caudillos sino en instituciones.” Esa frase es una de las burlas más crueles en contra del pueblo, me afirma Antonio ahora casi gritando. Era una rebelión en contra de las cadenas que le cernían al país para mantenerlo prisionero durante casi un siglo.

Escribe otro me dice ahora mostrándome el recorte. “En esta insurrección tomaron parte 17,000 soldados y oficiales que representaban el 28% del ejército nacional. En la derrota del alzamiento jugaron un papel destacado las fuerzas irregulares de campesinos. J. Guadalupe Rodríguez , dirigente de la Liga Nacional Campesina y del Partido Comunista Mexicano, organizó un gran contingente de campesinos armados que debilitó a los grupos escobaristas en Durango, Zacatecas y La Laguna.” El partido comunista era la columna vertebral del movimiento en contra de esa rebelión pro libertad

Contra esta asonada se organizaron tres divisiones al mando de los generales Cedillo, Almazán y Cárdenas. A mediados de abril, el general Escobar, junto con otros dirigentes, se refugió en Estados Unidos y se extinguió completamente la lucha.

En mayo de 1929, Calles –Secretario sustituto de Guerra y Marina- comunicó que la rebelión había sido dominada. La derrota de la revuelta escobarista facilitó el camino para que las futuras pugnas en el seno de la clase dominante se resolvieran sin recurrir a la lucha bélica.



Sin embargo, hubo otro movimiento interesante de oposición a la tenaza que Calles le aplicaba a Mexico y el cual, pienso nunca se le ha dado la importancia histórica que tuvo. José Vasconcelos levantaba también su bandera democrática en contra de la formación del PNR, buscando la candidatura a la presidencia apoyado por intelectuales, universitarios, politicos en desacuerdo con los planes de Calles y lo mas interesante, grupos de profesionistas liberales que veían como se diseminaba el germen de la nueva dictadura revolucionaria. Es curioso como Vasconcelos quien se encontraba en Los Angeles, iniciara su campaña en Nogales ratificando la gran importancia política que Sonora había adquirido luego del triunfo del Plan de Agua Prieta.



Vasconcelos con lo que algunos calificaban de inocencia, pensó que podía realmente contender en una lucha democrática limpia y no acudía a las armas. Pero su participación sería el primer ejemplo de las nuevas estrategias de fraude electoral, de represión e inclusive llegando hasta el asesinato, que se identificaban ahora como la nueva firma revolucionaria para mantener el poder. Vasconcelos permanecería en Sonora hasta el dia de la elección y para el 17 de noviembre, el tinglado de la imposición estaba ya bien montado. Un dia antes fueron encarcelados todos los dirigentes vasconcelistas. En estas elecciones el partido inauguraba las prácticas de fraude y acarreo y a los partidarios de este hombre, no les quedó mas que permanecer vigilantes pero cegados por la impotencia.



Con esos preparativos a nadie sorprendería el resultado de la elección la cual, daba el 94% de los votos para el candidato del PNR, poco mas de un 5% para Vasconcelos, y tan solo el 1% para el candidato comunista. Si meses antes había sido necesario el ejército para acabar con el Valenzuelismo, ahora con todo el aparato y la fuerza del estado, el PNR aniquilaba a los antirreelecionistas y su candidato. Consumado el fraude electoral, el gobierno no descansaría hasta sacar a Vasconcelos del país. Sus seguidores fueron perseguidos, encarcelados e inclusive asesinados. Un dia después de la elección hubo un conato de rebelión que de inmediato fue igual, sofocado y Vasconcelos encadenado, fue llevado hasta Nogales por una escolta militar.



De esa forma Calles se consolidaba totalmente como el hombre fuerte del país y, el Maximato se fortalecía como nunca. El movimiento en contra de Calles y luego su derrota, había servido para purgar al país de los pocos liberales puros con los que contaba Mexico. Don Gilberto así como Vasconcelos, eran sin lugar a dudas liberales de cepa pero con una gran conciencia social que, en esos momentos era algo fundamental para una patria destrozada por los años de lucha. Por designios del destino o por lo que tu quieras, Obregón estaba muerto, don Gilberto exiliado al igual que Vasconcelos y ello, le dejaba vía libre a Calles para construir sin estorbos, lo que luego se conocería como; “la dictadura perfecta.”



A principios de 1929 pocos hubieran creído que la bonanza que vivían los países industriales, pronto habría de transformarse en una profunda crisis de proporciones inimaginables. Sin embargo, esa crisis hizo erupción la última semana del mes de Octubre. El desplome del mercado de valores de Nueva York aquel martes negro, le daba una avenida a la historia que marcaría profundamente el futuro de la humanidad, especialmente durante los siguientes cincuenta años. Ello era el tiro de gracia para el liberalismo clásico y así, el mundo en diferentes niveles, abrazaría el nuevo socialismo.




No comments:

Post a Comment