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“Lo primero que tenemos que definir es
cómo la libertad económica transita de la mano con desarrollo y
prosperidad en los países que la promueven. Las naciones más ricas del
mundo son aquellas que en su momento liberaron sus economías y, a pesar
de los retrocesos del siglo pasado, aun mantienen cierto grado de
libertad que permite a sus ciudadanos caminar hacia la persecución de
sus sueños bajo el esquema que Milton Friedman definiera como: “Libres
para elegir.”
“Tú conoces bien el Índice de Libertad
Económica que se publica cada año calificando los países del mundo de
acuerdo a esas libertades. También sabes que los países que ocupan los
primeros diez lugares generan el 90% del PIB mundial y durante años,
Hong Kong ha ocupado el primer lugar de esa definición. Es decir,
cualquier persona, con sentido común, entiende que una sociedad libre
es la fórmula para provocar desarrollo económico. Sin embargo, esa
libertad que bogaba durante el siglo XIX, se ha ido perdiendo cuando
los gobiernos se han estado expandido de forma monstruosa invadiendo
recintos que fueran sagrados de la sociedad civil.”
“Lo que señalas en la primera parte de
tu artículo, ha sido el credo de toda América Latina desde su
descubrimiento hasta los días presentes. En el caso de México, las
guerras entre liberales y conservadores fueron la horma con la que se
dibujara la fisonomía de una nación que nunca conociera la libertad. El
positivismo de la era Porfiriana aportaban la pólvora que detonara la
revolución de 1910 que se iniciara como liberal, y terminara atrapada
entre las garras del nuevo estado interventor y dueño de las vidas, el
presente y el futuro de los mexicanos.”
“El monumento a la libertad económica
que se erigiera en los EE.UU. durante el siglo XIX, inició su derrumbe
con el estallido de la primera guerra mundial y la segunda sería el
tiro de gracia para la humanidad. Para 1945 el mundo ya estaba
aprisionado entre los tentáculos del gran estado interventor. Sin
embargo, en los años 50 un hombre llamado John James Cowperthwaite
llegaba a una pobre colonia del Imperio Británico que fuera parte de
China: Hong Kong. Durante los siguientes 30 años se dedicaría a
construir un bastión de libertad en un mundo que la había perdido casi
en su totalidad, para convertirlo en el milagro económico del siglo
XX.”
En esos momentos el Dr. Strong procede
a mostrarme un video titulado: “Charter Cities.” En el aparece el
economista de moda en los EE.UU. y creador del concepto, Paul Romer,
explicando lo que es una Charter City. La primera escena nos muestra
unos estudiantes en un país Africano quienes, para poder estudiar de
noche, debían de salir a las calles y utilizar el alumbrado público.
Sin embargo, señala Romer cómo todos ellos portaban sus teléfonos
celulares y surge la pregunta ¿Cómo es posible que en medio de tal
pobreza no tengan energía eléctrica en sus casa pero si porten un
celular? “La respuesta es simple, afirma Romer. “Son las reglas que
encuadernan la producción de dos cosas: La energía eléctrica regida por
las malas reglas de ese gobierno, y los celulares producidos bajo
buenas reglas de un mercado libre. Las primeras hacen que el producto
sea malo, caro y escaso, las segundas provocan que el producto sea
bueno, disponible, barato y el comprador tenga alternativas.
Es decir, las malas reglas del
gobierno dictan que la electricidad se debe ofertar por un monopolio,
barata y subsidiada. Por lo mismo, sin permitir competencia, la
compañía estatal de electricidad siempre estará generando pérdidas sin
capacidad para innovar, reinvertir, mejorar su producto.
Pero ¿se pueden cambiar esas reglas?
Romer asegura es un proceso difícil pero, con la debida creatividad,
definitivamente es posible. “El secreto, continua Romer, es ofrecer
alternativas tanto a la sociedad como a sus líderes políticos. El
camino equivocado es tratar de cambiar las reglas a base de coerción y
enfrentamientos.”
En seguida Romer muestra una serie de
fotografías de nuestro planeta tomadas por la NASA desde el espacio
captándolo de noche. Es impresionante observar la bella iluminación de
los países desarrollados y la negra oscuridad que abraza al tercer
mundo. En un recuadro señala China con esa hermosa concentración de luz
llamada Hong Kong, y entonces procede: “Alrededor del año 1500, China
era la civilización más avanzada del mundo, sin embargo, durante los
siguientes siglos permaneció adormecida para luego caer en las garras
del comunismo a mediados del siglo XX. Después de una gran humillación,
anarquía y desorden, en 1979 iniciaron un ambicioso cambio de reglas.”
A la muerte de Mao surgía un nuevo y
enigmático líder; Deng Xiaoping, quien de inmediato presionara para el
abandono de los principios Estalinistas de planeación central, estado
propietario, sustitución de importaciones etc. Este hombre entendió que
una tarea de esa magnitud era imposible llevarla a cabo de un plumazo
en todo el territorio de China. ¿Qué fue lo que hizo? Tomó el modelo de
Hong Kong para establecer una zona de libertad económica similar, y
después repetirlo en catorce nuevas ciudades que se establecieron en
toda la costa del país. Es decir, Den Xiaoping cambiaba las malas
reglas pero no de toda la nación, sino de las nuevas ciudades
ofreciendo “libertad para elegir.”
Esas ciudades nacían mediante un
Charter (autorización) de libertad económica. De esa forma los chinos
adquirían la “libertad de elegir” si querían permanecer en el viejo
estado comunista, o las noveles ciudades capitalistas y libres. Es
decir, los cambios de reglas se llevaron a cabo sin coerción y bajo
libertad. ¿Qué fue lo que sucedió? China desde entonces reporta
crecimientos anuales del 10 al 12% y se ha convertido en la tercera
economía del mundo. A este ritmo, se estima que para el año 2025 China
deba ser la economía más grande del mundo y su PIB se sitúe al nivel del
combinado y sumado de EE.UU., Japón y Europa.
Pero ¿Cómo han financiado proyectos de
esta magnitud cuando China era pobre? “Buena pregunta” me revira
Michael. “Mira, básicamente utilizando el odiado esquema capitalista de
revaluación de tierra. Al momento de transferir la propiedad de los
terrenos para las nuevas ciudades, el sólo hecho de pasar de propiedad
estatal a privada mas el esquema de Charter, enviaba el valor de los
terrenos a N potencia y eso ha producido capital suficiente para
infraestructura y el resto de necesidades cuando se venden a los nuevos
habitantes, normalmente empresas internacionales.”
¿Cuál ha sido el “misterioso secreto”
de China? Primero las zonas libres y en seguida las Charter
(concesionadas) cities nacidas bajo “la libertad de elegir.” Eso le ha
permitido a China rescatar anualmente de la pobreza a más de 200
millones de sus habitantes e identificarse como la gran potencia
económica del siglo XXI. Bien, ahora pregunto ¿Cuál es la diferencia
entre ciudades concesionadas y ciudades libres? Michael sonríe y se
prepara……
"Prefiero la peligrosa libertad que una pacífica esclavitud."
Thomas Jefferson
Thomas Jefferson
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