Wikipedia

Search results

Monday, August 1, 2016

Mercosur: ¿la suerte está echada?

Víctor Pavón indica que en el Mercosur desde hace tiempos no rigen los principios jurídicos, sino el criterio político, y que permanecer en este bloque perjudica a Paraguay.

Víctor Pavón es Gerente Ejecutivo de la Asociación Paraguaya de Universidades Privadas- APUP y autor de los libros Gobierno, justicia y libre mercado y Cartas sobre el liberalismo.
Solo un escritor como Franz Kafka podría darnos una mano desde la literatura para comprender lo que ocurre en el Mercosur. ¿Un dictador como representante del bloque? Tanto desprecio por la justicia y por sobrevalorar el caudillismo populista en la política, hace que en nuestra región el escenario se vuelva kafkiano, esto es, una situación absurda, insólita, frustrante y surrealista.
La presidencia pro tempore para Venezuela —que sería igual a decir “apoyamos al régimen de Nicolás Maduro”, se configura con la famosa frase atribuida por Suetonio al emperador romano Julio César, en el momento en que este cruzara el río Rubicón: alea jacta est (la suerte está echada). Solo que esta vez va como una interrogante.



Con el advenimiento del socialismo del siglo XXI, el Mercosur recibió una estocada mortal en estos últimos años. Presidentes de la República, cancilleres, ministros, políticos y hasta organismos de derechos humanos contemplaron sin ruborizarse el grave deterioro de los derechos ciudadanos. Y fue en el Mercosur donde se dieron los pasos de riesgo; pasos que llevan finalmente a la confrontación.
Y si bien hoy día este escenario es diferente a lo que antaño conllevaba a las guerras, lo que viene sucediendo en el bloque son señales de alerta por las reiteradas decisiones arbitrarias y violatorias del orden internacional. La institucionalidad jurídica se ve constantemente dañada; lo que supone ausencia de incentivos para el comercio internacional.
Esta extrema debilidad institucional le ha provocado graves daños al Paraguay. Desde el proteccionismo comercial, pasando por trabas arancelarias y el continuo aumento del Arancel Externo Común, hasta la suspensión en el año 2012 por un supuesto quiebre del orden democrático, el Mercosur se ha venido a convertir en un obstáculo en vez de ser una vidriera para mostrarnos al mundo para así atraer capitales, exportar todavía más y crear puestos de trabajo.
Esta vez, una nueva bofetada al Paraguay se está consumando. La presidencia pro témpore para Maduro no es más que la continuación del dogma impuesto de hacer valer el criterio político sobre lo jurídico, como en efecto en su momento lo dijo el presidente uruguayo, Pepe Mujica, para justificar la suspensión a nuestro país luego del juicio político constitucionalmente llevado a cabo.
En el Mercosur, por supuesto, desde hace bastante tiempo no rigen los principios jurídicos que avalan las buenas relaciones internacionales. Manda el criterio político, una conducta típicamente del subdesarrollo cuando deja de lado la variable jurídica, entendida ésta última como la establecida sobre valores y principios de justicia, igualdad ante la ley, así como el respeto irrestricto a la soberanía del individuo como poseedor de derechos inalienables de buscar su felicidad sin dañar a nadie.
El problema que tenemos con Venezuela para que acceda a la presidencia pro témpore del Mercosur no es con su pueblo, una sociedad que sufre el constante asedio de la violencia estatal para ni siquiera permitirles comprar o vender bienes y servicios de primera necesidad.
El problema con Venezuela se llama Nicolás Maduro y sus cómplices del socialismo del siglo XXI que siguen expoliando a su gente bajo el pretexto de la lucha en favor de los pobres que, en realidad y como se ha visto, consiste en una lucha de clases de raigambre marxista que hace finalmente a los pobres más pobres de lo que son. Entregar a Venezuela la presidencia pro témpore del Mercosur será un aliciente para el régimen bolivariano de Nicolás Maduro y así traicionar las esperanzas de un pueblo que padece las más detestables violaciones a sus libertades y propiedad privada.

No comments: