Quienes luchan por aumentar el tamaño del Estado, así como las regulaciones y las barreras arancelarias, seguramente (quieren) terminar como Venezuela o República del Congo
El Fraser Intitute, entendiendo la importancia de las libertades económicas para la inversión y para el bienestar de las sociedades, desde 1996 calcula el “Índice de Libertad Económica”. (Static)
Las libertades económicas son indispensables para aumentar la inversión y acelerar el crecimiento de un país. La incertidumbre legal, los altos impuestos, la precariedad de derechos de propiedad, y la excesiva regulación en los mercados financieros y de trabajo, tienen costos enormes en la vida de las personas ya que debilitan la confianza inversionista y, por lo tanto, aumentan el desempleo y la pobreza.
Sin embargo, parece que aún no se entiende la importancia de la libertad económica. En Colombia, como en otros países, son muchos los que piden cada vez mayor regulación. La gente celebra, por ejemplo, que se aumenten los impuestos a las empresas, porque creen que quitarles a los ricos para darles a los pobres es la solución. No caen en cuenta de que lo que piden es matar a la gallinita de los huevos de oro.
También vemos, con bastante frecuencia, grandes grupos de interés apoyados por personas incautas y de buena fe protestando para que aumenten las barreras arancelarias, bajo la falsa idea de que así se protege a la economía nacional. Y de igual manera, miles de colombianos piden aumentos en los subsidios, más empresas públicas y un Estado más grande, con la esperanza de que estas medidas mejoren la situación de todos. Ignoran que tales luchas son precisamente la causa de nuestras desgracias.
El Fraser Intitute, entendiendo la importancia de las libertades económicas para la inversión y, principalmente, para el bienestar de las sociedades, desde 1996 calcula el “Índice de Libertad Económica” para 157 países del mundo. Este indicador se construye utilizando cinco grandes variables que se describen en la siguiente tabla:
Áreas y componentes del índice de libertad económica elaborado por el Fraser Institute
Fuente: Elaboración propia. Información tomada del Índice de Libertad Económica en el Mundo, Informe Anual 2015. Fraser Institute.
Las dos primeras áreas son las más preocupantes para nuestro país. Que obtengamos una mala calificación en “Tamaño del Estado” implica que tenemos demasiados impuestos, elevado gasto público y subsidios, así como un número exagerado empresas estatales. Y que ocupemos el penoso puesto 127 en “Sistema jurídico y garantía de los derechos de propiedad” da cuenta de que nuestro marco institucional es débil a la hora de garantizarles a los individuos la seguridad física y jurídica de sus inversiones. La hipertrofia regulatoria contrario a generar confianza para los inversionistas, ha derivado en una baja confiabilidad en las instituciones.
Los puestos que ocupan otros países de la región, se resumen en el siguiente gráfico. Resaltando que Venezuela ocupa el último lugar de toda la lista:
Fuente: Elaboración propia. Información tomada del Índice de Libertad Económica en el Mundo, Informe Anual 2015. Fraser Institute.
Observe por ejemplo este gráfico en el que se muestra que el ingreso del 10% más pobre de la población es mucho mejor en los países con mayor grado de libertades económicas.
Ingresos del 10% más pobre vs. libertad económica
Fuente: Índice de Libertad Económica en el Mundo: Informe Anual 2015. Fraser Institute.
Libertad económica vs. Ingreso per cápita
Fuente: Índice de Libertad Económica en el Mundo: Informe Anual 2015. Fraser Institute.
Quienes luchan por aumentar el tamaño del Estado, así como las regulaciones y las barreras arancelarias, seguramente quieren terminar como Venezuela o República del Congo, países que hacen todo eso y están sumidos en la pobreza. Es sorprendente que, contra toda evidencia, en América Latina sigamos queriendo mayor regulación estatal. Contrario a pedir cada vez más dosis de la fórmula que ha llevado tantos países más a la miseria, debemos reconocer el triunfo de las economías orientadas al mercado y la derrota de aquellas en las que hay una fuerte planificación estatal.
Incremento en subsidios, salarios mínimos, mayor regulación laboral, barreras al comercio exterior, aumento del gasto público e incremento del número de empresas estatales. Estas, y otras más, son las propuestas que cada año pedimos y que por desgracia siempre se traducen en peores condiciones de vida para todos. La verdadera clave para disminuir la pobreza y aumentar el bienestar es incrementar la libertad económica, luchar por reducirla es ir en contra de toda prueba y condenarnos a la miseria.
No comments:
Post a Comment