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Wednesday, June 22, 2016

El terror fiscal

Alberto Benegas Lynch (h) considera que para devolver la carga tributaria a un nivel sensato es necesario comprender el rol del aparato estatal --que es limitado-- y partir de un presupuesto de base cero.

Alberto Benegas Lynch (h) es académico asociado del Cato Institute y Presidente de la Sección Ciencias Económicas de la Academia Nacional de Ciencias de Argentina.
A veces nos preguntamos que ha pasado en el mundo para que hayamos retrocedido tanto en algunos aspectos. Uno de estos aspectos muestra un evidente retroceso a la época de los faraones, los sátrapas, emperadores y reyes que trataban a sus súbditos como meros medios para succionarles el fruto de sus trabajos, lo cual fue rectificado con el tiempo.Tal vez el mayor apogeo de las libertades de las personas fue desde el Congreso de Viena a la Primera Guerra Mundial en Europa y a partir de fines del siglo xviii en Estados Unidos.



No pocos son los historiadores que atestiguan este último aserto. Por ejemplo, respecto de Europa, A. J. Taylor en su English History: 1914-1945 nos dice que “hasta agosto de 1914 un inglés podía pasar toda su vida sin notar la existencia del estado más allá del correo y de algún policía. Podía vivir donde quisiera y como quisiera. No tenía ningún número oficial ni cédula de identidad. Podía viajar y dejar su país sin permiso oficial y sin pasaportes. Podía intercambiar su moneda por cualquier otra divisa sin restricción o límite alguno. Podía comprar bienes de cualquier otro país en los mismos términos que lo hacía en el suyo […] A diferencia de otros países del continente, no tenía que pasar por el servicio militar […] Los ingleses pagaban en concepto de impuestos el 8% de la renta nacional”.
En Estados Unidos, las máximas generalizadas se basaban en el precepto jeffersionano en cuanto a que “el mejor gobierno es el que menos gobierna” y la participación estatal en el producto bruto interno se estimaba entre el 3 y el 6% hasta bien entrado el siglo xx, aunque ya en 1913 hubo un serio desbarranque con el establecimiento del impuesto progresivo y la banca central que requirieron sendas reformas constitucionales.
En el territorio argentino, en gran medida se siguieron los consejos de Juan Bautista Alberdi desde la Constitución liberal de 1853 hasta los años treinta del siglo siguiente. Consejos que consistían en que debía abandonarse la idea de las “máquinas fiscales” de la época colonial e igual que en el mundo estadounidense de la época eran inconstitucionales los impuestos directos, es decir los que percutían sobre las manifestaciones directas de la capacidad contributiva como las rentas, las ganancias y los bienes personales que afectan con más fuerza las tasas de capitalización y, en cambio, limitarse a los impuestos indirectos como a las ventas, al valor agregado y similares.
¿Qué ocurrió después en el mundo en general para que en esta materia se cambiaran los principios y valores en 180 grados? Ocurrió que las bases de la educación trocaron del liberalismo al colectivismo y, a su debido tiempo, eso se puso de manifiesto en la arena política.
Ahora resulta que el llamado contribuyente se ha convertido en un ser asustado y perseguido por los aparatos de recaudación tributaria. Se las pasa haciendo cálculos si podrá sobrevivir a los embates contra el fruto de su trabajo. Hay lugares en los que el contribuyente trabaja seis, siete o más meses del año para satisfacer las demandas del fisco. En lugar de alabar a los paraísos fiscales en cuanto a impuestos bajos, se ponderan los infiernos fiscales con una maraña de cargas tributarias y dobles imposiciones que ningún ciudadano normal puede entender, por lo que se ve obligado a recurrir a los “expertos fiscales”, lo cual no sería en absoluto necesario si se hubieran seguido los consejos originales de quienes abrieron las puertas de la libertad en las regiones mencionadas.
Se ha olvidado por completo que los gobiernos son empleados de la gente al efecto de proteger sus derechos y no súbditos como lo eran durante las épocas más oscuras en las que vivió el ser humano. Recordemos que el inicio de la experiencia más exitosa de la historia de la humanidad tuvo lugar con motivo de la rebelión fiscal respecto a los impuestos al té que Jorge iii intentó implantar a los colonos estadounidenses.
En esta instancia del proceso de evolución cultural, como queda dicho, los aparatos de la fuerza que denominamos gobierno son para proteger los derechos de los gobernados, muy especialmente a través de la justicia y la seguridad, dos aspectos clave que habitualmente los gobiernos no atienden ni remotamente con la suficiente eficacia, mientras se ocupan de una serie de reglones que no son para nada compatibles con una sociedad abierta.
Como también queda dicho, al gravar las ganancias y las inversiones éstas naturalmente se contraen lo cual necesariamente reduce salarios e ingresos en términos reales, es decir, perjudican muy especialmente a los más pobres puesto que son impuestos regresivos.
Claro que si el gasto público aumenta a pasos agigantados, la voracidad fiscal no tiene límites y recae con fuerza sobre cualquier objeto imponible. En este sentido, la curva Laffer ha sido mal interpretada y peor empleada ya que inmediatamente antes del punto de inflexión donde a una mayor presión tributaria la recaudación resulta menor debido a la destrucción del aparato productivo, se lo ha considerado como el punto óptimo de mayor eficiencia fiscal, cuando a lo que apuntaba Laffer —además del significado del recorrido de la curva— es al punto de menor presión impositiva para cumplir con las misiones específicas del gobierno.
Si el gasto público no se pone en caja, desde luego que no resulta posible una reforma fiscal que alivie los bolsillos de la gente. Hay demasiados palacios de ministerios inútiles y demasiadas reparticiones dedicadas a contrariar los preceptos republicanos. La revisión completa del organigrama y el presupuesto de base cero se tornan indispensables para contar son una estructura impositiva civilizada que se circunscriba a contribuir al respeto recíproco entre las personas. Los megalómanos deben mantenerse alejados de la función gubernamental.
Pero es que en la cabeza de la gran mayoría de los políticos está incrustada la idea de los supuestos beneficios de “la re-distribución de ingresos”, lo cual implica volver a distribuir por la fuerza lo que ya se distribuyó libre y voluntariamente en el supermercado y afines. En realidad, como sugiere Thomas Sowell, los economistas deberíamos dejar de hablar de distribución de ingresos, “puesto que los ingresos no se distribuyen, se ganan”.
Esta peregrina idea de la re-distribución nace del error de tratar el proceso producción-distribución como si fuera un fenómeno escindible cuando es parte del mismo proceso, uno es la contracara del otro.
Los efectos negativos de los impuestos directos, además de dar pie a que el fisco formule interrogantes insolentes e impertinentes, se agravan si las alícuotas son de carácter progresivo. Esto es así porque en primer lugar altera las posiciones patrimoniales relativas, esto es, contradice las directivas de la gente al asignar sus recursos en el mercado y, por ende, se derrochan los siempre escasos factores productivos.
En segundo lugar, el impuesto progresivo, como se ha consignado, resulta inexorablemente regresivo puesto que al afectar la inversión atenta contra los salarios de los más pobres. En tercer término, afecta gravemente la tan necesaria movilidad social ya que en la medida de la progresividad se bloquea el ascenso en la pirámide patrimonial y también el descenso puesto que los de mayor patrimonio quedan “protegidos” de los que no pueden ascender.
Por último, la progresividad resulta paradójica: se articulan discursos que revelan una permanente insistencia en que debe incrementarse la productividad y los mayores rendimientos, pero simultáneamente se castiga fiscalmente el aumento en la productividad y la mejora en los rendimientos.
En el origen de la tradición constitucional desde la Carta Magna de 1215 en adelante, la idea central consistía en establecer estrictos  límites al poder. En esa etapa el Parlamento se concibió para administrar el presupuesto y, sobre todo, para gravar en base a la representación popular pero sin facultades para gastar.
Conviene a esta altura repasar las diversas formas de esclavitud. Si estamos en nuestro mundo navegando en un sistema fascista, es decir, aquel en el que el mandamás del momento autoriza que las propiedades queden registradas a nombre de particulares pero en verdad usa y dispone el gobierno en un contexto de altísima presión tributaria, en esta situación cabe preguntarse en que quedaron los ideales de libertad que identifican la condición humana. ¿No somos si acaso esclavos modernos de una maquinaria infernal que opera en nombre de la democracia pero que en realidad es pura cleptocracia? ¿No serán finalmente ciertas las antiutopías de George Orwell (Eric Blair), Aldous Huxley y Taylor Caldwell?
En esta línea argumental, recordemos aunque más no sea un pasaje de la obra más conocida de la autora referida en último término que alude al futuro Estados Unidos: “Todo comenzó tan casualmente de modo tan fácil con palabras grandilocuentes. Comenzó con el uso desaprensivo de la palabra ´seguridad´. ¿Es que sus caracteres han sido debilitados y destruidos de tal manera que han entregado sus libertades y su humanidad a manos de los gobiernos? ¿No sabían que los poderes delegados al gobierno son la base de la tiranía?”
Solo los ciudadanos podrán vivir en paz cuando se comprenda el rol del aparato estatal, muy por el contrario mientras sigamos con la cantinela de reclamar el  “estado presente” lo tendremos muy presente en todas las manifestaciones de nuestras vidas y haciendas sin dar respiro, para usufructo de las castas gobernantes. Ya bastantes problemas presenta la vida en si para que se deba cargar con la pesada mochila de aparatos estatales que en lugar de proteger atacan y persiguen a personas pacíficas, mientras los delincuentes se esparcen por doquier (bandas que en no pocas ocasiones están formadas por los propios gobernantes).

El terror fiscal

Alberto Benegas Lynch (h) considera que para devolver la carga tributaria a un nivel sensato es necesario comprender el rol del aparato estatal --que es limitado-- y partir de un presupuesto de base cero.

Alberto Benegas Lynch (h) es académico asociado del Cato Institute y Presidente de la Sección Ciencias Económicas de la Academia Nacional de Ciencias de Argentina.
A veces nos preguntamos que ha pasado en el mundo para que hayamos retrocedido tanto en algunos aspectos. Uno de estos aspectos muestra un evidente retroceso a la época de los faraones, los sátrapas, emperadores y reyes que trataban a sus súbditos como meros medios para succionarles el fruto de sus trabajos, lo cual fue rectificado con el tiempo.Tal vez el mayor apogeo de las libertades de las personas fue desde el Congreso de Viena a la Primera Guerra Mundial en Europa y a partir de fines del siglo xviii en Estados Unidos.


Sunday, June 19, 2016

EE.UU.: "La docena sucia" de fraudes tributarios

Daniel Mitchell explica que "si usted no paga suficientes impuestos debido a las retenciones, el Servicio de Rentas Internas (IRS) le cobrará intereses y puede que penalidades. Pero si usted paga de más y se le debe un reembolso, el IRS trata su dinero como un préstamo libre de intereses".

Daniel J. Mitchell es Académico Distinguido del Cato Institute.
El Día de los Impuestos en EE.UU., el 15 de abril, pasó hace un par de semanas, y nuestros amigos del Servicio de Rentas Internas (IRS, por sus siglas en inglés), tienen una tradición relativamente nueva de proveer una lista anual de 12 “fraudes tributarios” que los contribuyentes deberían evitar.
Es una colección extraña, que comprende tanto recomendaciones para que los contribuyentes se protejan del fraude, como advertencias de que los contribuyentes sean completamente obedientes con todas las demandas del IRS.
No debería sorprender que la lista contiene cero advertencias acerca de las complejidad innecesaria y de la naturaleza punitiva del código tributario. Tampoco dice algo el IRS acerca de cómo los contribuyentes pierden la presunción de la inocencia si hay cualquier tipo de disputa con la agencia de impuestos. Tal vez es más importante que no hay un reconocimiento por parte del IRS de que gran parte de la “docena sucia” de fraudes tributarios solo existen porque hay una mala política tributaria.



Por supuesto, las burocracias estatales no están en el negocio de admitir sus propios defectos, o de señalar las malas decisiones de sus jefes políticos. Pero vale la pena mantener estos asuntos en mente conforme revisamos la “docena sucia” y tal vez aprender algunas lecciones no intencionadas.
Aquí está la lista del IRS, con cada fraude siendo seguido de análisis y comentarios.
Fraude #1
Fraudes telefónicos: Las llamadas telefónicas por parte de criminales que se hacen pasar por agentes del IRS siguen siendo una amenaza a los contribuyentes. El IRS ha visto un auge de estas llamadas en los últimos meses conforme los expertos en estafas amenazan con un arresto policial, con deportación, revocación de licencias y otras cosas. El IRS nos recuerda a los contribuyentes que estemos en guardia en contra de todo tipo de juegos que surgen durante cualquier temporada de declaración de impuestos.
Ayuda que el IRS esté advirtiendo a los contribuyentes de no creer a quienes llaman diciendo ser agentes. Pero tal vez vale la pena pausar por un momento y preguntar por qué los contribuyentes se encuentran expuestos a dichas estafas. ¿Es esto así porque el IRS tiene una muy merecida reputación de tratamiento severo y que la gente se asusta —y por lo tanto es susceptible— cuando recibe llamadas de criminales que se hacen pasar por agentes del IRS?
Si EE.UU. tuviese un sistema tributario relativamente benigno, como el impuesto uniforme de Hong Kong, es altamente improbable que los contribuyentes sufrirían de una combinación tóxica de susto y susceptibilidad, combinación que habilita el comportamiento criminal.
Fraude #2
Fraude electrónico: Los contribuyentes necesitan estar alertas en contra de correos electrónicos falsos o sitios Web falsos que roban información personal. El IRS no le enviará un correo electrónico acerca de una cuenta o de un reembolso de la nada. No haga click en uno que diga que viene del IRS y que lo tome por sorpresa. Los contribuyentes deberían sospechar de hacer click en correos electrónicos y sitios Web extraños porque podrían ser estafas para obtener su información personal.
Seguramente, es algo bueno que el IRS esté advirtiendo a la gente acerca de los peligros asociados con las estafas no solicitadas. Pero tenemos que preguntarnos una vez más por qué los contribuyentes son vulnerables a correos electrónicos extraños. ¿Tal vez será porque el IRS tiene un poder tan inmenso que mucha gente es intimidada y concede sin pensar aún cuando una situación merece un escepticismo prudente?
En un sistema simple y justo de impuesto uniforme, en cambio, es difícil imaginarse que este tipo de estafa tenga éxito. Después de todo, el IRS solo necesitaría saber el tamaño de su hogar y un poco de números más en su formulario W-2.
Fraude #3
El robo de indentidad: Los contribuyentes necesitan estar alertas al robo de identidad, especialmente alrededor de la época de declarar impuestos. El IRS continúa persiguiendo de manera agresiva a los criminales que envían declaraciones fraudulentas utilizando el número de seguridad social de otra persona. El IRS está mejorando en este frente pero los contribuyentes todavía necesitan ser extremadamente cuidadosos y hacer todo lo que puedan para evitar convertirse en una víctima.
Esto no es un problema limitado al IRS y al código tributario. Hay mucha gente mala buscando robarse dinero mediante el robo de identidad. Así que no queda claro lo que el IRS pretende lograr, más allá de intentar aparecer como si estuviese preocupado con nuestro bienestar.
Muchos contribuyentes puede que no estén molestos con que su identidad sea robada si significara que el ladrón también heredara sus obligaciones ante el IRS. Desafortunadamente, así no funciona.
Fraude #4
Fraude del preparador de la declaración: Los contribuyentes necesitan estar atentos a los preparadores sin escrúpulos. La gran mayoría de los profesionales tributarios proveen un servicio honesto y de alta calidad. Pero hay algunos preparadores deshonestos que establecen su negocio cada temporada de declaraciones tributarias para perpetrar fraude de reembolsos, robo de identidades y otros fraudes que perjudican a los contribuyentes. Los preparadores de declaraciones son una parte vital del sistema tributario de EE.UU. Alrededor de 60 por ciento de los contribuyentes utilizan profesionales tributarios para preparar sus retornos.
Una vez más, tenemos un ejemplo del IRS poniéndose así mismo en el rol de padre preocupado, advirtiéndonos a nosotros los niños de estar en guardia ante las personas sospechosas y deshonestas. Esa es una postura semi-admirable del IRS, aunque el problema verdadero es que el código tributario se ha vuelto tan abrumadoramente complejo que más del 60 por ciento de los contribuyentes se sienten obligados a obtener asistencia profesional.
Si tuviésemos un sistema tributario sencillo y justo, gran parte de esto sería innecesario. Con un impuesto uniforme, por ejemplo, completar una declaración de impuestos podría ser la tarea de colegio de un niño en primaria. De esta forma, el riesgo de robo de identidad por parte de un preparador sospechoso de declaraciones tributarias desaparece.
Fraude #5
La evasión de impuestos en el extranjero: La reciente serie de acciones de ejecución de la ley en contra de quienes hacen trampa con los impuestos en el extranjero y en contra de las organizaciones financieras que los ayudan muestra que es una mala apuesta esconder el dinero y el ingreso en el extranjero. A los contribuyentes les conviene presentarse voluntariamente y hacer que sus impuestos y requisitos de declaración de impuestos estén en orden. El IRS ofrece al Programa de Divulgación Voluntaria de Cuentas Offshore (OVDP, por sus siglas en inglés) para ayudar a las personas a poner en orden sus impuestos.
Finalmente, llegamos a un ejemplo del IRS amenazando a los contribuyentes en lugar de pretender ser nuestro amigo. La agencia tributaria parece implicar que es ilegal tener una cuenta extranjera. Solamente si lee las letras chiquitas es que el IRS reconoce que tales cuentas son legales y que “hay razones legítimas para mantener cuentas financieras en el extranjero”. Así que el verdadero propósito de enlistar esto como un fraude es intimidar a la gente para que esta reporte dichas cuentas y pague impuestos.
Por supuesto, si tuviésemos un sistema tributario bueno sin doble tributación del ingreso que es ahorrado e invertido, así como también sin tributación extraterritorial sobre el ingreso que es obtenido —y desde ya sujeto a tributación— en el extranjero, entonces esta cuestión en general desaparecería.
Fraude #6
Los reclamos de reembolsos inflados: Los contribuyentes necesitan estar en guardia ante cualquiera que prometa retornos inflados. Sea sospechoso de cualquiera que les pida firmar una declaración en blanco, prometa un reembolso grande antes de mirar sus récords, o que cobre sus servicios como un porcentaje del reembolso. Los artistas de estafas utilizan volantes, publicidad, oficinas falsas y los rumores a través de grupos comunitarios e iglesias en busca de sus víctimas.
Aquí hay otro caso en el que IRS actúa como nuestro padre preocupado conforme los burócratas nos advierten acerca de los sospechosos preparadores de declaraciones de impuestos. Pero tal vez no tendríamos un problema tan grande si el IRS no tendría un historial tan terrible de pagarle a gente que hace reclamos falsos. La tasa de fraude por concepto del crédito por ingresos generados (EITC, por sus siglas en inglés, un programa de redistribución del ingreso operado por el IRS) es muy alta, conduciendo a miles de millones de dólares de pagos inmerecidos cada año, así que tal vez el IRS debería dejar de tirar piedras en su casa de vidrio.
La verdadera solución a este fraude es la reforma tributaria de tal manera que el código tributario sea simple y no contenga en sí programas de gasto como el EITC que atraen a los estafadores.
Fraude #7
Las caridades falsas: Los contribuyentes deberían estar en guardia en contra de los grupos que se hacen pasar por organizaciones caritativas para atraer donaciones de contribuyentes ingenuos. Los contribuyentes deberían tomarse un poco de minutos extra para asegurarse de que su dinero vaya a las caridades legítimas y que actualmente están habilitadas para recibirlo. IRS.gov tiene las herramientas que los contribuyentes necesitan para revisar el status de las organizaciones caritativas. Tenga cuidado con las caridades cuyos nombres son similares a las organizaciones conocidas a nivel nacional.
Qué considerado de parte del IRS advertirnos acerca de los impostores que representan a caridades falsas. Aunque es un tanto irónico que la burocracia nos advierta acerca de caridades falsas cuando era el mismo IRS el que estaba utilizando mal su poder por razones de sesgo político antes de las elecciones de 2012 y retardando el status tributario adecuado a las organizaciones legítimas sin fines de lucro.
Este es otro problema tributario que desaparece con el tipo adecuado de reforma. En un sistema de impuesto uniforme, ya no hay deducción caritativa alguna, así que no hay riesgo de que se agregue un daño a otro al darle dinero a caridades sin credenciales y de meterse en problemas con el IRS.
Fraude #8
Esconder el ingreso con documentos falsos: Esconder ingreso tributable al entregar falsos formularios 1099 u otros documentos falsos es un fraude que siempre deberían evitar los contribuyentes para protegerse así mismos. La mera sugerencia de falsificar documentos para reducir la cuenta tributaria o inflar los reembolsos tributarios es una gran bandera roja cuando se utiliza a un preparador pagado de declaraciones de impuestos. Los contribuyentes son legalmente responsables de lo que está en sus declaraciones sin importar quién prepara esos retornos.
Aquí está nuestro segundo ejemplo del IRS haciendo el papel del padre amenazador en lugar del padre preocupado. Se nos está advirtiendo que no exageremos las deducciones o subestimemos el ingreso. Este es otro caso en el que IRS está siendo hipócrita dado que hace cumplir políticas tales como la depreciación, que obliga a los negocios a exagerar su ingreso. Y hay numerosas provisiones en el código tributario —como el impuesto sobre las ganancias de capitales, la doble tributación a los dividendos, la segunda capa impuestos sobre los ahorros, y el impuesto a la muerte— que resultan en un solo dólar de ingreso siendo tributado más de una vez.
Así que, ¿por qué no hacemos un compromiso? Nosotros pagaremos el impuesto que corresponde al nivel que corresponde de ingreso si el IRS acepta tomar solo una mordida de la manzana. Pero no aguante la respiración hasta que los políticos hagan este tipo de reformas.
Fraude #9
Los refugios fiscales abusivos: Los contribuyentes deberían evitar utilizar estructuras tributarias abusivas para evitar pagar impuestos. El IRS está comprometido con detener los esquemas complejos para evitar impuestos y a las personas que los crean y venden. La gran mayoría de los contribuyentes pagan su porción justa, y todos deberían estar en guardia ante la gente que vende refugios fiscales que suenan demasiado buenos para ser verdad. Cuando estén dudando, los contribuyentes deberían buscar una opinión independiente acerca de los productos complejos que se les ofrecen.
Para nuestro tercer ejemplo del IRS en su papel de padre amenazador, la burocracia se involucra en unos juegos de palabras muy deshonestos. Básicamente implica que la “evasión tributaria” está en contra de la ley, pero eso es falso. Las cortes varias veces han decidido que tenemos el derecho de aprovechar cualquiera y todas las provisiones que nos permitan minimizar legalmente la cantidad de ingreso que es desplazada hacia Washington. Por cierto, esto incluye a cualquier hogar que toma una deducción por hipoteca de vivienda o que reclama exenciones personales.
Seguramente, sería agradable si el código tributario fuese tan sencillo y justo que no hubiese tantos huecos y espacios bizantinos que prácticamente solo sirven para enriquecer a los políticos, los abogados tributarios, y los contadores. Así que cuando vea al IRS promoviendo un impuesto uniforme, en ese entonces creeré que están pensando en nuestros intereses.
Fraude #10
Falsificar ingreso para reclamar créditos: Los contribuyentes deberían evitar inventar ingreso para reclamar créditos tributarios de manera errónea. Los contribuyentes algunas veces son persuadidos a hacer esto por los estafadores. A los contribuyentes les conviene declarar la información de la manera más precisa posible porque son legalmente responsables por lo que está en su declaración.
En el Fraude #6, el IRS nos advirtió de manera benevolente acerca de los preparadores sospechosos de declaraciones de impuestos que prometen reembolsos de impuestos inflados. Este es más o menos el mismo asunto, solo que esta vez el IRS está haciendo el papel de padre amenazador. Como se indicó anteriormente, el EITC tiene una tasa alta de fraude debido al descuido e incompetencia del IRS, así que es difícil tomar en serio las advertencias de la burocracia acerca de realizar declaraciones imprecisas.
Seguramente, sería agradable si el IRS no estuviese en el negocio de operar un programa de redistribución de ingresos. A final de cuentas, todos los programas ajustados para las necesidades deberían devolverse a los estados y ciudades.
Fraude #11
Reclamos excesivos de créditos por impuestos a los combustibles: Los contribuyentes necesitan evitar los reclamos de créditos por impuestos. El crédito por impuesto a los combustibles está generalmente limitado a los negocios que usan combustibles fuera de las carreteras, incluyendo a la agricultura. Consecuentemente, el crédito no está disponible para la gran mayoría de los contribuyentes. Aún así, el IRS rutinariamente encuentra preparadores sin escrúpulos que han convencido a grupos considerables de contribuyentes de reclamar de manera errónea un crédito por impuestos a los combustibles para inflar sus reembolsos.
En este caso, el IRS está amenazando a los contribuyentes para disuadirlos de hacer falsos reclamos por concepto de créditos por impuestos a los combustibles, lo cual no parece ser una cuestión importante. Pero porque el IRS enviará un cheque a las personas que llenen el formulario, hay un gran incentivo para que las personas obtengan una porción de ese botín. Incluso es un área en la que el crimen organizado se ha beneficiado, defraudando al Estado.
Lo cual provoca la pregunta de por qué los políticos crearon un sistema así. ¿Por qué no simplemente tener un impuesto que se aplique a todos por igual y eliminar la habilidad especial de reclamar un reembolso para ciertos usuarios? Pero eso es lo que hacen los políticos, intercambian lagunas legales por dinero para sus campañas, que es una gran razón por la cual el código tributario se ha convertido en una monstruosidad de 76.000 páginas.
Fraude #12
Argumentos tributarios frívolos: Los contribuyentes deberían evitar utilizar argumentos tributarios frívolos para evitar pagar sus impuestos. Los promotores de esquemas frívolos alientan a los contribuyentes a realizar afirmaciones irracionales y estrafalarias para evitar pagar los impuestos que deben. Estos argumentos están equivocados y han sido desestimados en las cortes. Mientras que los contribuyentes tienen el derecho de cuestionar sus obligaciones tributarias en las cortes, nadie tiene el derecho de desobedecer la ley o desconocer su responsabilidad de pagar impuestos. La penalidad de entregar una declaración de impuestos frívola es de $5.000.
Al IRS le fastidia un poco cuando los contribuyentes dicen que la Enmienda No. 16 (que permite la tributación al ingreso) no fue adecuadamente ratificada o cuando dicen algo acerca de que el impuesto sobre la renta como está estructurado actualmente es ilegal. Y las personas que afirman estas cosas suelen meterse en serios problemas legales, así que tiene sentido hacerle caso a la amenaza implicada del IRS en este punto.
Pero tal vez el sistema tributario no provocaría tanta hostilidad y falta de respeto si fuese sencillo, transparente, justo y si condujera al crecimiento.
Y esa podría ser la lección general que podemos aprender conforme concluimos nuestro análisis.
Cuando el impuesto sobre la renta fue implementado por primera vez en 1913, la tasa tributaria más alta era de solo 7 por ciento, el formulario de impuestos era de tan solo dos páginas, y el código tributario era fácil de comprender.
Pero ahora que han pasado 100 años, el sistema tributario se ha vuelto un lío, como un barco incrustado con tantos percebes que ya no puede funcionar.
Aún así el apetito de gastar de la clase política es tan insaciable que al IRS se la ha ordenado exprimir porciones cada vez mayores de dinero, particularmente de los llamados ricos. Esto resulta en tasas de impuestos punitivas, que los economistas alrededor del mundo reconocen que crean enormes incentivos para esconder, proteger y reportar de manera incompleta el ingreso.
De manera perversa, los políticos y los que hacen cumplir el pago de los impuestos luego responden con más técnicas costosas de hacer cumplir la ley y con estratagemas tontas tales como la lista anual de “la docena sucia”.
Pero también démonos cuenta de que algunos fraudes no están en la lista del IRS. Por ejemplo, si usted no paga suficientes impuestos debido a las retenciones, el IRS le cobrará intereses y puede que penalidades. Pero si usted paga de más y se le debe un reembolso, el IRS trata su dinero como un préstamo libre de intereses.
O, considere esto: el IRS lo penalizará, y muchas veces saltará a la interpretación más negativa, si sus récords están incompletos. Aún así el IRS ha respondido a los escándalos e investigaciones diciendo haber perdido los datos clave.
Otro ejemplo es el cumplimiento arbitrario —o la falta de cumplimiento— de las penalidades tributarias de Obamacare, que conduce a un sistema en que los factores políticos corrompen al Estado de Derecho.
No olvide el hecho de que el IRS requiere que los inversores paguen (una segunda capa) de impuestos sobre las ganancias capitales, incluso si un activo ha visto su valor caer luego de ajustar para la inflación.
En otras palabras, el núcleo del asunto es que el fraude más grande es todo el código tributario. Los ganadores son los traficantes de influencias o lobbyistas, los políticos, burócratas y aquellos bien conectados. Los perdedores son los trabajadores, inversores y consumidores estadounidenses.

EE.UU.: "La docena sucia" de fraudes tributarios

Daniel Mitchell explica que "si usted no paga suficientes impuestos debido a las retenciones, el Servicio de Rentas Internas (IRS) le cobrará intereses y puede que penalidades. Pero si usted paga de más y se le debe un reembolso, el IRS trata su dinero como un préstamo libre de intereses".

Daniel J. Mitchell es Académico Distinguido del Cato Institute.
El Día de los Impuestos en EE.UU., el 15 de abril, pasó hace un par de semanas, y nuestros amigos del Servicio de Rentas Internas (IRS, por sus siglas en inglés), tienen una tradición relativamente nueva de proveer una lista anual de 12 “fraudes tributarios” que los contribuyentes deberían evitar.
Es una colección extraña, que comprende tanto recomendaciones para que los contribuyentes se protejan del fraude, como advertencias de que los contribuyentes sean completamente obedientes con todas las demandas del IRS.
No debería sorprender que la lista contiene cero advertencias acerca de las complejidad innecesaria y de la naturaleza punitiva del código tributario. Tampoco dice algo el IRS acerca de cómo los contribuyentes pierden la presunción de la inocencia si hay cualquier tipo de disputa con la agencia de impuestos. Tal vez es más importante que no hay un reconocimiento por parte del IRS de que gran parte de la “docena sucia” de fraudes tributarios solo existen porque hay una mala política tributaria.