Wikipedia

Search results

Sunday, August 23, 2020

TRAIGO LA SANGRE CALIENTE


Ricardo Valenzuela
Hands on Wisconsin: Nancy Pelosi proceeds with impeachment ...
En medio de las confusiones naturales de una sociedad que ha logrado un alto grado de libertad y de progreso, surgen los inconformes profesionales con diferentes disfraces. En EU, cierta mano negra ha aprovechado ese desconcierto para avanzar una agenda que pareciera rescatada de una de las cintas de Alfred Hitchcock, y ya mantiene a mucha gente ofendida. Wilhem Roepke, antes de su muerte publicó un extraordinario libro titulado: “Las Fundaciones Morales de la Sociedad Civil”.

Su obra despertó mi interés porque no se trataba de uno más de esos empresarios de la religión que seguido aparecen en las pantallas de TV. Este hombre era un prestigiado economista penetrando un campo tan delicado como es la moral. El no giraba solo entre fórmulas y números, tampoco en el estudio económico tradicional de oferta y demanda. El apuntaba a lo que Mises llamaba “La Acción Humana”. A pesar de que reconocía el concepto de nación moderna, buscaba encontrar esas pequeñas agencias en las sociedades en donde se desarrollaban alianzas y lealtades sobre las cuales se cimentara la sociedad.


También publicaría obras sobre el mismo tema como; “La Crisis Social de nuestro Tiempo” y “El Orden Internacional e Integración Económica”. El titulo original de la obra que nos ocupa fue; “Civitas Humana”. Las dos palabras civitas humana reflejaban las tradiciones griegas de sus “polis”, o, la ciudad apropiada para el hombre. Cada polis había siempre tenido un estilo de vida hecho a la medida de sus habitantes. El lado humano de su obra fue mejor entendido en términos del humanismo cristiano de Erasmo o de More, no del moderno entendimiento del humanismo secular. Pero tenía la humildad para reconocer que no pretendía construir la Ciudad de Dios. Él era un científico social no un profeta religioso. Él no era San Agustín.

Pero si sabía que una cura genuina para la humanidad en decadencia no se encontraría en reformas institucionales, sino en una profunda y sincera introspección de parte de cada individuo. Sin embargo, también sabía que, las noches más largas y negras del alma y de la historia emergían, no de una invasión externa, sino de una infección interna que amenazaba le sobrevivencia de toda la humanidad. Él pensaba que el hombre tenía la obligación de aceptar culpas por sus corrupciones internas, aunque tuviera después que enfrentar los golpes externos que recibiría.

El mensaje más claro de Roepke fue que las naciones no eran destruidas por invasiones externas de bárbaros. Las sociedades en decadencia y presas de la desesperanza por lo que observaban: La tiranía económica y política, la regimentación, la centralización, la organización despótica de todas las avenidas de la sociedad, la destrucción de personalidad, totalitarismo y la rígida mecanización de la clase humana. Porque así el estado destruía no solo sus instituciones y sus valores que fueran el secreto de 3,000 años de progreso y desarrollo que orgullosamente designaban como Civilización Occidental. Era algo que también estaba robando a la sociedad su estructura orgánica, su soporte interno que le daba estabilidad y, más grave, expropiaba al individuo de ese propósito esencial que solo la libertad proporciona. Y, con la pérdida de libertad individual, todo vestigio de valor intrínseco y dignidad estaban falleciendo y, ya debilitadas, eran presa fácil para la conquista.

Lo que ha estado sucediendo en EU es la confirmación más dolorosa de lo que advirtiera este hombre sabio. Un proceso que ha forzado a la sociedad a renegar de su pasado, de sus principios morales, de su patriotismo, de su constitución. Tratan de linchar al presidente porque, según ellos, fue infiel a su esposa con otra mujer. Pero si la infidelidad hubiera sido con otro hombre, se hubiera convertido en héroe de esa cofradía infernal. Legislaron y celebraron el aborto a los 9 meses de gestación, el matrimonio homosexual, promueven y practican la pedofilia. Y aquellos que, por haber sido formados con valores que rechazan sus desviaciones, de inmediato son sentenciados y se convierten en blancos de su furia. En las universidades a las futuras generaciones les destruyen su individualidad, su amor por la familia, por su país, para confinarlos en ese campo de concentración atrapados por sus mentes dependientes, sin valores, sin aspiraciones superiores.

Y, en mi caso personal, me invade la tristeza al ver que mi nueva casa a donde llegara en busca de libertad y futuro para mis hijas después de haber sufrido los ataques gubernamentales en México está llegando a un nivel de pudrimiento, que haría lucir a nuestros saqueadores como Salinas, Peña Nieto, la Gordillo, como jueces en un concurso de ética profesional y de valores. Veo la forma en que este cáncer ha ido avanzando hasta alcanzar un nivel de cinismo y descaro para cometer sus crímenes a la vista de toda la nación, y no pasa nada. De esa forma inspiran a sus novatos debutando y a otros que están afuera suspirando por el día en que les abran las puertas de Alí Babá. En México nunca vi en acción delincuentes políticos tan malvados como la Pelosi, Schiff, Schumer, Nadler. Tampoco una hipocresía y desvergüenza como la de Biden, Obama, los Clinton. ¡Y tan admirados!

Políticos de ambos bandos se han unido a esta cofradía criminal y no se rigen por la constitución ni los valores tradicionales de God and Country. Ellos son regidos por sus odios, sus envidias, por las ordenes que reciben de Soros y, sobre todo, por ese encono enfermizo a quien les ganara la elección porque entre ellos militan los que quisieron y no pudieron, Bush, Hillary, Romney, McCain. Y esta cofradía no conoce límites, no respeta juramentos ni compromisos y frente a ellos, la mafia siciliana luciría como un grupo de monaguillos camino a una misa dominical.

Si Nixon hubiera vivido en estos tiempos políticos operando en la misma era, de inmediato lo hubieran dado de baja en su equipo de asaltantes por su deficiente productividad criminal. Pero, si lo mismo hubiera sucedido con Barry Goldwater, operando hoy día, como Jesucristo expulsara a los mercaderes del templo, con una reata tejida en los ranchos de Sonora, que tanto le gustaban, ya los hubiera sacado a reatazos del templo de sus fechorías y los mantendría en el viejo presidio de Yuma con temperaturas de casi 50 grados.

EU todavía no se ha dado cuenta que sus destructores no están en China, Rusia, Corea del Norte, o el Medio Oriente, sus verdaderos verdugos, como el caballo de Troya, están en el corazon de su país, muchos importados por Obama y, si no lo defienden, lo van a perder. Un grupo desalmado sin frenos que lo detengan, sin reglas de combate, sin respetar vidas que destrozan, traidores y tramposos. Y, en estos momentos, ya afilan sus cimitarras y afinan los planes de su emboscada al presidente. Se prepararan para, a como dé lugar, de la forma que sea necesaria, y como describen los militares el peor de sus ataques, “terminarlo con prejuicio extremo” y no continúe en la presidencia.
           

1 comment:

Anonymous said...

Buen comentario, muchas gracias. Seguiré tu blog.