REFLEXIONES LIBERTARIAS
Ricardo Valenzuela Torres
Con la mano temblorosa sobre el timón de la nave,
navegamos hacia el final de la segunda década del nuevo siglo, y las
predicciones de JD Davison inician su emergencia en el horizonte, como las
realidades que hoy vivimos. Una era de grandes transiciones acompañadas de
guerras, caos y violencia, sazonadas con aumento en la corrupción, declive
moral e ineficiencia, en la etapa final de un sistema que expira.
El derrumbe de la economía de EU en el 2008, abría la
avenida a Obama para convertirse en presidente, mientras Bush se retiraba
cargando con las culpas. Durante la campaña presidencial de Bill Clinton, el
consejero de la misma, James Carville, hizo famoso el grito; “es la economía
estúpido.” Señalaba así la importancia de esa ciencia en las conductas del
electorado. El buen comportamiento de la economía, que Newt Gingrich le
sirviera a Bill, le permitió constantemente violar la Constitución sin
consecuencias. Se iniciaba el festín.
Clinton parecía haber medido con gran precisión la
“aviada” de la actividad económica, puesto que, en la etapa final de su
administración—se sumía en una extraña recesión. En el último trimestre del año
2000, por primera vez en décadas, el PIB americano decrecía de forma agresiva.
Bush II le daba la bienvenida con un recorte de impuestos. Esos recortes fueron
causa de que el problema no se desbordara…en esos momentos.
La guerra librada aquellos días en el medio oriente,
“era por la economía.” Tony Blair, en uno de sus emotivos mensajes al
parlamento, lo expuso con su acostumbrada claridad. Habló de la
interdependencia de las economías mundiales afirmando: “Las bolsas de valores y
las economías del mundo, hoy día se construyen y derrumban todas juntas. La
inseguridad es una enfermedad contagiosa que se expande y nos ataca. La amenaza
muy real que enfrentamos es el caos del miedo”.
Una economía preñada de inseguridad no prospera, y es
lo que hemos vivido durante muchos años. Bush había asumido la presidencia en
medio de una recesión, pero los ataques terroristas de aquel Septiembre, la
sumieron en la incertidumbre y la recesión arreciaba. Los americanos, sintiendo
las amenazas, penetraron al nebuloso limbo que Keynes llamaba; “olas de
pesimismo.”—La economía de las expectativas racionales, en la cual los actores
del mercado entran en pánico temiendo lo que “puede suceder”, para, de esa
forma, provocar lo que tanto temen.
La guerra de occidente con el Islam, no es algo que
deba sorprendernos. Durante siglos los musulmanes invadieron Europa, llegando a
controlar las islas Rhodes en la Inglaterra del Siglo XV. En España mantuvieron
sus asentamientos durante casi 1000 años, hasta que fueran expulsados por los
reyes católicos. Durante el Siglo XIX, algunas potencias occidentales
conquistaron sus países estableciendo colonias, que luego abandonaran para
dejar “la víbora chillando” y el odio de los conquistados creciendo.
La mayoría de los países petroleros son sociedades
islámicas. A esas sociedades tradicionales, el dinero del petróleo las arropó
durante la escalada de precios, luego las golpeó con el efecto de un cañón de
agua. Disolvió patrones tradicionales de conducta, pero sin crear nuevas
estructuras políticas, economías modernas, o estados funcionales, para tomar el
lugar de lo viejo. La lucha por el petróleo arreció el odio hacia occidente y
dio vida a la revolución islámica en Irán, el fundamentalismo en Egipto, Osama Bin
Laden, y hoy día ISIS.
Al trasplantar ideas, costumbres, culturas
occidentales, a sociedades estancadas en la edad media, la riqueza del petróleo
fue para ellas totalmente desestabilizadora. El Islam pretende ahora
regresar el mundo a una era de teocracia, de guerra, de barbarie y su más
odiado enemigo es la modernidad representada por los EU. La economía mundial se
encuentra entrampada en esta recesión, entre otras cosas, cortesía de los
terroristas islámicos y el temor que siembran por el mundo, el cual
sigilosamente están invadido.
El aguafiestas de los 90s, J D Davison, en su libro,
“El individuo Soberano”, exponía esta posibilidad, e inclusive, anunciaba el
desliz de la economía internacional y el mundo en caos que hoy vivimos.
Pronosticaba el Islam desplazaría al comunismo como la ideología de
confrontación con el Oeste. Anunciaba también, cómo los EU enfrentaría el
terrorismo dentro de sus fronteras, provocando apasionados enfrentamientos
entre pro y anti inmigrantes.
En el inter, las organizaciones islámicas han
penetrado el corazón de los EU, e inclusive, tienen ya una ruta para transitar,
el “Plan América de la hermandad Musulmana”, presentado el día de hoy por
Brigitte Gabriel—una activista árabe cristiana—ante The Family Research Council
en Washington, como un desesperado grito de alerta. El plan incluye la
infiltración del país para sabotearlo desde su interior. Muchos de sus
miembros—ya residentes de EU—operan como consejeros de Obama en la Casa Blanca.
Hay ya más de 130 organizaciones islámicas operando en EU con ese mismo
propósito, su destrucción. Están en las universidades, la media, los negocios.
Hoy en la mañana el prestigiado analista Dave Kranzler
escribió: “Algo muy grave se aproxima y esto empieza a lucir como el 2008. Toda
la información económica privada, nos indica que la economía se desmorona y
explotará cualquier momento.” ¿Se derramaría el vaso?
La economía mundial se encuentra empantanada, y se ha
agravado con las gestiones de un Obama que pretendió encadenar el empuje, la
iniciativa y creatividad de los americanos, mediante olas de regulaciones,
impuestos, controles y mandatos, encabezando una de las administraciones más
corruptas y cínicas en la historia de EU. El crecimiento esperado para este año
de un raquítico 1.4%, representa un desplome de 40% frente al 2015, el declive
más dramático de los últimos 50 años.
En México, las promesas de Peña Nieto, crecimiento,
seguridad, trabajos, ética en la administración pública, se sitúan, igual que
el resto de las esperanzas de los mexicanos, en la sala de espera, mientras
gobernadores bandidos saquean impunemente los estados. Con la elección de presidente
de EU en puerta, el panorama para Mexico luce realmente gris, la gente lo
siente, la sociedad está lista para que inicie la operación de las expectativas
racionales.
Obama ha transformado los términos de la participación
global de los EU en seguridad, economía, en lo militar, la confianza mundial
sobre la cual se construyen los mercados. Nos muestra también, el que algunos
sus opositores están dispuestos a librar esa guerra interior contra el Islam
que él ha ignorado y apoyado. Es el peligro que representa la emergencia de un
Fortess americano, cuando ya se habla de la Anglo esfera (unión económica de
los países de habla inglesa). La tormenta se aproxima, los mercados ya
están hablando, y el barco México continúa navegando con las velas rotas.
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