La confusión intelectual en medio del progreso tecnológico
Por Armando Ribas
Cuanto más leo las noticias al respecto
del mundo en que vivimos, más confundido me siento por lo que considero
incongruencias indiscutibles. Este mundo que tal como escribiera William
Berstein en su The Birth of Plenty, comenzó hace tan solo unos
doscientos años. Así voy a comenzar con una confusión en un ámbito en el
que mi conocimiento científico es nulo, pero me voy a referir a los
hechos y las evidentes contradicciones que a mi juicio se manifiestan al
respecto. Comienzo pues con el recalentamiento global. Éste tiene dos
facetas. La primera es científica pero la segunda no menos importante es
ética y política. En cuanto a la primera no puedo menos que
sorprenderme que en el medio del recalentamiento global se produjera esa
tormenta de nieve, con hielo incluido en el noreste de Estados Unidos
por más de tres días. ¿Es que New York y Washington no son parte del
globo por imperialistas? Perdón por mi ignorancia pero este hecho
constituye una contradicción respecto al proceso mencionado.
Volviendo a Bernstein, quien dijo:
“Olvidamos que la sobrepoblación en el planeta es un fenómeno reciente,
un artefacto de la nueva prosperidad en el mundo. Antes de la era
moderna, el hambre, las enfermedades y las guerras más que superaban la
inclinación humana a la procreación”. Por ello en un reciente artículo
de Foreign Affairs de Jeremy Adelman sobre el capitalismo, reconoce que
antes del nacimiento del capitalismo el promedio de las personas en el
mundo tenían una estatura que no superaba los cinco pies y su
expectativa de vida era de 30-35 años. Entonces recordemos a Protágoras,
que dijo: “El hombre es la medida de todas las cosas, de las que son
que son y de las que no son que no son”. Es decir de los aciertos y los
errores, por ello el adelanto de la humanidad ha sido debido a las ideas
y la acción del hombre, que ha tenido que enfrentar en todo tiempo a la
naturaleza. Y ahora a los mosquitos sika.
Así se refirió Popper al mundo en que se
vivía hace más de cincuenta años, y dijo: “Yo no digo como Leibnitz que
nuestro mundo es el mejor de todos los mundos posibles. Tampoco digo
que nuestro mundo social es el mejor de todos los mundos sociales. Mi
tesis es meramente que nuestro propio mundo social es el mejor que haya
existido, el mejor al menos de los que tenemos un conocimiento
histórico”. Esto se escribió hace más de cincuenta años, y no se puede
negar que han sido estos últimos años en los que se ha producido el
mayor adelanto tecnológico de la historia.
No obstante esa realidad en el plano de
lo político, los supuestos defensores del clima acusan a los productores
de ser los responsables del recalentamiento global. Mis conocimientos
me impiden conocer o no la validez de ese aserto, pero sin los
empresarios, la riqueza que hoy se tiene por dada en el mundo y se
pretende aumentar no hubiese existido. Y esa actividad fue
indudablemente producto del egoísmo del hombre en la búsqueda de su
propia felicidad. Pero en ningún caso puede sostenerse que se hizo con
el propósito de dañar a la naturaleza. No olvidemos que los productores
no tienen otro mundo en el que vivir.
No obstante esa realidad en un reciente
artículo mi amigo Mario Vargas Llosa sostuvo que debido a las armas
nucleares vivimos en el mundo más peligroso de la historia. No me cabe
la menor duda de que la Guerra Fría no pasó a Caliente gracias a la
existencia de esas armas nucleares. No podemos olvidar que todavía en
pleno siglo XX durante la Segunda Guerra Mundial en Europa murieron 50
millones de personas, sin armas nucleares. Hoy en el Medio Oriente las
guerras presentes sin armas nucleares están costando miles de vidas y se
observa la desesperación de los habitantes que tratan de escapar al
mundo Occidental donde prevalecen las armas nucleares. En ese sentido
voy a permitirme recordar una vez más las sabias palabras de Alberdi al
respecto cuando dijo: “Las guerras serán más raras en la medida que la
responsabilidad por sus efectos se haga sentir entre los que las incitan
y las declaran”. Evidentemente en una guerra nuclear no hay vencedores
ni vencidos sino todos destruidos.
Entonces, pasando a otro tema pertinente
recuerdo que por mucho tiempo se consideró al petróleo como el mayor
causante del recalentamiento global. Pero aparentemente esa supuesta
causalidad estaría siendo modificada y ahora la teoría vigente es que la
caída en los precios del petróleo estaría siendo la causa de los
estragos en la economía. Según The Economist cuando los precios del
petróleo suben de pronto se produce un estrago en la economía, y por el
contrario cuando caen se mejora la situación económica. Ahora la tesis
es que la caída del precio del petróleo de un 75% aparentemente
perjudica a la economía. De nuevo no entiendo esa teoría pues es obvio
que el petróleo es un bien de producción y cuando el precio cae se
reduce el costo de producción de los bienes de consumo. Por supuesto que
la caída del precio de los bienes de producción, en este caso perjudica
a esos productores pero eso no significa a mi juicio un deterioro de la
economía mundial.
Ahora también aparece la teoría de que
la China no solo es causante de la caída en la economía mundial porque
en el 2015 creció solo un 6,9% sino que también es responsable de la
caída en el precio del petróleo. No puedo entender que un país que crece
un 6,9% al año esté reduciendo su demanda de los factores de
producción, el petróleo en este caso. Si la economía china es mayor en
el 2016 que en el 2015 su demanda de factores de producción crece aunque
sea a una tasa menor que cuando crecía un 9% por año.
El otro hecho que igualmente me tiene
confundido es la tesis de que la caída de la tasa de crecimiento de la
economía china es el factor que está afectando el crecimiento de la
economía mundial. Hasta el 2011 la China crecía a la tasa del 9% por año
y cayó al 7,7% en el 2012, y llegó al 2014 creciendo a la tasa del
7,3%. En todo el período que va del 2000 al 2014 los principales países
de Europa no crecieron y la economías de Italia y de España cayeron. Mal
que bien en el 2015 la economía de la Unión Europea creció un 1,5%.
¿Cómo es posible establecer esa correlación de causalidad ante esa
realidad histórica?
Ya debiéramos saber que la causa de ese
proceso de la economía europea fue como dijo The Economist: “El problema
de Europa es el sistema, y el que quiere cambiarlo pierde las
elecciones”. Debería ser evidente que el socialismo con la supuesta
búsqueda de la igualdad viola los derechos de propiedad y
consecuentemente cae la inversión y el crecimiento. Voy a insistir en la
tesis que dice: “Existe una correlación inversa entre el nivel del
gasto público en relación al PBI y la tasa de crecimiento de la
economía”. La evolución de la economía europea en los últimos cincuenta
años es un ejemplo máximo de la realidad de esa teoría.
Otro factor que está desplazando la
realidad en que vivimos es la tesis de que el capitalismo comenzó en
Europa. Si bien no podemos desconocer el pensamiento de Locke y la
evolución de Inglaterra con la Glorious Revolution que fue determinante
de la Revolución Industrial, ese proceso se llevó a sus últimas
consecuencias en los Estados Unidos. Se estableció entonces el Rule of
Law, y si no hubiese sido por Estados Unidos seríamos nazis o
comunistas. Voy a insistir entonces en que el mal llamado capitalismo no
es un sistema económico sino ético, político y jurídico. La economía es
el resultado del sistema, y donde no se respetan los derechos
individuales en nombre del pueblo son los ciudadanos los que padecen las
consecuencias. Como bien dijera Lamartine: “Marat amaba al pueblo y
odiaba a los hombres”. Por favor no confundamos la Revolución Americana
de la libertad con la Revolución Francesa del totalitarismo en nombre de
la igualdad y la diosa razón
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