REFLEXIONES LIBERTARIAS
Prosigue Toño y me dice. Ya en tus escritos has
narrado infinidad de acontecimientos de la vida de don Gilberto, y no voy a
repetirlos. Al terminar mis estudios precisamente en Douglas, lo cual ya me
daba la ventaja de hablar inglés, animado por la oferta de Don Gilberto me
trasladé a la ciudad de Mexico en el verano de 1928, con la idea de inscribirme
en la Universidad Nacional Autónoma para estudiar derecho. Mi padre le había
enviado una carta a tu tío quien se encontraba en Londres como embajador, en la
cual le notificaba mi traslado a la capital y le pedía instrucciones para mi
aterrizaje en ese mundo nuevo y desconocido para mí. Don Gilberto, de inmediato
le respondió y ya para septiembre estaba yo inscrito no en la UNAM, tu tío me había
conseguido una beca para asistir a la Escuela Nacional de Jurisprudencia.
En Diciembre de ese año, don Gilberto
regresaba de Europa luego de que el Lic. Francisco Escudero le llamara de parte
de Calles. Como mi precaria situación no me permitía ir a visitar a mi familia
en vacaciones de Navidad, aproveché para pedir una entrevista con don Gilberto
y pasar a saludarlo en su casa. Recuerdo perfectamente, era ya finales de
diciembre y se acercaba el año nuevo, cuando me encontraba en la pequeña sala
de su casa lleno de excitación esperando verlo después de casi 10 años. Hace su
entrada tu tío con ese físico impactante que tenía y me saludo con gran afecto;
que tal Toño, que gusto verte ¿Cómo están por tu casa? Me impresionaba la gran
sencillez de un hombre tan grande. Muy bien don Gilberto le respondo, mi padre
le envía muchos saludos.
Platicamos algunos minutos sobre mi nueva vida
en la capital y mis experiencias en la escuela de derecho, me narraba algo de
su estancia en Londres, cuando me atrevo a preguntarle; Don Gilberto, ¿como ve
la situación del país ahora que han asesinado al Gral. Obregón? Guarda silencio
unos segundos pero sin poder ocultar una gran tristeza, se compone e inicia:
Veo un horizonte muy negro para Mexico me responde, Calles está completamente
adueñado del país y el único contrapeso que tenía era la figura del Gral.
Obregón, y ahora sin él, siento que se cierra una pinza que ya Calles porta en
sus manos para llevar a Mexico hacia una dictadura de grupo que, según me informan,
pretende disfrazarla de partido pero con un concepto de cierto monopolio
político, y eso me parece fatal.
Ahora Antonio me mira con profundidad. Piensa
en una cosa Ricardo, te estoy hablando de acontecimientos sucedidos hace más de
70 años, y don Gilberto, con una visión impresionante ya tenía la imagen de lo
que aparecería en la fotografía que todavía no se tomaba. Lo interrumpo. ¿Cuál
era la verdadera ideología de mi tío Gilberto? Te pregunto porque en mis
apuntes a veces pienso hay algunas contradicciones. Me dirige una mirada de
asombro y responde: No muchacho, si algo no tenía don Gilberto Valenzuela, eran
contradicciones, era un hombre muy claro y nítido en sus ideas, pero también
tienes que entender que era un hombre de su época, y ella, era una de graves
luchas intestinas del país entre hombres punto menos que salvajes, de
conflictos internacionales precisamente provocados como un movimiento telúrico
en busca de ello; una ideología que fuera el mapa para la construcción de
sociedades mas justas.
Don Gilberto Valenzuela era antes que nada, un
enamorado de la ley y del estado de derecho. Pero sin lugar a dudas, era un
gran liberal lo cual en esa época, representaba conceptos diferentes a la que
vivimos en estos momentos, como tal vez dentro de cien años los actuales ya no
se apliquen. El mundo constantemente se transforma Ricardo, y así debemos
también irnos acoplando a esas transformaciones, sin perder nuestra identidad
ni nuestras ideas cuando ya estamos convencidos y tanto hemos luchado por ellas.
Don Gilberto era lector de las obras de Locke, Rosseau, Montesquieu, Jefferson,
Paine, en aspectos filosóficos consumía todas las lecturas de los pensadores
griegos, pero en especial de Aristóteles, pero uno de sus libros favoritos, era
esa fabulosa obra de Bastiat; La Ley.
El también pensaba el que, los conceptos del
liberalismo de los colonos que formaron los EU, no eran aplicables en Mexico
puesto que nuestros antecedentes eran completamente diferentes. Ellos habían
vivido en un ambiente de verdadera libertad durante siglos y la conocían, la
exigían y luego pelearían por ella, mientras que nosotros en Mexico éramos
producto de una colonia autócrata, opresora, de ausencia de libertad y en la
cual, la gran inquisición había dejado profunda huella. Recuerda que en España
desde el siglo XVII se había formado un índice de libros prohibidos en el cual
se listaban todas las obras de los grandes liberales. Es decir, en España como
en Mexico, no se conocería a Locke, Adam Smith, Jefferson probablemente hasta
mediados del siglo XVIII y aun así, con infinidad de restricciones.
Continuaba don Antonio; yo me convertí al
liberalismo en esa difícil época en la cual en todo el mundo era atacado, por
un solo motivo, y ese motivo se llamaba Gilberto Valenzuela. Cuando yo arribé a
la ciudad de Mexico para iniciar mis estudios profesionales, el país ya era
gobernado por la constitución de 1917 la cual abolía la verdaderamente liberal
de 1857 y, un gran manto de estatismo se extendía sobre el país entero. Calles,
cuya ideología era la de mantener el poder, lo hacia de una forma muy astuta,
aniquilando la sociedad civil que es el elemento fundamental sobre la cual se
construye el liberalismo. Es decir, la sociedad civil es la que debe de
mantener el poder, no el gobierno, ni el partido, ni la iglesia, es la sociedad
civil de la cual todos formamos parte.
Cuando yo tuve esa entrevista con don Gilberto
en diciembre de 1928, unos días después el se reunía con Calles en Cuernavaca,
y fue ahí cuando el mismo Calles lo enteraba de la formación del PNR que luego
se convertiría en el PRI. Pero esa historia tú ya la conoces, tu tío se rehusó
y ello provocó su ruptura total con Calles. Sin embargo, hay muy poca gente que
realmente sabe como se manejó esa entrevista, y yo soy uno de ellos. Sí, cuando
Calles le hizo el planteamiento, don Gilberto lo rechazó de inmediato y
palabras textuales, le dice: General, acuérdese del Plan de Agua Prieta, pero
hasta ahí llegan las versiones de los desinformados. Lo que muy pocos saben, es
la clase de politica, economía, sociología y relaciones internacionales que
acompañó a la negativa de don Gilberto.
A mi don Gilberto Valenzuela me distinguió con
eso. Unos días antes de abandonar la ciudad de Mexico para iniciar el proceso
de lanzar su candidatura a la presidencia, me platicó con lujo de detalles la
forma en la cual se desarrolló esa histórica entrevista que pocos conocen a
fondo, y los que la conocen, simplemente la han callado.
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