REFLEXIONES LIBERTARIAS
Ricardo Valenzuela
EL
LICENCIADO GILBERTO VALENZUELA, CANDIDATO A LA PRESIDENCA DE LA REPUBLICA.
(Nota periodística de la época).
El
ministro plenipotenciario de México en la Gran Bretaña, licenciado Gilberto
Valenzuela, llega a la ciudad de México a mediados del mes de diciembre de
1928.
Después
de celebrar una entrevista con el presidente de la República, licenciado Emilio
Portes Gil, para informarle de su labor diplomática, se traslada a la ciudad de
Cuernavaca saludar al expresidente de México, general Plutarco Elías Calles.
Días
después el licenciado Valenzuela vuelve a entrevistarse con el presidente
Portes Gil, quien le ofrece designarlo magistrado
de la Suprema Corte, en atención a su reconocida capacidad como jurisconsulto y
por su honorabilidad. Sin embargo, como el licenciado Valenzuela, desde que
pisó tierra mexicana, se le acercó un grupo de políticos para ofrecerle su postulación
como candidato presidencial, agradeció al licenciado Portes Gil la deferencia
de que lo hacía objeto, declinando dicho puesto para aceptar su candidatura a
la Primera Magistratura del país que
sus amigos y partidarios le habían ofrecido.
El
licenciado Valenzuela se inclinó al lado de los apasionados y temibles
opositores del régimen que vieron defraudadas sus ambiciones futuristas, y que
llegaran a celebrar juntas con intenciones de provocar un movimiento armado.
Al
iniciarse el año de 1929, el candidato presidencial, licenciado Valenzuela,
inicia su jira política por el Noroeste del país, pronunciando fogosos
discursos, como el siguiente, que dijo en el Estado de Sonora:
"Nuevamente
al levantar mi voz en defensa de los verdaderos anhelos populares y por los
fueros de las libertades públicas amordazadas o destruidas por el nefasto
hombre que ha ejercido de la manera más artera y más insidiosa el poder de la
República, tengo que exhibir los procedimientos, los manejos, las ruindades,
los crímenes que han regido el programa del gobierno, para que estas verdades
pasen lista de presentes en las filas de quienes propugnamos por una era mejor.
Una era mejor sin un agrarismo a lo Calles que
ha matado la agricultura, un laborismo que sólo es holgazanería y afán
insaciable de enriquecimiento, un laborismo que ha asesinado a industria, sin
una política económica que consista únicamente en economías reduciendo sueldos
de míseros empleados, que permitan amasar fortunas que se convierten a la
postre en posesiones como Soledad de la Mota, Santa Bárbara, La Hormiga y
residencias palaciegas para cortesanas impúdicas como las de Anzures y el
fraccionamiento Hipódromo: una era en que no tenga cabida la introducción de
cuantiosos contrabandos por parientes y paniaguados, sin dejar de contar entre
ellos aventureros yanquis como algunos yernos hoy millonarios y hace poco
verdaderos tramposos . Una era que se
apoye en un ejército de verdaderos soldados patriotas y conscientes y no en
matarifes sin escrúpulos y asesinos por inclinación, enriquecidos en el
cumplimiento de este odioso cometido.
"Seguiremos
en esta cruzada por la salvación de la Patria que nos hemos impuesto y
terminaré anunciando que dentro de pocos días, allí en Huatabampo, junto a las
cenizas aún calientes de Alvaro Obregón, traicionado por quienes le dieron el
fatídico beso de Judas, jurándole ser el mejor y más leal de sus discípulos,
declararé a la faz de la nación, cómo el cobarde, el asesino, el Borgia de la
época actual, Plutarco Elías Calles, fraguó y llevó a cabo el proditorio asesinato del jefe de la
Revolución, engañando torpemente a cándidas religiosas y católicos de cortos
alcances para dar dos golpes en uno: hacer desaparecer al hombre que lo iba a reducir
a la nada políticamente hablando y justificar su odiosa, su impopular campaña
de persecución religiosa.
"Entre
Plutarco Elías Calles y Gilberto Valenzuela no puede haber ligas de ninguna
clase, como no podrán existir nunca
entre un José Vasconcelos que renunciara a toda una cartera en el gabinete de
Obregón, para no ser considerado cómplice tácito del cobarde asesinato del
senador Field Jurado, como nunca podrán marchar unidos Antonio Villarreal y
Calles.
"Gilberto
Valenzuela escogió su camino, y entre una vida llena de comodidades, pródiga en riquezas y favores públicos a costa de su
dignidad y de sus virtudes y otra azarosa de luchador del bien contra el mal,
no ha vacilado, Gilberto Valenzuela, sépalo bien la Nación, escogió su camino y
por él marchará digno, enérgico, recio y patriota, aunque tenga que llegar al
martirio y a la muerte, que vale más una muerte gloriosa que una vida sin
dignidad, militando en las filas de los criminales que rodean a Plutarco Elías
Calles.
"Y
fijaré, de una vez por todas, que para Gilberto Valenzuela una cosa es el
Gobierno de la República, los Poderes de la República y otra muy distinta
Plutarco Elías Calles, y para no seguir manchando ni contaminando el Gobierno y
los Poderes de la Nación por la influencia maléfica de Calles, he abrazado la
causa de las reivindicaciones populares , contra quien las conculcó
groseramente durante su desastrosa administración y pretende aún seguir conculcándolas
valiéndose de incondicionales enriquecidos y de pusilánimes que no se atreven a
enfrentársele.
"Gilberto
Valenzuela, para terminar, desprecia que Calles, por boca de sus instrumentos,
lo declare fuera de la ley, que nada teme, que si Calles ha decretado la
sentencia de muerte de Gilberto Valenzuela, el pueblo ha mucho que dictó su
sentencia sobre Calles y su cumplimiento no tardará en llegar. "Febrero 18
de 1929".
Los
políticos de distintas ideologías comentaron los discursos del licenciado
Valenzuela, expresándose unos en los siguientes términos: "Es un líder de
verdad, la valentía de sus expresiones enarbola la bandera del
pueblo..."
Otros,
se expresaban de distinto modo, manifestando: "El discurso de Valenzuela,
pronunciado en Sonora, hace pensar que su autor terminará sus días paseándose
del brazo de Manrique por las callejuelas de la Castañeda."
En
la Cámara de Diputados se pronuncian enérgicos discursos en contra de las
declaraciones del licenciado Valenzuela, terminando los legisladores por
solidarizarse con la política del licenciado Portes Gil. Para fines del mes de
febrero, el licenciado Gilberto Valenzuela terminaba el "Plan de
Hermosillo".
Continúa
Antonio; te quiero decir que para cuando don Gilberto pronunciara ese famoso
discurso, el rompimiento con Calles era total y a muerte. No es como el de
Colosio que durante todos estos años unos lo interpretan como un rompimiento
con Salinas, otros no, que Salinas lo había aprobado etc. No, en este como lo
puedes ver, no dejaba ninguna duda y al estilo de don Gilberto Valenzuela, no
lo telegrafiaba, lo enviaba con toda la claridad de que podía haber echado mano.
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