Friday, September 30, 2016

Un retrato fiscal de los nuevos americanos

por Stephen Moore

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Publicado por el Cato Institute y el National Immigration Forum
En memoria de Julian Simon
Stephen Moore es presidente del Free Enterprise Fund y fue Académico Titular de Cato Institute.
Publicado por el Cato Institute y el National Immigration Forum
En memoria de Julian Simon

Resumen Ejecutivo
En la sociedad americana los inmigrantes desempeñan muchas funciones. Son miembros de familia, estudiantes, trabajadores, dueños de negocios, inversores, clérigos, y miembros de las fuerzas armadas, por nombrar sólo algunas de ellas. Pero los inmigrantes – al igual que los ciudadanos nativos – son también contribuyentes. A través de sus pagos de impuestos, los inmigrantes en Estados Unidos ayudan a financiar los costos de las escuelas, la salud pública, las carreteras, los pagos a la asistencia social, el Seguro Social, y la defensa de la nación. Por supuesto, los inmigrantes también son usuarios y se benefician de esos programas gubernamentales.
Este estudio investiga el impacto fiscal de los 25 millones de inmigrantes – inmigrantes legales, refugiados, e inmigrantes indocumentados – que viven hoy en día en los Estados Unidos. Este informe examina los hallazgos de las más de dos docenas de estudios publicados recientemente por las universidades e instituciones dedicadas a la investigación más prestigiosas de los Estados Unidos. El informe también extrae nuevas estimaciones fiscales basadas en los últimos datos de 1996, publicados recientemente por el Censo de los Estados Unidos, para ayudar a responder a los dos temas críticos de las finanzas públicas relacionados con los inmigrantes.


Primero: ¿Cuánto es el total de impuestos que pagan los inmigrantes cada año?
Segundo: ¿Alcanzan esos impuestos a cubrir los costos de los servicios públicos que utilizan los inmigrantes?
Sin duda, se está lejos de estar en completo acuerdo en estos temas. Pero, en nuestra opinión, las conclusiones principales de este estudio reflejan un consenso emergente en el tema de los inmigrantes como contribuyentes:
  • Los inmigrantes y sus hijos en general otorgan beneficios de largo plazo a los Estados Unidos. En el estudio más completo jamás llevado a cabo sobre la inmigración, el Consejo Nacional de Investigación de la Academia Nacional de las Ciencias (NRC) descubrió que los inmigrantes aumentan los ingresos de los trabajadores nacidos en los Estados Unidos en al menos 10 mil millones de dólares cada año. Esta estimación es altamente conservadora ya que no incluye el impacto de los negocios en manos de los inmigrantes o el impacto de los inmigrantes de altas cualificaciones sobre la productividad total. Aún, el NRC estima que el inmigrante típico y sus hijos pagan alrededor de 80.000 dólares más en impuestos de lo que recibirán en beneficios locales, estales, y federales durante toda su vida.
  • Los inmigrantes que se han convertido en ciudadanos estadounidenses comúnmente pagan más impuestos que los ciudadanos nacidos en los Estados Unidos. Utilizando datos de la encuesta sobre la población actual del Censo de los Estados Unidos, el Servicio de Investigación del Congreso (Congressional Research Service, CRS) recientemente concluyó que las familias con un adulto nacido en el extranjero y convertido en ciudadano estadounidense tienen de hecho mayores ingresos brutos ajustados – promediando 40.502 dólares – que las familias con sólo ciudadanos nacidos en los Estados Unidos, que tienen 35.249 dólares de media. Los ingresos promedios gravables de los inmigrantes son 32.585 dólares, comparados con 27.076 dólares para las familias con todos sus miembros nacidos en los Estados Unidos. Los impuestos federales pagados por las familias con un ciudadano nacionalizado americano son en promedio 6.580 dólares por año, comparados con los 5.070 dólares pagados por las familias de los nacidos en los Estados Unidos.
  • Según estimaciones conservadoras, en 1997 las familias de inmigrantes contribuyeron aproximadamente 133 mil millones de dólares en impuestos directos a los gobiernos federales, estatales, y locales.
  • Los negocios de los inmigrantes son una fuente sustancial de ganancias económicas y fiscales para los ciudadanos estadounidenses. En este estudio identificamos 10 compañías de alta tecnología fundadas por inmigrantes cuyos ingresos totales en 1996 alcanzaron los 28 mil millones de dólares y que generaron un total de 70.000 puestos de empleo para los ciudadanos estadounidenses. La mayoría de los estudios sobre el impacto fiscal de los inmigrantes no toma en cuenta los impuestos pagados por los negocios iniciados por inmigrantes ni tampoco los flujos de impuestos generados por los trabajadores nacidos en Estados Unidos y empleados por esas firmas. Por esta razón, consideramos que la mayoría de los estudios subestima en un mínimo de 29 mil millones de dólares al año el pago de impuestos hecho por los inmigrantes. Así, agregando los recibos de impuestos pagados por los negocios de los inmigrantes se llega a que el total de impuestos pagados por los inmigrantes es cerca de 162 mil millones de dólares al año.
  • No todos los inmigrantes pagan la misma cantidad de impuestos o imponen los mismos costos. Los mejores pronósticos para saber el éxito que tendrán los inmigrantes y por consiguiente como serán sus pagos de impuestos son sus cualificaciones, su educación, y su destreza para hablar inglés. En general, cuanto menos cualificados, menos educados, y peor sepan hablar inglés los inmigrantes utilizan más servicios del gobierno y pagan menos impuestos que aquellos que son altamente cualificados.
  • Los ingresos de los inmigrantes aumentan a través del tiempo en la medida que ellos continuan ascendiendo los peldaños del éxito en los Estados Unidos. Por lo tanto, los inmigrantes generalmente generan pérdidas para las arcas públicas durante sus primeros años en los Estados Unidos, en los cuales sus ingresos suelen ser bajos. Con el tiempo, no obstante, después de 10 ó 15 años en los Estados Unidos, se convierten en contribuyentes netos. Esta estructura de asimilación económica varía de acuerdo a la etnicidad y al país de origen, pero es tan evidente hoy en día como lo era hace 30 años, cuando los investigadores empezaron a estudiar los índices del éxito económico de los inmigrantes a través del tiempo.
  • El perfíl de edad de los inmigrantes es una de las características claves que los convierte en una oportunidad fiscal para los contribuyentes que han nacido en los Estados Unidos. La mayoría de los inmigrantes llegan a los Estados Unidos en la plenitud de sus años de trabajo. Por ejemplo, más del 70% de los inmigrantes tienen más de 18 años de edad cuando llegan a los Estados Unidos. Eso significa que hay aproximadamente 17.5 millones de inmigrantes en los Estados Unidos hoy en día cuya educación y conocimientos fueron subvencionados por los ciudadanos de su país de orígen y no por los contribuyentes estadounidenses. Para los Estados Unidos el valor presente total descontado de esas ganancias de capital humano sin costo alguno para los contribuyentes estadounidenses es aproximadamente 1.43 billones de dólares. Así, podemos pensar en la inmigración como una enorme trasferencia de riqueza del resto del mundo a los Estados Unidos valuada en 1.43 billones de dólares.
  • Otra consecuencia fiscal del perfíl de edad de los inmigrantes es que ellos son grandes contribuidores netos para el Seguro Social y los programas de salud. Solamente un 3% de los inmigrantes tienen más de 65 años de edad cuando llegan a los Estados Unidos, mientras que el 12% de los estadounidenses están por encima de esa edad – y ese porcentaje crecerá sustancialmente en el futuro. Este estudio estima el valor total para el sistema de Seguro Social de los actuales niveles de inmigración basado en los cálculos de los actuarios de la Administración del Seguro Social. El estudio descubrió que el beneficio total neto (los impuestos pagados menos los beneficios recibidos) para el sistema de Seguro Social de que continuen los actuales niveles de inmigración, en dólares de hoy en día, es de casi 500 mil millones de dólares para el período 1998-2022 y casi 2.0 billones hasta el 2072. Continuar con la inmigración es un componente esencial para resolver el problema de largo plazo de financiar el sistema del Seguro Social.
  • Los inmigrantes utilizan más servicios estatales y locales – particularmente escuelas, hospitales, y carreteras – que lo que pagan en impuestos estatales y locales. El inmigrante promedio impone durante su vida un costo neto fiscal en los gobiernos estatales y locales de 25.000 dólares, según el NRC (bajo el análisis del NRC, los nativos también son un costo neto para los estados y las localidades). No hay evidencia de que los estados o las ciudades con mayor población de inmigrantes presenten un peor panorama económico que aquellas con bajas poblaciones de inmigrantes. De hecho, generalmente ocurre lo opuesto.
  • Recientemente han habido señales de que se han incrementado los índices de pobreza y el uso de la asistencia social--como el Ingreso Suplementario a la Pensión (Supplemental Security Income) y los cupones alimenticios (Food Stamps)--entre los nuevos inmigrantes. Sin embargo, el afirmar que ha habido una disminución en la calidad de los inmigrantes es exagerado (debido a problemas estadísticos de comparar una generación de inmigrantes con otra) y no reduce el impacto fiscal total favorable de los nacidos en el extranjero. Sólo los refugiados y los inmigrantes de la tercera edad tienden a recibir más asistencia social que los nativos. Los inmigrantes que están en edad de trabajo y han estado en los Estados Unidos por más de 10 años tienen una menor probabilidad de recibir asistencia social que los nativos, según un estudio de 1998 del Urban Institute. Además, dado que las recientes leyes sobre la asistencia social promulgadas por el Congreso en 1996 harán que los inmigrantes recién llegados no sean elegibles para recibir la mayoría de los beneficios de asistencia social, el beneficio fiscal neto de los futuros inmigrantes será aún mayor de lo que es hoy en día.
Por supuesto, el valor de los inmigrantes no es medido sólo por los cálculos en dólares de su impacto fiscal. Los inmigrantes aportan a Estados Unidos de muchas más maneras que sólamente con sus contribuciones impositivas. El enriquecimiento de nuestra cultura y la vitalidad global que ellos aportan a la sociedad estadounidense no es medida aquí—y, en muchos casos, es imposible de medir. Sin embargo, otorgan beneficios vitales para todos los estadounidenses.
También vale la pena enfatizar que muchos de los inmigrantes que han realizado las contribuciones más valiosas a nuestra sociedad en los últimos tiempos vinieron a los Estados Unidos sin poseer las características que a menudo pueden presagiar el éxito. Andrew Grove, co-fundador de Intel, y su familia llegaron a los Estados Unidos como refugiados y sin dinero, sin cualificaciones y sin ninguna perspectiva de grandeza. Probablemente ningún economista podría haber predecido el éxito que logró. Al igual que con los nativos, es imposible predecir con mucha certeza quién triunfará o fracasará en la sociedad americana.
Es así como los descubrimientos en las investigaciones citadas en este reporte sugieren que, primero, la economía estadounidense se enriquece enormemente por los inmigrantes de los diferentes niveles educacionales y diferentes orígenes y, segundo, que los inmigrantes son una ganga fiscal para los contribuyentes estadounidenses.
Conclusión
Los estudios fiscales sobre inmigración y las nuevas estimaciones fiscales derivadas en este estudio, indican que, a medida que los inmigrantes se han integrado a la sociedad estadounidense, su participación económica se ha vuelto cada vez una parte más vital del sólido crecimiento económico de los Estados Unidos en décadas recientes. El uso de los beneficios y servicios públicos en un determinado momento del tiempo no es más que un pequeño fragmento de la experiencia estadounidense con la inmigración.
Lo que es evidente en estos estudios es que los inmigrantes, como una población de contribuyentes, son una importante fuente de ingresos federales y estatales. Este país contará cada vez más con la participación de los inmigrantes en la fuerza de trabajo y con sus contribuciones, mientras que la fuerza de trabajo nativa se dirige hacia la jubilación. Como resultado de la inmigración, la mayoría de los estadounidenses están disfrutrando de una economía más sana y están pagando miles de millones de dólares menos en impuestos que los que deberían pagar cada año si no fuese por los inmigrantes.
Los mayores hallazgos expuestos en este informe son los siguientes:
  • El Consejo Nacional de Investigación de la Academia Nacional de las Ciencias descubrió en su estudio completo y extenso de 1997 que los inmigrantes benefician a la economía en su totalidad aportando hasta 10 mil millones de dólares cada año.
  • Los impuestos directos pagados cada año por los inmigrantes suman casi 133 mil millones de dólares durante 1997. Si agregamos a este cálculo los impuestos pagados por los negocios de los inmigrantes, el monto pagado en impuestos por ellos alcanzaría al menos los 162 mil millones de dólares.
  • El Seguro Social y el programa público de salud (Medicare) contarán cada vez más en las contribuciones de los trabajadores jóvenes inmigrantes. El valor presente de los excedentes en los pagos al sistema del Seguro Social sobre los beneficios recibidos es cerca de 500 mil millones de dólares (en dólares de hoy en día) en los próximos 25 años y cerca de 2.0 billones en los próximos 75 años. Los pagos de beneficios cuando se jubilen las personas nacidas en los períodos de expansión de la natalidad (el baby boom) dependerán del continuo flujo de trabajadores inmigrantes que financien los sistemas de salud y los de jubilación para los ciudadanos de la tercera edad.
  • El impacto fiscal neto de los inmigrantes es positivo. O sea, los inmigrantes pagan más impuestos de lo que utilizan en servicios sociales durante sus vidas. El valor presente descontado de los dividendos fiscales de cada inmigrante adicional se estimó que está entre los 20.000 y los 80.000 dólares. La cantidad de dividendos fiscales depende de las cualificaciones, habilidades, y el nivel de educación que posean los inmigrantes.
Todos éstos hallazgos apuntan a la ineludible conclusión sobre el impacto fiscal de los nuevos inmigrantes: ellos no son un costo; ellos pagan.
Stephen Moore es Director de Estudios Fiscales del Cato Institute.

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