Oaxaca, el desmantelamiento de las instituciones
Diario de un Reportero
Ramsés Ancira
"De INFONAVIT a Boca Ratón y de Florida a Oaxaca"
En un gobierno nacionalista ¿no sería de
sentido común que el Instituto para el Fondo Nacional de Vivienda de
los Trabajadores, privilegiara como sus proveedores a empresas que
dieran esta prestación a su personal? La campaña de Alejandro Murat para
gobernador de Oaxaca revela que no, que el estado es el más activo para
desmantelar las instituciones del Estado.
En el documental de Michael Moore ¿Qué invadimos ahora?
se muestra cómo Estados Unidos es el primer país en robar los derechos
sociales. Éste es el modelo económico que apasiona a Enrique Peña Nieto,
como antes entusiasmó a Vicente Fox. En el cambio de la década de los
ochenta a los noventa el economista estadounidense Douglass North
planteó la necesidad de crear una teoría de las instituciones que
impidiera que el Estado se viera inmovilizado por el Mercado. En México,
una de estas instituciones es el Infonavit.
Pero una auditoría interna del propio
Instituto reveló que cada año se otorgaron cientos de contratos de
prestaciones de servicios a empresas que justamente destacaron por no
ofrecer vivienda a los trabajadores, entre estas, empresas de atención
telefónica a los ciudadanos (clientes, les llamaba Fox).
A los funcionarios mexicanos del
Infonavit ya no les gusta el español. En el documento interno de la
contraloría del Infonavit “2014/047 Adquisiciones de Compras Directas y
Procedimientos específicos 1S15” se menciona a los “Call Centers” de
Telvista, por ejemplo, entre las “Outsourcings” a las que se les
pagaron, solo en 2013, 414 millones de pesos.
¿Y de dónde salieron esos 414 millones
de pesos? Adivine usted, de las aportaciones de las empresas que sí
pagan porque sus trabajadores tengan derecho al Fondo de Vivienda, y de
los descuentos que los empleados de nómina formales ven en su recibo de
cada semana o quincena.
Ese año de 2013, Infonavit pagó 21
millones de pesos a empresas que realizaron remodelaciones ¿a
departamentos de interés social? Es poco probable, esa cifra alcanza no
para remodelar, sino para comprar cinco condominios de cuatro millones
de pesos en la Colonia del Valle, dónde por cierto es difícil que
acepten créditos del Infonavit.
¿Y cómo se justifican los 73 millones de
pesos que pagó el Infonavit durante la gestión del hoy puntero (según
las encuestas) aspirante a la gubernatura de Oaxaca, a la empresa Medic
Access? Vaya, hasta para los servicios médicos se contrata a empresas
que no tienen nombre en español. ¿Será esto indicio de que con Alejandro
Murat Hinojosa, los oaxaqueños podrán recibir gratuitamente la atención
de Médica Sur o de que en la región Mixteca se instalarán hospitales
operados por el Cedars Sinaí Medical Center? Lo cierto es que con 73
millones alcanzaría para que el Infonavit tuviera hasta cuatro
hospitales propios.
Si atendiendo a las observaciones de la
propia contraloría del INFONAVIT se buscara a donde fueron a parar más
de 4 mil, de los 16 mil millones de pesos pagados durante la gestión de
Murat a empresas particulares, cientos de éstas, por cierto, despachos
de abogados, su candidatura debería ser anulada.
¿O será que los cuatro mil millones
están a la vista en la campaña del candidato Murat Hinojosa? ¿Acaso
alguien podría dudar del nacionalismo y honestidad del PRI, el Partido
Verde y Nueva Alianza? ¿Hay algún indicio que nos permita suponer que el
presidente Peña Nieto iba a apoyar la candidatura de un ciudadano que
tomara recursos de una institución pública para financiar su campaña?
No ¿verdad? El Estado no quiere que el
mercado lo achique. Por eso sólo da contratos a empresas que cumplen
cabalmente con las prestaciones de ley que establece la Constitución y
detesta prácticas como el “outsourcing” que tanto gustan a los
capitalistas salvajes que colocan en el extranjero empresas de atención
telefónica para no pagar impuestos en México.
Por eso y muchas cosas más, Alejandro Murat, que según el New York Times
compró casas en Estados Unidos, para ser precisos en Boca Ratón,
Florida a la compañía IMRO, con valor de 750 mil dólares, es el
candidato ideal para gobernar uno de los estados más pobres del país,
donde más del 60 por ciento de la población no tiene para comprar la
canasta básica.
Al fin y al cabo esas casas, como otras
que están a nombre de la esposa y de la suegra de Murat, no fueron
adquiridas con créditos del Infonavit ¿o sí? Tampoco hay que temer que
el nombre de Boca Ratón, Florida, donde la familia Murat
adquirió propiedades cambiando el apellido Cassab por Casas, sea un mal
presagio para Oaxaca, pese al desmantelamiento de las instituciones.
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