Isaac Katz considera que México sería el gran
perdedor si el TLCAN fuese abrogado o incluso renegociado, como lo han
propuesto los principales candidatos a la presidencia de EE.UU.
Lo que ha recibido menos atención es la posición de Trump así como la de otros candidatos a la presidencia de EE.UU. en lo que concierne al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y otros acuerdos comerciales.
Por el lado del Partido Republicano Trump, en su diarrea verbal, ha dicho que impondría un arancel de 35% a todas las exportaciones mexicanas hacia EE.UU. y que derogaría el TLCAN, además de imponer restricciones a las importaciones provenientes de China, así como su oposición al Acuerdo Transpacifico (TPP). Por el otro lado, tanto Ted Cruz como Marco Rubio han expresado su apoyo al libre comercio (Cruz subordinándolo a la soberanía nacional, lo que ello quiera decir), incluido obviamente el de la región norteamericana. Por el lado del Partido Demócrata, Bernie Sanders (quien se dice socialista) siempre se ha opuesto a cualquier tratado de libre comercio y en todas las ocasiones en que dichos tratados han sido puestos a consideración del Senado para su ratificación, ha votado en contra (también votó en contra de la resolución para otorgar al presidente Obama la autorización para negociar el TPP). Hillary Clinton ha señalado reiteradamente su oposición al TLCAN (firmado por su esposo Bill) dejando ver que buscaría una renegociación del mismo y, ya de candidata, también ha expresado su oposición al TPP, aunque cuando era Secretaria de Estado lo apoyó.
Dada la posición de los diferentes candidatos respecto del comercio internacional, ¿está el TLCAN en peligro? ¿Qué tanto en la elección presidencial jugaría el tópico del comercio internacional? Es claro que si los contendientes son Trump y Clinton, éste será un tema importante, con una posición mucho más retrógrada la de Trump. Si los contrincantes fuesen Trump y Sanders (poco probable), ambos estarían de acuerdo en destruir el comercio internacional, aislando a EE.UU. y perjudicando al mundo en su conjunto. Si la pareja fuesen Rubio (o Cruz) vs Clinton, quizás el tema de comercio internacional no sería tan relevante, aunque ello no se puede descartar.
Independientemente de quienes sean los contrincantes en la elección constitucional, es un hecho innegable que México sería un gran perdedor de la abrogación o inclusive la pura renegociación del TLCAN. Y es por ello que el gobierno mexicano, así como cámaras de empresarios, tienen que intervenir en las campañas electorales a través de campañas publicitarias dirigidas al votante estadounidense resaltando las bondades para productores, pero sobre todo para los consumidores, del TLCAN.
En juego están millones de dólares de exportaciones e importaciones y millones de empleos. En este caso, en esta elección, no podemos darnos el lujo de sólo ser observadores.
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