Ismael Francisco
AP
Venezuela está en la peor crisis económica de que se tenga memoria,
pero eso no parece haber impedido al presidente Nicolás Maduro gastarse
$375,000 para viajar a Cuba con una delegación de 80 personas
–incluyendo músicos, bailarines, familiares y amigos– para celebrar el
cumpleaños 90 del ex máximo líder de Cuba, Fidel Castro.
Cuando leí esta noticia en el diario venezolano El Nacional, mi primera reacción fue preguntarme si las cifras serían correctas. De modo que llamé al diputado de la oposición Carlos Berrizbeitia, el legislador que había dado a conocer estas cifras en la Asamblea Nacional, y le pregunté cómo había llegado a ese cálculo.
Cuando leí esta noticia en el diario venezolano El Nacional, mi primera reacción fue preguntarme si las cifras serían correctas. De modo que llamé al diputado de la oposición Carlos Berrizbeitia, el legislador que había dado a conocer estas cifras en la Asamblea Nacional, y le pregunté cómo había llegado a ese cálculo.
Berrizbeitia, miembro de la comisión de contraloría de la Asamblea Nacional, me dijo que Maduro viajó a Cuba el 12 de agosto acompañado de unas 80 personas a bordo de tres aviones, incluyendo el avión presidencial, de 45 a 55 pasajeros, un avión presidencial más viejo también de 45 a 55 pasajeros y un Falcon de menor tamaño, propiedad del monopolio petrolero estatal PDVSA.
Los gastos de combustible de los tres aviones para el viaje de ida y vuelta representaron alrededor de $270,000, dijo. Además, la delegación venezolana gastó alrededor de $250 por persona al día en alojamiento y comidas, lo cual añadió otros $105,000 a la factura total, dijo.
“El cumpleaños del dictador cubano nos costó a los venezolanos casi $400,000, en un momento en que tenemos una escasez generalizada de alimentos y medicinas”, me dijo Berrizbeitia.
Añadió que casi toda esa información sobre el viaje de Maduro a Cuba es pública. Las fotos de los aviones de Maduro aterrizando en La Habana están por toda la Internet, y Maduro fue acompañado –además de su equipo de seguridad, periodistas, locutores, técnicos de la televisión oficial, familiares y amigos– por el grupo folclórico venezolano Corazón llanero, compuesto por decenas de cantantes y bailarines.
En efecto, el website TeleSur, la cadena de televisión financiada por el gobierno venezolano, informó el 14 de agosto que al menos 40 miembros de Corazón llanero habían actuado ese día en un espectáculo especial por el cumpleaños de Castro en el teatro Karl Marx de La Habana.
El
cumpleaños del dictador cubano nos costó a los venezolanos casi
$400,000, en un momento en que tenemos una escasez generalizada de
alimentos y medicinas
Carlos Berrizbeitia, diputado de la oposición
“Venezuela homenajeó a Fidel con el espectáculo Corazón llanero”,
decía el despacho de TeleSur. “Más de 40 venezolanos en escena, entre
cantaautores, artistas, copleros, bailarines y representantes de la
música venezolana llegaron a territorio cubano para rendir homenaje al
líder cubano”.Carlos Berrizbeitia, diputado de la oposición
Según me dijo Berrizbeitia, Maduro ya ha gastado más de $14 millones en 22 viajes al extranjero desde que asumió su cargo hace 3 años. El año pasado fue a China con más de 80 invitados –incluyendo los dos sobrinos de su esposa que están ahora presos en Nueva York bajo cargos de tráfico de drogas– a un costo de más de $1 millón, dijo.
“Maduro debería tener que explicar estos gastos, pero este gobierno está acostumbrado a no rendirle cuentas a nadie”, me dijo Berrizbeitia. “Ellos operan con una impunidad total”.
Mi opinión: Los excesos de Maduro podrían haber sido comprensibles cuando los precios del petróleo andaban en $146 por barril, y Venezuela nadaba en dinero. Pero ahora Venezuela está en ruinas, con una tasa anual de inflación de más del 700 por ciento, la más alta del mundo, y una economía que se proyecta caerá casi el 10 por ciento este año.
Los estantes de los supermercados están casi vacíos. Las personas tienen que esperar en fila durante horas bajo el sol para comprar cualquier cosa, y cientos de miles están tratando de irse del país.
Es hora de que la comunidad internacional presione a Maduro para que acepte ayuda humanitaria para Venezuela, y que se le pida que respete las exigencias de la Asamblea Nacional de que deje de tirar el dinero por la ventana. Venezuela está al borde de una crisis de refugiados que podría desbordarse a gran parte de América Latina, y Maduro no debería estarse gastando una fortuna en fiestas de cumpleaños de dictadores retirados.
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