Ian Vásquez comenta el secuestro de Yon Goicoechea, ganador del premio Milton Friedman en 2008, por parte del gobierno venezolano.
Miembros de la que seguramente fue la policía secreta del régimen venezolano secuestró de su carro luego de salir de su casa al líder opositor y ganador del premio Milton Friedman en 2008, Yon Goicoechea. Diosdado Cabello, la segunda persona más poderosa del régimen, anunció públicamente que el gobierno había arrestado a Yon bajo la falsa acusación de que estaba portando explosivos. En el video transmitido por televisión nacional, Cabello se refirió a los $500.000 que Yon recibió como parte del premio como evidencia de que era una especie de agente internacional inclinado al terrorismo. “Este hombre fue entrenado por el imperio americano durante años”, dijo, “parece que se le agotaron los reales y quiere venir a buscar sangre. Le dieron la tarea allí en Estados Unidos”.
Este es un viejo truco del régimen chavista –distraer la atención de la severa crisis política, económica y social que le ha infligido al país. El tan llamado socialismo del siglo XXI de Venezuela ha producido desabastecimiento de todo, desde comida hasta agua, desde medicina hasta electricidad. El hambre se está esparciendo, la tasa de violencia está entre las peores del mundo y el régimen se ha vuelto extremadamente impopular. (Hemos comentado sobre esta degradación aquí, aquí, aquí y aquí).
Yon ganó el premio Friedman en 2008 por haber liderado el movimiento estudiantil que jugó el papel clave en derrotar la reforma constitucional que hubiese dado a Hugo Chávez una concentración de poder político y económico sin precedentes en ese tiempo. Uno de los principios centrales de Yon y del movimiento estudiantil es la defensa de la no violencia en la promoción de las libertades básicas y la democracia. Yon también ofrece una visión optimista sobre el futuro y el potencial de su país (vea aquí su discurso al aceptar el premio Friedman). Este enfoque contrasta con la dependencia constante en la represión y fuerza del régimen y ayuda a explicar por qué atrae a los venezolanos. Por la misma razón, el reclamo del gobierno acerca del presunto lado terrorista de Yon carece de credibilidad. La idea de que el premio Friedman es otorgado para que quien lo reciba lleve a cabo tareas específicas es también risible. El premio se le da “al individuo que ha hecho una significante contribución al avance de la libertad humana”, y no se le impone condiciones en absoluto. Se le ha otorgado a numerosos campeones de la libertad de todo el mundo, incluyendo a prominentes reformadores y defensores de los derechos humanos y libertad de expresión.
La detención de Yon ocurre justo antes de las masivas manifestaciones contra el gobierno que están planeadas para este jueves. Apegándose al patrón que ha seguido durante los últimos años a medida que la crisis se ha profundizado, el régimen está redoblando la represión en vez de ajustarse a la realidad política o económica. El secuestro de Yon muestra solo cuán inseguro el régimen se ha vuelto y la importancia de enfrentar con la verdad al poder.
En los meses y días previos a la detención de Yon, el régimen ha arrestado a otros líderes opositores y activistas. Nadie está seguro dónde le están reteniendo a Yon ni bajo qué condiciones (aunque creemos que se encuentra en una celda en los cuarteles principales de la policía secreta en Caracas). El gobierno venezolano dejó de ser democrático y de respetar el Estado de Derecho años atrás, pero de todas formas nosotros llamamos a la liberación inmediata de Yon y su trato de acuerdo a los derechos básicos del debido proceso que debería ser concedido a cualquier ciudadano venezolano.
Este es un viejo truco del régimen chavista –distraer la atención de la severa crisis política, económica y social que le ha infligido al país. El tan llamado socialismo del siglo XXI de Venezuela ha producido desabastecimiento de todo, desde comida hasta agua, desde medicina hasta electricidad. El hambre se está esparciendo, la tasa de violencia está entre las peores del mundo y el régimen se ha vuelto extremadamente impopular. (Hemos comentado sobre esta degradación aquí, aquí, aquí y aquí).
Yon ganó el premio Friedman en 2008 por haber liderado el movimiento estudiantil que jugó el papel clave en derrotar la reforma constitucional que hubiese dado a Hugo Chávez una concentración de poder político y económico sin precedentes en ese tiempo. Uno de los principios centrales de Yon y del movimiento estudiantil es la defensa de la no violencia en la promoción de las libertades básicas y la democracia. Yon también ofrece una visión optimista sobre el futuro y el potencial de su país (vea aquí su discurso al aceptar el premio Friedman). Este enfoque contrasta con la dependencia constante en la represión y fuerza del régimen y ayuda a explicar por qué atrae a los venezolanos. Por la misma razón, el reclamo del gobierno acerca del presunto lado terrorista de Yon carece de credibilidad. La idea de que el premio Friedman es otorgado para que quien lo reciba lleve a cabo tareas específicas es también risible. El premio se le da “al individuo que ha hecho una significante contribución al avance de la libertad humana”, y no se le impone condiciones en absoluto. Se le ha otorgado a numerosos campeones de la libertad de todo el mundo, incluyendo a prominentes reformadores y defensores de los derechos humanos y libertad de expresión.
La detención de Yon ocurre justo antes de las masivas manifestaciones contra el gobierno que están planeadas para este jueves. Apegándose al patrón que ha seguido durante los últimos años a medida que la crisis se ha profundizado, el régimen está redoblando la represión en vez de ajustarse a la realidad política o económica. El secuestro de Yon muestra solo cuán inseguro el régimen se ha vuelto y la importancia de enfrentar con la verdad al poder.
En los meses y días previos a la detención de Yon, el régimen ha arrestado a otros líderes opositores y activistas. Nadie está seguro dónde le están reteniendo a Yon ni bajo qué condiciones (aunque creemos que se encuentra en una celda en los cuarteles principales de la policía secreta en Caracas). El gobierno venezolano dejó de ser democrático y de respetar el Estado de Derecho años atrás, pero de todas formas nosotros llamamos a la liberación inmediata de Yon y su trato de acuerdo a los derechos básicos del debido proceso que debería ser concedido a cualquier ciudadano venezolano.
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